Un título ni excesivo ni insuficiente, por el contrario: ¿a quién que haya atravesado el año 2020 no lo tentaría leer este libro en búsqueda de una guía?

Al avanzar y encontrar la imagen y el nombre de Mariana Maggio, sin dudas, entenderemos que debemos leerlo. El nombre de la autora se vincula con la tecnología educativa, con la didáctica.

En esta producción, Mariana Maggio nos vuelve a hablar en tiempo presente, algo que suele hacer en cada ocasión que la encuentres. En este caso lo hace en un camino que transita mirando desde su experiencia como investigadora y docente en más de treinta años. Desde ese lugar nos habla de la acción de educar en el marco de las tendencias culturales y posibles en medio de una pandemia y alzando la vista hacia el futuro. Estos tres hitos atraviesan este libro tan claro como atrapante. Nos reconocemos en su narrativa y nos enriquecemos con su teoría. Hábilmente logra entramar una lectura tan amena como teórica.

Menciono su narrativa y se relaciona con su experticia en investigar desde ese abordaje. Un lugar desde el que construye conocimiento y retroalimenta la enseñanza, la acción. Hay una marca registrada en esta narrativa, su narrativa, que nos genera la impresión de estar leyendo un libro interactivo: se detiene, te lee, te descubre, te invita a visitar otras lecturas, te empuja a buscarla en las redes, compartir, expandir. Nos ayuda a identificar que interactuamos diariamente con el ultramundo sin percibirlo, en tránsitos inadvertidos.

Entre las páginas de este libro habita una permanente mirada crítica al uso que hacemos de la tecnología educativa. Lo que estaba mal sigue estándolo. Y la enseñanza poderosa lo sigue siendo, más allá del ámbito donde se despliegue. Habitan también las referencias a otros autores, imprescindibles en el campo de la tecnología educativa: Serres, Baricco, Morin, entre otros, son los invitados de Maggio en este camino. Litwin también está, pero ella la acompaña siempre.

¿Cómo supervivir?

Maggio nos guía a lo largo de tres partes y una previa.

En la previa nos muestra lo que sucedía en la educación antes de la revolución pandemia y esta visibilizó como nunca antes: dejó de alcanzar lo que ya no alcanzaba; el mundo ya había cambiado, ya había digresiones, señales, revoluciones, transformaciones, mutaciones.

En la primera parte nos habla del año que educamos en peligro. Un año en el que las y los docentes, de cualquier nivel, entendimos que la educación digital es un derecho, buscamos nuestras aulas virtuales (esas que no tienen puertas para cerrar), nos preguntamos por qué los estudiantes no prendían sus cámaras y cómo hacíamos para que las prendieran. Nos fuimos dando cuenta de que no era lo mismo enseñar en condiciones prepandemia que intrapandemia. Empezamos a extrañarnos en el mundo físico y a encontrarnos en el mundo virtual. Nos preguntamos ¿dónde quedó el tiempo real? Qué tiempos aquellos… Hasta que encontramos, en estos tiempos, la hora de priorizar. ¿Qué hora es esa? Esa en la que todas y todos aprendan: la educación concebida, ni más ni menos, como un derecho humano. Estas fueron nuestras transiciones. ¿Se reconocen? Estos aspectos reconocibles son los apartados que conforman la primera parte de este libro.

En la segunda parte Mariana Maggio nos ofrece un marco para reinventarnos. Nos brinda un horizonte para generar transformaciones, utilizando las producciones como motor. Eso sí: en colaboración. Para ella sin colaboración no hay transformación posible. Nos habla de los encuentros, de esos encuentros que valen la pena, tanto como para encender las cámaras, tanto como para emocionarnos en cada uno de ellos. Nos muestra cómo debemos y podemos reconocer que la enseñanza está en nuestras manos.

La tercera parte es literalmente la guía de supervivencia. Nos muestra, describe y detalla de forma magistral cómo hacerlo, no podemos decir que no contamos con recomendaciones y ejemplos claros de cómo supervivir. Nos brinda la posibilidad de sostener la reinversión como horizonte de transformación.

Encontrarán una serie de diseños transformadores, diseños que interpelan la imaginación y permiten enriquecer nuestras propuestas para que podamos llegar a desarrollar enseñanza poderosa.

En referencia a la evaluación, ella también está, desde el valor de los reconocimientos, evaluar de una manera contemporánea, en el sentido de evaluar lo necesario, de la forma que debe hacerse.

Alternativas, construcciones, compromiso, apasionarnos, invenciones, movimiento. Un moviente educativo que crece y no se detiene.

Este libro dialoga y se potencia con su libro anterior: Reinventar la clase en la Universidad (^{Maggio, 2018}). En esta obra la autora ya nos decía que debíamos reinventarnos de forma urgente en cada clase, tomar riesgos y agotarnos al hacerlo. Clases distintas, inolvidables, irrepetibles. Ya nos decía que necesitábamos ver en cada campo los contenidos indispensables, ver qué necesita el marco de cada clase y qué no. Dejar de hacer con los estudiantes lo que pueden hacer solos, tomando lo que queda por fuera como una oportunidad. Ya nos hablaba de la inmersión para analizar el tiempo como un tema, de las condiciones que sostienen una clase diferente, pensar en otras evaluaciones. Nos presentó una didáctica en vivo, cómo sus constructos se van haciendo evidentes. Ya las clases debían ser experiencias que valieran la pena vivir, pensando la enseñanza como un proyecto colectivo.

La autora nos presenta una alternativa posible para revisar los encuadres que requiere la enseñanza, con base en fortalecer una matriz epistemológica y teórica renovada. Desarrollo, diseño, implementación de propuestas que luego se reconstruyan críticamente para retroalimentar el proceso educativo.

Tengo la certeza de que Mariana Maggio enseña como nos dice que debemos enseñar. Verla en un aula (física o virtual) siempre es un encuentro que vale la pena vivir, irrepetible, enriquecido, poderoso, emocionante: una didáctica en vivo.

Dos días antes de detectado el primer caso de covid-19 en Uruguay, dialogaba en Twitter con Mariana en referencia a las pistas que ella ya daba a docentes que iniciaban sus experiencias en las aulas. Ya lo hacía de una forma crítica, simple, hablando de lo obvio que no es obvio. Reconocer, hablar, preguntar, buscar, conversar en el centro de la escena. Recuperar el espacio de conocernos. Su mirada transformadora de la realidad y la significatividad.

Tenemos ni más ni menos que la oportunidad y el desafío de reinventar la enseñanza. Pensar en pedagogías pospandemia y en pedagogías transformadoras que tengan en cuenta la mutación social y proyectos más democráticos y justos.

Para soñar el futuro debemos evocar el pasado y construir en el presente. Sin dudas la guía para hacerlo es la que generosamente nos brinda Mariana Maggio por medio de este libro con un título ni excesivo ni insuficiente.