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Revista Uruguaya de Antropología y Etnografía

Print version ISSN 2393-7068On-line version ISSN 2393-6886

Rev. urug. Antropología y Etnografía vol.7 no.1 Montevideo June 2022  Epub June 01, 2022

https://doi.org/10.29112/ruae.v7i1.1556 

Dossier

Presentación del Dossier

Ana Alcázar Campos1 
http://orcid.org/0000-0001-8983-7592

Magdalena Caccia2 
http://orcid.org/0000-0002-3862-9459

Laura Mercedes Oyhantcabal3 
http://orcid.org/0000-0001-5337-9008

1 Universidad de Granada

2Universidad de la República

3Universidad de la República


Es un hecho que la antropología feminista empieza a ocupar un espacio propio, una habitación propia como diría Virgina Woolf, no solo dentro de la antropología, sino de las ciencias sociales en general. Como lo recoge Henrietta Moore en su libro Antropología y feminismo (1987), los primeros diálogos entre ambas disciplinas han tenido un desarrollo concreto en el ámbito anglosajón. La compilación de las antropólogas británicas Olivia Harris y Kate Young a finales de los setenta, cuando encontramos el texto fundante «¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la mujer con respecto a la cultura?» de Sherry Ortner (1979), marcó un hito que dio lugar a un nuevo vínculo. Más adelante, este se terminará de consolidar, especialmente desde la academia estadounidense, con el libro Women Writing Culture (1995) compilado por Ruth Behar y Deborah Gordon, que trae trabajos destacados de antropólogas feministas como los de Lila Abu-Lughod, Louise Lamphere y Catherine Lutz.

En los últimos diez años esta relación se fortalece a partir de la Antropología Feminista producida en español, tanto desde España, de la mano de Mari Luz Esteban, Carmen Gregorio Gil y Teresa del Valle, como desde distintos locus del continente latinoamericano como muestran Martha Patricia Castañeda, Marisa Ruiz Trejo, Rita Segato, Marcela Lagarde, Susana Rostagnol y Mara Viveros Vigoya. A partir de este intercambio multisituado se han ido articulando debates compartidos en torno a si -y en qué medida- es necesario seguir nombrando(nos) como feministas, o si las principales contribuciones están relacionadas con cuestiones temáticas (qué investigar), metodológicas (cómo investigar), incluso éticas (para qué/quiénes investigar).

Entendemos que el terreno de debate, problematización e intercambio es amplio, diverso y muy fértil y muchas de las discusiones aún no están saldadas. Para este dossier, nos propusimos nuclear procesos investigativos y discusiones teórico empíricas que se fundaran en contribuciones desde la antropología y la etnografía feminista. De esta forma, en el monográfico hemos recibidos aportes que se centran en experiencias concretas de investigación desde la antropología feminista; reflexiones epistemológicas y metodológicas en relación con la disciplina; discusiones éticas; aportes para pensar cómo construir antropologías feministas desde el sur, y reflexiones acerca del papel de la investigación feminista para contribuir a desarticular discursos que buscan retroceder en derechos conquistados. Asimismo, a través de algunos artículos podemos ver cómo la antropología feminista ha sido útil y necesaria para problematizar y reflexionar en torno a las situaciones sociales derivadas de la pandemia de covid-19. Los aportes de autoras y autores de España y de diferentes países de América Latina traen una mirada que amplía la regional, enriqueciendo el dossier y abriendo la posibilidad de pensar puntos de encuentro para futuras líneas de investigación en la disciplina.

El artículo de Mariana Gómez «Contribuciones de la antropología feminista estadounidense de los años setenta: una mirada desde Argentina a partir de una investigación sobre mujeres indígenas», presenta un interesante diálogo entre la antropología feminista surgida en Estados Unidos en los setenta y una investigación etnográfica con mujeres indígenas en Argentina. A través de un exhaustivo recorrido histórico, la autora retoma algunos de los planteamientos que fueron fundantes de la antropología feminista, al tiempo que presenta las críticas de los grupos que procuraron desmarcarse de un feminismo blanco y occidental. El análisis que presenta, a partir del trabajo con las mujeres indígenas qom del norte argentino, arroja luz sobre la forma en que los aportes de los estudios pioneros en antropología feminista continúan siendo útiles para pensar las relaciones de género en diferentes grupos sociales.

El artículo de Marisa Ruiz Trejo y Martha Patricia Castañeda, «Antropólogas feministas frente a la pandemia en México», se centra en visibilizar las aportaciones de diversas antropólogas feministas mexicanas en el contexto de emergencia sanitaria y social provocado por la pandemia, con el foco en el potencial de desarrollar investigaciones antropológicas colaborativas desde una perspectiva feminista. Partiendo de un recorrido que repasa los principales aportes de la antropología feminista que colocaron a las desigualdades de género en el centro del debate, las autoras se dedican a analizar experiencias concretas que tuvieron lugar en diferentes partes de México y que ilustran las posibilidades de articulación entre la academia y el activismo.

En su artículo «Investigar desde la corazonada. Una propuesta de Investigación-emoción decolonial y encarnada», Paula Satta se enfoca en los aportes de la autoetnografía feminista y la antropología encarnadas como estrategias metodológicas para recuperar la centralidad del cuerpo, las emociones y la subjetividad a la hora de llevar a cabo una investigación. Enfatiza, asimismo, el compromiso de construir conocimiento desde una proyecto personal, político y feminista. En particular, en el afán de comprender, desde su experiencia concreta como migrante tercermundista en Europa, la dimensión emocional que tuvo el aislamiento social por la pandemia de covid-19, se nutrirá de los aportes feministas, decoloniales, queer y del giro afectivo para elaborar una propuesta metodológica que ella denomina «investigación-emoción decolonial y encarnada» y que le permite analizar sus diarios del confinamiento.

Por su parte, el artículo de Ana Abelenda, titulado «Trabajar con la intimidad y la empatía: Reflexiones éticas de una investigación antropológica sobre género y cuidados en pandemia», pone el foco en las interrogantes éticas y metodológicas surgidas a partir de una investigación que indaga en la crisis de cuidados generada por la emergencia sanitaria y las estrategias desplegadas por diversas familias de un barrio de Montevideo para hacerle frente. A lo largo del artículo, la autora plantea algunas preguntas que son de especial interés para la antropología feminista, deteniéndose a pensar sus implicancias en la investigación y su lugar de enunciación, aportando una reflexión ética y metodológica acerca de la manera en la que investigamos. Al mismo tiempo, las emociones y los afectos en la investigación cobran un rol fundamental en el texto, retomando diálogos fundantes de la antropología feminista.

El artículo de Andrea Isabel Aguilar Ferro, «Científicas (y más que eso): reflexiones sobre autocuidado, emociones, ética, agencia y poder en la investigación feminista», parte de su experiencia como investigadora feminista, para presentar algunos ejemplos de investigaciones en las que ha participado y que han propiciado una reflexión sobre la agencia de los contextos en los que investigamos. Reflexiona sobre la mutabilidad de los posicionamientos que adoptamos como investigadoras, pero también como sujetos de investigación, posicionamientos que se complejizan al entretejerse con nuestros afectos y afectaciones mutuas que pueden llegar a mediar nuestra experiencia con la investigación en sí.

Al adentrarse en los estudios sobre masculinidades desde una perspectiva feminista, el artículo de Fernanda Gandolfi, «La épica subalterna de la masculinidad. La performance corporal de varones militantes obreros», nos ofrece un análisis de las corporalidades y performatividades de varones militantes sindicales. A partir de su trabajo de campo en un sindicato obrero de la industria de la construcción, la autora reflexiona en torno a las formas en que el ser varón y los mandatos de masculinidad se actualizan y re-fundan desde su experiencia de clase y de activismo político. Gandolfi observa cómo ciertos rasgos performáticos asociados a la masculinidad, como son la rudeza, la brutalidad, la resistencia, el aguante y el heroísmo, operan como reafirmadores identitarios. A pesar de que la situación de estos varones puede ser leída como de subalternidad respecto a la clase, a través de sus prácticas encarnadas reproducen y reafirman una serie de roles, violencias y desigualdades de género, que son las que les permiten re-situarse en un lugar de prestigio como varones.

Por último, el artículo titulado «Gritos que silencian: Retórica del odio y avances antigénero», de Pablo Camacho Spositto, nos lleva a reflexionar sobre los movimientos antigénero, a partir de una experiencia concreta con el grupo Varones Unidos, de Uruguay, un grupo que reclama el fin de la nueva agenda de derechos con base en la argumentación de que romperá la igualdad en las relaciones de género en favor de la izquierda y el feminismo y en contra de la familia tradicional heteronormativa. Para ello, el autor toma como marco el avance de gobiernos y grupos de extrema derecha en Latinoamérica y el mundo para arrojar luz sobre los argumentos retóricos y discursivos de este grupo sobre la base del análisis de sus artículos y entrevistas a sus principales miembros, con el fin de presentar cómo se construye el alegato de un grupo antigénero.

A modo de cierre, nos gustaría resaltar el valor de este dossier en Antropología Feminista ya que permite visualizar los aportes y potencialidades epistemológicas y metodológicas que esta disciplina brinda a diversos campos de estudio. Dado el contexto actual, donde asistimos a la fragilidad de ciertos derechos conquistados, consideramos pertinente promover el diálogo entre lo académico, lo político y lo subjetivo, que ha caracterizado a la disciplina y que nos permite complejizar las realidades desde dimensiones muchas veces desplazadas. Tomamos la metáfora del patchwork que plantea Gregorio Gil (2019) para representar la etnografía feminista; metáfora desde la que la autora sitúa estrategias de resistencias a prácticas académicas atravesadas por el clasismo, el androcentrismo y el colonialismo. El patchwork nos remite a esa colcha de retazos (y relatos), «arropándonos colectivamente desde espacios epistémicos otros, al tiempo que produciendo una multiplicidad de conocimientos diversos, mestizos y subalternos (retales o trozos de tela considerados inservibles) unidos con trazos disímiles (puntadas, costuras, calados y remiendos) mediante los que escribir, narrar, testimoniar y actuar con un “pensamiento con cuidado” (Puig de Bellacasa, 2017)» (Gregorio Gil, 2019, pp. 3-4). Todo lo anterior, desde el reconocimiento de que somos parte de lo que investigamos, que no existe una postura neutra en las formas de conocer y que investigar desde la antropología feminista significa asumir nuestros yos múltiples y la ruptura de los límites del yo y el otro, sujeto y objeto (Gregorio Gil, 2006).

Referencias

Behar, R., y Gordon, D. (1995). Women writing culture. Berkeley: University of California Press. [ Links ]

Gregorio Gil, C. (2006). Contribuciones feministas a problemas epistemológicos de la disciplina antropológica: Representación y relaciones de poder. AIBR. Revista de Antropología Iberoamericana, 1(1), 22-39. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/623/62310104.pdfLinks ]

Gregorio Gil, C. (2019). Explorar posibilidades y potencialidades de una etnografía feminista. Disparidades. Revista De Antropología, 74(1). Recuperado de https://doi.org/10.3989/dra.2019.01.002.01Links ]

Moore, H. (1987). Antropología y feminismo. Valencia: Cátedra. [ Links ]

Ortner, S. (1979). ¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza con respecto a la cultura? En: O. Harris y K. Young (Eds.), Antropología y feminismo (pp. 109-131). Barcelona: Anagrama. [ Links ]

Puig de la Bellacasa, M. (2017). Pensar con cuidado. Parte I. Concreta 9. Recuperado de http://www.editorialconcre-ta.org/Pensar-con-cuidadoLinks ]

Nota: Éste artículo corresponde por partes iguales a Ana Alcazar, Mercedes Oyhantcabal y Magdalena Caccia.

Nota: El comité editorial ejecutivo Juan Scuro, Pilar Uriarte y Victoria Evia aprobó éste artículo

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