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Agrociencia (Uruguay)

versão impressa ISSN 1510-0839versão On-line ISSN 2301-1548

Agrociencia Uruguay vol.17 no.1 Montevideo jun. 2013

 

Manejo de la sombra asociado a la restricción del pastoreo: efecto sobre el comportamiento y performance estival de vacunos


Beretta Virginia1, Simeone Álvaro1, Bentancur Oscar1


1Estación Experimental Mario A. Cassinoni, Facultad de Agronomía, Universidad de la República. Ruta 3, km 363, 60000, Paysandú, Uruguay. Correo electrónico: beretta@fagro.edu.uy



Recibido: 13/4/12 Aceptado: 12/12/12


Resumen

Se evalúo el efecto de la sombra asociado a la restricción en el tiempo de acceso al pastoreo sobre la performance animal y conducta en pastoreo durante el período estival. Treinta y dos novillos Hereford (313,2 ± 36,2 kg) fueron asignados al azar a dos manejos de pastoreo sobre praderas, en dos veranos consecutivos: pastoreo restringido (PR, entre las 10:00 y las 17:00 h los animales eran retirados de la pastura para un corral con sombra); o pastoreo libre (PL, los animales permanecían en la parcela, sin acceso a sombra). Parcelas independientes por tratamiento fueron pastoreadas en franjas diarias con una oferta de forraje de 6 kg MS/ 100 kg peso vivo (PV). El manejo PR mejoró la ganancia de PV (0,875 vs. 0,998 kg/día; P=0,0197) sin afectar el consumo ni la selectividad (P>0,10). La actividad de pastoreo fue mayor en PR (P<0,001) en perjuicio de las actividades de rumia y descanso (P<0,01), pero sin diferencias en la tasa de bocado (P>0,10) con relación a PL. Esta respuesta habría contribuido a mantener el consumo estable a pesar del menor tiempo de acceso a la pastura. Una reducción estimada de 27,3% en las exigencias de EMm, explicaría la mejora en el balance energético en PR con relación al PL.

Palabras clave: RESTRICCIÓN DEL PASTOREO, CONSUMO, ESTRÉS TÉRMICO



Summary


Shade Managment Associated to Grazing Restriction: Effect on Cattle Behaviour and Summer Performance

This study assessed the effect of shade and restriction of time of access to grazing on animal performance and grazing behaviour during summer. Thirty two Hereford steers (313.2±36.2 kg) were randomly allocated to two grazing managements on grass and legume mixed pastures during two consecutive summers: restricted grazing (RG, between 10:00 am and 5:00 pm animals were moved out from the pasture paddock to a shaded area); or free grazing (FG, animals remained all day long in the grazing paddock, without shade). Cattle strip-grazed independent paddocks per treatment with a forage DM allowance of 6 kg DM/ 100 liveweight (LW). RG improved LW gain (0.875 vs. 0.998 kg/day; SE 0.037, P=0.0197) without affecting intake (FG: 3.04 vs. RG: 2.88 kg/100 kg LW; SE 0.141, P>0.10) or selectivity (P>0.10). Grazing activity was higher in RG (0.55 vs. 0.75, P<0.001), while rumination and idling were both reduced (P<0.01) without differences in bite rate (P>0.10) with respect to FG. This response probably contributed to keep consumption stable in spite of reduced time of access to pasture. An estimated reduction in MEm requirements (27.3%) would explain the observed improvement of the energy balance in RG compared to FG.


Key words: RESTRICTED GRAZING, INTAKE, HEAT STRESS



Introducción

En el Uruguay, los sistema de recría y engorde de vacunos sobre pasturas sembradas registran durante el período estival un marcado descenso de la producción de carne con relación al desempeño logrado en primavera (Simeone, 2000). Una menor tasa de crecimiento y pérdida de valor nutritivo de las pasturas, sumado a condiciones climáticas que incrementarían el riesgo de estrés térmico por calor, explicarían este descenso.


Factores ambientales tales como mayor radiación solar, con temperaturas por encima de la zona de confort térmico para el ganado en crecimiento (15 a 25 ºC; NRC, 1981) combinados con alta humedad relativa, generan un incremento de la carga calórica para el animal que resulta en una reducción de su performance (St-Pierre et al., 2003, Gaughan et al., 2008). Esta respuesta estaría mediada por una reducción del consumo voluntario y un incremento del costo energético para mantenimiento asociado a la termorregulación (NRC, 2000; SCA, 2007), afectando negativamente el balance energético del animal.


Diferentes estrategias han sido propuestas para mitigar los efectos negativos del ambiente sobre el animal (Mader, 2003). Entre ellas, el acceso a sombra ha demostrado disminuir el estrés térmico por calor, mejorando la performance del ganado manejado tanto a corral (Mader et al., 1999; Gaughan et al., 2010; Sullivan et al., 2011; Beretta et al., 2010) como en pastoreo (Simeone et al., 2010). Sin embargo, bajo sistemas de pastoreo rotativo, no siempre es posible, del punto de vista práctico, ofrecer al animal un área con sombra en la parcela de pastoreo. Para estos casos, la posibilidad de retirar al animal de la pastura durante las horas del día de mayor radiación solar y temperatura hacia un área sombreada, sería una alternativa que permitiría mejorar su confort térmico. Sin embargo, podría afectarse negativamente el consumo de nutrientes, al reducirse el tiempo de acceso al alimento.


El efecto de la restricción en el tiempo de acceso a la pastura ha sido evaluado tanto en ganado lechero (Chilibroste et al., 2007) como en vacunos para carne (Gregorini et al., 2007a; Soca et al., 2002; Patterson et al., 1998), reportándose cambios en el comportamiento ingestivo del animal tendientes a compensar el menor tiempo de acceso a la pastura. La mayoría de estos trabajos han sido realizados sobre pasturas monoespecíficas, de alta calidad en invierno-primavera. Durante el período estival, el potencial efecto del estrés por calor sobre el consumo de MS (NRC, 2000), el uso de pasturas de menor calidad, y cambios en la selectividad asociados al uso de pastura heterogéneas (Chilibroste et al., 2005), podrían modificar la respuesta animal esperada ante restricciones en el tiempo de acceso al pastoreo.


El presente trabajo evaluó el efecto de dos manejos del pastoreo durante el periodo estival, difiriendo en el tiempo de acceso a la pastura y el acceso a sombra, sobre la ganancia de peso vivo y comportamiento de vacunos en crecimiento manejados sobre praderas mixtas de gramíneas y leguminosas templadas, con oferta de forraje no limitante. Se plantea como hipótesis que los animales retirados de la pastura a un área restringida con acceso a sombra durante el periodo de mayor radiación solar, modifican su comportamiento ingestivo logrando mantener el consumo diario de forraje, y mejorando su performance a través de una reducción del costo energético para mantenimiento.


Materiales y métodos


El trabajo fue realizado en la Estación Experimental M. A Cassinoni (32º 23´ S, 58º 02´ O), Uruguay, durante dos veranos consecutivos, sobre una superficie de 14,5 ha de pradera compuesta por festuca (Festuca arundinacea), lotus (Lotus corniculatus), y trébol blanco, (Trifolium repens cv. El Zapicán). En cada año, el período experimental tuvo una duración de 57 días, comenzando el 14/1/2005 y 1 7/1/2006, respectivamente.


Animales, tratamientos y manejo


Treinta y dos novillos Hereford (n= 16/ año; 313,2 ± 36,2 kg), provenientes del rodeo experimental fueron asignados al azar, previa estratificación por peso vivo (PV), a uno de dos manejos del pastoreo: pastoreo restringido con acceso a sombra (PR), o pastoreo libre sin acceso a sombra (PL). En el tratamiento PL, los animales permanecían en la parcela de pastoreo durante todo el día, en tanto en PR eran retirados de la pastura entre las 10:00 y 17:00 h (período de mayor radiación solar y temperatura), y trasladados a un área restringida con acceso a sombra. El área con sombra estuvo delimitada por cerca eléctrica, contando con sombra natural complementada por sombra artificial (malla 80% intercepción, 2,75 m de altura), ofreciéndose en promedio una área sombreada de 3,5 m2 por animal (Sullivan et al., 2011).


A inicio del periodo experimental, los animales fueron tratados contra parásitos internos y externos. Cada tratamiento fue manejado en parcelas independientes, pastoreando en franjas diarias con una oferta de forraje (OF) de 6 kg de materia seca (MS)/ 100 kg de PV (Beretta et al., 2006), ajustada semanalmente variando el área de pastura ofrecida de acuerdo con la biomasa de MS disponible y el PV promedio del tratamiento, en base al último registro. En PR el ingreso a la nueva franja coincidió con la salida del encierro diurno. En ambos tratamientos, a las 10:00 y 17:00 h, los animales eran conducidos a la fuente de agua, próxima a las parcelas.


Registros y mediciones


Los animales fueron pesados cada 14 días, por la mañana, previo ayuno de 12 horas. La biomasa de forraje disponible (FD) fue determinada semanalmente mediante la técnica de doble muestreo (Haydock y Shaw, 1975) y el marcado de una escala de tres puntos con dos repeticiones, evaluándose la pastura en 100 puntos al azar/parcela. La altura de la pastura fue medida con regla en cinco puntos de la diagonal de cada cuadro de la escala, registrando el punto de contacto con la hoja viva más alta sin extender. La misma técnica fue utilizada, cada 14 días, durante tres días consecutivos, para la estimación del forraje residual (FR) por parcela (kg MS/ha), calculándose la utilización del forraje (UF) como UF(%)= [(FD – FR)/ FD]*100. El consumo de MS de forraje (CMSF) fue estimado a partir del forraje desaparecido en la parcela de pastoreo (Macoon et al., 2003) y expresado cada 100 kg PV como el producto entre la OF y la UF.


Cada 14 días, durante dos días consecutivos, en cuatro novillos por tratamiento elegidos al azar, se caracterizó la actividad de pastoreo, rumia y descanso, registrando cada 10 minutos durante el periodo de horas luz (7:00 a 20:00 h) la actividad realizada por el animal (Forbes, 1988). Cada tres horas se registró la tasa de bocado contabilizando el número de bocados en un minuto (Gregorini et al, 2007a, 2009). El patrón diario de pastoreo fue caracterizado agrupando las observaciones en periodos discretos de 3 horas.


Muestras de FD y FR se tomaron cada 14 días, en cinco puntos al azar por parcela, cortando al ras del suelo la biomasa comprendida en un cuadro de 0,3 x 0,3 m. La composición botánica fue determinada sobre las muestras frescas mediante separación manual de las fracciones gramíneas, leguminosas, malezas y restos secos, secando posteriormente en estufa de aire forzado (60 ºC hasta peso constante) para la determinación de peso seco y la contribución relativa de cada fracción. Muestras compuestas por tratamiento fueron analizadas para la determinación del contenido de materia orgánica (MO), fibra detergente neutro (FDN), fibra detergente ácido (FDA) (Goering y Van Soest, 1970), y proteína cruda (PC). La PC fue estimada como el N total*6,25 (determinado por el método de Kjeldahl, AOAC, 1984), y la energía metabolizable (EM) a partir de contenido de FDA, según ecuación de reportada por Acosta (2004) para pasturas mezclas. La composición botánica y química del forraje desaparecido fue estimada a partir de la diferencia entre la cantidad correspondiente a cada fracción presente en la biomasa disponible y residual (kg/ha).


Registros diarios de temperatura ambiente (T, medias, máximas, mínimas) y humedad relativa (HR) durante el período experimental fueron tomados de la estación meteorológica de la estación experimental, estimándose a partir de los mismo el índice de temperatura y humedad: ITH = 0,8* T + [(HR,%/100)*(T-14,4)]+46,4 (Mader et al., 2006).


Estimación de exigencias energéticas


El efecto de la sombra y restricción de acceso a la pastura sobre las exigencias energéticas fue cuantificado a partir de la diferencia entre tratamientos en los requerimientos de EM para mantenimiento (EMm). Los requerimientos EMm fueron calculados como la diferencia entre el consumo diario de EM y la demanda de EM para ganancia de PV EMg, predicha según (AFRC 1993). Como insumos para la aplicación de estas ecuaciones, se consideraron los resultados observados de PV promedio, ganancia media diaria de peso (GP), CMSF y la concentración energética de la dieta.


Análisis estadístico


El experimento fue analizado ajustando un modelo lineal de dos vías considerando el efecto año como repetición, y tomando como unidad experimental al conjunto de animales por parcela de pastoreo en cada año. La GP fue analizada según un modelo lineal mixto de heterogeneidad de pendientes del PV en función del tiempo, de la forma general:


PVijk= β0+ τi + εij+ β1Diaijk+ (β1i- β1)τiDiaijk+ εijk,


siendo: τi el efecto del i-ésimo tratamiento,

εij el error experimental (entre animales),

y εijk el error de la medida repetida (dentro de animales).


La autocorrelación entre medidas repetidas se modeló según un esquema autoregresivo de orden 1. Las pendientes (β1i), representando la GP fueron comparadas utilizando contrastes simples. Se utilizó la corrección de Kenward-Rogers para la prueba de los efectos fijos (Kenward y Rogers, 1997). Las variables asociadas al comportamiento fueron analizadas mediante un modelo lineal generalizado asumiendo una distribución binomial, usando el Procedimiento GLIMMIX de SAS (SAS Inst. Inc., Cary, NC):


Ln(pijkl/ (1-pijkl))= μ + Ti + Sj + (T*S)ij+ díak(Sj)


donde:


Ln(p/1-p) es la función logit de la probabilidad de hallar un animal realizando una actividad en particular,


T es el efecto de tratamiento y

S la semana de muestreo.


Cuando la interacción TxS no fue significativa, fue removida del modelo. La tasa de bocado y los registros tomados sobre la pastura fueron analizados mediante un modelo lineal generalizado para medidas repetidas en el tiempo incluyendo los efectos descriptos previamente. En el caso de las variables asociadas a la pastura, se estudió la correlación espacial y se efectuó la corrección Kenward-Rogers, utilizándose como repetición la franja diaria de pastoreo.


Resultados


En el Cuadro 1 se presentan los registros promedios de T, HR e ITH para el periodo experimental. El ITH promedio fue 71,3 y 72,3 en los años 2005 y 2006, respectivamente, encontrándose el 42% de los días por encima de 72. Considerando las T máximas (Tmax), el 55% y 61% de los días experimentales en 2005 y 2006, respectivamente, registraron valores de ITHmax en el rango de riesgo moderado (80<ITH<89).


La biomasa promedio y altura del FD no difirieron entre tratamientos (3541±189,9 kg MS/ha; 19,4 ±0,86 cm; respectivamente, P>0,10), variando sólo con la semana de muestreo (P<0,01). La disponibilidad media de forraje verde fue de 2416 kg MS/ha, correspondiendo 62,5% a especies gramíneas, 30,5% a leguminosas y 7,0% a malezas, habiendo un 31,2% de restos secos, sin diferencias entre tratamientos (P>0,10). En promedio el contenido de MO, PC, FDN y FDA de la pastura fue 87,4%, 12,0%, 52,5% y 32,0% MS, respectivamente.


La biomasa de FR no difirió entre tratamientos (PL: 1717 vs. PR: 1664± 113,6 kg MS/ha; P>0,10) ni su altura (PL: 9,8 vs. PR: 8,7± 0,8; P>0,10), registrándose valores de UF de 50,6% y 48,0% (P>0,10), en PL y PR, respectivamente. Tampoco se observaron diferencias (P>0,10) en la proporción aportada por las diferentes fracciones botánicas a la biomasa residual, lo cual se tradujo en un composición de similar del forraje desaparecido entre tratamientos (P>0,10) (Cuadro 2). Tanto en PL como en PR se observó una menor proporción de restos secos en el forraje desaparecido con relación al ofrecido (5,0% vs 33,4%) y un aumento de 23,3 unidades porcentuales de las leguminosas, constituyéndose en la fracción más importante de la dieta (66% en promedio para ambos tratamientos) (Cuadro 2). La composición química del forraje desaparecido reflejó estos cambios, registrándose un incremento en el contenido de PC y una disminución en el contenido de cenizas, FDN y FDA (Cuadro 2).


El PV aumentó linealmente con el tiempo (P<0,01), estando afectado por el PV al inicio del experimento (P<0,01) y el tratamiento (P= 0,0197). La restricción del tiempo en pastoreo combinado con el acceso a sombra representó un incremento de la GP de los novillos de 0,123± 0,052 kg/ día con relación a la performance en PL, sin afectarse el CMSF (P>0,10) (Cuadro 3).


El comportamiento en pastoreo, evaluado a través de la probabilidad de hallar animales pastoreando, rumiando o en descanso durante el periodo de observación, fue afectado por el manejo (P<0,01) y por la semana experimental (P<0,01), pero no se observó interacción significativa entre ambos efectos (P>0,10). La actividad de pastoreo fue mayor en PR con relación a PL (P<0,01) ocurriendo esto a expensas de un menor tiempo de rumia (P<0,01) y de descanso (P<0,001), sin diferencias en la tasa de bocado promedio (P>0,10) (Cuadro 4).


La distribución de la actividad de pastoreo diurno varió dependiendo del manejo. Durante las primeras tres horas luego de ingresar a una nueva franja, la actividad de pastoreo en PR fue mayor con relación a PL (P<0,001), pero sin diferencias en la tasa de bocado (P>0,10) (Cuadro 4). La mayor actividad de pastoreo en PR se mantuvo entre las 7:00 y 10:00 h del día siguiente (0,14 vs. 0,33 ± 0,02; P<0,01), sin diferencias en la tasa de bocado (P>0,05). Entre las 10:00 y 17:00 h, mientras los novillos de PR eran retirados de la pastura, los novillos en PL concentraron el 44% de su actividad de pastoreo.


En el Cuadro 5 se presenta el balance energético para cada tratamiento. El manejo PR redujo los requerimientos estimados de EMm, en 23,7% con relación a PL; mientras en PR el 48,9% de la EM consumida fue destinada a mantenimiento, en PL se destinó el 58,7%. Como consecuencia de ello la EM consumida por kilo de peso vivo retenido fue mayor en PL (24,9 vs. 20,6 Mcal EM/ kg).


Discusión


Condiciones ambientales y riesgo de estrés térmico


Los valores T, Tmax, y HR promedio para el periodo experimental fueron similares a los valores históricos (Dirección Nacional de Meteorología, 2012), de forma que ambos veranos podrían ser tipificados como años «normales». Si bien las T medias observadas (Cuadro 1) se ubicaron dentro de la zona de termoconfort para ganado de carne en crecimiento (15 a 25 ºC, NRC, 1981), las Tmax medias (29 – 30 ºC, Cuadro 1) se ubicaron dentro del rango para el cual ya se reportan reducciones en el consumo de MS de 3 a 10% (25 a 35 ºC, NRC, 1981).


El ITH promedio, se ubicó en torno al nivel crítico de ITH que indica riesgo de estrés por calor para ganado de carne en crecimiento (ITH= 72; St-Pierre et al., 2003). Este valor medio de ITH, sin embargo, no refleja la severidad y duración del estrés registrado entre días o dentro de un mismo día, asociados a la amplitud térmica diaria y variaciones en HR. El 42% de los días experimentales se registró un valor medio de ITH>72, situación similar a la reportada para el norte de Uruguay por Cruz y Saravia (2008). En el presente trabajo, el ITHmax promedio para el período se ubicó en 80,5, límite inferior del rango «peligro» o riesgo moderado de ocurrencia de estrés por calor (80<ITH<89; University of Oklahoma, 2012), registrándose una frecuencia acumulada de ocurrencia de valores de ITHmax>80 de 0,7 y 0,65, en 2005 y 2006, respectivamente. En función de esta combinación de variables, se infiere que, durante la mayor parte del periodo experimental, al menos durante parte del día, las condiciones ambientales habrían sido predisponentes al estrés térmico.


Performance animal


La restricción del tiempo en pastoreo junto al acceso a sombra representó una mejora de 14% en la GP de los novillos, confirmando la hipótesis planteada originalmente. Este manejo no afectó el CMSF ni la selectividad por las fracciones más nutritivas de la pastura, por lo que la mayor GP observada en PR podría ser explicada por la reducción en el gasto energético de mantenimiento, posiblemente producto del efecto combinado del acceso a la sombra en un periodo durante el cual las condiciones atmosféricas habrían contribuido al estrés térmico de los animales, y eventualmente, a un menor gasto de actividad asociado a la restricción en el tiempo de acceso a la pastura. Diversos trabajos, evaluando el efecto exclusivamente de la sombra bajo condiciones de estrés térmico, también reportan una mejora en la GP y/o eficiencia de conversión del alimento en ganado de carne en terminación alimentado a corral (Mader et al., 1999; Gaughan et al., 2010; Sullivan et al., 2011). En condiciones de pastoreo, a nivel nacional, también se reporta una respuesta positiva en GP en vacunos con acceso voluntario a sombra disponible en el mismo potrero (Simeone et al., 2010; Rovira y Velazco, 2007). En la zona este del país, Rovira y Velazco (2007) reportan un incremento de 14% en la GP debida a la sombra en novillos pastoreando Sudangras; en tanto Simeone et al. (2010), reportan una respuesta de mayor magnitud (0,514 vs. 0,772 ±0,022 kg/día, P<0,01) en vaquillonas Hereford y cruza pastoreando campo natural asociado a áreas forestadas en el litoral oeste del país. En el presente trabajo, la respuesta a la sombra aparece confundida con el efecto de la restricción de acceso a la pastura. Si bien por un lado ello podría contribuir en forma positiva a través de una reducción de la actividad diaria de pastoreo reduciendo los requerimientos de EMm (SCA, 2007), también podría afectar negativamente el CMSF.


Consumo y comportamiento animal


Tanto la oferta de MS de forraje como la biomasa de MS verde disponible y altura de la pastura, no habrían sido restrictivas del punto de vista del consumo para el animal (Poppi et al., 1987). La restricción en el tiempo de acceso al pastoreo no afectó el CMSF ni la selectividad con relación a los animales en PL. Estos resultados están en concordancia con lo reportado por Gregorini et al., (2007a, 2009). Si bien el CMSF en PL pudo haber estado disminuido como consecuencia del estrés térmico (Hahn, 1997; SCA, 2007), la ausencia de diferencias entre tratamientos podría, en parte, ser explicada por la modificación observada en la conducta de pastoreo de los animales en PR en respuesta al menor tiempo de acceso a la pastura. Según Soca (2006), cambios en la asignación de los recursos generan modificaciones en la conducta y estrategia de pastoreo de los animales tendientes a igualar el CMSF y la selectividad. Diversos trabajos en ganado lechero y para carne indican que tras un periodo de ayuno, la actividad de pastoreo durante la primera sesión de pastoreo es más intensa, como resultado de un mayor tiempo de pastoreo (Chilibroste et al., 2007; Soca et al., 2002), de una mayor tasa de bocado (Gregorini et al., 2007a; Soca et al., 2002; Dougherty et al., 1989) o masa de bocado (Patterson et al., 1998, Gregorini et al., 2007b). En concordancia con estos antecedentes, los novillos en PR, sometidos a un ayuno de siete horas durante el tiempo de permanencia a la sombra, mostraron mayor actividad de pastoreo con relación a PL, tanto en la primera sesión de pastoreo luego del encierro, como durante el total del periodo diurno de pastoreo, sin embargo, la tasa de bocado no se modificó. Diferentes largos de ayunos y llenado ruminal (Gregorini et al. 2009), así como diferencias en la estructura de la pastura utilizada en el presente trabajo (mezcla de gramíneas y leguminosas sumado a la presencia de restos secos durante el período estival), podrían determinar variaciones en las dimensiones del bocado y tasa de consumo con relación a pasturas homogéneas (Galli y Cangiano, 1998).


A la luz de estos resultados, se infiere que la ausencia de diferencias en el CMSF entre PR y PL habría sido resultado de una combinación de cambios en la conducta y patrón de pastoreo de los primeros: i) una mayor actividad diurna de pastoreo (en perjuicio de la actividad de rumia y descanso); ii) probablemente, una mayor actividad nocturna de pastoreo, dado la época del año y potenciales condiciones de estrés térmico (Stobbs, 1970; Valtorta et al., 2003); y/o iii) un incremento en la tasa de consumo de forraje (g/min) (Allden y Whittaker, 1970), esto último asociado a una mayor masa de bocado, en tanto no se registraron modificaciones en la tasa de bocado.


Balance energético


El manejo PR representó una reducción estimada de los requerimientos de EMm de 27,3% con respecto a PL. Si bien no es posible discriminar la contribución relativa del gasto energético metabólico y por actividad de pastoreo para explicar el cambio observado en la EMm, es probable que el manejo impuesto en PR haya modificado ambas variables.


El estrés térmico es descripto como el resultado de un balance negativo entre la energía disipada y el calor producido por el animal (St-Pierre et al., 2003). En respuesta a ello, el vacuno reduce su consumo de MS y destina energía al restablecimiento de la homeotermia a través de un aumento de la tasa metabólica (SCA, 2007). Fox et al. (1988) reportan una reducción de 10% en el consumo de MS cuando la T ambiente varía entre 25-30 ºC y un incremento de 7 a 18% en la ENm dependiendo de la severidad del estrés por calor, consecuentemente afectando negativamente el balance energético del animal. Este rango de incremento es inferior al estimado en el presente trabajo, lo que contribuye a fortalecer la hipótesis de un efecto combinado de la sombra y la adaptación de la conducta animal sobre el balance energético del animal.


El acceso a la sombra, junto con la restricción del pastoreo durante las horas de mayor calor, podrían haber significado una reducción simultánea de la carga calórica metabólica y la derivada del ambiente. Blackshaw y Blackshaw (1994) reportan una reducción de la carga calórica del animal del orden del 30% debida a la intercepción física de la radiación solar incidente a través de la sombra, ya sea natural o artificial. Por otra parte, se observó que en PR, como consecuencia del manejo aplicado, el patrón de pastoreo se concentró en las horas más frescas del día, lo cual podría haber favorecido una disipación más eficiente del calor producido asociado al consumo y digestión del alimento (Brosh et al., 1998). Asimismo, las modificaciones observadas en la conducta animal en pastoreo en PR podrían haber promovido una cosecha del forraje energéticamente más eficiente. Según Gregorini et al (2007b) a menor llenado ruminal (situación posiblemente asimilable a la de PR al ingreso a la pastura) más eficiente sería la cosecha de cada bocado, lo cual redundaría en un mejor balance energético durante la ingestión. Di Marco y Aello (2001) reportan incrementos en el gasto energético asociado a la cosecha del forraje (kcal/hora/PV0.75) variando entre 16% y 52%, dependiendo de la condición de la pastura. En tal sentido, cambios generados en la conducta animal de PR que afectaran esta variable podrían estar contribuyendo significativamente a una reducción del gasto energético con relación a PL.


En suma, durante el período estival, el retiro de los novillos que pastorean en franjas diarias praderas mezcla de gramíneas y leguminosas hacia a un área restringida con sombra, entre las 10:00 y 17:00 h, contribuye a mejorar la ganancia diaria de peso vivo. Menores requerimientos diarios de EMm sumado a la capacidad adaptativa del animal a través de su comportamiento, para mantener el consumo diario de forraje sin afectar la selectividad, determinarían una mayor cantidad de EM disponible para la retención de tejidos.


Estos resultados sugieren que la adopción de este tipo de manejo, de fácil implementación y bajo costo, podría afectar de forma positiva el resultado físico y económico de sistemas de recría y engorde en el norte del país. Cambios en el tipo racial y potencial productivo, así como en las características de la pastura, manejo del pastoreo, tiempo de restricción del pastoreo o la inclusión de suplementos, podrían afectar la respuesta esperada. Experimentos futuros podrán contribuir a cuantificar esto efectos.


Bibliografía


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