Sr. Director de la Revista Médica del Uruguay

Dr. Álvaro Danza

De nuestra mayor consideración:

Por la presente deseamos compartir con el colectivo médico una experiencia inédita realizada en nuestro país durante la pandemia de Covid-19.

Como es de su conocimiento, en marzo de 2020, Uruguay declaró el estado de emergencia sanitaria y aplicó diversas medidas, entre ellas, la vigilancia epidemiológica, siguiendo los lineamientos de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud. En ese contexto, el Colegio Médico del Uruguay realizó un llamado a médicos voluntarios para desarrollar tareas en conjunto con el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MSP). En una primera etapa (abril-julio 2020) el trabajo consistió en el seguimiento a distancia (telefónico o por videoconsulta) de pacientes de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), sospechosos o confirmados de COVID-19 que se encontraban cursando la enfermedad en domicilio.

A partir de noviembre de 2020, se convocó a apoyar al Departamento de Vigilancia en Salud (DEVISA), por preverse un aumento importante de los casos, con eventual saturación de los recursos disponibles para realizar el seguimiento en todo el Uruguay.

En respuesta a este nuevo llamado, se constituyó un grupo de 38 médicos (34 retirados y 4 activos), que luego de un período de capacitación se incorporaron efectivamente al trabajo en enero de 2021, realizando el seguimiento de todos los pacientes hospitalizados con COVID-19, desde el ingreso hasta el alta institucional, en la totalidad del subsector privado del país y en el subsector público no cubierto por ASSE.

Se relevaron en total 47 instituciones, abarcando a una población de 2.500.000 personas, lo que representa aproximadamente dos tercios del total de la población del país.

Durante el período de actividad se registraron 866.000 casos de COVID-19 en Uruguay, y el grupo notificó 13.000 hospitalizaciones asociadas a la enfermedad. Los datos eran proporcionados por comunicación directa diaria, telefónica, con referentes institucionales ya asignados, habitualmente de los comités de infecciones intrahospitalarias, y algunas veces por funcionarios de otros sectores (admisión, registros médicos).

Cada subgrupo de profesionales envió diariamente al DEVISA una planilla electrónica con los datos requeridos, desde el 17 de enero de 2021 hasta el 6 de mayo de 2022, durante 475 días ininterrumpidos, hasta el cese de la emergencia sanitaria en Uruguay.

Por otra parte, el MSP creó un registro web de cada paciente con la información relevante de su historia clínica, al que accedió el grupo de voluntarios, registrando tipo de test diagnóstico, antecedentes personales, comorbilidades, síntomas y evolución, alta o fallecimiento. Los médicos voluntarios estaban en su mayoría retirados de la actividad profesional (90%), con una media de edad de retiro de 2,9 años; 60,5% de sexo femenino. El 84% ejercía especialidades médicas, 13% quirúrgicas y 21% estaba especializado en gestión sanitaria o en salud pública. La suma es mayor a 100%, pues algunos médicos contaban con más de una especialidad.

La información enviada diariamente permitió obtener datos confiables en tiempo real, con los que se elaboraban informes sobre la situación epidemiológica del país en relación con las variables analizadas.

Existió coincidencia, entre los participantes y las autoridades del MSP, en que se trató de un trabajo útil, de apoyo a la División de Epidemiología y que la participación de profesionales retirados puede constituir una herramienta válida en situaciones de riesgo sanitario.

Es de nuestro interés dar a conocer la experiencia, quedando a su disposición ante eventuales aclaraciones o inquietudes que pudieran surgir entre los lectores.

Lo saludan con estima,