Vidas diseñadas. Crítica del coaching ontológico es un libro del Grupo de Estudios sobre Problemas Sociales y Filosóficos, con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Escrito colectivamente, bajo la coordinación de Daniel Alvaro, el trabajo se propone realizar un ejercicio crítico sobre el coaching ontológico. En sus propios términos, “se puede definir al coaching ontológico como una práctica conversacional que cuenta con métodos y procedimientos establecidos, y cuyo objetivo principal consiste en aportar a sus clientes las herramientas necesarias para que estos se transformen, inventen o reinventen a sí mismos de acuerdo a sus metas de vida” (Alvaro, Rosell, Speziale, & Muniagurria, 2021, p. 16). A partir de la genealogía, la deconstrucción y el psicoanálisis como estrategias de análisis, trabaja en profundidad las dimensiones políticas, históricas, filosóficas y psicológicas de su objeto, por nombrar algunas, sosteniéndose en un ejercicio crítico que no desprecia a su objeto ni propone un tránsito lineal hacia la confirmación de sus hipótesis. En este sentido, el libro se propone: “mostrar es el haz de relaciones entre esta matriz filosófica -con todas sus carencias y contradicciones a cuestas- y las orientaciones éticas y políticas que la propia práctica promueve en el seno de la vida social” (Alvaro et al., 2021, p. 16).
El trabajo resulta un aporte para pensar la emergencia de dispositivos de tratamiento para diferentes malestares, considerando al coaching ontológico como una de las tantas terapias alternativas contemporáneas o como una cultura terapéutica entre otras. Las nuevas culturas terapéuticas (Illouz, 2010; Papalini, 2014) constituyen -y son constituidas por- discursos, saberes y prácticas que instalan un paradigma felicitario que adopta como propósito del sujeto la búsqueda del bienestar. Dentro de éstas identificamos a la psicología positiva, el mindfulness, la autoayuda, y otras, que tienen en común que comparten la intolerancia al malestar y como medio -y como fin- la felicidad, en un marco que orienta la superación de los modos terapéuticos tradicionales. En este sentido, resulta particularmente interesante un acercamiento a esta práctica desde la psicología en, al menos, dos sentidos: primero, en el campo de saberes, porque estos nuevos modos de tratamiento promueven rasgos subjetivos y ofrecen interpretaciones y tratamientos a los malestares; y segundo, en la interna de la disciplina, por la emergencia de nuevas articulaciones entre las nuevas culturas terapéuticas y las prácticas y los saberes psicológicos. La particularidad del coaching ontológico, si lo pensamos inserto dentro del territorio de las prácticas psi, es que ofrece un trabajo sobre sí que, en definitiva, es un trabajo de ajuste a la normalidad. Tal como nos plantea Rose (1996), en la subjetividad contemporánea, los sujetos tienen el proyecto de trabajar sobre sí, de gobernar sus almas. En este sentido, el estudio del coaching le otorga densidad al conocimiento de las tecnologías de gobierno que modulan los modos de subjetividad contemporánea.
El libro aquí reseñado va articulando, en forma de diálogo, capítulos de diferente autoría. El primer capítulo, “Santiago, California. Una genealogía del coaching ontológico”, escrito por Emiliano Jacky Rosell, recrea el contexto socio-histórico del surgimiento del coaching. El autor realiza una genealogía que recupera las trayectorias biográficas y políticas de tres referentes de la disciplina como Fernando Flores, Rafael Echeverría y Julio Olalla. Así, presenta un análisis detallado que ilustra cómo el itinerario biográfico -y político- de los autores, da cuenta de un conjunto de movimientos académicos, profesionales, técnicos y teóricos que en su singularidad muestran el conjunto de relaciones de fuerza que adquieren consistencia en el coaching ontológico. Son analizados los desplazamientos de esta práctica que, en su propuesta de operar sobre la dimensión ontológica de los sujetos, se mueve por fuera de los marcos profesionales de la salud mental, trabajando a partir de la normalidad como modo de gestión de sí de los sujetos.
En el capítulo dos, “La matriz teórica del coaching ontológico: interpretaciones, presupuestos, implicaciones”, Daniel Alvaro presenta un estudio sobre la particularidad de la inscripción en la filosofía, y específicamente en la ontología, de este discurso como modo de atracción a sus consumidores, como modo de distinción y de legitimación. El análisis del autor muestra los modos de apropiación de legados tan radicales de la filosofía, como Austin, Nietzsche, Heidegger, Searle y Wittgenstein, mostrando el modo en que se los resume a discursos que reproducen el sentido del orden existente. La idea del ser como algo indisociable de nuestras acciones y de que el lenguaje subsume a la razón, haciéndonos ser quién somos, deriva en una capacidad del lenguaje como espacio para reinventarnos en nuestro ser, presentando un escenario de autotransformación infinita hacia la felicidad.
El tercer capítulo “Volver al futuro: el coaching ontológico y la promesa del devenir”, escrito por Tomás Speziale, trabaja a partir de la interpretación sobre el ser y la temporalidad en las filosofías de Nietzsche y Heidegger que realiza Rafael Echeverría. La concepción del tiempo que presenta el pasado como clausurado y, por tanto, inmodificable y donde es entendido a partir de un presente que se exhibe como transparente, resulta en una temporalidad que adquiere sentido sólo a partir de las posibilidades de cambio y de transformación.
Una interpretación del sujeto a partir de los aportes psicoanalíticos es realizada por Mandela Indiana Muniagurria en el capítulo cuatro “¿Ética y coaching ontológico?”. La autora presenta el modo en que la opacidad del ser-con nos habla de la imposibilidad de este sujeto que propone el coaching como un activo diseñador sin límites de su propia vida, mostrando como opera en el coaching un borramiento de la vulnerabilidad del yo.
Finalmente, el libro cierra con un capítulo escrito en conjunto por las/os cuatro autoras/es, “Coaching ontológico y política”, que presenta su dimensión política a partir de las relaciones entre coaching ontológico y política.
Este trabajo logra dar cuenta del entramado relacional de elementos que constituyen una construcción subjetiva que resulta en dos promesas: promesa de la capacidad del diseño (y por lo tanto gobierno) de sí mismo (Foucault, 2000) y promesa de la felicidad (Ahmed, 2019); en definitiva, la constitución de un ser en transformación perpetua y de la vida como un emprendimiento. En síntesis, el libro aquí reseñado trabaja a partir del análisis del modo en que se produce una reorganización de la política neoliberal con nuevos lenguajes expresivos, repertorios afectivos y políticos que se apoyan en discursos que sostienen la confianza, el diálogo, la voluntad y el sacrificio, y que constituyen una subjetividad mediada por la matriz empresarial de la meritocracia y el consenso pacificador. En su recorrido, muestra cómo el coaching ontológico es un espacio experimental, localizable como empresa, como cultura psicológica y también como promesa de diseño de sí mismo. La razón neoliberal, tal como señala Foucault en su estudio de los neoliberalismos del siglo XX, opera a partir de una extensión del mercado como matriz subjetiva que articula y provee la base de la inteligibilidad de la vida y la conducta humana. En este sentido, el trabajo enuncia como propósito “llamar la atención una vez más sobre la correspondencia entre lo que hemos caracterizado como el ethos del coaching ontológico y una lógica racional, normativa y afectiva que hace de la productividad la medida de todas las cosas, empezando por la calidad de la existencia. La práctica de diseñar vidas remite a una teoría de lo humano que se amolda a lo que se espera y requiere de las almas adiestradas en el tecnocapitalismo” (Alvaro et al., 2021, p. 194). Lejos de utilizar la firmeza de una correlación, y mucho menos de establecer causalidades entre neoliberalismo, prácticas terapéuticas new age o diferentes formas de la empresarización de la vida, el libro reseñado busca abrir los intersticios del coaching ontológico para conocer sus confluencias, matices, distinciones y asperezas. Por último, esta obra resulta una contribución sustancial, ya que expresa inquietudes y desconfianzas hacia muchas de las construcciones discursivas que constituyen nuestro presente. Así, no sólo nos aporta para pensar al coaching en sí mismo, sino también en relación con estas discursividades, prácticas e imágenes de pensamiento que se nos presentan como naturales o de sentido común y que han adquirido consistencia en las prácticas psi. Así, propone un gesto crítico frente a un presente donde todos los órdenes de la vida están sometidos a una forma de entrenamiento existencial (Alvaro et al., 2021).