El sueño
Sleep, those little slices of death, how I loathe them
Edgar Allan Poe
Durante la vigilia existe una interacción óptima con el ambiente que nos permite desarrollar diversos comportamientos necesarios para la supervivencia. La vigilia se acompaña de consciencia del medio que nos rodea y de ciertas sensaciones generadas internamente (hambre, sed, etc.). El sueño se define como un estado comportamental en que existe una marcada disminución de la comunicación con el ambiente, un aumento del umbral de reacción a estímulos externos, una disminución de la actividad muscular, así como la adopción de una posición adecuada para conservar el calor. El sueño es ubicuo en la naturaleza; se ha comprobado la presencia de sueño en especies que ocupan distintas posiciones de la escala zoológica, desde medusas a mamíferos.
Inspirado en experimentos en animales, en 1929 Hans Berger registró por primera vez la actividad eléctrica del cerebro humano, técnica que le llamó electroencefalograma (EEG). En 1953, utilizando el EEG asociado al registro de los movimientos oculares y otras señales bioelécticas (técnica posteriormente llamada polisomnografía)14, Aserinsky y Kleitman hicieron un trabajo que revolucionó el estudio del sueño y los ensueños15. Ellos descubrieron que el sueño no es homogéneo, sino que está compuesto por dos estados comportamentales diferentes; el sueño REM (de la sigla en inglés, Rapid Eyes Movements; también llamado sueño activo, paradójico, o fase R) y sueño No-REM (NREM, también llamado sueño lento, o de ondas lentas).
Al conciliar el sueño nocturno, desde la vigilia ingresamos al sueño NREM, al que se le reconocen 3 fases de profundidad (de N1 a N3). La fase N1 es la transición desde la vigilia al sueño NREM y dura unos pocos minutos, entrando rápidamente en fases más profundas del sueño NREM (primero N2, para llegar luego a N3)16. Aproximadamente a los 90 minutos de habernos dormido comienza el estado de sueño REM, que dura unas decenas de minutos. Este ciclo de sueño NREM-REM se repite 4 a 5 veces en la noche. Mientras que al principio de la noche predomina el sueño NREM profundo (fase N3), al final de la noche predomina el sueño REM y la etapa N2 del sueño NREM17.
Ahora se conoce que en distintas regiones del encéfalo hay grupos neuronales que generan la vigilia (sistemas activadores) y otros que generan sueño (sistemas somnogénicos); estos grupos neuronales se inhiben entre sí. Es decir, para generar la vigilia las neuronas activadoras inhiben a las somnogénicas, y viceversa.
Estudios clínicos en patologías tales como el Insomnio Familiar Fatal18, así como experimentos de privación de sueño en animales han mostrado la necesidad vital de este estado comportamental. Si se priva a una rata de laboratorio de sueño (tanto de sueño total, como solamente de sueño REM) esta muere a las pocas semanas.
Los ensueños
Los ensueños se definen como la actividad mental (percepciones, pensamientos y experiencias) que ocurre durante el sueño.
Hasta 1953, observaciones, introspecciones y sobre todo mucha especulación primaron en el estudio de los ensueños. Freud, quizás inspirado en el Talmud19, o por la propia naturaleza humana que lleva a tratar de darle sentido a los ensueños, volcó su esfuerzo a interpretarlos. Freud dio una gran visibilidad académica a los ensueños, pero también alejó el estudio de estos del método científico20. Este sugirió que la función de los ensueños es proteger el sueño de deseos insatisfechos (la mayoría relacionados con contenido sexual), impidiendo que estos nos despertaran (serían “guardianes del sueño”). Los ensueños serían modificados por un sistema censor o represor, transformando su contenido latente en el manifiesto (más soportable para nuestra consciencia) mediante lo que él denominó el trabajo del sueño. Estas hipótesis han sido descartadas por investigaciones posteriores o no han sido demostradas21.
Con el trabajo pionero de Aserinsky y Kleitman comenzó el estudio moderno de los ensueños. Estos autores despertaron voluntarios durante el sueño REM, observando que en el 74 % de los despertares estos decían estar soñando, mientras que de los despertares durante el sueño NREM, en 83 % de los casos negaban haber soñado. La relación más clara entre el sueño REM y los ensueños se evidencia en los pacientes que padecen la patología llamada “desorden del sueño REM”. Éstos presentan sueño REM sin la atonía (flacidez) y parálisis muscular característica, lo que determina que al entrar en sueño REM “actúen” sus ensueños.
Hoy se considera que el sueño REM es el estado más apropiado para que se desarrolle actividad mental (onírica) durante el sueño. El sueño REM además de la activación cerebral (similar a la vigilia), se asocia con movimientos oculares (que siguen las imágenes que percibimos durante el ensueño), y cambios periféricos en la frecuencia cardíaca, respiratoria, etc., que se relacionan con el componente emocional del ensueño. El sueño REM también se acompaña de erección peneana o clitoriana22, que no se vincula al posible contenido sexual del ensueño (los ensueños con contenido sexual son aproximadamente el 10 %). Es interesante destacar que durante el sueño REM se pierde el control de la temperatura corporal; es decir, la temperatura corporal se acerca a la del ambiente (aunque mínimamente, por la inercia térmica del cuerpo). En otras palabras, nos volvemos poiquilotermos (como los reptiles) en forma transitoria.
Aunque los ensueños son prácticamente nulos durante la fase más profunda del sueño NREM (N3), durante el sueño NREM ligero (N1 y N2) los ensueños pueden estar presentes. Para que exista actividad mental el cerebro tiene que estar activo (como en vigilia o sueño REM). Sin embargo, se ha observado que durante N2, pueden coexistir zonas inactivas (con ondas lentas y de gran amplitud en el EEG, huella electrográfica de cerebro inactivo), con áreas activas como en el sueño REM (esté fenómeno se lo conoce como estado disociado), explicando porque puede existir actividad onírica en esta etapa. N2 con áreas corticales activadas (característica de sueño REM) se observa principalmente al final del sueño nocturno (temprano en la mañana). La transición al sueño (o fase N1) también comparte características con el sueño REM, y el desarrollo de ensueños en esta fase también es posible23.
El ensueño es una forma de consciencia. Se considera que la consciencia es una propiedad emergente24 de la actividad que caracteriza a ciertas redes neuronales (principalmente localizadas en el tálamo y la corteza cerebral25) durante en vigilia. Esta actividad cognitiva durante la vigilia está modulada por los estímulos sensoriales que están continuamente llegando. En otras palabras, es una propiedad del cerebro activo generar consciencia. La consciencia se pierde solamente durante el sueño NREM profundo (N3), porque la relativa inactividad de estas redes neurales no permite que esta emerja. Una actividad cognitiva diferente (denominada consciencia primaria o proto-consciencia por Allan Hobson26) vuelve aparecer con menos intensidad durante N1 y N2 (donde parte del cerebro está activo), y se desarrolla plenamente durante el sueño REM (donde el cerebro está activo, pero en forma diferente que en vigilia).
La consciencia durante la vigilia, su pérdida durante N3 y su modificación (proto-consciencia) generando ensueños que se desarrollan a plenitud durante el sueño REM, podría ser una propiedad generalizada que emerja de cualquier sistema complejo. Este es un tema actual con el advenimiento de inteligencia artificial27.
La cantidad de sueño REM es máxima en el recién nacido (incluso es mayor si este es prematuro). Dada la gran actividad cerebral durante este estado, al sueño REM se lo considera de vital importancia para el desarrollo del sistema nervioso (especialmente de su conexionado; es decir, el desarrollo de las sinapsis28). Los ensueños se van desarrollando en los primeros años de vida, paralelamente a las funciones cognitivas de la vigilia.
Es importante destacar que la mayoría de los mamíferos y las aves estudiadas exhiben sueño REM. Es más, experimentos en animales en los que se reproduce el “desorden del sueño REM” (es decir, generando experimentalmente un sueño REM sin parálisis o atonía), estos parecen actuar sus ensueños (los gatos corren, saltan y cazan presas que no existen). Se considera que la complejidad y el contenido de los ensueños en animales se correlacionan con el grado de complejidad de sus funciones cognitivas durante la vigilia. La presencia de ensueños en animales subraya un origen fisiológico, descartando un origen psicológico (por deseos insatisfechos, como sostenía Freud) de los ensueños.
Todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende29
Superadas las cicatrices dejadas por Freud en el abordaje científico de los ensueños30, su estudio sigue teniendo dos grandes problemas. Al igual que la consciencia durante la vigilia31, el ensueño es una experiencia subjetiva, y por lo tanto dificulta ser estudiado con la objetividad que requiere la ciencia32. Además, los ensueños ocurren en un estado en que somos incapaces de comunicarnos (con la excepción de lo que ocurre durante los sueños lucidos, ver más adelante). A pesar de esto, se han realizado avances significativos en el conocimiento de los ensueños. Hay dos abordajes científicos principales. Uno es el estudio de los reportes subjetivos de los ensueños33. Para ello es necesario convertir el reporte del ensueño en un documento científico en el cual se pueda trabajar, siendo necesario ser cuidadosos en distintos aspectos, tales como la forma de recolectar los reportes. La forma, aunque dificultosa, más exitosa de hacerlo es inmediatamente luego del despertar. Stickgold y Hobson han utilizado el aparato llamado nightcap, que mediante registros bioeléctricos en la casa, se puede despertar al individuo durante el sueño REM o NREM. Los contenidos de estos reportes son analizados en forma objetiva y sistemática. Esto ha permitido analizar decenas de miles de ensueños, sistematizarlos, comprenderlos y compararlos entre distintas poblaciones (según la edad, género, culturas), así como bajo distintas circunstancias (patologías, efecto de drogas, etc.).
Otro enfoque es considerar que, de la misma forma que cuando una persona adulta normal si está en vigilia es consciente, cuando está en sueño REM está soñando (concepto denominado isomorfismo sueño REM-ensueño). Esto permite abordar el estudio del sueño REM, sus cambios cerebrales y periféricos, tanto en seres humanos como animales, como una aproximación a lo que está pasando en los ensueños34.
Los ensueños más típicos se caracterizan por ser alucinaciones visuales intensas, pero sin percepción de detalles. Presentan también un menor porcentaje de sensaciones como auditivas, táctiles o vestibulares (sensación de caída), siendo muy escasas las olfativas, gustativas y prácticamente nulas las dolorosas. Los ensueños son vividos como reales, son irracionales y cargados de desorientaciones en tiempo y espacio. Presentan importante actividad física “virtual”; es decir, uno se mueve, actúa, durante el ensueño, generando una simulación creíble de una experiencia real. El soñador está totalmente enfocado en la historia (nada lo distrae). El ensueño no tiene volición (no se lo puede dirigir), no es reflexivo, ya que todo se reconoce como real, y no se reconoce que se está soñando (no existe meta-cognición). Los sueños raramente son episódicos (es decir no recrean un evento vivido en la vigilia)35. Sin embargo, recogen elementos de lo experimentado durante el día.
El soñador actúa sus vivencias (que se considera un tipo de cognición corporal) y asocia lo recientemente experimentado con memorias antiguas. Los ensueños se refieren preferentemente a asuntos de gran importancia para el soñador, que presentan un alto contenido emocional. Estos tienen un predominio de emociones negativas. Hay poco pensamiento abstracto (generalmente no se sueña en conceptos como democracia, justicia, etc.) o de acciones repetitivas carentes de emoción (como escribir, leer, etc.)36.
Las características descriptas anteriormente son comunes de los ensueños originados durante el sueño REM. En general, los reportes de ensueños que ocurren en sueño NREM son más cortos, pasivos, realistas y con menor contenido emocional. En general, los sueños que recordamos y que nos llaman la atención ocurren durante el sueño REM.
A pesar de las características extrañas que puedan tener los ensueños, la temática o contenido de los ensueños se caracterizan por presentar las mismas preocupaciones, intereses e ideas que se presentan en vigilia (teoría que se conoce como continuidad vigilia-ensueño)37. De hecho, un análisis del contenido de una serie de ensueños de una persona, puede predecir con precisión muchos aspectos importantes su vida, incluidos los atributos de la personalidad, relaciones, actividades y preferencias culturales. Asimismo, existe una coherencia y continuidad a lo largo de los años en la temática que un individuo sueña. Por otra parte, existe grandes semejanzas entre lo que sueñan distintos grupos humanos (por ejemplo, distintas culturas), existiendo solamente diferencias menores.
Existe una híper-asociación de ideas o memorias durante el ensueño, que no son dirigidas por el soñador y que se asocian en forma diferente a la vigilia. Esta capacidad de asociar ideas e integrar distintos aspectos de la memoria hace que los ensueños sean muy creativos, y hay relatos históricos que lo sugieren. Se ha escrito que Otto Loewi, premio Nobel, soñó el experimento que permitió confirmar que la comunicación a través de las sinapsis se hacía por medio de sustancias químicas (posteriormente llamados neurotransmisores). Dimitri Mendeléyev y August Kekulé comentaron haber soñado la estructura de la tabla periódica de los elementos, y la estructura química del benceno, respectivamente, lo que fue decisivo para su descubrimiento. Dejando la ciencia de lado, Paul McCartney ha manifestado que soñó con la melodía de su famosa canción Yesterday, componiéndola luego al despertarse.
Catch your dreams before they slip away38
Una característica fundamental de los ensueños, y decisiva desde el punto de vista funcional, es que la enorme mayoría de los ensueños simplemente se olvidan. Toda persona adulta sueña, a no ser que haya una patología que determine la falta de ensueños39. No obstante, se recuerdan promediamente de 1 a 3 sueños por semana, y si al despertar recordamos un ensueño, generalmente este es olvidado en un santiamén.
El ensueño evocado es generalmente un pequeño fragmento de las experiencias oníricas que ocurren inmediatamente antes de despertarse. Un relato onírico promedio de un despertar de sueño REM tiene 148 palabras (21 palabras presentan los relatos de los despertares de sueño NREM)40. Por lo tanto, se recuerda un porcentaje ínfimo de lo que se sueña41. Además, hay un 5 % de personas que sostiene no recordar nunca sus ensueños; sin embargo, estas personas no tienen ningún tipo de déficit. Por lo tanto, no es importante que la experiencia del ensueño sea retenida en la memoria por el soñador (de serlo, sería un mecanismo absolutamente inefectivo). En otras palabras, los ensueños no están hechos para ser recordados42.
El recuerdo de los ensueños ha sido y es un formidable recurso cultural. Sin embargo, un recuerdo excesivo de los ensueños, así como creer y confiar que los “mensajes” anunciados por los ensueños son importantes, reales o divinos puede generar falsas memorias y comportamientos erráticos al interactuar con la realidad. Es posible que en la antigüedad esto fuera un fenómeno más extendido, al ser potenciado por la creencia de la procedencia divina de los ensueños. Acciones con “finales felices” inspirados en estos mensajes se relatan en textos históricos, clásicos o religiosos43; sin embargo, el perseguir ideas irracionales o irreales proporcionadas por los ensueños también ha llevado a procederes desafortunados44. En los niños son comunes estas confusiones (¡tranquilo, fue solo un sueño!, aseguran los padres procurando alejar los monstruos oníricos). Un trastorno médico es la denominada confusión sueño-realidad u oneirofrenia, que se ve con cierta frecuencia cuando existe un deterioro cognitivo (demencias). También es común en patologías del sueño como la narcolepsia45. Evolutivamente, es posible que grupos humanos prehistóricos que genética o culturalmente no fueran tan influenciados por el recuerdo de los ensueños, tuvieran una mayor racionalidad en su conducta, determinando una mayor adaptación al ambiente y capacidad de supervivencia.
Muchos experimentos se han realizado para entender el funcionamiento del cerebro durante el sueño REM, y últimamente, intentando correlacionar la actividad cerebral con el relato de los ensueños. Estudios en seres humanos utilizando imagenología funcional, han demostrado que durante el sueño NREM profundo (N3) la actividad cerebral disminuye en forma generalizada, mientras que durante el sueño REM esta es intensa, incluso en ciertas áreas más que en la vigilia. Se activan principalmente las áreas de la corteza cerebral relacionadas con la percepción, con las emociones (el llamado sistema límbico) y con la actividad motora. Una marcada diferencia con la vigilia es la disminución en la actividad de la corteza pre-frontal dorso-lateral. Esta corteza es responsable de la toma de decisiones, del ordenar y sistematizar el pensamiento, y de la memoria de trabajo o de corto plazo. Esta disminución en la actividad, que también se observa en los desórdenes psicóticos (como la esquizofrenia), es la responsable tanto de la falta de memoria de lo que se sueña (ya que esta corteza es crítica en la memoria de trabajo), como de la desorganización en tiempo y espacio del ensueño.
Es interesante destacar que, si uno sueña con una cara, se encienden las mismas áreas corticales que lo hacen en vigilia al percibir o imaginar una cara. Es más, estudios recientes han logrado predecir en tiempo real lo que sueña (grosso modo) una persona, estudiando su actividad cerebral durante el ensueño.
El priming (cebado o preparación) semántico se puede usar para cuantificar la fuerza de los enlaces asociativos entre pares de palabras. Stickgold et al. lo usaron para estudiar los enlaces asociativos durante el sueño46. Los despertares desde el sueño REM, son seguidos de un período de tiempo durante el cual se mantiene, en parte, el funcionamiento cerebral que ocurría en el sueño REM precedente (fenómeno llamado carry over, o arrastre, por los autores). Estudiando el priming en el carry over, concluyeron que las asociaciones débiles (por ejemplo: ladrón-malo) tienden a potenciarse durante el sueño REM, lo que no ocurre con las asociaciones fuertes (por ejemplo: frío-calor). Por lo tanto, durante el sueño REM hay un cambio (en relación a la vigilia) de la forma de hacer asociaciones mnémicas; en otras palabras, durante el sueño REM priman las asociaciones que no son comunes durante la vigilia. Esto también se relaciona con el carácter híper-asociativo y bizarro de los ensueños.
Todas estas modificaciones a nivel del funcionamiento de corteza cerebral durante el sueño REM, son determinados por cambios en la actividad de sistemas neuroquímicos cuyas neuronas se encuentran en el tronco encefálico e hipotálamo47. Mientras que en vigilia estos sistemas liberan neurotransmisores tales como la noradrenalina en las sinapsis corticales, esta liberación cesa durante el sueño REM (y en menor medida durante el sueño NREM), modificando el funcionamiento cerebral. La noradrenalina actuando a nivel de una región cortical llamada hipocampo, es crítica para consolidar la memoria durante la vigilia. La falta de esta durante los ensueños, también explica por qué las vivencias oníricas no se recuerdan. No recordar los ensueños no es una forma de resistencia psicológica como decía Freud, sino que el particular funcionamiento de los sistemas neurales implicados en la memoria durante el sueño REM, impiden grabar en la memoria lo que se está soñando (lo que no evita que durante el sueño se consolide en la memoria lo que se vivió durante la vigilia, ver más adelante). Olvidar el ensueño es un fenómeno fisiológico, no psicológico.
Gobernando los sueños
La película Inception (El origen, en Hispanoamérica) es una película dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Leonardo DiCaprio. Se centra en los sueños lúcidos, un tipo de ensueño que se ha descrito históricamente en textos clásicos y religiosos. Estos ensueños son los que el soñador sabe que está soñando, y es capaz de dirigirlos. Fueron principalmente los estudios de Stephen Laberge y colaboradores que acercaron estos ensueños a la órbita científica. Trabajando en la Universidad de Stanford, registraron sujetos con experiencia en sueños lucidos48. Durante estos, los individuos lograron comunicarse por medio de movimientos previamente acordados de los ojos (durante el sueño REM los músculos que mueven los ojos no están paralizados) y pequeñas sacudidas de las manos (aunque existe una parálisis muscular, es posible aún hacer pequeñas sacudidas musculares). Esto habilitó conocer que la actividad cerebral durante este tipo de ensueños tiene una mayor activación de la corteza pre-frontal dorso-lateral (es decir con cierta similitud con la vigilia). La mayor actividad de esta región cortical permite reconocer que se está soñando, dirigir el ensueño, y poder recordarlo mejor. Gracias a la investigación de estos ensueños se está logrando develar algunos de sus profundos misterios; por ejemplo, ahora conocemos que las experiencias vividas durante el sueño REM presentan similar duración que durante la vigilia (el tiempo transcurre igual durante los ensueños, no más rápido como alguna vez se había especulado). También se ha demostrado que, mediante leves pulsos eléctricos trans-craneanos a nivel de la corteza pre-frontal, se puede convertir un ensueño típico en un sueño lucido. Asimismo, también se ha reconocido que ciertas sustancias son capaces de promover la generación de estos particulares ensueños49. A su vez, hay métodos que permiten desarrollar este tipo de ensueños; de hecho, una de las prácticas del yoga tibetano busca extender la consciencia durante el sueño; en otras palabras, generar sueños lúcidos.
Mencionamos que los ensueños se relacionan con lo que nos concierne y preocupa. En Inception, la incubación de los ensueños tiene un papel preponderante; hay datos experimentales que sugieren que pensando intensamente en un problema podemos soñar con este.
Funciones del sueño
Si el sueño no cumple una función absolutamente vital, es el error más grande que la evolución ha cometido, señalaba Allan Rechtshaffen50. Las funciones de los ensueños, solo se pueden entender en el marco del sueño. A su vez, las funciones del sueño tienen que contemplar que este es generalizado en la escala zoológica. En relación a esto, hay que recordar que los terrícolas estamos adaptados a un ciclo externo luz-oscuridad, y el ser humano es un animal diurno; es decir, la vigilia ocurre preferentemente durante el día y estamos biológicamente adaptados a dormir de noche.
Aunque todavía el tema es objeto de intensos estudios, si aplicamos el principio de parsimonia51, se pude afirmar que el sueño tendría tres funciones principales y complementarias. Primero, el sueño impide la actividad (tales como búsqueda de agua y alimentos, etc.) en la fase del ciclo luz-oscuridad (día o noche) que no sea óptima para la especie52. Este concepto se conoce como “inmovilidad adaptativa”. Segundo, conservar la energía durante la fase del ciclo luz-oscuridad adversa para la actividad de la especie. El sueño disminuye el gasto energético; este ahorro energético es muy marcado en animales pequeños que tienen gran actividad durante la vigilia. Por último, en la fase de quietud y escasa relación con el ambiente (la noche para el ser humano), el sueño es crítico realizar funciones de mantenimiento (house-keeping es el término utilizado en los trabajos en inglés). Aunque muchas de estas funciones se pueden hacer en vigilia, no logran la misma eficacia que durante el sueño (ya que el individuo interactúa con el ambiente percibiendo, tomando decisiones y moviéndose). Son muchas las funciones de mantenimiento y estas dependen de las características de la especie; estas funciones son más elaboradas a medida que aumenta la jerarquía de esta en la escala zoológica53. El sistema nervioso, por su complejidad, es el sistema que más necesita este mantenimiento off-line54. Las funciones de mantenimiento incluirían funciones de desarrollo del sistema nervioso, mantenimiento adecuado de las sinapsis (importante para consolidar la memoria), eliminación de productos tóxicos acumulados durante la vigilia55 y recuperación de depósitos energéticos.
Mientras que en la mayoría de las especies estudiadas se reconoce el estado comportamental de sueño, solo en mamíferos y aves que tienen un cerebro más desarrollado, se ha podido reconocer el sueño REM y NREM56. En las especies más evolucionadas, ambos estados de sueño parecen complementarse para llevar a cabo las funciones de mantenimiento; por ejemplo, se ha visto que ambos estados juegan un rol fundamental en consolidar la memoria de lo que se vivió en la vigilia.
Pero, ¿cuál sería la función de los ensueños? El ensueño, decíamos, es una propiedad emergente de la actividad peculiar de ciertas redes neuronales durante el sueño REM (o del sueño NREM ligero que se disocia y presenta activación de ciertas áreas como en el sueño REM). A su vez, la consciencia durante la vigilia emerge de la actividad de las mismas redes, pero actuando en forma diferente. Durante la vigilia percibimos y somos capaces de modificar el medio que nos rodea. También tenemos memoria de lo experimentado y de nuestros pensamientos. La consciencia permite liberarnos de la esclavitud de la inmediatez, pudiendo tomar decisiones razonadas a mediano o largo plazo. Sin embargo, durante el sueño REM de donde principalmente emergen los ensueños, estamos parcialmente aislados de las entradas sensoriales, paralizados y por lo tanto impedidos de modificar el ambiente. A su vez, no tenemos memoria de la enorme mayoría de los ensueños vividos. Por lo tanto, la actividad cognitiva que emerge del sueño REM, no tiene utilidad ni inmediata, ni a largo plazo. Se ha considerado a los ensueños como un epifenómeno (que acompaña o emerge de la actividad neural durante el sueño REM, pero no es parte esencial de él), e incluso Hobson lo ha tildado de “basura cognitiva”.
Este último concepto parece alejar el romanticismo o misticismo que parecen tener los ensueños57. No obstante, aunque la mayoría de los ensueños nunca ven la luz de la consciencia, la ínfima cantidad que recordamos nos conmueve y ha hecho explotar nuestra creatividad a lo largo de los siglos58. Recordar “un poco” los ensueños, da color a la vida. Recordarlos en demasía y sobre todo que nuestro comportamiento sea influido por estos, puede ser desventajoso (confusión ensueño-realidad), limitando el abordaje de los problemas en forma racional.
Horas de sueño REM y los ensueños que de él emergen, se repiten noche tras noche59. Hay una vida llena de experiencias durante la noche, de la que, sin embargo, nunca somos conscientes. Los ensueños se esfuman, pero hoy sabemos que la actividad neural que los genera (sueño REM) tiene asombrosa trascendencia para el mañana.
Hemos mencionado que las asociaciones que ocurren durante el sueño REM son distintas que en la vigilia. Esto permite que los problemas de la vigilia se puedan analizar de otra forma. Se ha demostrado que esta actividad neural durante el sueño REM tiene una gran importancia en la consolidación de la memoria, especialmente las que tienen relevancias para el futuro, asociando las nuevas experiencias con memorias antiguas60. Esto también incluye la consolidación de la memoria de procedimiento o motora (por ejemplo, aprender a andar en bicicleta). A su vez, Wagner et al. (entre otros) demostraron la capacidad del sueño de generar soluciones intuitivas (insights) para diversos problemas61, siendo esto independiente de si el ensueño se recuerda o no.
Otros autores han mostrado evidencia que la actividad durante el sueño REM y los ensueños desde donde estos emergen, servirían como una práctica virtual sobre cómo resolver distintos tipos de vicisitudes (importantes para el soñador) en posibles escenarios futuros. Por ejemplo, Antti Renvonsuo62, se ha centrado en lo que él llama la “simulación de amenazas”. Dado lo común de agresiones y persecuciones en los ensueños, sostiene que el ensueño (o el sueño REM del cual este emerge) serviría para simular y practicar respuestas frente a amenazas virtuales. Esto mejoraría nuestra performance frente a situaciones reales similares que podrían suceder. Estas ideas también se verían reflejadas en el campo emocional. Estudios han mostrado que la emociones tienden a ordenarse, reduciendo sus componentes negativos durante el ensueño63. Es decir, los ensueños, los recordemos o no, hacen que despertemos de mejor humor64, que mágicamente aparezcan soluciones que la noche anterior no aparecían, y estemos más preparados para resolver problemas futuros.
En suma, los ensueños, olvidados o no, tienen funciones prospectivas que apuntan a mejorar nuestro futuro. Esto ocurre porque la actividad neural durante el sueño REM que genera el ensueño, deja trazas cerebrales que tienen un enorme beneficio para el funcionamiento cerebral, consolidando memorias y practicando en forma virtual soluciones para posibles problemas.
We are such stuff as dreams are made on, and our little life is rounded with a sleep65
Durmiendo pasamos gran parte de nuestra vida. Parte de este tiempo percibimos y actuamos en nuestro propio mundo virtual, del que apenas recordamos. Una ínfima y encriptada remembranza de este mundo mágico ha inspirado al ser humano a crear. Pero como la base de un iceberg que no se ve, los ensueños que no se recuerdan están detrás de grandes logros culturales de nuestra especie. Seguiremos soñando, pero nunca dedicaremos nuestros logros a estas misteriosas vivencias olvidadas.