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Queridos colegas: como saben, hemos tenido en nuestra querida Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) elecciones de autoridades, finalizando mi gestión en el rol que me tocó ocupar. Más allá de que en la Asamblea ordinaria del 13 de diciembre pasado dimos cuenta en el Informe anual de lo realizado, quisiera a través de estas líneas comunicarme y transmitirles personalmente mi profundo agradecimiento a todos ustedes.
Concebimos y defendemos a la SUP como un espacio abierto, plural, único, donde todos somos iguales, ya sea que ejerzamos en Montevideo o en el Interior, en el sector público o privado, si trabajamos con niños desde hace mucho tiempo o estamos en etapa formativa. Todos tenemos los mismos derechos y oportunidades de trabajar por el bien mayor, que es la salud de niños y adolescentes de nuestro país.
Defendemos el derecho a mantenernos actualizados a través de un programa de Educación Médica Continua, a mantener un intercambio permanente y horizontal entre colegas de distintos saberes y especialidades y a acceder a instancias de diálogo con diferentes actores e instituciones que también tienen como objetivo trabajar por la salud de los niños y adolescentes.
Dado que ejercemos la profesión haciendo asistencia directa, desde ese lugar realmente nos damos cuenta de que sólo a través de la empatía, el compromiso con la gente y sabiendo escuchar al otro es que podemos llevar a cabo un ejercicio integral y humano de la pediatría. Trabajando en estos ámbitos es que podemos comprender e identificar los problemas y situaciones con la que los pediatras lidiamos diariamente, y poder avanzar en proponer soluciones, porque es claro que mejorando las condiciones de nuestro trabajo mejoramos también la calidad de la atención a nuestros niños y adolescentes.
A su vez, nuestra tarea actual se enmarca en un contexto del país muy especial: si bien la pandemia de COVID quedó atrás, sus consecuencias continúan y nos plantean un enorme desafío a desarrollar estrategias para combatir los trastornos de la salud mental, los trastornos alimentarios, la vulnerabilidad social y el aumento de la violencia y pobreza infantil, entre otros. Una vez más es necesario trabajar en forma integrada con todos los actores sociales que se ocupan de la infancia y adolescencia. Lo que requiere saber escuchar, articular, saber trabajar en equipo y también defender convicciones.
Asumir la responsabilidad de la presidencia implicó continuar con proyectos en marcha, aprender de nuestros maestros y seguir con la enorme labor que desde hace ya más de 108 años nuestra SUP viene llevando a cabo.
Y junto al maravilloso equipo de colegas con quienes tuve el honor de compartir la Comisión Directiva nos propusimos avanzar en los siguientes lineamientos de trabajo:
-Impulsar y fortalecer las filiales del interior.
-Fortalecer los comités como base fundamental de la SUP, estimulando la creación de nuevos espacios.
-Impulsar un programa de Bienestar laboral y ambiente de trabajo, apoyando la creación de un comité específico y retomando lo abordado desde la Secretaría de Asuntos Laborales en el tema.
-Generar un espacio de Investigación desde la SUP y sus comités, que permitan establecer diagnósticos de situación y también orientar estrategias y áreas de trabajo.
-Continuar avanzando en el crecimiento de la Educación Médica Continua y el proceso de Recertificación de las Competencias en Pediatría.
-Generar estrategias para la incorporación de nuevos socios, en especial de pediatras jóvenes o en formación.
-Fortalecer y apoyar la gestión y el trabajo de la Secretaría de Asuntos Laborales, así como los vínculos con las gremiales médicas.
-Continuar impulsando el desarrollo y la promoción de la Revista Archivos de Pediatría del Uruguay.
-Impulsar la articulación con la Facultad de Medicina y el Instituto de Pediatría, manteniendo los roles de cada uno.
-Fortalecer los vínculos con otras sociedades científicas nacionales e internacionales.
-Continuar fortaleciendo la comunicación integral, en especial entre socios y con la población.
-Promover en todas las áreas el trabajo en equipo y la integración, estimulando la comunicación horizontal y directa y bregando por el bienestar en todos los ámbitos de trabajo.
Pudimos concretar varias de las aspiraciones propuestas, otras tareas están en proceso, y como dice Jaime Roos, en la voz del Canario Luna, “cuánto queda por hacer”.
Pero es claro que el motor de la SUP es cada uno de sus socios; la SUP crece, se desarrolla y mantiene gracias al trabajo y esfuerzo desinteresado de los comités, las filiales, las secretarías. También con el enorme aporte constante de las funcionarias de Secretaría y Biblioteca.
En este período promovimos especialmente, entre otras cosas, espacios de intercambio a través de las Jornadas de Actualización del año 2022 y nuestro XXXIV Congreso Uruguayo de Pediatría y XII Jornadas del Pediatra Joven del Conosur, donde volvimos a hacerlo en forma presencial; todas estas instancias fueron oportunidades para el encuentro de todos los que trabajamos por la salud global de niños y adolescentes.
Es fundamental en estos tiempos seguir profundizando ese intercambio, que nos da unión y fuerzas para continuar asumiendo los desafíos desde donde nos toque trabajar. Como decía Gabriela Mistral: “El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde”. Y con esa concepción y con vocación de servicio fue que intentamos aportar y trabajar.
Por tanto sólo me resta agradecerles profundamente. Agradecerles por todo lo que hacen, agradecerles la confianza, agradecerles por acompañarnos y permitirnos trabajar junto a ustedes estos años, por lo que en definitiva nos mueve a todos, que es contribuir a mejorar la calidad de vida de los niños y adolescentes de nuestro país.
¡Los mejores deseos para el 2024!
