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InterCambios. Dilemas y transiciones de la Educación Superior

versión impresa ISSN 2301-0118versión On-line ISSN 2301-0126

InterCambios vol.7 no.2 Montevideo dic. 2020  Epub 01-Dic-2020

https://doi.org/10.2916/inter.7.2.7 

Investigaciones y experiencias

Ateneos y formación preprofesional en trabajo social

Athenaeums and pre professional training in social work

Ateneus e formação pré-profissional em serviço social

María Florencia Di Matteo Demirdjian.1 
http://orcid.org/0000-0001-5652-7766

1Universidad de Buenos Aires, Argentina. Contacto: mfdimatteo@gmail.com


Resumen:

Presentamos el análisis de los ateneos como propuesta de formación y evaluación en un taller de práctica preprofesional de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Buenos Aires. Los definimos como dispositivos y artificios que se constituyen en analizadores de las situaciones de la práctica preprofesional. Se presentan dentro de una lógica de alternancia de la formación para contribuir a hacer pensable, desde el trabajo práctico de evaluación y las clases, la experiencia vivida en instituciones donde los/las estudiantes realizan las prácticas preprofesionales. Los/las estudiantes valoran estos espacios en tanto aportan a la articulación de teoría y práctica y permiten analizar casos de manera grupal. Los ateneos son parte de la propuesta de formación en Trabajo Social y transmiten mensajes sobre los modos de pensar la profesión: construyendo situaciones problemáticas, analizando con otros y pensando variedad de alternativas de acción.

Palabras clave: formación preprofesional; formación inicial; ateneos; evaluación; trabajo social

Abstract:

This paper shows the analysis of athenaeums as a pre professional training and assessment modality in social workers in the Buenos Aires University. We assume the athenaeums as define them as devices. It constitutes pre-professional practice situation analyzers. They are part of a logic of alternation of the training. It aims is to contribute to make thinkable the pre-professional experience in the class and the exams. The students think athenaeums contribute to articulate theory and practice and they allow to analyze cases in a group way. The athenaeums are part of the Social Work training modality and transmit messages about the ways to think the profession: constructing problematic situations, analyzing with others and thinking about a variety of action alternatives.

Keywords: pre professional training; initial training; athenaeums; assessment; social work

Resumo:

Apresentamos a análise dos ateneus como uma proposta de treinamento e avaliação em uma oficina de prática pré-profissional da carreira de Serviço Social da Universidad de Buenos Aires. Nós os definimos como dispositivos e dispositivos, que se tornam analisadores de situações de prática pré-profissional. Eles são apresentados dentro de uma lógica de alternância de treinamento para contribuir para tornar possível, a partir de trabalhos de avaliação prática e aulas, a experiência vivida em instituições nas quais os alunos realizam práticas pré-profissionais. Os alunos valorizam esses espaços, pois contribuem para articular teoria e prática e permitem a análise de casos em grupo. Os ateneus fazem parte da proposta de treinamento em Serviço Social e transmitem mensagens sobre o modo de pensar da profissão: construindo situações problemáticas, analisando com os outros e pensando em uma variedade de alternativas de ação.

Palavras-chave: formação pré-profissional; formação inicial; ateneus; avaliação; serviço social

Introducción

Definimos a la formación preprofesional como aquella que brindan las instituciones de formación de nivel superior y se relaciona con el conjunto de las actividades formativas académicas. En ella ocupan un lugar relevante los espacios curriculares y las propuestas de formación que anticipan desempeños en el campo de la profesión a la que se orientan y se conforman por actividades que permiten al/la estudiante obtener capacitación práctica, entrenamiento en el saber hacer de la especialidad, conocimiento y reflexión sobre rutinas, hábitos y culturas institucionales de cada profesión. Estas propuestas intentan lograr la profesionalidad al articular saberes y actitudes que permiten actuar en un campo (Souto, 2010), o sea “en un espacio social que goza de una autonomía relativa y que es socialmente reconocido como especializado en la producción de cierto tipo de transformación de lo real” (Barbier, 1999, p. 82). Generan, simultáneamente, transformaciones identitarias en los sujetos en formación.

En este artículo abordamos los ateneos como propuestas de formación en un taller de práctica preprofesional de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Argentina. Nos orientamos por las siguientes interrogantes: ¿qué características presentan los ateneos para la formación preprofesional de los/las futuros/as trabajadores/as sociales?, ¿qué aportes brindan a la formación de los/las estudiantes?, ¿qué relación guardan con el modo de pensar la práctica profesional futura? Los desarrollos presentados surgen de una investigación sobre la formación preprofesional en la universidad a partir de un enfoque cualitativo y clínico en sentido amplio (Souto, 2014).1

Notas teóricas y metodológicas

La palabra ateneo viene del latín Athenaeum (‘templo de Minerva en Atenas’) y refiere al “templo donde se reunían, en la época clásica, poetas, oradores, filósofos… para leer sus obras” (Etimologías, 2019). El Diccionario de la lengua española (Real Academia Española, 2014) define: “Asociación cultural, generalmente de tipo científico o literario”. Según estas acepciones, podemos pensar al ateneo como un espacio grupal de conversación, intercambio y discusión.

Los ateneos son frecuentes en el desarrollo profesional hospitalario. Se orientan al estudio de casos por especialistas de una misma o diferentes disciplinas. Parten de preguntas sobre el caso, los integrantes presentan diferentes puntos de vista y surgen nuevas interrogantes y modos de resolución. Cuentan con un coordinador que propicia la participación del grupo (Borel y Malet, 2009).

La modalidad del ateneo se emplea, también, en la formación docente. Se entiende como una propuesta orientada a la reflexión y socialización de saberes sobre las prácticas docentes. Propicia un aprendizaje grupal con docentes coordinadores que proponen pensar alternativas de acción ante casos o situaciones problemáticos de diferente orden (institucionales, de convivencia escolar, didácticos). Se promueve que tanto los análisis como las propuestas de acción estén sustentados teóricamente (y no en el sentido común) (Sanjurjo, 2009).

Según las diferentes acepciones y a partir de nuestro propio posicionamiento, definimos a los ateneos como dispositivos orientados al análisis grupal de la acción, que permiten reconstruir y producir conocimientos mediante el análisis de casos, situaciones reales o simuladas a los efectos de la formación. Por dispositivo entendemos un artificio instrumental configurado por componentes heterogéneos cuya intencionalidad es provocar cambios buscados de manera consciente pero también abierto a que surjan efectos no esperados (Souto, 1999). Como artificio técnico, es un conjunto de reglas en un arreglo de tiempos, espacios, personas, acuerdos teóricos y técnicos.

El ateneo como dispositivo es entendido como un analizador artificial (Lapassade, 1971) por propiciar el análisis de casos y situaciones problemáticas conformados por sucesos que, sin esa mediación, quedarían en la opacidad. El analizador permite visibilizar diferentes puntos de vista y alternativas de acción, poniendo de manifiesto posturas ideológicas, teóricas y valorativas sobre la realidad, la sociedad y el lugar de los/las profesionales en ella.

En cuanto a la metodología, el caso presentado forma parte de una investigación con una lógica cualitativa (Denzin y Lincoln, 2011) y situada en estudios de tipo clínico en sentido amplio (Souto, 2014). El estudio de caso permite adentrarse en las particularidades y singularidades de la situación objeto de estudio.

El trabajo de campo, realizado en 2014, consistió en recoger el plan de estudio de la carrera de Trabajo Social, el programa de Taller IV (espacio curricular en el que realizamos el trabajo de campo) y la consigna del trabajo práctico sobre el ateneo; esto permitió situar la finalidad, los contenidos y el modo de trabajo de la propuesta de formación. Se observaron ocho clases desde un registro abierto, dos de las cuales correspondieron al desarrollo de ateneos. Se realizaron entrevistas en profundidad a nueve estudiantes del curso, según un diseño semiestructurado basado en descripción del taller, demandas de aprendizaje, saberes construidos, representaciones sobre el ejercicio profesional, entre otros ejes de indagación. Estas entrevistas fueron realizadas hacia la finalización de la cursada del taller a fin de que los/las estudiantes dispusieran de más herramientas y experiencias vividas para relatarlas. La participación de estos/as fue voluntaria y su participación en ellas fue voluntaria. Se analizaron las fuentes de información, se elaboraron hipótesis interpretativas sobre cada una y luego se trianguló.

El caso de estudio

Los ateneos objeto de análisis de este artículo forman parte de las propuestas de formación y evaluación de Taller IV de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Este taller propone analizar la complejidad social expresada en determinaciones de la cuestión social -objeto de estudio del trabajo social- en lo familiar y subjetivo, interpretar el escenario de intervención donde se insertan preprofesionalmente los/las estudiantes, considerando la política pública y los problemas sociales de la institución, y aplicar saberes metodológicos para intervenir con sujetos y familias en la institución de práctica. Se orienta a favorecer la profesionalización entendida como articulación de saberes, estrategias, metodologías y actitudes que permitan al estudiante actuar en el futuro campo profesional (Souto, 2010).

Taller IV es anual y tiene una carga horaria de 180 horas. Semanalmente requiere seis horas: dos en el aula (espacio para estudiar y analizar la práctica mediada por la teoría) y cuatro en el centro de práctica (institución u organización social que interviene en la atención de problemáticas sociales, donde los/las estudiantes experimentan el quehacer disciplinar acompañados/as por un/a profesional que ejerce allí su labor, denominado/a referente). Un tiempo extra, sin predefinición, se destina a espacios de supervisión donde se abordan obstáculos y potencialidades operativas y subjetivas del proceso de aprendizaje de los/las estudiantes.

Según el programa del taller, el trabajo en los centros de práctica se estructura en dos momentos: la inserción y el conocimiento del espacio (con una duración aproximada de dos meses) y la intervención con familias y el seguimiento de casos (con una estimación de seis meses). En la primera etapa, los/las estudiantes se insertan en la institución a fin de conocer las políticas sociales que la enmarcan y los programas que ejecuta, los objetivos, las problemáticas que aborda y los recursos disponibles para su prestación. En esta instancia también observan entrevistas realizadas por referentes, buscan información sobre sus modos de trabajo, comienzan a intervenir con el acompañamiento del/la referente e inician el diseño del plan de trabajo de intervención que realizarán en la segunda mitad del año. El eje de la segunda etapa es la intervención con familias y el seguimiento de casos. Se espera que los/las estudiantes sean críticos y propositivos y apliquen instrumentos pertinentes basándose en la bibliografía. Deben realizar entrevistas en las instituciones y en los domicilios, seguir los casos y tener supervisiones con el/la referente. En esta etapa elaboran un estudio diagnóstico (con problema y objeto, estrategia de intervención y plan de evaluación) e informes sociales. Aquí se sitúan los ateneos como modalidad de formación y evaluación.

Los ateneos desde el diseño: el programa y el instrumento de evaluación

El programa de Taller IV define al tercer trabajo práctico2 como la construcción de una situación de intervención de práctica preprofesional con interrogantes que orientan su análisis. Anticipa que se presentará luego como ateneo en el espacio del aula.

El instrumento de evaluación correspondiente a este tercer trabajo se titula “Trabajo de análisis crítico de la intervención, Ateneo Clínico”. La denominación deja entrever un posicionamiento teórico al referir a tres conceptos: intervención (noción central en el plan de estudios de la carrera y en la propuesta del taller), ateneo (como dispositivo de formación y de evaluación) y clínico (definido en el instrumento como “espacio de aplicación de técnicas de observación e interpretación en relación a una intervención concreta”). El/la estudiante debe presentar y analizar una situación problemática vivida en el centro de práctica. Luego de la corrección de la docente, se presenta en clase y se analiza con los/las compañeros/as, la docente y algún/a invitado/a especialista en el tema, que puede ser el/la referente u otro/a docente de la carrera. En la siguiente (tabla 1) se expresan las finalidades, la consigna, el producto esperado y los criterios de evaluación del ateneo según el instrumento entregado a los/las estudiantes.

Tabla 1: Características del tercer trabajo práctico de Taller IV. Fuente: Elaboración propia con base en el tercer Trabajo Práctico de Taller IV

Los objetivos del trabajo se ligan a otros más amplios: el análisis de la intervención sobre la cuestión social (lo cual supone una definición previa del objeto-problema de intervención) y la producción, transmisión y comunicación de conocimientos a partir de la propia práctica preprofesional. La consigna requiere identificar y analizar una problemática de la actuación profesional llevada a cabo en el centro de prácticas. Esta debe ser elegida por aportar hallazgos o constituirse en interrogante para el/la estudiante o grupo, promoviendo un conocimiento situacional (Edwards, 1997). Las opciones que orientan la construcción de la problemática indican que puede surgir de una situación problema de intervención, referir a cuestiones metodológicas y/o instrumentales, escenarios institucionales, etcétera. Se trata de una consigna orientada a hacer pensable alguna situación o actividad propia del servicio profesional (Glazer, 1966) que realizan los/las trabajadores sociales en la institución o bien situaciones o actividades realizadas por los/las propios/as estudiantes con el apoyo y asistencia del/la referente. Así, es posible pensar ya la construcción de la situación problemática como un analizador (Lapassade, 1971) que permitiría volver a mirar la práctica, desentrañar diferentes significados y fomentar la reflexión sobre la acción (Schön, 1991), ya sea propia o de otros/as profesionales. Este trabajo se sistematiza en una reseña escrita que debe incluir la definición y justificación del problema que se va a abordar, las hipótesis, el desarrollo, las interrogantes y las dificultades encontradas; todo ello incluirá explícitamente referentes teóricos. Esto expresa la intención de este trabajo de contribuir a la profesionalización (Barbier, 1999).

Los ateneos en el desarrollo de las clases: modalidad de formación y evaluación

Iniciamos este apartado describiendo las dos clases en las que observamos ateneos.

Tabla 2: Descripción breve de las clases de Taller IV en las que observamos ateneos. Fuente: Elaboración propia en base al análisis didáctico de las clases de Taller IV.

La tarea es interpretada de maneras diferentes según las posiciones teóricas y valorativas de los/las estudiantes, su experiencia en la práctica preprofesional y las situaciones que los/las movilizan como sujetos. Por ejemplo, el ateneo de la clase 6 propone pensar y valorar “al enfoque clínico como modo de intervenir allí donde no llega la gestión de recursos”. Esta consigna es reforzada más adelante cuando una de las estudiantes a cargo del ateneo expresa: “¿Les hace ruido gestión de recursos y enfoque clínico? ¿Encuentran algo que les diga por qué enfoque clínico y por qué gestión de recursos?”. La actividad es diseñada por las estudiantes desde distintos sentidos: su experiencia en el centro de práctica en el que se interviene con enfoque clínico y su experiencia previa en un centro de práctica que lo hace desde la gestión de recursos. Es posible pensar que cierto dejo de oposición entre ambos modelos de intervención -expresado en la consigna de las estudiantes- obedece a esas experiencias vividas.

En varias ocasiones los/las estudiantes se muestran preocupados/as por la dimensión instrumental-operativa (Bruno et al., 2014) o ligada exclusivamente al conocimiento técnico en el trabajo social. Esto se ve, por ejemplo, en la siguiente propuesta de ateneo:

Alumno (a partir del relato empleado sobre un sujeto que se corta la piel delante de los trabajadores del Centro de Acceso a la Justicia) -Plantear una visión desde la institución, puede ser desde el profesional, sobre la situación, ¿qué harían, qué pensarían, qué realizarán sobre ese sujeto inesperado? Alumna -Pensar nosotros desde el Centro de Acceso a la Justicia, ¿cuál es la visión que le damos? Alumno -Ponerse en el lugar de la trabajadora social, psicóloga o mío. Lo primero que se les ocurra, ¿qué harían en ese momento? (Clase 6)

Hacia el final de la clase, el estudiante comenta que pensó la consigna a partir de su preocupación por la dimensión operativa del trabajo social, es decir, por los modos concretos de intervenir. Esta preocupación pone de manifiesto tensiones generadas al pensar la intervención en problemas de práctica profesional singulares que presentan conflictos de valores y un marco de incertidumbre (Schön, 1991).

En otro ateneo, se observa que, en tres ocasiones seguidas, dos estudiantes preguntan insistentemente a la referente (invitada especial) por modos concretos de su intervención. Si bien ella los había desarrollado desde un nivel epistemológico y teórico y había brindado ejemplos de lo requerido, una de las estudiantes pregunta insistentemente por sus modos de actuar. Esta situación permite pensar en su preocupación por el nivel de intervención desde lo técnico, preocupación que persiste en el ejercicio profesional, en el que “el cómo de la profesión eclipsa el sobre qué y el para qué” (Arias, 2013).

Alumno 1 -Vos estableciste un panorama y miradas de aportes a la evaluación, y en cuanto a las acciones, ¿qué aportás? Referente -A ver, ¿qué aportes hago? (Sonríe.) Profesora -Es lo que contó antes. Alumna 4 -Uno detiene la mirada, ahora a la hora… ¿qué aportes realiza el trabajador social? Referente -A ver si lo puedo bajar a casos concretos. (…) Referente (a alumno 1) -Me quedé pensando en lo que decís vos. Yo trabajo mucho desde la escucha, en reconstruir una historia de vida. Desde la escucha intervenís. Por ejemplo, nosotras trabajamos con bolivianos y por ahí es entender su cultura (…) No hay un rol específico del trabajador social, es en conjunto. Por ahí la especificidad es armar una red con las instituciones, pero siempre se debate en equipo, ahí se supervisan los casos y a partir de ahí hay casos necesarios como el de estos hermanos que hay que trabajar en conjunto con otras instituciones, y la que hace eso soy yo. (Clase 6)

Las intervenciones orientadas a analizar las problemáticas específicas que presentan los/as estudiantes a partir de lo que observan en los centros de práctica (adicciones, abuso sexual, vivienda, etc.) son apenas abordadas en los ateneos. En cambio, predomina el darle sentido a la práctica a partir de nociones tales como Estado, institución, sujeto, lo cual brinda un sentido general desde la profesión, pero no permite ahondar en las problemáticas singulares de cada ateneo.

Los ateneos desde la perspectiva de los/las estudiantes

Los/las estudiantes describen los ateneos como relatos que construyen a partir de situaciones vividas elegidas para problematizar. Los acompañan de un análisis teórico e incluyen preguntas para seguir analizando. Los valoran en tanto propuesta para articular teoría y situaciones de la práctica y hacer uso de la teoría para tomar distancia de la inmediatez de las situaciones vividas.

- … el ateneo está bueno como espacio de evaluación, porque realmente uno puede ejercitar lo que va viendo a lo largo del año en el centro de práctica, de una situación que le llamó en particular y el querer compartirla con los compañeros desde una cuestión teórica. Parto de una práctica o de una situación de la realidad, pero la voy conceptualizando teóricamente. Es como el ejercicio inverso de lo que supuestamente siempre nos proponen. Porque siempre nos dicen que tenemos que tener teoría para poder intervenir en la realidad. Acá es al revés: yo parto de una realidad y la conceptualizo, y le pongo teoría a esa situación. -¿Y dónde aparece la teoría? -En la construcción del ateneo. Dijimos: “Estos tres chicos, víctimas de abuso sexual”, le ponemos teoría a esa situación, a esa dinámica que vive la familia. ¿Por qué se da esto? Porque en el abuso hay un silencio, hay un pacto. Esas son todas cuestiones teóricas. (Entrevista a Delia, 2014)

Los/as estudiantes encuentran de gran interés la presentación de los ateneos en clase con el análisis del grupo y, en ocasiones, con los/las referentes o especialistas en el tema en cuestión, orientándose hacia la grupalidad (Souto, 1999). Así lo expresa un estudiante: “En esto de echar luz a situaciones muy complejas de forma grupal, siempre es rico el aporte y la discusión de tus compañeros, el desacuerdo con tus compañeros” (entrevista a Juan, 2014).

La referencia al trabajo con los ateneos como parte de las clases y de la evaluación expresa una débil clasificación (Bernstein, 1985) entre instancias de enseñanza, formación y evaluación en la que esta última adquiere interés formativo y no solo sumativo (Camilloni, 1998). Este entramado entre enseñanza, formación y evaluación se sostendría, por un lado, en un modo de pensar el análisis de las situaciones relatadas como un proceso en curso que implica diferentes mediaciones (la escritura, la teoría, los/las compañeros, los/las referentes) y, por otra parte, en tanto modalidad de ejercer la profesión: construyendo las situaciones problemáticas, analizándolas y poniéndolas en discusión con otros/as. Este tipo de trabajo implica la representación de situaciones de práctica preprofesional que habilita a desarrollar herramientas de inteligibilidad (Barbier, 1999). En estrecha relación, entendemos que el conocimiento que surge se crea mediante interpretaciones sobre el objeto realizadas por el sujeto en diversos momentos, interpretaciones que recuperan preguntas y análisis de otros/as, que no son necesariamente excluyentes entre sí y que pueden incluir contradicciones. Esas interpretaciones acompañan el proceso de formación del/la estudiante.

Elegí una situación que se había presentado. Una mujer que había ido al Centro de Acceso a la Justicia para una consulta (…) Fue un caso que me gustó mucho por cómo estaba la mujer que iba a consultar. Se movía mucho por conseguir lo que quería, laburaba, le habían pasado muchas cosas en la vida. Sin embargo, la seguía peleando. Estaba bueno eso (…) Era una situación con su ex pareja, de violencia, tenían un hijo en común. Ella tiene epilepsia y la habían echado del trabajo porque había tenido un ataque ahí. Pero ella a pesar de eso se movía. Tenía el recurso para poder moverse y poder solicitarlo. Ahora me acuerdo que ella, cuando llega al Centro de Acceso a la Justicia, dice que quiere tramitar un subsidio. Entonces la trabajadora social le empieza a preguntar sobre su vida, cómo está conformado su hogar. Ahí se fue abriendo, desentrañando qué era lo que pasaba ahí. Se entró en toda la situación de violencia, el problema de salud, el hijo en común, que la ex pareja no aportaba la manutención. Se fue abriendo un complejo de problemas y presenta una demanda. Lo vinculé a lo que habíamos visto en clase: cómo hay una demanda inicial, cómo a partir de la entrevista y el lugar que ocupa la entrevista para desentrañar la problemática y cómo se construye la intervención en conjunto con la persona. Se trabajó conjuntamente con la mujer que había ido. (Relaté) la situación de esta mujer. Presenté, después, preguntas que me surgieron de esa situación: qué lugar ocupa la intervención, cómo se da el pasaje de la demanda a la intervención; hice una serie de preguntas y abajo fui analizándolas un poco desde el lugar de la entrevista, de la intervención, la construcción conjunta con el sujeto. (Entrevista a Ana, 2014)

Es posible conceptualizar los ateneos como propuestas de formación constituidas en analizadores artificiales (Lapassade, 1971) en tanto eligen una situación vivida para construirla como objeto de análisis (mediación que ya implica una toma de distancia de la realidad) y tomar la teoría y los puntos de vista de los otros (como mediadores) para develar significados subyacentes.

Estudiante -Armé una dinámica y lo que hicimos fue hicimos un juego de dos mazos de cartas, en una había diferentes artículos de la ley de salud mental y en el otro, diferentes intervenciones y estaban ordenadas de un modo parejo. Uno tiraba una carta con una ley y otra una intervención para ver cómo había cosas que no estaban funcionando dentro de la intervención. Por un lado, la ley dice una cosa, pero al momento de intervenir y uno se encuentra con otra. “El Hospital General debe brindar…” o “Los enfermos o pacientes mentales deben ser internados en un hospital general” y los hospitales generales no tienen espacio. Entrevistadora -Y en el otro mazo de cartas, ¿qué aparece? Estudiante -El director del hospital, el director de la guardia del hospital llamó la atención a la trabajadora social por internar un paciente de salud mental en la sala de clínicas. Y eso está dicho por ley. No lo estoy diciendo yo. Aunque fuese ese juego, de ver la teoría y la práctica, dónde se unían o no se unían. (Entrevista a Andrea, 2014)

Los ateneos como aportes a la formación preprofesional y a la construcción del campo de trabajo social

Dado el recorrido realizado por el artículo, sostenemos que los ateneos se constituyen en espacios de conversación, intercambio y discusión grupal, retomando su sentido etimológico inicial. Ya sea en el ámbito de la formación preprofesional (durante la formación en instituciones universitarias) o profesional (en el ejercicio de la profesión en instituciones de trabajo) de médicos/as, docentes o trabajadores/as sociales, los ateneos provocan el análisis de los casos y las situaciones problemáticas al ir más allá de la experiencia vivida. Esto pone de manifiesto su sentido de dispositivo artificial (Souto, 1999) y de analizador (Lapassade, 1971) que posibilita visibilizar sentidos opacos que, sin esa mediación, permanecerían ocultos.

En la propuesta pedagógico-didáctica, el trabajo en los ateneos como modalidad de formación y evaluación de los aprendizajes parte de que los estudiantes identifiquen, en las situaciones de práctica preprofesional vividas, aquello que los moviliza emocionalmente y/o interpela intelectualmente en relación con sus imágenes sobre la profesión y construyan un caso que incluya una situación problemática. Se espera que lo analicen e interpreten teóricamente mediante interrogantes tales como ¿para qué?, ¿por qué?, ¿para quiénes?, ¿con qué fundamentos?, a fin de darle inteligibilidad en el sentido dado por el llamado nivel de teorización praxiológico sobre las prácticas (Ferry, 2008). Junto a ese análisis se propicia plantear soluciones de intervención alternativas.

Este proceso de construcción y análisis del caso y la situación problemática del ateneo pone de manifiesto cierta mirada del sujeto de la formación. Este se piensa como quien moviliza sus emociones y pone en juego saberes teóricos y metodológicos e interpreta las demandas de formación desde sus experiencias vividas e imaginarios sobre la profesión. Este sujeto construye el caso y el problema y acude a la teoría para actuar e intervenir sobre ella y reflexiona sobre sí mismo en un espacio compartido con otros/as.

Desde las consignas del trabajo práctico y la intervención docente en las clases, se fomenta la toma de conciencia sobre la estrecha relación entre el posicionamiento epistemológico y teórico (sobre la realidad social, el rol del/la trabajador/a social y el sujeto de la intervención) y las decisiones metodológicas asumidas tanto para construir el problema del caso como para pensar modos de intervención en las instituciones situadas. Este enfoque implica movilizar “conocimientos, habilidades, cierta representación del trabajo a realizar, de la profesión que va a ejercerse, la concepción del rol, la imagen del rol que uno va a desempeñar” (Ferry, 2008, p. 54) en un sentido que entiende a la formación como “ponerse en forma” (Ferry, 2008).

Este modo de pensar la formación es solidario de un enfoque sobre el trabajo social como profesión. Este supone construir problemas (en vez de pensar que vienen dados o están naturalizados), pensar alternativas de acción (antes que aplicar esquemas únicos y predefinidos), analizar con el otro (a diferencia de hacerlo en soledad), emplear la teoría para tomar distancia de las situaciones inmediatas, rutinarias y caracterizadas por el fuerte padecimiento de los sujetos con los que intervienen (en vez de quedarse inmovilizados y en el sentido común).

Otro rasgo de la propuesta de formación del ateneo es el diseño con lógica de alternancia (Ferry, 2008) entre lo que sucede en los centros de práctica -instituciones que sitúan al sujeto con la realidad profesional inmediata- y lo que acontece en el espacio del aula -como centro de formación que propone hacer pensables las experiencias vividas en aquellos-. Este diseño parte del supuesto de que asistir al centro profesional y observar prácticas profesionales no garantiza por sí mismo la formación (Ferry, 2008). Para que esa potencialidad se haga acto es necesario el análisis y reflexión sobre la acción realizada en los ateneos como propuesta de formación y evaluación.

Nos preguntamos, finalmente, por el valor de la sistematización de los ateneos como parte del trabajo de construir conocimiento local y situado en el campo del trabajo social, heredero de discusiones sobre la cientificidad del campo por su carácter fuertemente intervencionista. Desde el marco de la pedagogía de la formación y el llamado cuarto nivel de teorización sobre la acción (Ferry, 2008), que responde al interés científico de producir conocimientos, entendemos que sistematizar casos y reconstruir diferentes modalidades de intervención con sus justificaciones teóricas puede ser parte de una modalidad de construcción de saberes en una disciplina del campo de las ciencias sociales como lo es el trabajo social.

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Nota Editor: La editora Beatriz Diconca aprobó el artículo.

1 La investigación corresponde a una tesis doctoral en Ciencias de la Educación sobre la formación y la evaluación preprofesional universitaria y su relación con el campo profesional futuro, realizada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires con la dirección de la doctora Diana Mazza. Fue defendida en julio de 2020.

2Se realiza en la segunda mitad del año, cuando los/las estudiantes ya elaboraron un informe de inserción en el que presentaron a la institución centro de práctica y las problemáticas sociales sobre las que trabaja y tras haber analizado en profundidad la intervención profesional del trabajador social en relación con problemáticas de la familia y el sujeto desde el punto de vista de las políticas públicas y sociales.

Recibido: 06 de Junio de 2020; Aprobado: 12 de Septiembre de 2020

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