En el siglo pasado, que no queda tan lejos, los lingüistas debían recurrir a las obras fundamentales y a las síntesis clásicas para trazar el estado de la cuestión de un campo específico de la lingüística. Algunos de los lingüistas más reconocidos de cada generación han tratado de dejar un legado de conocimiento enciclopédico ya desde el siglo XIX, como Max Mueller o William D. Whitney (cf. 1ª. ed., prefacio, de Aronoff y Rees-Mille 2002). Pero los mayores intentos de síntesis se produjeron en el S. XX, con las inestimables aportaciones de Ferdinand de Saussure (1945), Edward Sapir, Otto Jespersen, Leonard Bloomfield o, más recientemente, las aproximaciones más divulgativas de Noam Chomsky o Steven Pinker.
Pero a pesar de que la lingüística ha realizado enormes avances sobre el conocimiento del modo en que se usa y adquiere el lenguaje humano, su divulgación al público más amplio ha tenido escasa repercusión más allá de la pequeña comunidad de académicos. Esto resulta cuanto menos sorprendente, puesto que el lenguaje no sólo constituye uno de los rasgos más universales del ser humano (Brown 1991), sino que su significación cultural, aprendizaje, transferencia y aplicabilidad (multilingüismo, pedagogía, identidad, literatura, traducción…) son ámbitos de inagotable interés y debate.
The Handbook of Linguistics, en su segunda edición a cargo de Mark Aronoff y Janie Rees-Miller, tiene la virtud de que, además de que realiza una aproximación a la lingüística general muy accesible para todos los públicos, podríamos afirmar que ofrece el compendio más completo y comprehensivo de lingüística de nuestro tiempo existente hasta la fecha para el público general. Esto se logra gracias al equilibrio entre el alcance y calidad de sus contenidos, por una parte, y el uso de un lenguaje directo y no excesivamente técnico, por la otra. Esta segunda edición actualiza además la primera con una cuidada revisión y la adición de nuevos campos y desarrollos.
Este manual certifica la impresionante expansión del campo de la lingüística en dos sentidos: primero, muestra de manera fehaciente la enorme vitalidad del campo y la obertura de nuevos campos y horizontes de investigación. Segundo, muestra además la creciente interpenetración de la lingüística con otras disciplinas humanistas y sociales, lo cual añade interés a una disciplina que actualmente acompaña de modo fructífero a la neurología, la antropología o la psicología.
A este respecto quizás la única pega que se le puede retraer a esta entrega es la limitada atención que se ofrece a la lingüística computacional y a sus variantes técnicas más aplicadas (sistemas de reconocimiento de voz, diccionarios electrónicos, etc.), de creciente importancia en nuestra sociedad.
El volumen reúne una colección ingente, de más de 700 páginas divididas en treinta y dos capítulos, de textos de alta calidad que cubren prácticamente todos los aspectos de la lingüística contemporánea y sus múltiples bifurcaciones: desde la lingüística histórica, pasando por la fonología, morfología, sintaxis, semántica y pragmática hasta cubrir los campos de la psicolingüística, la antropología lingüística, la etnolingüística o la pedagogía de las lenguas. Cada capítulo, que sintetiza de manera eficiente un sub-campo, está escrito por un especialista internacional de reputado prestigio. Quizás el problema aquí se halle en la excesiva atención que se le ofrece a los lingüistas anglófonos, en detrimento de otras corrientes académicas y desarrollos históricos.
La organización del volumen es temática y abarca 29 sub-campos. La primera parte es una introducción que agrupa cinco capítulos, cubriendo el origen del lenguaje (Andrew Carstairs-McCarthy), las lenguas del mundo (Bernard Comrie), tipologías y universales (William Croft), la recopilación de datos de hablantes nativos (Pamela Munro) y los sistemas de escritura (Peter T. Daniels). La segunda parte aborda las bases teóricas de la lingüística en tres capítulos: historia de la lingüística (Lyle Campbell), gramática generativa (Thomas Wasow) y lingüística funcional (estructura y funciones comunicativas del lenguaje) (por Robert D. Van Valin, Jr.). La tercera parte se dedica a los campos fundamentales de la lingüística y cubre, mediante siete capítulos, fonética (John Laver), fonología y estructura sonora (Abigail C. Cohn), morfología (Andrew Spencer), léxico (D. A. Cruse), sintaxis (Mark C. Baker), semántica formal (Shalom Lappin) y lingüística histórica (Brian D. Joseph). La cuarta parte se dedica al lenguaje y la mente e incorpora cuatro capítulos: neurolingüística (David Caplan), psicolingüística (Kiel Christianson), lenguaje de signos (Wendy Sandler and Diane Lillo-Martin) y adquisición de la primera lengua (Brian MacWhinney). La quina parte se dedica a la praxis lingüística y supone una innovación, o actualización, respecto a los manuales más clásicos, puesto que se centra en la pragmática (Ruth Kempson), el análisis del discurso (Agnes Weiyun He), lingüística y literatura (Nigel Fabb), antropología lingüística y etnolingüística (Steven P. Black and Elizabeth A. Falconi), teoría sociolingüística (J. K. Chambers), variación lingüística (Kirk Hazen), multilingüismo (Suzanne Romaine) y adquisición de una segunda lengua (Vivian Cook). La sexta y última parte comprende seis capítulos dedicados a la lingüística aplicada en un sentido amplio aunque práctico, dedicando espacio a la pedagogía orientada al aprendizaje de las lenguas (Janie Rees-Miller), la lingüística educacional (James Paul Gee), lingüística y lectura (Rebecca Treiman), lenguaje y ley (Roger W. Shuy), traducción (Christoph Gutknecht) y planificación y políticas lingüísticas (Kathryn D. Stemper and Kendall A. King).
Las dos últimas partes proporcionan una visión más amplia y heterogénea de la lingüística en relación a otras disciplinas que hacen de este volumen también de interés para otros profesionales y estudiosos de las lenguas desde otras ramas de las ciencias sociales y las humanidades: antropólogos, psicólogos, traductores, sociólogos, pedagogos o gestores de políticas lingüísticas.
Tras analizar el volumen en profundidad, se puede afirmar que la calidad de sus contenidos es excepcional. Cada capítulo consiste en un estado de la cuestión sintético, breve y actualizado (de unas 6 o 7 páginas), que expone los fundamentos, los avances y los retos de cada sub-campo.
Si bien la presentación puede resultar clásica o textual -al no hacer uso de recursos sonoros ni visuales-, la colección de capítulos y la bibliografía (que reúne una inestimable colección de referencias clásicas y contemporáneas) hacen de este volumen un manual imprescindible para académicos, estudiantes, lingüistas profesionales y un amplio público interesado.