Introducción
El análisis del estado del arte para la apreciación del valor cultural de inmuebles habitacionales edificados a mediados del siglo XX (1940-1970) en México implica examinar las investigaciones, enfoques teóricos y metodologías utilizadas en el campo de la conservación del patrimonio edificado, su valoración cultural y económica.
Para abordar ese análisis, se parte de considerar la relevancia de ese tipo de inmuebles, su importancia histórica y económica, como edificaciones representativas de un período de una profunda trasformación social y económica de México. Esa trasformación se concretó en una arquitectura que paulatinamente incorporaba nuevos estilos, materiales y técnicas constructivas; con frecuencia, se mezclaron tradiciones edilicias o la búsqueda una identidad nacional con vanguardias que pretendían lanzar al país al futuro. Esa arquitectura y la diversidad de soluciones para la vivienda, tuvo como escenario las nuevas colonias que, paulatinamente, aparecían alrededor de los antiguos centros históricos y donde existían espacios libres de preexistencias urbanas relevantes y normas legales para proteger los inmuebles históricos, lo cual permitió una mayor libertad creativa para los constructores, así como la generación de espacios habitacionales acordes a las aspiraciones de modernidad de sus habitantes (Ettinger 2010; Ettinger y Noelle, 2013; Ettinger, López y Mendoza, 2013).
La arquitectura habitacional de mitad del siglo XX en México experimentó una serie de cambios socio-culturales significativos que influyeron en la forma en que las familias vivían y en la sociedad en general. Estos cambios incluyeron una mayor urbanización a medida que la población migraba de áreas rurales a áreas urbanas en busca de empleo y mejores oportunidades, la aparición de conjuntos habitacionales que consistían en viviendas multifamiliares o departamentos que permitían a más personas vivir en espacios más pequeños, cambios en la estructura familiar a través de la transición de familias extendidas a familias nucleares más pequeñas, mejoras en las comodidades del hogar por medio de viviendas que comenzaron a incluir comodidades como cocinas equipadas, baños modernos y espacios para el automóvil, finalmente una nueva estética y diseño en las viviendas donde Los arquitectos y diseñadores se inspiraron en movimientos como el funcionalismo, que promovían líneas limpias, espacios abiertos y una mayor funcionalidad en el diseño de interiores. Estos factores contribuyeron a la evolución de la vida cotidiana y la cultura en México durante ese período.
Pese a su valor arquitectónico y cultural, los inmuebles que datan de esa temporalidad confrontan diversos problemas para su conservación. Su ubicación urbana cercana a los centros fundacionales, la generosa dimensión de las lotificaciones de aquella época, la tercerización de las colonias donde se localizan, así como la superación de la vida útil de las edificaciones de acuerdo a los criterios de la valuación inmobiliaria, les hacen un objetivo deseable para la modificación, demolición y construcción de nuevos edificios.
Un aspecto básico de esta problemática es que, a diferencia de los centros y monumentos históricos de las ciudades mexicanas, estas edificaciones prácticamente no están protegidas legalmente por leyes federales o reglamentos municipales que impidan su modificación o demolición. Desde el punto de vista de su valuación monetaria, no existen criterios que consideren los valores culturales o el aprecio social y, al haber rebasado su vida útil, su valor monetario se demerita sensiblemente, criterios que contribuyen a su destrucción.
No obstante, los propios valores arquitectónicos y capacidad de adaptación para nuevos usos distintos de los originales, permite en ocasiones a estos inmuebles sortear el paso del tiempo y permanecer pese a las múltiples amenazas que se ciernen sobre ellos.
En ese contexto, el presente análisis del estado del arte se aborda como inicio de un proyecto de investigación que pretende incorporar los valores económicos y culturales en los criterios y métodos de valuación monetaria de inmuebles edificaciones a mediados del siglo XX (1940 - 1970) en México; el nombre de este proyecto es “Valoración cultural y económica de inmuebles habitacionales de mediados del siglo XX: Avalúo inmobiliario como instrumento de conservación y puesta en valor.” El punto de partida de esta investigación se centra en la importancia de la valoración integral como un factor clave para la conservación y valoración del patrimonio arquitectónico reciente. En este contexto, los inmuebles desempeñan un papel fundamental, ya que a menudo representan la identidad de un lugar y permiten contener nuevos usos que responden a las necesidades de la comunidad en la que se encuentran. El objetivo de este estudio es desarrollar una propuesta de indicadores y variables para diseñar un método de valoración específico para este tipo de inmuebles construidos durante esa época determinada.
No obstante, a medida que el tiempo avanza, muchos de estos inmuebles se encuentran en un estado de deterioro o enfrentan la amenaza de la demolición. Esto plantea importantes interrogantes sobre la manera en se valora y preserva el patrimonio arquitectónico. ¿Cómo podemos apreciar y aprovechar el valor cultural y económico de estos edificios de mediados del siglo XX en la actualidad? Desde una perspectiva cultural, estos inmuebles son testimonios tangibles de la historia y la evolución de las ciudades. Representan una conexión con el pasado y encarnan una estética particular que merece ser conservada. Además, varios de estos edificios fueron diseñados por arquitectos reconocidos por la sociedad y han dejado una huella significativa en el campo de la arquitectura moderna. Estudiar y apreciar estos inmuebles nos permite comprender mejor la evolución de las corrientes arquitectónicas y su relación con la sociedad.
En el transcurso del tiempo, la sociedad ha evolucionado, transformándose y adaptándose a las cambiantes necesidades y tendencias. Sin embargo, en la actualidad existe un incipiente interés por la preservación del patrimonio arquitectónico de esta temporalidad. Cabe recalcar que estos edificios encapsulan una época de innovación arquitectónica, diseño y una conexión profunda con la historia y la identidad de las comunidades en las que se encuentran.
Derivado de los antes expuesto, el presente artículo tiene como objetivo realizar un análisis del estado del arte en relación con la apreciación del valor cultural y económico de estos inmuebles habitacionales. Se busca explorar la literatura que abarca la temática sobre la valorización y cómo estos edificios se han convertido en hitos arquitectónicos, qué elementos los hacen merecedores de una consideración especial en términos de su valor cultural. Además, se examinan las implicaciones que esto tiene para la conservación y revitalización de estas estructuras, así como su impacto en la sociedad actual.
El período de mediados del siglo XX, que para fines de la investigación se ubica entre 1940 y 1970, fue testigo de un florecimiento en la arquitectura residencial en diversas ciudades mexicanas. Durante este tiempo, arquitectos visionarios y vanguardistas rompieron con las convenciones tradicionales para dar paso a nuevas formas de vivienda. Estos edificios representaron una fusión única de diseño funcional y estético, enmarcando la intersección entre la arquitectura moderna y las necesidades cambiantes de la sociedad.
Sin embargo, más allá de su estética visualmente atractiva, estos inmuebles desempeñan un papel fundamental en la preservación de la memoria colectiva y la identidad cultural. Son testigos silenciosos de los acontecimientos históricos y sociales que tuvieron lugar en su entorno, albergando las historias y experiencias de generaciones pasadas. Además, su relevancia arquitectónica y cultural se intensifica a medida que se adentra en una era de globalización y estandarización, ya que se convierten en símbolos distintivos de las comunidades en las que se encuentran.
El análisis del valor cultural no solo implica apreciar su diseño arquitectónico y contexto, sino también considerar su contribución al desarrollo urbano y la calidad de vida de los residentes. Estos edificios, a menudo ubicados en vecindarios vibrantes y conectados con las infraestructuras urbanas, desempeñaron un papel clave en la creación de entornos habitables, a su vez, han sido testigos de cambios demográficos, movimientos migratorios y transformaciones sociales que han dejado una huella indeleble en la historia de las comunidades en las que se encuentran. Su preservación y apreciación cultural contribuyen a la cohesión social y a la construcción de una identidad colectiva.
Metodología
Para el desarrollo de este estudio, se tomó como base y fundamento la línea de estudio que entrelaza y comprende la economía y cultura, la cual ha sido desarrollada por David Thosby (tabla 1). Lo anterior, debido al desarrollo de obras y estudios que se han venido desplegando desde hace dos décadas, ya que, el sector inmobiliario responde esencialmente al campo de la economía. En particular, se tomó como caso de estudio la valuación (tasación) de inmuebles edificados a mediados del siglo XX, en específico los habitacionales, lo cual conlleva a tomar el sendero de la línea económica y cultural, derivado de la necesidad por proponer un futuro método para valorar económica y culturalmente este tipo de arquitectura, al considerar la relevancia de estos inmuebles descrita en párrafos anteriores.
Los estudios y trabajos desarrollados dentro de la línea de investigación de económica y cultura (tabla 1) han planteado el uso del valor cultural, el cual, se compone de varios valores, como lo son: el valor estético, espiritual, social, histórico, simbólico, autenticidad, entre otros. Estos conceptos se han estudiado y fundamentado, la mayoría dividiéndose en subvalores que los sustentan. A su vez, se han formulado métodos de valoración y medición del valor cultural, aunque algunos de estos no realizan una evaluación global de todas las externalidades y factores aplicables a la valoración y obtención de un resultado económico objetivo, basándose en la mayoría de los casos en supuestos, pero se pudiera sugerir su implementación como método complementario a los métodos de valuación de inmuebles en México.
El resultado de las líneas de investigación revisadas en la búsqueda de literatura especializada se derivó en el orden y jerarquización de los siguientes enfoques y disciplinas (tabla 1).
El siguiente paso fue organizar la información obtenida por medio de la temática que se desarrolla en cada línea de investigación, donde se propone ordenar el universo temático primero como nacional e internacional; segundo, las líneas de investigación se desarrollan en el ámbito de la arquitectura y patrimonio; tercero, en el ámbito nacional se analizan la metodológica de la investigación, valuación inmobiliaria (valor físico o directo, comparación de mercado y capitalización de rentas), patrimonio cultural y economía, para concluir con la búsqueda de tesis de posgrado y puntualizar la exploración de problemáticas similares a la planteada en esta investigación; cuarto, en el ámbito internacional se examinan la metodológica de la investigación, valuación inmobiliaria, patrimonio cultural y economía por medio de los métodos para su medición (Coste del viaje, Precios Hedónicos y Valoración contingente1) concluyendo también con la exploración de tesis de posgrado (tabla 2).
El camino seguido en este trabajo fue el estudio y análisis de las líneas de investigación que interrelacionan la valoración cultural y económica, lo anterior, por medio de la valuación inmobiliaria y la línea que estudia la relación entre economía y cultura (ilustración 1). Se comprueba, por medio de la producción literaria analizada en los siguientes párrafos y tablas, la interacción de los valores económicos y culturales de bienes inmuebles que son susceptibles a un estudio de valor monetario basado en su valor cultural especifico, donde se entrelaza la valuación inmobiliaria con cada uno de los métodos de valoración cultural.
La primera disgregación de la literatura revisada fue la identificación de la línea temática “Patrimonio Cultural / Economía” (tabla 3), donde se aprecia un enfoque hacia la valoración económica y cultural. Se trata del primer acercamiento a manera de vista general sobre la integración de la línea Economía y Cultura a nivel internacional. En este sentido, se identificaron a las autoridades en el tema:
-David Thosby (Throsby, 2002) (Throsby, 1995) (Throsby, 2003) (Throsby, 2001) (Throsby, 2001).
-Randall Mason (Mason, 2002) (Mason, 1999).
-Susana Mourato (Mourato & Mazzanti, 2002) (Mourato, Gibbons, & Resende, 2014).
-Arjo Klamer (Klamer & Zuidhof, 1999).
-Magdalena Krebs y Klaus Schmidt-Hebbel (Krebs & Schmidt-Hebbel, 2002).
-Camilo Herrera Mora (Herrera Mora, 2004) (Herrera Mora, 2004).
-Luis Cesar Herrero Prieto (Herrero Prieto, 2001) (Herrero, Bedate, & Sanz, 2004).
El siguiente punto fue continuar la línea de trabajo del economista David Throsby, quien ha marcado pauta y es una referencia relevante en el estudio de la economía y cultura. Sus publicaciones e investigaciones han argumentado que el patrimonio tangible puede ser entendido tanto como capital físico, capaz de originar un cúmulo de beneficios económicos, y como capital cultural, factores que contienen valores sociales y desarrollan una corriente de beneficios no económicos para la sociedad. Define que, estas perspectivas acerca del patrimonio pueden producir tanto beneficios económicos como sociales y culturales (Throsby, 2001).
La medición efectiva del valor cultural es a menudo esquiva, si bien las técnicas de valoración no relacionadas con el mercado, como los métodos de valoración contingente y el modelo de los precios hedónicos, han atraído un interés creciente en las últimas dos décadas, existe un argumento de que tales técnicas no pueden resumir el valor total de los bienes culturales (Throsby, 2003, págs. 275-285), por lo tanto, para el caso que nos ocupa, se advirtió la conveniencia de realizar una complementación y adecuación considerando los métodos valuatorios del ámbito mexicano. Según David Throsby:
The characteristics of cultural goods which give rise to their cultural value might include their aesthetic properties, their spiritual significance, their role as purveyors of symbolic meaning, their historic importance, their significance in influencing artistic trends, their authenticity, their integrity, their uniqueness […] (Throsby, 2003, pág. 280).1
Se puede considerar que no existe una solución sencilla para la totalidad del problema planteado por David Throsby, puede ser posible abordar al menos algunas de las cuestiones involucradas en la naturaleza multidimensional de los valores culturales, apoyado de la valoración económica inmobiliaria. David Throsby, en su libro Economía y Cultura (Throsby, 2001) estudia lo descrito en párrafos anteriores, aunado a esto, brinda una narración completa sobre cultura e investiga los nexos económicos de la misma, así como, el entorno cultural de la economía, considerando la correlación entre economía y cultura. Contempla y abarca el análisis del valor cultural que integra el patrimonio edificado y la serie de valores que lo conforman, también describe distintos métodos para su valorización y medición. David Throsby ha desarrollado esta línea de investigación a lo largo de varias publicaciones y obras, entre las analizadas de encuentran Culture, Economics and Sustainability (Throsby, 1995), Cultural Capital and Sustainability Concepts in the Economics of Cultural Heritage (Throsby, 2002) y Determining the Value of Cultural Goods: How Much (or How Little) Does Contingent Valuation Tell Us? (Throsby, 2003).
Dentro de la línea de investigación sobre economía y cultura, donde se proponen, complementan, mejoran, y desarrollan algunas de las ideas de David Throsby, se localizaron investigaciones y obras publicadas en revistas científicas como Journal of Cultural Economics, The Journal of Real Estate Finance and Economics, Journal of Business Ethics, así como, The Getty Conservation Institute, en donde los autores continúan en la búsqueda y explicación de la valorización económica del patrimonio edificado, mediante conceptos de valor cultural, económico y social, coadyuvados de métodos de valorización. Estos autores son Andy S., Choi, Franco Papandrea y Jeff Bennett (Choi, Papandrea, & Bennett, 2007, págs. 311-335), Erwin Dekker (Dekker, 2014, págs. 309-326), Martin D. Heintzelman y Jason A. Altieri (Heintzelman & Altieri, 2013, págs. 543-563), David Throsby, Daniel Bluestone, Arjo Klamer y Randall Mason (Bluestone, Klamer, Throsby, & Mason, 1999), Randall Mason (Mason, 2002) (Mason, 1999), Susana Mourato y Massimiliano Mazzanti (Mourato & Mazzanti, 2002), Symphorien Ntibagirirwa (Ntibagirirwa, 2009, págs. 297-311), Setha M. Low (Low, 2002), Arjo Klamer y Peter-Wim Zuidhof (Klamer & Zuidhof, 1999).
El punto de partida como base teórica y una propuesta de método para la valoración económica y cultural de los inmuebles objeto de estudio en el caso mexicano, es la observación y estudio de la “Teoría de la fijación hedonista de los precios”.2 El motivo por lo que se toma este camino es debido a que el argumento principal en esta teoría es que el valor de un objeto, el cual se encuentra insertado en algún mercado, está conectado con sus cualidades, amenidades y propiedades, así como, los servicios que puede proporcionar. Esta teoría es utilizada de forma entrelazada entre la “Valuación Inmobiliaria” y “Valoración Económica y Cultural” (tabla 4 y 5).
En el ámbito iberoamericano también se han desarrollado obras y publicaciones referentes a la línea de la economía y cultura, retomando aspectos de la valorización del patrimonio, así como dentro de la valuación inmobiliaria. Uno de estos textos que retoman los planteamientos de David Throsby, Arjo Klamer y Peter-Wim Zuidhof, es el propuesto por los investigadores chilenos Magdalena Krebs y Klaus Schmidt-Hebbel (Krebs & Schmidt-Hebbel, 2002, págs. 207-223), este texto ejemplifica la correlación entre patrimonio cultural tangible y su valor económico, ya que sumado a los valores cultuales y sociales, el valor económico es relevante para la conservación de un bien cultural, deviniendo en la necesidad de crear políticas públicas eficientes para su protección basadas en el conocimiento del mercado económico.
Si se continúa analizando el espacio iberoamericano, Eduardo Rojas (Rojas, 2002) hizo un análisis del valor del patrimonio a través de la teoría de David Throsby, postula que estos enfoques acerca del patrimonio pueden generar tanto beneficios económicos como socioculturales, concluyendo con una revisión crítica de algunos proyectos financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo. Luis Cesar Herrero Prieto (Herrero Prieto, 2001, págs. 151-168) analiza las bases críticas de la economía del patrimonio, y hace una revisión de algunos métodos de valorización económica del mismo.
Referente a los estudios realizados en México, no se ha desarrollado ampliamente el interés por la valorización económica de este tipo de inmuebles, así como de los procedimientos y métodos para llevarlo a cabo, desde trabajos como el de José Manuel Salas Tafoya (Salas Tafoya, 2014), que propone replantear el actual modelo de valuación inmobiliaria considerando una base multidisciplinaria; hasta investigaciones más específicas, como la expuesta por José Manuel Prieto González (Prieto González, 2011, págs. 31-68). Esta investigación intenta proponer y definir una serie de variables de análisis que permitan abarcar los matices que ofrecen algunos inmuebles en relación a la historia, el arte y la cultura, pretendiendo conformar un método para la valuación de este tipo de inmuebles, tomando como referencia y base principalmente el método del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN, 2009), agregando el valor histórico y estético del inmueble, basándose en la teoría de la “estética” de Juan Carlos Barbero (Barbero, 2003).
En la búsqueda y análisis de tesis producidas a nivel posgrado relacionadas con el fenómeno de estudio en el ámbito nacional e internacional, se encontraron varios trabajos (ver tabla 6), la mayoría deficientes, sin bases ni fundamentos científicos, apoyándose en una bibliografía escaza e ineficaz. En la mayoría de estos trabajos se aborda la problemática de valuar inmuebles históricos con base en los métodos valuatorios existentes, sin el desarrollo específico del valor cultural, ni abordar el caso de inmuebles del siglo XX. En suma, se aprecia que en el ámbito nacional no se han producido tesis de posgrado en el ámbito doctoral que aborden la problemática de estudio; en el entorno internacional sí se han producido, pero sin establecer un camino claro que resuelvan en específico la valoración cultural de los bienes inmuebles objeto de estudio de este trabajo.
Discusión
La conjugación de la valoración económica y cultural es un tema complejo y multifacético que involucra la intersección entre el valor económico y el valor cultural de diferentes aspectos de la sociedad. Aunque a menudo se presentan como dos conceptos opuestos, es importante reconocer que la valoración económica y cultural no son necesariamente incompatibles, sino que pueden coexistir y complementarse mutuamente en diversos contextos.
La valoración económica se refiere a la valuación monetaria de bienes y servicios, busca medir su utilidad y escasez relativa en el mercado. Este enfoque se basa en principios de oferta y demanda, maximización de beneficios y asignación eficiente de recursos. Por otro lado, la valoración cultural considera los aspectos intangibles y simbólicos de la cultura, como las tradiciones, el patrimonio, la identidad y las expresiones artísticas. Este enfoque se centra en la importancia intrínseca de la cultura como fuente de significado, cohesión social y crecimiento humano.
La correlación de la valoración económica y cultural en la valuación inmobiliaria es de suma importancia para obtener un análisis completo y preciso del valor de un inmueble. Ambos aspectos juegan un papel fundamental en la determinación del valor de una propiedad y deben ser considerados de manera conjunta. La valoración económica se refiere a la estimación del valor monetario de un inmueble en función de factores como su ubicación, características físicas, demanda y oferta del mercado, entre otros. Se utilizan diferentes métodos y enfoques, como el enfoque de comparables, el método del ingreso y el método de costos, para determinar el valor económico de una propiedad. Estos métodos se basan en datos objetivos y cuantificables que permiten establecer un precio de mercado.
Por otro lado, la valoración cultural se refiere al reconocimiento y evaluación de los aspectos culturales y patrimoniales que puedan tener influencia en el valor de un inmueble. Esto puede incluir elementos como la historia, arquitectura, significado simbólico, integración con el entorno y otros aspectos que generaran un valor adicional debido a su importancia cultural.
Esta unión de sistemas de valoración (económico y cultural) permite tener en cuenta tanto el valor de mercado como los aspectos culturales y patrimoniales que pueden influir en el valor de una propiedad. Esto proporciona un análisis más completo y equilibrado, considerando tanto los aspectos cuantitativos como los cualitativos que pueden afectar el valor de un inmueble. Es importante contar con expertos en ambos campos para realizar una valuación precisa y justa, teniendo en cuenta tanto la realidad económica como el contexto cultural del inmueble en cuestión.
La conjugación de la valoración económica y cultural requiere un enfoque equilibrado y contextualizado. Es necesario reconocer y valorar tanto los aspectos económicos como los culturales de una sociedad, buscando promover un desarrollo sostenible que respete la diversidad cultural, proteja el patrimonio y fomente la participación y el acceso equitativo a los beneficios de ambas vertientes.
La valoración analizada involucra una extensa gama de valores, dependiendo del contexto, por lo que, en ciertos entornos culturales se aprecian determinados objetos y estructuras como patrimonio cultural más que en otros. Los conceptos y temas en los que se basa este estudio son la “Valuación Inmobiliaria” y “Valoración Económica y Cultural”, para ejemplificar la compenetración y cómo pueden ser punto de partida para el desarrollo de otros trabajo se propone el siguiente diagrama (ilustración 2), donde a partir del análisis de los métodos utilizados en la valoración económica, tanto inmobiliaria como cultural, se plantea una tabla sintética de los mismos (tabla 7), en esta tabla se resumen sus definiciones y aplicaciones a manera introductoria.
Fuente: Elaboración propia (2023), con base en: Herrero Prieto, L. C. (junio-julio de 2001) y Kurowski, L., Rodawski, B., Sztando, A., & Ùadysz, J. (2007).
Según la revisión del estado del arte, se puede afirmar que el desconocimiento del valor económico y cultural de los inmuebles habitacionales construidos a mediados del siglo XX ha contribuido en gran medida a su deterioro y pérdida. En México, la relación entre los valores culturales y económicos incorporados en la valuación inmobiliaria es incipiente. Para superar esta situación, es importante valorar las comodidades y características ofrecidas por este tipo de inmuebles en términos de precio, mercado, aspectos sociales y arquitectónicos. Esto facilitaría el diseño e implementación de una evaluación que refleje su valor de uso y su significado cultural, sirviendo como una herramienta de apreciación, a pesar de no ser reconocidos legalmente como patrimonio en México.
La funcionalidad económica de los inmuebles se evalúa en términos de su valor de mercado, al cual se puede agregar la valoración cultural para realizar un análisis respaldado por una cuantificación monetaria, lo cual ayuda en la toma de decisiones sobre su futuro. El estudio del mejor uso y valoración óptima implica el desarrollo de una estrategia que incluya diferentes etapas de cuantificación, valoración y categorización.
El método más adecuado para valorar los inmuebles construidos durante a mediados del siglo XX es la teoría de la fijación hedonista de los precios. Este método se basa en la premisa de que el precio de un bien en el mercado está relacionado con sus características, atributos específicos o servicios que ofrece. Al aplicar este enfoque, se puede incorporar el valor cultural al valor económico de los inmuebles.
La planificación de una valoración económica y cultural, mediante el uso de métodos de valoración inmobiliaria tradicionales y la teoría de la fijación hedonista de los precios, permite identificar y relacionar los atributos locales, específicos y las externalidades que influyen en su valor.
Conclusiones
El análisis del estado del arte sobre la apreciación del valor cultural de inmuebles habitacionales de mediados del siglo XX puede aportar y brindar una visión profunda y enriquecedora de la importancia de estos espacios en la historia y patrimonio cultural de una determinada sociedad. A través de la investigación realizada, se ha evidenciado que estos inmuebles representan un legado arquitectónico y social significativo que merece ser reconocido y valorado.
Se destaca la relevancia de estos inmuebles como testimonios tangibles de la evolución urbana y social de las ciudades en el período comprendido. Sus características arquitectónicas, como el uso de materiales innovadores, el diseño funcional y la integración con el entorno, reflejan las aspiraciones y los avances tecnológicos de la época. Estos elementos contribuyeron a la transformación de la vida cotidiana y a la conformación de nuevos modelos de vivienda.
La importancia de estos inmuebles estriba en que son reflejo de los valores culturales de la sociedad de aquel entonces. La arquitectura moderna y el diseño de interiores de mediados del siglo XX, con su enfoque, funcionalidad e integración con el contexto, representaron una ruptura con los estilos anteriores y marcaron una nueva era en la concepción de los espacios habitables. Estas características los convierten en testigos de un período de cambio.
La conservación y valoración de estos inmuebles es parte del patrimonio cultural de una comunidad. A través de la preservación de estos espacios, se asegura la continuidad de la memoria colectiva y se fomenta el sentido de pertenencia y arraigo. Estos inmuebles pueden convertirse en puntos de referencia para la identidad local, generando un vínculo emocional entre las generaciones presentes y pasadas.
Es necesario abordar los desafíos que enfrenta la preservación de estos inmuebles. La falta de conciencia sobre su valor cultural, la especulación inmobiliaria y el deterioro físico son algunas de las amenazas que ponen en riesgo la supervivencia de estos espacios. Es fundamental promover políticas de protección e incentivos para la conservación, así como fomentar la educación y la sensibilización de la comunidad acerca de la importancia de su legado cultural.
El análisis del estado del arte sobre la apreciación del valor cultural y económico de este tipo de inmuebles puede permitir comprender la trascendencia de los espacios en la historia y patrimonio cultural. Su relevancia arquitectónica, significado social y potencial como generadores de identidad local son aspectos clave que deben ser valorados y protegidos. Solo a través de la preservación y apreciación se podrá garantizar la continuidad del pasado y fortalecer la conexión con las generaciones futuras. Es responsabilidad de todos contribuir a su conservación y reconocimiento como elementos fundamentales de nuestra cultura.