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Lingüística

versión On-line ISSN 2079-312X

Lingüística vol.38 no.2 Montevideo dic. 2022  Epub 01-Dic-2022

https://doi.org/10.5935/2079-312x.20220014 

Articles

UN ESTUDIO MORFOLÓGICO Y SOCIOCULTURAL DE TRES GRUPOS DE FORMACIONES EN -ERO/-ERA (TIPOS SOCIALES, OFICIOS Y ACTIVIDADES) EN EL ESPAÑOL ACTUAL DE LA ARGENTINA

UM ESTUDO MORFOLÓGICO E SOCIOCULTURAL DE TRÊS GRUPOS DE FORMAÇÕES EM -ERO/-ERA (TIPOS SOCIAIS, EMPREGOS E ATIVIDADES) NO ESPANHOL ATUAL NA ARGENTINA

A MORPHOLOGICAL AND SOCIOCULTURAL STUDY OF THREE GROUPS OF FORMATIONS IN -ERO/-ERA (SOCIAL TYPES, JOBS AND ACTIVITIES) IN CURRENT SPANISH IN ARGENTINA

1Universidad de Buenos Aires. ggiammat@gmail.com

2Universidad de Buenos Aires. naugustus1966@gmail.com

3Universidad del Salvador. hilda.albano@gmail.com


Resumen

En un trabajo anterior (Giammatteo y Albano 2002) estudiamos un conjunto de palabras surgidas en la crisis argentina de 2001 (neologismos nominales y verbales derivados mediante distintos sufijos). Para este artículo retomamos los términos que daban título al trabajo (piqueteros, caceroleros) para centrarnos en palabras formadas con el sufijo -ero/-era. Distinguimos tres grupos de derivados: los referidos a tipos, clases y grupos sociales (piquetero, cacerolero, cartonero); los nombres de oficios nuevos (motoquero, notero) o formas populares para oficios tradicionales (tachero, bondiero); las denominaciones basadas en actividades (tuitero, facebookero), preferencias o elecciones (futbolero, eventero, abortera).

En el estudio se analizan los procedimientos morfológicos de formación de estas palabras, y se consideran los factores socioculturales y la valoración social recibida. Desde la perspectiva de la enseñanza, esta temática puede despertar el interés de los estudiantes por las formas propias de la variedad argentina y contribuir a su valoración.

Palabras clave: derivados nominales en -ero/-era; procedimientos morfológicos; factores socioculturales; implicaciones didácticas

Resumo

Em um trabalho anterior (Giammatteo e Albano 2002) estudamos um conjunto de palavras que surgiram na crise argentina de 2001 (neologismos nominais e verbais derivados de diferentes sufixos). Para este artigo, retomamos os termos que deram título à obra (piqueteros, caceroleros) para focalizar as palavras formadas com o sufixo -ero/-era. Distinguimos três grupos de derivados: os referentes a tipos, classes e grupos sociais (piquetero, cacerolero, cartonero); os nomes de novos ofícios (motoquero, notero) ou formas populares de ofícios tradicionais (tachero, bondiero); denominações baseadas em atividades (tuitero, facebookero), preferências ou escolhas (futbolero, eventero, abortera).

No estudo, são analisados ​​os procedimentos morfológicos de formação dessas palavras e considerados os fatores socioculturais e o valor social recebido. Do ponto de vista do ensino, esse tema pode despertar o interesse dos alunos pelas formas da variedade argentina e contribuir para sua valorização.

Palavras-chave: derivadas nominais em -ero/-era; procedimentos morfológicos; fatores socioculturais; implicações didáticas

Abstract

In a previous work (Giammatteo and Albano 2002) we studied a set of words that emerged in the Argentine crisis of 2001 (nominal and verbal neologisms derived through different suffixes). For this article, we return to the terms that gave the work its title (piqueteros, caceroleros) to focus on words formed with the suffix -ero/-era. We distinguish three groups of derivatives: those referring to types, classes and social groups (piquetero, cacerolero, cartonero); the names of new trades (motoquero, notero) or popular forms for traditional trades (tachero, bondiero); denominations based on activities (tuitero, facebookero), preferences or choices (futbolero, eventero, abortera).

In the study, the morphological procedures of formation of these words are analyzed, and the sociocultural factors and the social value received are considered. From the perspective of teaching, this theme can arouse the interest of students in the forms of the Argentine variety and contribute to their appreciation.

Keywords: nominal derivatives in -ero/-era; morphological procedures; sociocultural factors; didactic implications

1. Introducción1

En un trabajo anterior (Giammatteo y Albano, 2001) estudiamos un conjunto de palabras surgidas en la crisis argentina de 2001, que incluía neologismos nominales y verbales derivados mediante distintos sufijos: -bilidad (empleabilidad, ingobernabilidad), -aje (blindaje (económico)), -ismo e -ista (truchismo, lobista), -ero (piquetero, cacerolero), -ar (gerenciar, escrachar), -ear (defaultear, cacerolear) e -ificar (pesificar). Para este artículo retomamos los dos términos que daban título al mencionado trabajo, piqueteros y caceroleros, y nos centramos en una serie de palabras del español actual de la Argentina formadas con el sufijo -ero/-era, con las que hemos conformado tres grupos. En el primero, estudiamos derivados en -ero/-era referidos a tipos representativos de distintas clases y grupos sociales (piquetero, cacerolero, cartonero, puntero, choripanero, choriplanero, clasemediero y patotero); en el segundo, se ubican aquellos derivados referidos a oficios nuevos (motoquero, notero) o formados a partir de denominaciones alternativas, de origen popular, para ocupaciones tradicionales (tachero, bondiero, boquetero); en el tercer grupo, colocamos a los derivados que nombran a las personas a partir de las actividades que realizan (tuitero, facebookero, blogero, instagramero, whatsappero) o bien por sus preferencias o elecciones (futbolero, falopero, abortera, fiestero, eventero, garronero).

Luego de esta introducción, nos ocupamos de los procedimientos morfológicos involucrados en la formación de los derivados en -ero/-era del corpus, conformado por casos tomados de la prensa escrita, los medios y las redes sociales. En primer lugar, distinguimos entre palabras en -ero/-era que están formadas por derivación y las que son resultado de un proceso de composición. En segundo lugar, retomamos los tres grupos planteados desde la perspectiva sociocultural, considerando tanto el origen de los derivados en un ámbito determinado como la valoración que reciben en el español actual de la Argentina. En el cierre, presentamos nuestras conclusiones y las implicaciones del tema para la enseñanza del español como lengua materna.

2. El sufijo -ero/-era y la derivación nominal

Según Lacuesta y Bustos Gisbert (1999: 4555), el sufijo -ero/-era “es paroxítono y presenta variación genérica potencial en los derivados que designan seres animados: camarero/camarera, misionero/misionera, hechicero/hechicera”.

Sostienen estos autores que este sufijo crea tanto formas denominales como deadjetivales por “existir tres tipos de formaciones: i) las que solo admiten una interpretación nominal; ii) las que son exclusivamente deadjetivales; iii) las que admiten ambas interpretaciones”.

En cuanto a nuestro corpus, está conformado por derivados denominales referidos a entidades con el rasgo 'humano', aunque la mayoría también registra usos como adjetivos relacionales, en los se ubican posnominalmente, concordando en género y número con el nombre al que modifican:

Respecto del significado del sufijo, para Lang (1997: 180) -ero/-era es rival de -ista para la denominación de profesiones. Asimismo, los casos del corpus corroboran las afirmaciones de Lacuesta y Bustos Gisbert (1999: 4557), para quienes, cuando forman nombres animados, “la mayoría de los derivados designa 'nombres de agente', especialmente profesiones: aduanero, archivero, jardinero”. Este valor agentivo de -ero/-era se pone en evidencia sobre todo en la equivalencia entre estos derivados en español formados a partir de bases del inglés, cuyos equivalentes en esa lengua se forman con el sufijo agentivo -er: blog > ingl. blogger y esp. bloguero; twitter > ingl. twitterer y esp. tuitero. En -ero/-era también es la forma correspondiente a youtuber recomendada por la Academia: youtubero, si bien no es la adoptada en Argentina, donde se prefiere youtuber. Del valor agentivo de -ero/-era se deriva su significado de 'habitualidad', que lo hace apto para formar derivados relacionados con oficios, profesiones y actividades en general. Desde la perspectiva morfológica, en la que nos vamos a centrar en primer lugar, en nuestro corpus encontramos palabras en -ero/-era tanto complejas como compuestas.

2.1. Derivados en -ero/-era complejos

Las palabras complejas en -ero/-era conforman cuatro grupos, según el tipo de nombre del que provienen:

  • a)Derivados de nombres colectivos (piquetero, patotero).

  • b)Derivados de nombres de instrumentos u objetos involucrados en la actividad que desarrolla el individuo (cacerolero, cartonero, motoquero).

  • c)Derivados de nombres tomados en sentido locativo, como el sitio virtual donde el individuo realiza la actividad (facebookero, tuitero).

  • d)Derivados de nombres eventivos (o tomados en sentido eventivo) vinculados con los intereses o elecciones del individuo (futbolero, fiestero, eventero).

Veamos las características de cada grupo:

a) Derivados de nombres colectivos. Entre la base y el derivado existe una relación de todo a parte. El significado del derivado puede describirse como: 'X es parte de o actúa en o como parte de N' (= lo designado por el nombre base): piquete > piquet-ero (el que interviene en un piquete); patota > patot-ero (miembro de la patota).

b) Derivados de nombres de instrumentos u objetos involucrados en la actividad que desarrolla el individuo. La paráfrasis que describe el significado del derivado es: 'X realiza una actividad con (en relación con) N': cacerola > cacerol-ero; cartón > carton-ero; falopa > falop-ero. En estos casos se puede establecer la relación con un verbo de la misma base que describe la actividad: cacerolear, cartonear, falopearse.

Dentro del grupo b) de derivados en -ero/-era formados a partir de nombres de objeto reconocemos dos subgrupos con significados específicos:

b.1) Derivados de interpretación resultativa. El objeto involucrado es resultado de la actividad que realiza el individuo. La paráfrasis es 'X hace una actividad cuyo resultado es N': boquete > boquetero ('el que hace un agujero en la pared (para robar)'); nota > notero ('el que hace una nota periodística (para diarios, radio o televisión)').

b.2) Derivados de nombres de vehículos. El objeto involucrado es el vehículo con el que se realiza una actividad. La paráfrasis es: 'X maneja un tipo de vehículo': moto > motoqu-ero (con inserción del interfijo /-k-/); bondi (lunfardo, colectivo) > bondi-ero (= 'chofer de colectivo'); colectivo > colectiv-ero; tacho (lunfardo, taxímetro) > tach-ero.

c) Derivados de nombres tomados en sentido locativo. En primer lugar, ubicamos en este grupo un conjunto de bases extranjeras referidas a nombres de redes sociales que funcionan como el 'sitio virtual' en donde se realiza una actividad2. La paráfrasis correspondiente es 'X realiza una actividad en N': Facebook3> facebook-ero (pron. /'feisbu'kero/), Twiter > tuit-ero (pron. /tui'tero/), blog > blogu-ero (pron. /blo'gero/), Instagram > instagramero (pron. /instagra'mero/), Whatsapp > whatsappero (pron. /gua(t)sa'pero/). Todos tienen un verbo relacionado: facebookear, tuitear, bloguear, etcétera.

En segundo lugar, añadimos a este grupo, puntero, derivado de punta (DLE = 'extremo de algo'), cuya interpretación literal sería 'el que está en la punta', lo que nos permite ubicarlo con los derivados en -ero/-era que provienen de un nombre con valor locativo y de donde también deriva su significado en el español general de 'más avanzado en su género' y 'persona que descuella en cualquier actividad' (Conde, 2004). (Profundizamos este análisis en relación con el uso en el español de la Argentina, en §3.1.)

d) Derivados de nombres eventivos (o tomados en sentido eventivo). Se trata de derivados vinculados con los intereses o elecciones del individuo, de modo que la paráfrasis para explicar su significado es: 'X se interesa o es partidario de N': fútbol > futbol-ero (el que le gusta el fútbol); evento > event-ero (el que le gusta asistir a eventos); fiesta > fiest-ero (el que le gustan las fiestas o la diversión en general); paja > paj-ero (el que pierde el tiempo masturbándose o en actividades inútiles); aborto > abort-ero (que practica abortos (a otros), masc. y fem.; que ha tenido abortos, fem.; partidaria de la legalización del aborto, comúnmente en fem.).

Según vemos, los derivados se forman a partir de nombres de campos semánticos más o menos determinados y los nombres resultantes de cada campo tienen significados homogéneos, tal como se muestra en el siguiente cuadro:

Cuadro 1: Derivación con el sufijo -ero/-era desde bases nominales 

2.2. Derivados en -ero/-era compuestos

Los derivados en -ero/-era del corpus, formados a partir de nombres compuestos, son tres: choripanero, choriplanero y clasemediero. El primero está formado a partir del compuesto chori-pán (= 'chorizo al/en pan'), que contiene la primera base apocopada chori(zo), a la que se agrega -ero: chori(zo)pán > choripan-ero. Tomado en un primer sentido literal, designa a 'el que fabrica o vende choripán' y también a 'el que lo consume'. (Profundizaremos la interpretación sociocultural y la valoración de este derivado en §3.1.).

Chori-planero, que evidencia un juego fónico con el anterior (choripán ~ choriplán), designa 'al que come choripán y tiene un plan de asistencia social proporcionado por el gobierno'. Sin embargo, su formación es diferente, ya que no existe *choriplán como compuesto. Choriplanero se forma a partir de la base apocopada chori(zo) y la segunda base es el derivado plan-ero: chori(zo) + plan-ero4.

Tanto choripanero como choriplanero (y también planero) pueden ubicarse en el primer grupo de derivados en -ero/-era formados a partir de un nombre de objeto. En cuanto a clasemediero, responde al tipo de derivados en -ero/-era que provienen de nombres colectivos (clase media > clasemedi-ero), y por tanto, clasemediero hace referencia a individuos que forman parte de esta clase.

3. Derivados nominales en -ero/-era en el español actual de la Argentina

Como es obvio, el significado de las palabras que estamos analizando no se agota ni con la explicación relativa a las bases que las componen ni con la de los procesos morfológicos mediante los que se forman, sino que, en estos casos, la interpretación semántica presenta una fuerte dependencia cultural y, en gran medida, depende de nuestro conocimiento de mundo. Y esta perspectiva es la que vamos a explorar a continuación, para lo cual vamos a retomar los tres grupos planteados en la introducción.

3.1. Derivados en -ero/-era referidos a tipos representativos de clases y grupos sociales

Ubicamos en este primer grupo a piquetero, cacerolero, cartonero (y carrero), puntero, choripanero, choriplanero, clasemediero y patotero.

Cacerolero y piquetero son los dos términos que habíamos elegido para el título del trabajo de 2001, justamente porque eran dos palabras clave de ese momento de la Argentina. Nuestro punto de partida fueron los planteos pioneros de Matoré (1953), quien, para superar la visión estática del estructuralismo, propuso una perspectiva que incorpora el análisis de las interacciones y movimientos que se producen en el léxico de una lengua como reflejo de un estado de la sociedad. Respecto del concepto de palabra clave, Matoré sostiene que se trata de una noción de carácter social que expresa de manera sintética la época estudiada:

(Es) la unidad lexicológica que expresa una sociedad (…) La palabra clave designará, por tanto, no una abstracción, no un medio, no un objeto, sino un ser, un sentimiento, una idea, vivas en la medida misma en que la sociedad reconoce en ellas su ideal (Matoré 1953: 68; traducción nuestra).

En el caso de cacerolero y piquetero, a los que hemos sumado cartonero (y carrero, como un equivalente más general), son palabras que dan cuenta de tipos sociales surgidos en la crisis de 2001 y cada uno de ellos, según iremos viendo, se puede considerar representativo de un grupo social determinado.

Caceroleros5 son los ciudadanos, generalmente de clase media, que intervienen en protestas callejeras. Los primeros registros de esta actividad se ubican en 1961, en “las noches de las cacerolas” ocurridas durante la guerra de Independencia de Argelia. En América Latina, las primeras cacerolas se hicieron sentir en Chile, entre 1971 y 1973, cuando en los barrios más ricos se hacían sonar como modo de protesta de la derecha chilena contra el presidente socialista Salvador Allende. En la Argentina, aunque también hay un antecedente de caceroleo contra la dictadura militar en 1982, y hubo varios durante el gobierno de Alfonsín, las protestas más recordadas son las del 19 y 20 de diciembre de 2001, que obligaron al entonces presidente Fernando de la Rúa a renunciar a su cargo:

4. El corralito financiero que impuso el por entonces ministro de economía, Domingo Cavallo, dejó en la lona a cientos de familias de clase media, que veían cómo sus ahorros se esfumaban y salieron a la calle a reclamar junto a los sectores populares. Así nacieron los “caceroleros”, mientras los saqueos continuaban produciéndose en distintos puntos del país (Universidad.com, UNCUYO, 18/12/2012; http://www.unidiversidad.com.ar/19-y-20-de-diciembre-de-2001-renuncia-de-la-rua-y-estallido-social).

Desde entonces los gobiernos han ido cambiando, pero siempre que la ciudadanía quiere manifestarse sale a golpear las cacerolas a la calle, y no solo en Argentina, sino también en otras partes:

5. Los caceroleros se globalizaron y resonaron en varios países. En Estados Unidos, España, Grecia, Holanda, Suiza, Francia y Alemania hubo marchas en solidaridad con la Argentina al cumplirse un año del estallido popular que terminó de provocar la caída de De la Rúa (Página 12, Buenos Aires, 24/12/2002; https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-14588-2002-12-24.html).

El término se mantiene vigente en el país y hay registros de distintos cacerolazos en los diferentes gobiernos que sucedieron a De la Rúa, hasta la actualidad:

Asimismo, muestran de la vitalidad de la palabra los numerosos derivados que ha formado: cacerolazo, cacerolear, caceroleo, cacerolada, cacerolo, cacerolismo, cacerolerismo:

  • 9. En Barcelona se realizó una importante cacerolada ante el consulado argentino, y marcha a través de la ciudad, en coordinación con ciudadanos en Buenos Aires que cacerolearon frente a la embajada de España (mail de AUTOCONVOCATORIA INTERNACIONAL, 10/01/02).

  • 10. Pero contienen aparte el complemento del cacerolismo activo (J. Asís, El Cronista, Bs. As., 26/02/2016; https://www.cronista.com/columnistas/Macri-tercer-gobierno-radical-20160226-0078.html).

  • 11. Sin dudas, llevan ventaja en esto los militantes del cacerolerismo libertario o el piqueterismo revolucionario (J. Burdman, El Estadista, Bs. As., 27/05/2013; https://www.elestadista.com.ar/?p=3400).

Según el DLE, un piquetero es un “muchacho que llevaba de una parte a otra las piquetas6 a los trabajadores de las minas”; sin embargo, tal como se utiliza esta palabra en el español de Argentina, guarda más relación con las acepciones (5) y (6) de piquete que registra este diccionario:

(5): pequeño grupo de personas que exhibe pancartas con lemas, consignas políticas, peticiones, etc.; (6): grupo de personas que pacífica o violentamente, intenta imponer o mantener una consigna de huelga.

Sin embargo, donde encontramos una descripción de esta palabra más cercana a nuestra realidad es en un folleto publicado por la Academia Porteña del Lunfardo, titulado Vocabulario de la crisis (La Nación 05/02/2002: 12):

Piquete: grupo numeroso de gente que se instala más o menos espontáneamente, con ánimo de protesta social, en sitios críticos para el traslado de personas o vehículos, con el propósito de impedirlo.

Por tanto, como tipo social, a diferencia de cacerolero, que representa a un miembro de la clase media alta o baja, según los casos, el término piquetero hace referencia a personas de clase trabajadora que reclaman por mejores condiciones laborales, aunque es muy común que los piquetes estén formados por miembros de esta clase que han perdido su trabajo. Como recurso de protesta, los piqueteros se instalan en rutas y otros sitios de paso para impedir la circulación del tráfico automotor.

Si bien se trata de un movimiento originariamente espontáneo, a partir de la crisis de 2001, como muestra el ejemplo (12), los piquetes comenzaron a organizarse, añadiendo a los reclamos básicos de los trabajadores, un rechazo por la clase política tradicional, tal como sintetizaba la frase popular de ese momento “que se vayan todos”:

12. (…) la actividad más importante de la AGD-UBA para esta semana es la concentración de este viernes en Plaza Congreso a las 14:30 hs. Para recibir a los compañeros piqueteros que protagonizan la Marcha Nacional por “Pan, Trabajo y que se vayan todos”. La Marcha está organizada por el Bloque Piquetero Nacional, y es una de las medidas votadas por la Asamblea Nacional Piquetera en Plaza de Mayo (mail de convocatoria a la Marcha, 12/03/02).

Desde sus inicios, esta palabra no ha perdido vigencia y encontramos numerosos ejemplos actuales de su empleo (13) y (14), así como derivados formados a partir de ella, como piqueterismo (15) y antipiquetero (16):

La definición de “persona que hace o vende cartones u obras hechas en cartón” con que está registrado cartonero en el DLE, solo recubre en parte el significado que esta palabra ha adquirido en el español de la Argentina. Según describe Pietra (2013: 28), cartonero, a diferencia de cacerolero y piquetero, no surge directamente en la crisis de 2001, sino como consecuencia de ella:

Así fue que, en medio de este panorama desolador, a los piqueteros que inauguraron los cortes de calles y rutas, se agregó el llamado nuevo cirujeo, modus vivendi de numerosas familias para las cuales la recolección de basura significó la única fuente de supervivencia.

El fin de la paridad cambiaria, el famoso “1 a 1”, dio un nuevo giro al escenario en 2002. …El papel y el cartón llegaron a ser sustituidos en un 43% a partir de 2002. Y es en esta precisa instancia cuando aparece un nuevo sujeto en una nueva actividad: el cartoneo. Cientos de cartoneros comenzaron a recolectar el papel y el cartón de la vía pública a partir de 2002. El kilogramo de papel y cartón incrementó su precio de acuerdo a la nueva paridad cambiaria y el cartoneo se convirtió en una actividad discretamente rentable no solo en Argentina, sino en toda Latinoamérica.

Como denominación de un tercer tipo social, cartonero no refiere, entonces, ni a la clase media ni a la trabajadora, sino que en primera instancia fue asociado con personas desposeídas, sin trabajo y de cierta marginalidad, que debían dedicarse a cartonear para sobrevivir. Sin embargo, posteriormente y hasta la actualidad, la actividad que realizan los cartoneros ha comenzado a considerarse un trabajo que, si bien es informal, generalmente involucra a familias enteras a las que les permite subsistir. Así, mientras el sinónimo para la primera etapa es ciruja, para la segunda, donde los cartoneros logran organizarse, se acuñan los eufemismos recuperador urbano y reciclador urbano:

cartonear, cartonerismoanticartonero

En cuanto a choripanero, si bien, como ya hemos anticipado (v. §2.2 supr.), puede ser “una persona que fabrica o vende choripanes” e incluso “el que los consume”, la extensión de su empleo en los medios de comunicación y redes sociales, así como también el de choriplanero y planero, tiene que ver con la referencia despectiva a los militantes kirchneristas y peronistas:

Clasemediero es otro término usado en sentido despectivo para referirse a la clase media, sin embargo, no se trata de un argentinismo original. La palabra surgió del título del libro Clasemediero: pobre no más, desarrollado aún no de Luis de la Calle y Luis Rubio, publicado en 2010 y referido a la clase media de México, cuyo ascenso, como motor de la sociedad, era visto positivamente por los autores. Sin embargo, el término ha adoptado en Argentina un valor despectivo y se usa para hacer referencia a los miembros de esa clase, que en Argentina existe desde hace mucho pero que en las circunstancias actuales lucha por no desaparecer:

En cuanto a puntero, el DLE registra tres acepciones referidas al ámbito deportivo, de uso en Argentina y otros países de Latinoamérica (5), (6) y (7):

5. m. y f. Arg., Bol., Chile, Col. y Ur. En las competencias de velocidad, persona que se halla en el primer puesto. 6. m. y f. Arg., Bol., Chile, Guat., Perú y Ur. En algunos deportes, delantero (ll jugador que forma parte de la línea delantera). 7. m. y f. Arg., Bol., Col., Ec., Guat., Perú y Ur. En el fútbol, delantero que se desempeña en los laterales.

Sin embargo, la acepción (8) del DLE, también referida al uso en la región, que hace mención a 'personas como a animales que se encuentran a la cabeza de un grupo', es con la que podemos vincular el significado político que el término ha tomado en Argentina:

8. m. y f. Arg., Bol., Par., Perú y Ur. Persona o animal que va delante de los demás componentes de un grupo.

Un puntero político es un activista de rango menor que 'hace punta' en los barrios, es decir, que funciona como ariete de un partido político. Como líder, caudillo o referente territorial, también 'está a la cabeza' de la gente de los barrios populares para defender sus reclamos y solucionar sus necesidades, si bien su accionar se considera clientelístico (27). La figura del puntero resultó tan popular que hasta se hizo una serie televisiva (28):

  • 27. Un puntero es alguien que milita en una organización política y desarrolla su tarea en un local partidario barrial. Esa persona, como consecuencia de su actividad en el barrio -medicamentos para tal, un semáforo en esa esquina peligrosa, una gestión para resolver un problema con el municipio-, consigue afiliados y votos para las elecciones internas (La Nación Revista, 26/07/1998; https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/el-dificil-oficio-de-los-punteros-nid212083).

  • 28. Mientras los programas políticos brillan por su ausencia en los canales de aire, la serie de Canal 13 El puntero ya suma dos millones de seguidores. ¿Cuánto hay de realidad en esta ficción televisiva que cuenta la historia de Pablo Aldo Perotti, líder barrial en un territorio en el que se cruzan la necesidad más extrema, los planes sociales, la policía, los favores políticos, la droga? ¿Es así? ¿Así se construye poder político en la Argentina? (L. Ventura, La Nación, 28/08/2011; https://www.lanacion.com.ar/opinion/punteros-entre-la-realidad-y-la-ficcion-nid1400997).

En cuanto a patotero, si bien no está vinculado ni con la protesta social ni tampoco con el accionar político, su inclusión en este grupo se debe a que representa un tipo de comportamiento social determinado. Un patotero es, por definición, el miembro de una patota, término que, según el DLE, se emplea en Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, y que proviene quizás de pacota, un argentinismo que refiere a 'un grupo de personas que participa en una fiesta popular, especialmente el carnaval'. Pacota podría estar relacionado con pacotilla que, en El Salvador y Nicaragua significa 'pandilla' y en Guatemala y Honduras, 'chusma, gente baja y maleante'. Para el DLE, en cambio, patota provendría 'del esp. pato, animal que habitualmente se mueve en bandada', palabra que podría estar asociada con la forma en que se denominaba a los hombres jóvenes de clase media alta que caminaban moviéndose como patos y que actuaban en forma desprejuiciada y pendenciera. Sea cual fuera el origen, la patota se asocia con grupos de jóvenes con un accionar violento y provocador, tal como fueron representados en la película argentina del director Daniel Tineyre, estrenada en 1960 y que ha tenido una remake en 2015. La película cuenta la violación de una profesora por parte de sus estudiantes.

El personaje del patotero había sido retratado por el tango mucho antes, en 1922, en Patotero sentimental de Manuel Romero y Manuel Jovés, cuya letra hace referencia a un farrista que se lamenta de su accionar amoroso:

29. Patotero, rey del bailongo / patotero sentimental, / escondes bajo tu risa / muchas ganas de llorar. / Ya los años se van pasando, / y en mi pecho no entra un querer, / en mi vida tuve muchas, muchas minas, / pero nunca una mujer (Manuel Romero, Todo Tango Web, Buenos Aires, 04/11/2019; http://www.todotango.com/musica/tema/578/Patotero-sentimental/).

A pesar de su origen bastante remoto, la palabra ha continuado en uso como lo muestran los siguientes ejemplos recientes:

3.2. Derivados en -ero/-era referidos a oficios nuevos o formados a partir denominaciones populares para ocupaciones tradicionales

Ubicamos en este segundo grupo términos referidos a profesiones, tales como motoquero, notero, colectivero, bondiero, tachero y boquetero. Lang (1997: 178, nota 6) sostiene que “(e)n Sudamérica, los términos de profesión en -ero aparecen como alternativas a denominaciones estándar, por ejemplo betunero por limpiabotas”. En nuestro corpus, por ejemplo, bondiero alterna con colectivero y tachero, con taximetrero y taxista.

Colectivero proviene de colectivo, que es la denominación que en Argentina se le da al autobús y que, según explica Conde (2004: 110), surgió “por abrev. de la expr. taxis-colectivos, utilizada en octubre de 1928 por el diario La Nación para denominar a aquellos autos con taxímetro que por esos días empezaban a convertirse en un transporte colectivo”. Pero junto a esta denominación ya tradicional, más coloquialmente, se emplea bondiero, del lunfardo bondi y éste del portugués bonde (tranvía), que surgió en 1876 cuando la empresa, que era británica, emitió bonds o acciones para formar el capital, lo que se usó para denominar primero a los tranvías y luego a los colectivos (Conde, 2004: 69).

En cuanto a tachero, proviene de la designación popular para taxímetro: tacho, formada en sentido lúdico-despectivo por semejanza fónica con taxi. El significado puede estar asociado con el de tacho como ‘recipiente de latón, hojalata o plástico’ (Conde, 2004: 295) y de ahí el sentido despectivo de asociar tacho con taxi. Otra posibilidad que figura en Conde (2004: 296) es considerar tacho como apócope de tachómetro, del inglés tachometer: taquímetro o contador de velocidad. Se trataría de una metonimia en la que el vehículo se nombra a partir de una de sus partes.

Por su parte, motoquero alterna con una forma sincopada motero y otra en -ista: motociclista. Sin embargo, aunque pueden usarse como alternativas, no siempre significan lo mismo. Motociclista, es “el que anda en moto” y, por tanto, todo motoquero o motero es un motociclista.

En cambio, motoquero adopta otros dos significados más específicos: i) “ocupación”, referida al que trabaja repartiendo correspondencia, documentos, e incluso otro tipo de productos, utilizando como medio de transporte una moto; ii) denominación de los que usan la moto para participar de competencias de alta velocidad y suelen exhibir sus motos como emblema de poder y que, por lo general, son jóvenes que se caracterizan por sus vestimentas llamativas en las que destacan las camperas negras de cuero. El uso de la primera acepción de motoquero puede verse en (34), que contiene entre paréntesis una explicación del significado del término, y el de la segunda, en (35):

  • 34. Mención especial merecen los motoqueros (gremio independiente de jóvenes que hacen trámites con sus motos) que se mandaban contra los canas, los desorganizaban y los dispersaban (folleto del MAS, Movimiento al Socialismo, sobre la lucha en Plaza de Mayo el día de la caída del presidente De la Rúa en diciembre del 2001).

  • 35. Quién quiere ser millonario: un motoquero que ayuda a comedores infantiles se llevó 180 mil pesos. Entró en moto al estudio. Javier Rodríguez rompió la cotidianeidad de Quién quiere ser millonario. Campera de cuero con un parche de La Renga, pelo largo y barba en trenza. Pero detrás de ese porte de luchador de catch se esconde una vibrante historia de vida (La Nación, 22/06/2019; https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/television/quien-quiere-ser-millonario-motoquero-ayuda-comedores-nid2260490).

Notero, que se usa además de en Argentina, en Chile, Paraguay y Uruguay, se refiere a aquellos periodistas encargados de hacer notas de interés general y, en un sentido más específico, a los que realizan entrevistas para los programas de radio o televisión:

36. El insólito momento que vivió el notero de TN en la cancha de River con un pequeño hincha de Belgrano. El canal de noticias envió a un cronista al Monumental para hablar con hinchas de River. Al consultar a un pequeño se llevó una gran sorpresa. “¿Tu sueño es jugar en River?”, preguntó; “Mi sueño es jugar en Belgrano”, dijo el pequeño (La Voz, Córdoba, 23/10/2019; https://mundod.lavoz.com.ar/videos/el-insolito-momento-que-vivio-el-notero-de-tn-en-la-cancha-de-river-con-un-pequeno-hincha-de-belgrano).

En cuanto a boquetero, es el argentinismo equivalente al término del español general butronero, que proviene de butrón, agujero hecho para robar. De modo semejante, boquetero refiere a un oficio de tipo delictivo que consiste en construir un boquete o agujero en una pared o techo para robar algún edificio o banco:

37. Boqueteros burlaron la seguridad del Bajo y dieron un golpe en Muebles Díaz donde se alzaron con 250 mil pesos en efectivo y electrónica por un monto que superaría los 200 mil pesos, además de electrodomésticos (G. Elías, Imneuquén.com, 10/10/2019; https://www.lmneuquen.com/otro-golpe-boquetero-el-bajo-se-alzaron-250-mil-y-tecnologia-n654437).

3.3. Derivados en -ero/-era referidos a actividades, preferencias o elecciones de las personas

Para Lacuesta y Bustos Gisbert (1999: 4556), a diferencia de -ario, un sufijo con el que -ero está vinculado históricamente, este último aparece en formaciones que indican “la predilección o inclinación de un individuo por algo”, por ejemplo callejero o bichero.

En relación con nuestro corpus, hemos ubicado en este tercer y último grupo, por un lado, a los derivados en -ero/-era formados a partir de nombres de redes sociales consideradas en sentido locativo, es decir, como el lugar virtual en el que los individuos realizan alguna actividad: tuitero, facebookero, bloguero, instagramero, whatsappero y también taringuero (derivado del nombre de la red social Taringa!) y, por el otro lado, a todos aquellos que manifiestan ya sea preferencias o elecciones, como futbolero, falopero, abortera, fiestero, eventero y garronero.

En cuanto al primer subgrupo, como ya hemos anticipado, no son palabras de empleo exclusivo en Argentina, sino del español general, pero de uso reciente y de gran aceptación en el país, según muestran los siguientes ejemplos, extraídos de medios de comunicación y redes sociales de Argentina:

Respecto de los derivados que manifiestan preferencias y elecciones, podemos decir que todos se vinculan con alguna actividad u objeto que el individuo realiza o elige. En el caso de futbolero se distingue de futbolista, que es la denominación que reciben los que juegan profesionalmente al fútbol, mientras que futbolero no solo es el aficionado como lo define el DLE, sino que en Argentina se usa para referirse a la persona a la que le apasiona el fútbol y suele asistir a la cancha o ver partidos por televisión:

45. Alberto Fernández será el presidente de la República Argentina luego de las elecciones de este domingo, que lo dieron ganador en primera vuelta, con más del 45% de los votos. El candidato del Frente de Todos, hincha de Argentinos Juniors, tuvo siempre a mano su costado futbolero.

Eventero, no registrada en el DLE, se usa en Argentina para referirse a los que habitualmente asisten a fiestas y acontecimientos sociales. Fiestero, en cambio, figura en el CORDE con ocho ocurrencias desde 1935 y en el CREA, con diecisiete procedentes de diferentes países americanos, pero ninguna es de la región rioplatense.Fiestero está también registrado en el DLE como 'amigo de fiestas' y en Argentina se usa fundamentalmente con valor despectivo:

  • 46. Reglas de oro para ser un “eventero” top. Trabajan poco, pero salen mucho. Circulan, se muestran, se maquillan, se visten, sonríen, bailan, comen y beben. Los vemos después, divinos en las revistas. No sabemos qué hacen, pero allí están...Son los “eventeros”, los que no se pierden un cóctel, un estreno, una inauguración, un recital, un desfile. Los que van a la peluquería, apurados, al grito de: “¡¡¡tengo un evento!!!” (Clarín, Bs. As., 09/11/2003; https://www.clarin.com/espectaculos/reglas-oro-eventero-top_0_S1SZv1eRKx.html).

  • 47. Salta: intendente “fiestero” de El Bordo irá a juicio oral. Juan Mazzone, el ex jefe comunal, está acusado de “corrupción de menores” y podría afrontar 20 años de prisión (Gaceta Mercantil, Bs. As., 24/07/2015; https://www.gacetamercantil.com/notas/81802/).

  • 48. Un radical fiestero: escandaloso show de strippers en el acto de un senador santafesino (Nova Santa Fe, 10/03/2018; http://www.novasantafe.com/nota.asp?n=2018_3_10&id=36504&id_tiponota=4).

Falopero es una voz rioplatense que se utiliza con valor despectivo con el significado de ‘drogadicto’. Deriva de falopa, denominación que se emplea en Argentina y Uruguay para referirse a los estupefacientes:

49. “Pagame la merca, falopero”: el escrache de un dealer a un portero en su edificio. Las llamativas pintadas aparecieron este fin de semana en un edificio ubicado en el barrio porteño de Almagro. Le exige que le pague por la cocaína que le vendió. Mira las fotos (Tiempo Sur, Bs. As, 28/01/2018; https://www.tiemposur.com.ar/nota/145553-pagame-la-merca-falopero-el-escrache-de-un-dealer-a-un-portero-en-su-edificio).

Con la marca de malsonante, el DLE registra el término pajero de uso no solo en Argentina, sino también en El Salvador, Perú, República Dominicana y Uruguay. Deriva de paja con la acepción de 'masturbación' y también de 'pérdida de tiempo'. Para Conde (2004), estos significados provienen del caló pajabar, 'tocarse obscenamente':

50. Se enojó Sol Pérez: “Sos un pajero” (Diario de Mendoza, Mendoza, 29/01/2019; https://www.diariouno.com.ar/farandula/enojo-sol-perez-sos-pajero-01292019_r1gtfp674).

Garronero es otra voz rioplatense que el DLE define como ‘pedigüeño’ y proviene de garrón, que Conde (2004: 170) vincula con el germ. Gorrón, “que tiene por hábito comer, vivir, regalarse o divertirse a costa ajena” y también con garrón “extremo de la pata de los animales, generalmente muy duro”.

Sobre esa base podría especularse que está formado sobre el modelo de carroñero “que se alimenta principalmente de carroña”, lo que nos llevaría a interpretarlo como “el que habitualmente come garrones, o sea las partes más duras de los animales”, es decir la peor parte, y de ahí que busque obtener algo mejor a costa ajena. Evidencian la concepción popular de la figura del garronero el hecho de que haya dado origen, en 1942, a un tango de Juan D’Arienzo y, más recientemente, a un cuarteto de la Mona Jiménez. Asimismo, el término también aparece en las Aguafuertes porteñas de Arlt:

El DLE registra abortero/-era como un oficio para nombrar a 'quien practica abortos. En el español de Argentina, también se emplea para nombrar a las mujeres que abortan y, en el marco del debate por la legalización del aborto que se produjo en 2018, se comenzó a usar abortera, por lo general en femenino, para referirse a las mujeres partidarias de la legalización de esta práctica:

4. Conclusiones e implicaciones para la enseñanza

Desde un punto de vista estrictamente lingüístico, la constante creación de neologismos que se observa en el español de la Argentina respeta las particularidades y las reglas morfológicas generales del español.

Pero la creatividad léxica que se observa en el español de nuestro país, como también sucede en cualquier otra sociedad, responde a razones de naturaleza múltiple: social, política, cultural, laboral, estética, entre otras. En nuestro análisis, junto con los aspectos morfológicos propios de la conformación de las palabras seleccionadas, en todos los casos hemos ido señalando los valores expresivos que aporta el sufijo, así como también los aspectos socioculturales relativos a los distintos contextos en que estas palabras se emplean actualmente.

Por tanto, podemos destacar tres cuestiones centrales derivadas de nuestro estudio:

  • 1) La productividad derivativa del sufijo -ero/-era, que participa de numerosos procesos derivativos con una gran diversidad y amplitud de valores semánticos codificados, explica su permanencia a lo largo del tiempo (entre patota > patotero y blog > bloguero pasaron más de 100 años) y su redescubrimiento en cada nueva instancia productiva. Así, por ejemplo, del muy reciente género musical conocido como trap se deriva de manera directa trapero/-era, que se ubica en serie con otros derivados de nombres de géneros e instrumentos musicales populares, junto a tanguero/-era, rapero/-era, violero/-era y batero/-era, entre otros.

  • 2) La accesibilidad léxica de los derivados del corpus, que constituyen léxico disponible tanto activo como pasivo, se asienta en que la regularidad formal (base nominal + sufijo -ero/-era) compensa la diversidad interpretativa. Es así que el valor final del derivado termina de fijarse en el contexto oracional y se consolida en el uso, donde se carga de valores expresivos ya sean positivos o negativos.

  • 3) Las implicaciones didácticas. La productividad de la derivación en -ero/-era y la accesibilidad de las palabras resultantes constituyen un buen argumento para incluir estas formas en el aula de lengua. La enseñanza de la lengua materna, enfocada como un proceso reflexivo antes que como un evento repetitivo, puede servirse de estas formas para lograr distintos objetivos: a) identificar los patrones constructivos que se encuentran detrás de la regularidad formal de estos derivados; b) delimitar las diversas interpretaciones a que pueden dar lugar los ítems léxicos resultantes; c) destacar la manera en que se acotan los significados léxicos en el contexto oracional relevante; d) vincular la productividad y la accesibilidad de las nuevas formas derivadas con el conocimiento de mundo (en relación con aspectos sociales, culturales, tecnológicos, políticos, etc., del que la propia aula forma parte), que interviene en la designación de nuevas realidades emergentes o de nuevas conceptualizaciones respecto de realidades ya existentes.

Este tipo de estudios centrados en la morfología que atiende a la variación y a revalorizar las formas propias de las distintas comunidades de habla, además de un aporte a la disciplina, también puede colaborar para que los estudiantes de los diferentes niveles educativos reflexionen sobre la estructura interna de la palabra.

Desde esta perspectiva se busca que puedan desentrañar el hecho de que cada parte que conforma la palabra transmite un significado; así, por ejemplo, en tuitero/-era es el sufijo -ero/-era el que aporta el significado de 'afecto al uso de (tuiter)', así como la regularidad de estos procesos que lleva a su extensión, p.ej. con otros nombres de redes sociales: instagramero, taringuero, y así sucesivamente.

Por otra parte, con este trabajo también nos hemos propuesto poner sobre el tapete que la lengua se alimenta del aporte que hacen sus hablantes mediante las nuevas palabras que crean (y recrean), lo cual pone en evidencia el intercambio continuo y productivo entre dos dinámicas interactuantes: la de la lengua con sus estructuras significativas y la de sus usuarios, que se valen de ella para manifestar ―a veces buscando mayor precisión y a veces, mayor expresividad― ideas, creencias, necesidades, sentimientos y también, por supuesto, consensos, adhesiones, reclamos y descontentos sociales.

En suma, nuestro objetivo ha sido contribuir a la ampliación descriptiva del español actual de la Argentina, pero también, desde la perspectiva de la enseñanza, esta investigación puede ser útil en relación a dos cuestiones: para despertar el interés de los estudiantes por las formas propias de la variedad argentina, contribuyendo así a su valoración; y para que también comprueben que las herramientas de análisis adquiridas en la clase de lengua constituyen instrumentos útiles para comprender y explicar tanto las formas que emplean a diario como también las nuevas que van surgiendo en el habla actual de los argentinos.

Referencias bibliográficas

Conde, Oscar. 2004. Diccionario etimológico del lunfardo, Buenos Aires, Taurus. [ Links ]

Giammatteo, Mabel e Hilda Albano. 2002. «Piqueteros» y «caceroleros»: Aportes para el estudio de los neologismos recientes en el español de la Argentina, Revista Español Actual, 74: 37-58. [ Links ]

Lacuesta, Ramón y Eugenio Bustos Gisbert. 1999. La derivación nominal, en Ignacio Bosque Ignacio y Violeta Demonte (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española, Vol. 3, Madrid, Espasa: 4505-4594. [ Links ]

Lang, Mervyn. 1997. Formación de palabras en español, Madrid, Cátedra. [ Links ]

Matoré, Georges. 1953. La méthode en lexicologie, París, Didier. [ Links ]

Pietra, Rosa. 2013. Cartoneo y concepto de trabajo: Una lucha social en el campo semántico, Tesis de Magister. Instituto Superior del Profesorado “Dr. Joaquín V. González”, Buenos Aires. Inédita. [ Links ]

Serrano Dolader, David. 1999. La derivación verbal y la parasíntesis, en Ignacio Bosque Ignacio y Violeta Demonte (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española, Vol. 3, Madrid, Espasa : 4683-4756. [ Links ]

1Una primera versión de este trabajo se leyó en el I Congreso Nacional del Español Argentino, realizado en la Universidad Nacional de Río Negro, Sede Andina, Bariloche, del 14 al 16 de noviembre de 2019.

2Se trata de derivados no exclusivos de la Argentina, pero de gran vitalidad en el país.

3En inglés, se trata de una base compuesta: face (cara) + book (libro).

4Si consideramos que planero constituye un acortamiento de choriplanero, una posibilidad alternativa de formación es que choriplanero sea un compuesto parasintético en el que “[l]os tres constituyentes están integrados de modo tal que no es posible por motivos de coherencia semántica o formal ni un análisis del tipo [(A+ B) + sufijo] ni del tipo [A + (B + sufijo)]” (Serrano Dolader 1999: 4746).

5No registrado en DLE que, sin embargo, registra cacerolear y caceroleo.

6Zapapicos (DLE).

NOTA: Mabel Giammatteo, Hilda Albano y Augusto M. Trombetta trabajaron en la compilación, análisis y discusión de las formas léxicas presentadas en el artículo. Asimismo, las observaciones finales corren por cuenta de las personas responsables del trabajo.

Nota de aceptación: Este texto ha sido aceptado para publicación por el único Director-Editor de la revista, Adolfo Elizaincín, quien ha actuado de acuerdo a lo establecido en la “Declaración de comportamiento ético" de la revista Lingüística https://www.mundoalfal.org/sites/default/files/revista/Declaracion_comp_etico.pdf), primer párrafo del capítulo “Obligaciones del Director-Editor". A esta declaración deben adherir, explícitamente, el Director-Editor, los árbitros y los autores.

Recibido: 25 de Enero de 2022; Aprobado: 24 de Febrero de 2022

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