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Lingüística

versión On-line ISSN 2079-312X

Lingüística vol.36 no.1 Montevideo  2020  Epub 01-Jun-2020

https://doi.org/10.5935/2079-312x.20200007 

Artículos

CLÁSICOS DE LA FILOLOGÍA HISPÁNICA EN NUEVA COLECCIÓN DE ASALE

CLASSICS OF HISPANIC PHILOLOGY IN NEW COLLECTION OF ASALE

1Universidad Central de Venezuela. imalaver@hotmail.com


Resumen:

En este artículo-reseña se da noticia de la nueva colección impulsada por la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) con la colaboración de la Fundación José Manuel Lara. La misma, que cuenta ya con siete volúmenes publicados reproduce artículos clásicos de la filología hispánica, de autores provenientes de diferentes países hispanohablantes que cubren un lapso temporal (en cuanto a sus fechas de publicación originales) de aproximadamente un siglo. Cada volumen es presentado y anotado por un especialista, quien escribe un prólogo en el que da noticia del autor, su obra, su época y el trabajo en cuestión. Se trata de una importante iniciativa tendiente a dar a conocer algunos trabajos, quizás un poco olvidados hoy, pero de decisiva incidencia en el desarrollo ulterior de la disciplina

Palabras clave: Filología hispánica; Historia de la hispanística; Rona; Menéndez-Pidal; A. Alonso; Morínigo; Rosenblat; de Hostos; Tortoló

Abstract:

This revew-article offers information about the new collection promoted by theAsociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) with the collaboration of the Fundación José Manuel Lara. The same one, which already has seven published volumes, reproduces classic articles of Hispanic philology, by authors from different Spanish-speaking countries that cover a time span (in terms of their original publication dates) of approximately a century. Each volume is presented and annotated by a specialist, who writes a prologue in which he gives news of the author, his work, his time and the work in question. It is an important initiative aimed at making known some works, perhaps a little forgotten today, but of decisive incidence in further developments of the discipline.

Key-words: Philology; History of Hispanistics; Rona; Menéndez-Pidal; A. Alonso; Morínigo; Rosenblat; de Hostos; Tortoló

1. Introducción

La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) cuenta con la Colección Clásicos ASALE,1 cuya presentación oficial tomó lugar en la ciudad de Córdoba, Argentina, en el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, en marzo de 2019.

Esta colección, bajo la coordinación del Dr. Francisco Javier Pérez, Secretario de la Asociación, y con la colaboración de la Fundación José Manuel Lara, nace destinada para traer al presente un conjunto de estudios y ensayos del ámbito de la lingüística hispánica y la investigación literaria.

Hasta la fecha han aparecido siete volúmenes pertenecientes a José Pedro Rona, Ramón Menéndez Pidal, Ángel Rosenblat, Amado Alonso, Marcos A. Morínigo, Adolfo Tortoló y Eugenio María de Hostos. Cada estudio es presentado por un prologuista quien describe el autor, la obra y su contexto histórico aportando su propia consideración como especialista. No es necesario justificar la importancia de cada uno de estos estudios y sus autores en el desarrollo del pensamiento lingüístico y literario hispánico, en especial sobre el español americano, por lo que esta reedición -esmerada- acompañada del estudio crítico de investigadores destacados representa una excelente oportunidad para conocer estos trabajos.

La obra de cada autor es prolija y ha merecido no pocos homenajes y estudios críticos.

2. Colección Clásicos ASALE

2.1. José Pedro Rona 2017 (1969)

“Así, por ejemplo, la palabra chocolate no se originó «en América»,sino en cierta parte de América, lo cual no es lo mismo”.

En la Presentación a cargo de Adolfo Elizaincín aparece la descripción de la vida académica de José Pedro Rona y una contextualización histórica de su producción teórica. Al final del volumen se incluye una nota biográfica y un repertorio bibliográfico.

Como bien recuerda Elizaincín, José Pedro Rona (1923-1974), eslovaco de nacimiento, tuvo un papel importantísimo en la institucionalización de la lingüística en Uruguay y en el desarrollo de la dialectología en Hispanoamérica.

¿Qué es un americanismo? es una lectura esencial, de obligatorio tratamiento en los manuales de dialectología hispánica y, con toda seguridad, ocupa muchas páginas de importantes tesis doctorales sobre el estructuralismo lingüístico;2 este volumen que se publica es el último de una serie de tres estudios en los que Rona desarrolló sus propuestas acerca de la dialectología, de los criterios lingüísticos para delimitar las áreas dialectales en América y, en una síntesis de ambos estudios, la definición de americanismo.

Rona se basa en el trabajo de Ambrosio Rabanales, Introducción al estudio del español de Chile3 (que había reseñado diez años antes), en el que el autor chileno define regionalismo y chilenismo. Para Rona estos conceptos, más que descriptivos, deben integrarse en un marco teórico-metodológico con el que, finalmente, se pueda formular una definición de americanismo que explique todos los ejemplos posibles. Tomando como punto de partida las conclusiones de Rabanales, Rona pretende ampliar, con su perspectiva crítica, el único criterio que aquel ha propuesto para la consideración de un regionalismo: el origen de la expresión. Para Rona, además del origen, la difusión geografía tiene idéntica importancia y origen y difusión representarían la dicotomía sausurreana sincronía/diacronía: “Así, por ejemplo, una palabra original y caída en desuso en el Uruguay, pero conservada en la Argentina, será un uruguayismo en el español de la Argentina, pero un argentinismo en el conjunto hispánico: será diacrónicamente un uruguayismo pero un argentinismo sincrónico”.

Rabanales había distinguido entre regionalismos stricto sensu y lato sensu y, si bien reconoce el valor metodológico de esta clasificación, Rona afirma: “En estos momentos, cuando el estructuralismo está penetrando en nuestra dialectología, hay que tomar conciencia de que la única manera correcta de describir un dialecto es la de enumerar todos sus componentes, por el mero hecho de existir en ese particular dialecto”.

La crítica a Rabanales da paso a la formulación del concepto de la lengua como diasistema, a saber, como un conjunto “promedio”, “abstracto” de idiolectos. El diasistema ideal es la integración de todos los idiolectos organizados en tres ejes: diatópico, diastrático y diacrónico. La forma que toma esa configuración es la de un cubo, “aunque hay que tener en cuenta, repetimos, que se trata de la representación de un diastema ideal, y que los diasistemas reales nunca presentan esa forma de cubo…”.

Partiendo de que se trabaja con grupos virtualmente idéntico de idiolectos, se pueden definir las disciplinas lingüísticas. Así, el estudio de los idiolectos sincrónicos y sintrásticos, pero diatópicos es objetivo de la dialectología, el estudio comparativo de idiolectos sintópicos y sintrásticos pero diacrónicos es objetivo de la lingüística histórica y la comparación de idiolectos sintópicos, sincrónicos pero diastráticos conforma el objeto de estudio de la sociolingüística.

Además -con el fin de poder alcanzar una definición completa de regionalismo- Rona propone otras disciplinas según consideren los idiolectos distintos en cada eje: la sociodialectología, que comparará idiolectos sincrónicos, diatópicos y diastráticos; la dialectología histórica, que comparará idiolectos diacrónicos, diatópicos y sinstráticos; la sociolingüística histórica, que comparará desde el punto de vista diacrónico, diastrático y sintópico.

Con base en toda esta argumentación, debidamente ejemplificada y representada en el cubo diasistémico, Rona critica que se tome regionalismo por americanismo: un regionalismo como tecolote, por ejemplo, que se usa en cierta parte de Mesoamérica, no sirve para caracterizar a todo el español americano. El autor propone que no hay ningún término americano que esté ausente en las hablas peninsulares, por lo que, aunque hay americanismos geográficos, no hay americanismos dialectales y con esto concluye críticamente: “Para que exista el español americano deberíamos determinarlo; y si no hemos podido encontrar las características determinantes de un “español americano”, será tal vez mejor que reflexionemos, y que no hablemos más de americanismos”.

Este es un trabajo que constituye un hito de la dialectología americana y que debe enmarcarse en el contexto de los debates teóricos y metodológicos del estructuralismo lingüístico en América (Coseriu 1981, Paufler 1997).4

2.2. Ramón Menéndez Pidal 2018 (1945)

“Será como una fotografía instantánea del idioma en actitud dinámica… no será un panteón consagrado al culto del buen decir…”

A cargo del catedrático Álvarez de Miranda, se presenta “el prólogo que el gran maestro de nuestra filología escribió para un diccionario que, bajo la «revisión» de don Samuel Gili Gaya, publicó en 1945 la editorial barcelonesa Spes: Vox. Diccionario general ilustrado de la lengua española” (Menéndez Pidal 2018 (1945): 9).

En otro de sus trabajos sobre este texto de Menéndez Pidal, Álvarez de Miranda ha descrito con anterioridad las circunstancias históricas de esta obra: “… en plenitud de facultades intelectuales (…) un Menéndez Pidal de 76 años escribe una de las piezas doctrinales más enjundiosas que ha dado la no muy abundante reflexión lexicográfica en nuestra lengua: me refiero a «El diccionario que deseamos», extenso prólogo a una excelente diccionario manual (…). El maestro convierte esas páginas en algo así como un testamento lexicográfico, aprovecha para pedir en ellas que se lleve a cabo un proyecto que evidentemente él ya no aspiraría a liderar: un diccionario total, con ambición de exhaustividad, de la lengua española”5 (Álvarez de Miranda 1998: 70). Coincidimos con Álvarez de Miranda: leer el Prólogo es asistir a una clase magistral de Lexicografía en la que esta labor se explica con rigurosidad didáctica. No hay nada que anuncie al lector cuando comienza la lectura que lo que sigue es una discusión ilustrada de las tareas esenciales para alcanzar el diccionario ideal, en una redacción de especialista que no renuncia a la claridad didáctica.

Comienza con unas palabras introductorias y la explicación de los dos tipos de diccionarios; seguidamente, como macroestructura, aparecen: I. El caudal del diccionario, II. Modo de exponer el caudal léxico, III. Conclusión. Veamos la introducción. Menéndez Pidal explica qué se entiende por el diccionario Tesoro de la lengua y el diccionario de la lengua hablada. El primero es un diccionario de la lengua escrita, “compilación de voces autorizadas por el uso de los buenos escritores o por la mejor tradición del pueblo”; el segundo es diccionario que recoge el habla conversacional, y se centra en su forma actual: “no un léxico tesoro, sino un léxico total, menos ambicioso de pureza normativa, más afanado en el acopio de todos los bienes, sean ricos, sean de escaso valor”. Don Ramón habla de un inventario total en el que aparezcan, por ejemplo, palabras de profesiones diversas y nuevas que deben quedar registradas para los lectores futuros. Tanto la lengua usada en el presente del diccionario, tanto las épocas pasadas, no autoridades: documentos notariales, inventarios, papeles familiares, entre otras fuentes.

Pero, incorporar toda la lengua hablada y la lengua escrita presentes y pasadas constituye un problema metodológico insalvable, ante el cual Menéndez Pidal desarrolla los tres puntos, ya mencionados, que trazan la ruta para alcanzar el diccionario ideal que acoge “lo peculiar de cada localidad a la vez que lo más general, lo platicado por las gentes más cultas entre los hablantes lo mismo que lo que estas gentes rechazan como bárbaro”.

En I. El caudal …, se plantea, en primer lugar, una comparación entre del número de entradas del Diccionario de la Academia Española y el del New English Dictionary de Oxford, 67.0000 y 400.000, respectivamente, para cuestionar el número de palabras del Diccionario de la Academia; luego esta comparación, en segundo lugar, Don Ramón explica los modos en los que se podría aumentar el número de entradas, agregando: Voces literarias; Neologismos y arcaísmos; Tecnicismo; Barbarismo, solecismo, extranjerismo y, por último, localismo. Plantea Menéndez Pidal que “El esquilmo lexicográfico de una literatura, por rica que ella sea, no es imposible dentro de los límites de lo más aprovechable”; lo ideal sería, entonces, aumentar y registrar las voces y construcciones propias de la lengua escrita.

En II. Modo de exponer …, aparecen los criterios de organización del caudal léxico: Etimología y fecha; Orden de las acepciones; Definición y sinonimia; Localización; Accidentes gramaticales; Estimación afectiva; Voces despectivas y eufemísticas; Otras observaciones sobre diferencia de palabras.

En la última parte, Conclusión, el lector se encuentra con una síntesis extraordinaria del diccionario ideal y en esta descripción se reconocen además de los aspectos lexicográficos algunas consideraciones sociolingüísticas:

“Así cooperará (el Diccionario) a la fundamental fijeza del idioma, no con un simple fallo autoritario, sino dando conocimiento de la evolución histórica del lenguaje, para que el lector pueda continuarla en nuevas creaciones lingüísticas, con juicio documentado, con elección ilustrada, sintiéndose miembro consciente de la comunidad hablante, integrada por el pugnante contacto de todos, tanto de los más cultos como de los más inconscientes”.

Al final de esta Conclusión, Don Ramón sorprende al lector con una genial intertextualidad: “¿qué tiene que ver el diccionario ideal anteriormente descrito y justificado con el que sigue?” nos interpela.

Dice “mucho”, porque el diccionario organizado por Samuel Gili Gaya posee un noble carácter didáctico y representa la promesa de que ese diccionario ideal pueda ser una realidad.

2.3. Ángel Rosenblat 2018 (1962)

“La gente lo despedía: «Nos estamos viendo», lo cual le parecía una afirmación obvia, pero querían decirle: «Nos volveremos a ver» El turista en Méjico

Francisco Javier Pérez, exdirector de la Academia Venezolana de la Lengua, Secretario general de la ASALE y autor de importantes obras lexicográficas sobre el español de Venezuela, es el encargado de presentar uno de los trabajos más queridos de Ángel Rosenblat, fundador del Instituto de Filología “Andrés Bello” de la Universidad Central de Venezuela, Caracas,6 miembro de la Escuela de Filología Española.

Pérez conoce ampliamente la obra de Rosenblat (Pérez 2000, 2003), lo que hace de su Prólogo una exhaustiva y sentida semblanza biográfica del filólogo venezolano, nacido en Polonia. De la mano de sus trabajos y de la correspondencia mantenida con su maestro Don Ramón Menéndez Pidal, el lector podrá alcanzar una visión sólida de la vida de Ángel Rosenblat antes de acometer la lectura de uno de sus trabajos más originales.

En 1946, Mariano Picón Salas, diplomático, escritor, académico venezolano y entonces Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Venezuela, invita a Ángel Rosenblat a fundar los estudios filológicos en la recientemente creada universidad, en Caracas. Rosenblat, filólogo de obra reconocida y sólida formación académica, formaba ya parte de la Escuela de Filología Española, dirigida por Ramón Menéndez Pidal, firmemente vinculado con los proyectos del Centro de Estudios Históricos (CEH) específicamente la Sección Hispanoamericana, bajo la conducción de Américo Castro (Bernabéu Albert y Naranjo Orovio 2007; 15 Naranjo Orovio y Bernabéu Albert 2007). El vínculo se había forjado en la Argentina, donde Ángel Rosenblat fue discípulo de Amado Alonso.7

Al llegar a Venezuela, como explica Pérez, Rosenblat desarrolla, principalmente, dos líneas de trabajo: 1) la composición de un fichero léxico que serviría de base para un diccionario histórico del español de Venezuela8 y; 2) el estudio del español coloquial venezolano. En esta línea destacan sus Buenas y malas palabras en el castellano de Venezuela, El nombre de Venezuela (1956), El habla de Caracas en los últimos treinta años, 1935-1965 (1967). Otra línea de su investigación se refiere al estudio del español americano, con trabajos tan importantes como El debatismo andalucismo del español de América (1969), Nuestra lengua en ambos mundos (1971), Los conquistadores y su lengua (1977): “La lengua y cultura de Venezuela serán su objeto de estudio largamente venerado. Su notable tarea histórico-lingüística de recoger, compilar, describir y reflexionar sobre el léxico del país, construirá un cuerpo de estudios analíticos sobre la realidad venezolana a través de la lengua que no tiene comparación en nuestras aulas…” (Pérez 2003: 21).

Hay que mencionar asimismo la labor de Rosenblat en la institucionalización de la lingüística en toda América Latina.9 En relación con el ensayo que publica la Colección ASALE, Rosenblat se propone varios objetivos: critica el purismo lingüístico, destaca el valor del léxico como rasgo diferenciador, describe tres de los rasgos más generales del español americano (voseo, seseo, yeísmo) y reafirma la unidad de la lengua española. Veamos los puntos que se tratan:

  • 1. Visión del turista. El turista en Méjico; 2. El turista en Caracas; 3. El turista en Bogotá; 4. El turista en Buenos Aires; 5. El turista, de regreso en España; 6. Visión del purista; 7. El purismo lingüístico; 8. Unidad y diversidad; 9. Las regiones dialectales; 10. El fonetismo; 11. Diversidad léxica; 12. El seseo; 13. El voseo; 14. El yeísmo; 15. Nivelación hispanoamericana; 16. Fueros del habla familiar; 17. Unidad hispanoamericana; 18. Unidad o fraccionamiento; 19. Los amos de la lengua; 20. La lengua, patrimonio común; 21. Lengua y cultura.

La visión del turista nos confronta con la diversidad de significados y usos cotidianos en las distintas comunidades de habla; no se puede tomar como científica porque se construye desde la idea de que los usos propios son los correctos y los diferentes, los de otras comunidades, no lo son. La visión del purista también es incorrecta y, además, aterradora: “No ve por todas partes más que barbarismos, solecismos, idiotismos, galicismos, anglicismos y otros ismos malignos”.

La visión filológica, la científica, es con la que se pueden abordar los aspectos cruciales que están en el debate: la unidad y diversidad del español, el valor de la lengua oral y de la lengua escrita, la coloquial y la culta, en el mantenimiento de la unidad lingüística, aspecto con el que Rosenblat suma argumentos en contra del inevitable fraccionamiento de la lengua planteado por Dámaso Alonso en el Segundo Congreso de Academias de la Lengua Española: “No parece ése, sin embargo, el signo de nuestro tiempo. El signo de nuestro tiempo parece más bien el universalismo”.

2.4. Eugenio María de Hostos 2018 (1872)

“Un alma en crisis; un espíritu en progreso, una revolución moral; una lucha interior para hacer triunfar un progreso del ser en el ser mismo; el cataclismo de un alma: ese es el espectáculo más digno que puede ofrecerse a la conciencia humana, este es el espectáculo que Shakespeare nos ofrece en Hamlet”.

La presentación del autor puertorriqueño corre a cargo José Luis Vega, director de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española. Además de Hamlet. Ensayo crítico, este volumen contiene un listado de las obras de Hostos y una Nota biográfica. Vega, docente, crítico literario y poeta reconocido, presenta un prólogo que contextualiza atinadamente este importante trabajo de Hostos describiendo las circunstancias en las que Hostos escribe Hamlet y las distintas apreciaciones que mereció la obra. Hamlet se publicó en 1872, en Chile, en el marco de la llegada de la compañía teatral de Ernesto Rossi, por entregas en El Ferrocarril, seis entregas específicamente.

Poco después de la publicación, aparecen los puntos de vista de Fenor Velasco Salamó, de Rufino Banco Fombona y Marcelino Menéndez Pelayo acerca del alcance de Hamlet: “Nada existe en castellano hasta ahora, a propósito del Hamlet, que pueda parangonarse con la obra de Hostos, nada que se acerque”, afirmará el venezolano Blanco Fombona, como se lee en el Prólogo. El Hamlet es un ensayo crítico sobre la obra de Shakespeare, sus protagonistas y los dilemas que encarnan cada uno.

“Nunca ha dado el arte una prueba más delicada de su facultad de adivinar la verdad”, afirma Hostos, “vamos a asistir a una revolución. Hamlet es una revolución”.

Es un ensayo con un claro sentido psicológico sobre el príncipe de Dinamarca y el conflicto en el que se halla ante el dilema de vengarse, pasar de sus razonamientos a la acción material de ejecutar sus decisiones, conflicto que en cada personaje y momento de la obra es hondamente comentado por Hostos. Se trata de uno de los trabajos más importantes y trascendentes de la crítica literaria latinoamericana. Un volumen que pone en un presente la obra de un intelectual, político y pedagogo:

Inquieto peregrino por la libertad de las Antillas y de la América Latina, Hostos nos brida mediante su acción ejemplarizante el modelo del intelectual que no se arredra ante los sinuosos caminos de la acción política y revolucionaria. Muy por el contrario, su vida entera será, como la expresa en su primera obra literaria La Peregrinación de Boyoán (1863) «un grito sofocado de independencia» por la libertad de las Antillas.10

2.5. Amado Alonso 2018 (1935)

“Ningún destino se le impone con mandato fatalista a nuestra lengua. Será culta y fina y dúctil, o bárbara y tosca; será una koiné, una lengua extendida sobre varios Estados … Pero téngase por seguro que, cualquiera que sea su rumbo, será el que nosotros le demos”.

El trabajo de Amado Alonso escogido por la Colección ASALE es inagotable en su lectura y discusión, bien sea por el lugar que ocupa en el desarrollo del pensamiento del propio autor, por su descripción del español argentino, por el desarrollo de la escuela pidaliana en relación con los institutos de filología en América o por su conexión con la discusión cultural y lingüística sobre Argentina y Latinoamérica. En las aulas de clase, decir Amado Alonso es evocar la lectura de los conceptos saussureanos de la mano de su análisis en el Prólogo de la que fue la primera edición española del Cours.

Pablo Cavallero, numerario de la Academia Argentina de Letras prologa el texto. Sus consideraciones sobre Amado Alonso se organizan en una reseña biográfica en la que luego de presentar los datos esenciales de la vida del maestro navarro y de su obra como autor y como director del Instituto de Filología de Buenos Aires11, describe las distintas recopilaciones bibliográficas de sus trabajos y el hecho de que el que El problema se publicara en obras diversas, con indicaciones erróneas sobre el número de páginas, por ejemplo y con distintos títulos; así… “… «El problema argentino de la lengua» se convierte en un problema ecdótico.

Es decir, Alonso dio el mismo título a dos obras diversas y esto no fue advertido por quienes compusieron las «bibliografías»”, afirma Cavallero (Alonso 2018 (1935): 17).

El propio catedrático argentino ofrece una bitácora del contenido que permite al lector seguir la ruta argumentativa de Alonso cuando toma posición en el tan intenso debate del momento histórico argentino acerca del habla argentina, abierto por Jorge Luis Borges en su El idioma de los argentinos de 1927.

El trabajo se desarrolla siguiendo distintos puntos que sustentan el andamiaje argumentativo con que Alonso caracteriza el habla argentina, especialmente la variedad de Buenos Aires: Expresión y comunicación; Lengua-escrita y lengua oral; Tradición literaria y tradición oral; Tradición y tradicionalismo; Lengua literaria, afán de universalidad; Localización del problema; Interdependencia de lengua oral y escrita; Norma, cultura; Normas locales y normales generales; Desvalorización de las normas; Buenos Aires, capital idiomática del Río de La Plata; El destino futuro de la lengua; Posición final.

A lo largo del texto, Alonso describe y analiza los elementos que sustentan el debate sobre la legitimidad de habla argentina porteña y la tensa dialéctica entre lengua local y lengua general: “El bien hablar argentino -castellano general con su timbre propio-no ejerce sobre el porteño-masa la suficiente ejemplaridad” (Alonso 2018 (1935): 162).

Más adelante afirma Alonso: “El estilo local no se opone belicosamente a la lengua general, siempre que tenga calidad. Variedad no es escisión. Pereda, que es muy español, es también montañés. No nos escandalice el timbre local, pero en él debe oírse la voz de la cultura y no de la incultura porteña” (Alonso 2018 (1935): 164).12

2.6. Marcos A. Morínigo 2018 (1946, 1959)

“Esta confusión de lo americano con lo tradicional europeo es el símbolo de la integración de América en Europa …”

El volumen con los tres estudios del filólogo paraguayo Marcos Augusto Morínigo está a cargo de José Manuel Blecua quien declara haberlo concebido como un homenaje a la primera generación de investigadores del Instituto de Filología argentino; el catedrático explica la elección de los tres trabajos que bien agrupa bajo el título de “Dos perspectivas”, filológica y lingüística.

Como parte del Prólogo, Blecua explica algunas circunstancias histórico-políticas que decidieron los rumbos de la labor académica de los miembros del Instituto de Filología de Buenos Aires, bajo la dirección de Amado Alonso, entre los que se hallan Morínigo y Ángel Rosenblat. La llegada de Juan Domingo Perón al poder ejecutivo argentino provocó la salida (no calmada) de sus miembros13 y el exilio de unos cuantos. La diáspora a la que se ven obligados emerge con las referencias a la correspondencia de algunos miembros como Lida y Malkiel y las noticias que se publicaban en la Nueva Revista de Filología Hispánica, entre otras fuentes.14 No hay, entonces, cabida a la extrañeza de por qué se ha incluido a este notable filólogo y lingüista en la Colección ASALE.

Morínigo fue director del Instituto de Filología de Buenos Aires, discípulo de Amado Alonso, miembro correspondiente de la Real Academia Española desde 1982. Autor de obras tan importantes como Hispanismos en el guaraní(1931)15 y el Diccionario de americanismos (1966): “Era muy conocido en España por su Diccionario de americanismos, aunque había realizado una labor magnífica en el terreno filológico con libros, prólogos, artículos, reseñas y su participación en ediciones de textos clásicos”, afirma Blecua (Morínigo 2018 (1946, 1959): 11). El filólogo paraguayo mantuvo un interés por el tratamiento de los temas americanos en la historia de la literatura española, tema de su trabajo doctoral «América en el teatro de Lope de Vega», del que se escogen los primeros dos trabajos del volumen ASALE.

En cuanto a América en España en el siglo XVI, Blecua destaca el interés que suscita el capítulo para el conocimiento de la historiografía del siglo XVI. América en el instrumento retórico del siglo XVI es un análisis de los símbolos americanos en la creación literaria española. El tercer estudio que se compila en este volumen es Difusión del español en el noroeste argentino, trabajo fundamental en el estudio de la formación del español americano y, además, en el papel de las llamadas lenguas generales, en este caso el quichua. Blecua describe el alcance de este trabajo junto con otros estudios que en la misma línea de investigación histórica-lingüística se entrelazan y discuten acerca del sustrato entonativo de las lenguas indígenas del que Morínigo hablará en su artículo. El final del prólogo expresa, nuevamente, el homenaje que planteó al inicio, no sólo, nos dice el catedrático, por la trascendencia de Marcos A. Morínigo en el hispanismo, sino por “su entereza en momentos difíciles y su hondo patriotismo” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 25).

2.6.1. América en España en el siglo XVI

En este trabajo se describe el tratamiento de América -como imagen- en el siglo XVI destacando que esta no estuvo casi presente en la historiografía peninsular hasta comienzos del XVII: “El cambio se manifiesta en primer lugar en una constante y decidida preocupación oficial por la historia americana, tanto que se confía la tarea de escribirla a los más reputados historiadores peninsulares” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 49). Termina con El teatro como otro “género” (a nuestro juicio) de la historiografía de América, especialmente el teatro de Lope de Vega: “En el teatro, pues, debemos buscar el reflejo de la nueva actitud de la nación frente a los problemas americanos que ya hemos podido observar en la historiografía” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 59).

2.6.2. América en el instrumental retórico del siglo XVI

Marcos Morínigo contrapone dos instrumentales retóricos-interpretativos imperantes en Europa. Uno ya viejo y desgastado, perteneciente a la tradición grecolatina y el otro, novedoso, rico en resonancias afectivas de todo orden, a saber: América. El filólogo paraguayo destaca la influencia del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo, a partir del siglo XVI, tanto en la vida material como en las ideas de Europa y como esta influencia es objeto de estudios tanto de americanos como de europeos: “… Leo Olschki, Gilbert Chinard, Antonello Gerbi, suman su esfuerzo al de los americanos Lewis Mundford, Silvio Zavala, Clarence Haring, Pedro Henríquez Ureña, Lewis Hanke, Francisco Romero y otros muchos, convocados todos por el mismo interés de indagar el sentido y la profundidad de la conmoción experimentada por el espíritu europeo con tal descubrimiento …” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 62).

Hay un “instrumental retórico heredado de la tradición grecolatina y de ya gastada expresividad”, imposibilitado de tener “significados poéticos plenos para la imaginación de la mayoría por las limitaciones propias de su carácter erudito”. Pero, un nuevo instrumental retórico ha surgido de la irradiación de América en toda Europa, un instrumental cargado de nuevas cargas semánticas afectivas.

Así, Para Francisco de Medrano, Fernando de Herrera y también Góngora, Cervantes, Quevedo y Lope, las Indias es un sinónimo de riqueza, lucro y clima tórrido. Concluye Morínigo que el nuevo y el viejo instrumental se funden, se confunden, se integran y solapan como muestra de que América y Europa no son solo expresiones geográficas sino “la expresión del ámbito geográfico en donde se difunde -y se forja- la cultura del mundo moderno” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 69).

2.6.3. Difusión del español en el noroeste argentino

Un estudio etno- y sociolingüístico de la región en el que describe las distintas etapas de implantación del español, con las sucesivas etapas de bilingüismo y diglosia. Un trabajo cuya fundamentación evoca a los trabajos de Ángel Rosenblat sobre la formación del español de América. Con datos históricos, Morínigo traza el camino de la conquista de la región y la conformación de los núcleos españoles. La primera parte del estudio es un perfil sociolingüístico del Tucumán colonial (se habla español en toda la región, con dos excepciones, a saber, Atacama y Santiago del Estero).

El español se ha ido imponiendo a expensas de la lengua autóctona con distintos niveles de bilingüismo: “Hace cincuenta años nadie hablaba allí español, hoy solo los viejos hablan atacameño. Las personas adultas son generalmente bilingües mientras los niños hablan solamente español. El español de los bilingües y el de los niños es muy rudimentario y el atacameño es pobre y se va extinguiendo en sus labios” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 72). Al leer, se encuentran de manera prolija datos y testimonios sociolingüísticos que describen la situación del noroeste argentino.

Seguidamente, el filólogo paraguayo describe el español de la región, en la entonación y en el léxico. En cuanto a lo primero, menciona las dos modalidades de entonación y la consecuente división de las subregiones según la modalidad montañosa y la modalidad del llano, el tipo “santiagueño, porque en la provincia de Santiago del Estero es donde los rasgos característicos pueden identificarse mejor” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 75).

Morínigo anuncia la segunda parte de este estudio, referida a la historia de la conquista de la región del Tucumán colonial. Primero, el período que va desde 1535-1591 -según nuestras anotaciones- en el que se fundan los núcleos de poblamiento: “ciudades fantasmas, ciudades en el papel y ciudades que se lograron”, nos dice el autor, que destaca el bajísimo número de pobladores españoles; en el contexto de guerras con los indígenas de la zona: “Los españoles fundaron las ciudades de las montañas por el sueño de las minas, y las del llano por las facilidades de la comunicación” (Morínigo 2018 (1946, 1959):78). Para el siglo XVII se ha disipado el sueño de las minas y la zona acusa una situación de abandono y emigración (“… se disipa el sueño de las minas, no vienen más españoles a Tucumán que los funcionarios enviados por la Corona.

Los conquistadores viejos han desaparecido. En las ciudades de españoles hay solamente criollos. El aumento de la población española depende exclusivamente del crecimiento vegetativo. Además de que los que pueden emigrar emigran.

Pero también los indios emigran, es decir, se fugan de sus amos escapando al servicio personal. Todo el Tucumán se despuebla” (Morínigo 2018 (1946, 1959): 79)).

Este estudio de la difusión en el noroeste argentino concluye con que es en el siglo XIX, en el período de las guerras de independencia, las guerras civiles. Hace, también, una recapitulación del papel del sustrato entonativo de las lenguas indígenas en el español de la región. En definitiva, Morínigo nos ofrece un trabajo que ningún estudioso de la formación del español y de las lenguas indígenas en América puede desconocer.

2.7. Adolfo Tortoló 2019 (1956)

“… hay motivos racionales para presumir que a estas horas son muchos, muchísimos, los profesores y maestros hispanoamericanos que están afirmando en sus aulas que el seseo es la norma gramatical de Hispanoamérica”.

El prólogo de este volumen dedicado al filólogo cubano Adolfo Tortoló está a cargo de Marlen A. Domínguez Hernández, numeraria de la Academia Cubana de la Lengua en 2008 y profesora titular de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Es autora de investigaciones sobre José Martí,16 así como de distintos estudios sobre el español de Cuba, La lengua en Cuba. Estudios (Domínguez Hernández 2007).

El prólogo presenta una descripción biográfica de José Adolfo Tortoló y un estudio crítico del trabajo que ASALE publica en este volumen. Adolfo Tortoló nació Matanzas en 1902 y murió en 1984. Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana en 1928, ingresó a la Academia Cubana de la Lengua en 1957 (por su ciudad). Un año antes, en 1956 se celebró el Segundo Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua en Madrid donde lee La legitimidad gramatical de la pronunciación hispanoamericana, con una importante repercusión.17

La estructura del ensayo de Tortoló contiene las bases que sustentan su principal objetivo: lograr la aceptación y reconocimiento del seseo como una variante dialectal y, con ello, el reconocimiento de una norma ortológica dual que permitiera dejar de considerar el sistema fonológico hispanoamericano como una variedad subordinada.

Motivos

  • I. Dualidad de ideales fonológicos

  • Orígenes

  • La evolución fonológica del Siglo de Oro

  • Bifurcación del ideal fonológico

  • A. El yeísmo

  • B. La zeta y el seseo

  • 1. Origen del seseo

  • 2. Seseo andaluz y seseo hispanoamericano

  • 3. Naturaleza del seseo hispanoamericano

  • 4. Concepto del seseo

  • 5. Dualidad de ideales

  • 6. Un ejemplo ilustrativo

  • 7. Vox populi

  • II. Evolución del concepto del seseo

  • Concepto tradicional

  • Concepto hispanoamericano del seseo

  • Bello, tradicionalista

  • Cuervo, tradicionalista

  • La conciencia fonológica de Hispanoamérica

  • III. Consecuencias gramaticales

  • Fonemas distintos, reducibles a la unidad

  • Fonemas distintos. Irreducibles a la unidad

  • La norma hispanoamericana

  • Hispanoamérica ante un dilema

  • La síntesis: gramática única, norma dual

Tortoló explica el origen del seseo, apoyado en los planteamientos de Rufino José Cuervo y del mismo Menéndez Pidal; seguidamente expone una exhaustiva descripción del seseo hispanoamericano, en contraste con el seseo andaluz, enalteciendo su estatus fonológico y estético:

“Nada de vicio de pronunciación, nada de incultura, nada de confusión, nada de descuido: nada que pueda, ni remotamente, significar inferioridad (…) En el seseo, en efecto, hay algo mucho más hondo, mucho más alto; mucho más entrañable, mucho más espiritual”.

Luego de repasar el modo en que la aceptación del seseo puede llevarse a cabo, Tortoló apela a la Real Academia Española a que abandone la norma ortológica única por falsa, ineficaz y contraproducente y plantea que una norma ortológica dual fortalecerá los vínculos entre hispanoamericanos y españoles y expresará -mejor- el espíritu fonológico de la lengua española: “… que la Real Academia Española asigne al seseo hispanoamericano la misma jerarquía gramatical que la zeta castellana”. El impacto de esta ponencia fue inmediato -e histórico-, y en las Actas del mencionado Congreso se lee:

El II Congreso de Academias de la Lengua Española

Considerando que la práctica del seseo, o sea la pronunciación de la c y de la z como s, es una realidad lingüística que no debe desconocerse.

Recomienda a la Academia Española que en la próxima edición de su Gramática se reconozca la legitimidad de la pronunciación llamada seseo, que no sólo es general en todos los países americanos, sino que se practica en extensas regiones de España. 18

El profesor y filólogo cubano, correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua en Matanzas, ha aportado al Congreso de Madrid un importante estudio sobre “La legitimidad gramatical del seseo hispanoamericano”, cuyo resultado es el refrendo oficial del Congreso, según la resolución que se incluye en este mismo número al final de la ponencia del señor Tortoló.19

A partir de 1956, gracias al trabajo del filólogo cubano, el seseo es reconocido como un rasgo dialectal propio de América, Canarias y Andalucía y así aparece definido en los diccionarios de la lengua española.

3. Para terminar

Repasar cada uno de los volúmenes publicados es conocer y reconocer la evolución de los conceptos y teorías que hoy por hoy aparecen en cuadros sinópticos de muchos manuales y que quizás empezamos a sentir “muy lejos de nosotros”; sin duda alguna los historiadores del español americano tienen mucho que hacer con los originales ahora reunidos por la ASALE, así como también los estudiosos sobre las instituciones académicas latinoamericanas.

Un conjunto significativo de proyectos de investigación sobre las lenguas amerindias, el español en contacto con el portugués, sociolingüística y dialectología auspiciados por la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL) descansa en aquellos proyectos que en su momento discutieron con sapiencia y disciplina los autores que podemos leer en estos volúmenes y que se siguen impulsando a dos manos, una a cada lado del atlántico.

Referencias bibliográficas

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1También Clásicos ASALE.

2Imprescindible recordar la trascendencia del pensamiento de Eugenio Coseriu en el ambiente académico universitario uruguayo en el que Rona fue su discípulo. Véase Elizaincín (2017), Años de aprendizaje (“Lehrjahre”) de Eugenio Coseriu en Uruguay, para una semblanza de la vida del maestro de Tubinga.

3Se trata de la tesis doctoral de Rabanales publicada como Introducción al estudio del español de Chile. Determinación del concepto de chilenismo, Instituto de Filología. Universidad de Chile, Santiago de Chile, 1953.

4¿Qué es un americanismo? es la conferencia con la que participó José Pedro Rona en enero de 1968 en el IV Simposio del Programa Interamericano de Lingüística y Enseñanza de Idiomas (PILEI) en México; noticias sobre el evento pueden leerse (N.N.;. 1968: 180-182) (el trabajo fue publicado al año siguiente en las Actas del IV Simposio del Programa Interamericano de Lingüística y Enseñanza de Idiomas, México DF, UNAM: 77-113): fue debate de ideas y planteamientos, en el que se reunían las distintas comisiones científicas del PILEI y al que asistieron, como cabe esperar, Ambrosio Rabanales, Ángel Rosenblat y J. M. Lope Blanch, quien ya también había publicado su reseña crítica sobre este trabajo de Rabanales casi diez años antes: “Los resultados de su investigación, sin embargo, no me parecen convincentes, ya que el criterio empleado resulta parcial a la vez que excesivamente amplio y difuso (…). El error de partida que supone esta falsa correspondencia entre el mundo de lo lingüístico y el de lo político-social, determina que todo el sistema levantado por Rabanales se tambalee peligrosamente” (Lope Blanch 1958: 410).

5 Haensch y Omeñaca (2004) nombran a Menéndez Pidal como precursor de la metalexicografía moderna en España.

En 1997, en el L aniversario del Instituto de Filología Andrés Bello, Lope Blanch afirma:

Con ella (la creación del IFAB) Ángel Rosenblat hermanaba a la Universidad Central de Venezuela con otras universidades hispanoamericanas en cuyo seno tenían cabida otros tantos institutos filológicos de primera importancia: el Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires, el Instituto Caro y Cuervo de Bogotá, el Instituto de Filología de la Universidad de Chile en Santiago, el Centro de Estudios Filológicos del Colegio de México, entre otros, a los que seguirían el Centro de Lingüística Hispánica de la Universidad Nacional de México y el Instituto de Lingüística de la Universidad de Puerto Rico y otros más en diversos países de América. En casi todos ellos se dejaba sentir la presencia magistral del fundador de la Filología española, don Ramón Menéndez Pidal, algunos de cuyos discípulos, directos o mediatos, habían llevado a cabo sus labores fundacionales en Hispanoamérica: Amado Alonso en Buenos Aires y después en El Colegio de México; Ángel Rosenblat aquí, en Caracas; yo mismo en la Universidad de México; Humberto López Morales en la de Puerto Rico. Se mantenía así una firme corriente filológica, bien fundamentada y sólidamente concebida, heredera de la noble Filología románica establecida en Europa durante el siglo XIX. Noble y generosa, amplia y fecunda considero sin duda a la Filología románica o, mejor dicho, a la Filología en sí misma, por cuanto que es, en mi opinión, la ciencia humanística por excelencia

(Lope Blanch 1997: 11).

7Sobre Ángel Rosenblat y sus relaciones con el CEH véase el trabajo de Esther Hernández (2007: 185-220) y el de Luciana de Stefano (2003: 86-96), una semblanza a propósito del centenario de su nacimiento.

8La recolección de los materiales para este proyecto se basó en la constitución de un fichero léxico. En 1968 Rosenblat comenta que el fichero léxico tenía unas 100.000 fichas; para 2017, en el marco del proyecto “Memoria histórica IFAB” (Malaver (en prensa)), se contabilizaron casi trescientas mil fichas repartidas en 168 cajones: “Las fichas han sido preservadas con celo y admiración, resguardadas en el cajón de manera noble que las alberga desde hace 70 años, testimonios del alma sonora del país (Malaver y Birriel 2018: 275).

9El Programa Interamericano de Lingüística y Enseñanza de Idiomas (PILEI), la Asociación de Lingüística y Filología de la América Latina (ALFAL), la Asociación Internacional de Hispanista (AIH). Véase https://asociacioninternacionaldehispanistas.org/in-memoriam/angel-rosenblat/

10Manuel Maldonado-Denis (comp.). 1982. Eugenio María Hostos. Moral social. Sociología, Caracas, Fundación Biblioteca Ayacucho.

11Toscano y García (2013); Lida (2019). Amado Alonso en la Argentina: una historia global del Instituto de Filología (1927-1946) discute la trascendencia del trabajo de Alonso en Argentina en los distintos ámbitos culturales y educativos públicos: el papel de Alonso en la revista Sur, su gestión en la editorial Losada, en cuyo equipo -junto con Henríquez Ureña- se encargó de manuales escolares para la enseñanza de la lengua, entre otras tareas (Lida 2019: 14).

Un interesante trabajo sobre el cambio de posición de Alonso sobre la variedad rioplatense se presenta en Arnoux y Bein 1995/96, dedicado a la memoria de Amado Alonso. En un total de 44 trabajos escritos por Barrenechea, Lope Blanch, entre otros, el artículo “Amado Alonso: un homenaje tardío”, de Peter M. Boyd-Bowman -especialmente conmovedor- revela detalles sobre la investigación del Catálogo de pasajeros a Indias que cambiaría radicalmente la discusión sobre el antiandalucismo del español de América:

En aquel entonces Alonso y su colega dominicano Pedro Henríquez Ureña teorizaban con otros americanistas acerca de la base dialectal del primitivo español de América: ¿fue o no fue andaluza? Alonso creía que no, pero para decidir el caso faltaba estudiar a fondo las corrientes migratorias entre España y América en el siglo XVI. Cuando yo me ofrecí a recoger y analizar los datos necesarios, Alonso me entregó un pequeño fichero de papeletas manuscritas que había reunido su recién fallecido amigo Hernández Ureña en el transcurso de sus lecturas. Pero éstas, por su falta de sistematicidad y de atención a la cronología, me resultaron poco menos que inservibles. De valor incalculable, en cambio, fueron los tres tomos del Catálogo de Pasajeros a Indias (…) Alonso sin duda esperaba que al salir a luz mis estudios demográficos, iban a refutar la teoría andalucista. Sin embargo me aconsejó que abordara el proyecto con absoluta imparcialidad, sin ideas preconcebidas, permitiendo que sólo el peso de los datos decidiera el caso (…) Si Alonso hubiera conocido los resultados de mi investigación, seguramente habría cambiado de opinión (…) (…) Yo lo visité en el hospital en vísperas de su muerte. Cuando estábamos solos Alonso me dio un abrazo y me exhortó a contribuir a la lingüística hispanoamericana con obras fundamentales de síntesis que tanta falta hacían. Le prometí que sí lo haría. Los dos quedamos muy emocionados porque sabíamos que ya no nos veríamos más (Boyd-Bowman 1995/96: 109).

En el Epistolario Mínimo de Pedro Henríquez Ureña se reproduce una de sus cartas a Alfonso Reyes:

(…) En Buenos Aires, nuestro filólogo Rosenblat pidió pasaporte para ir a Europa con beca universitaria y fue detenido… le iban a quitar la ciudadanía (es nacido en Polonia y vino de 9 años) (…) Yo me espanté -fíjate que Hermelo, el jefe de la policía, recibió a Amado Alonso con suma severidad- y acudí a Nieves: Nieves, heroicamente acudió a sus influencias políticas y después de seis o siete horas de labor telefónica logró conseguir su libertad. Al día siguiente estaba libre Rosenblat, y podrá irse a Alemania con su beca. Hemos salvado la vida del primer filólogo de tipo moderno que tendrá la Argentina: sus anotaciones al Espinosa que saldrá próximamente en la Biblioteca del Instituto es extraordinaria de información”. Buenos Aires 15 de octubre de 1930.

Blecua afirma:

“(…) Solo tengo que notar que al final de los dos primeros cuadernos hay un apartado de Noticias. En él, con toda la sobriedad y señorío puede leerse: «Amado Alonso enseña actualmente en Harvard University, Ángel Rosenblat en la Universidad de Caracas, Marcos Morínigo en la de Southern California (Los Ángeles), Enrique Anderson Imbert en la de Michigan, María Rosa Lida continúa sus trabajos en Harvard University, Raimundo Lida en el Colegio de México” (p. 12)»

15Este libro forma parte de la Colección de Estudios indigenistas del Instituto de Filología y fue prologado por el propio Amado Alonso.

16José Martí: ideario lingüístico;Martí en los documentos de la Revolución;Lengua y crítica en José Martí;Fuego y ala: esbozo biográfico de José Martí para jóvenes.

17Con este nombre aparece el ensayo en el Boletín de la Academia Cubana de la Lengua, N° 5, La Habana, 1956, pp. 50-124. Y, aclara, Domínguez Hernández, que el texto que publica ASALE corresponde al original mecanografiado que reposa en la Biblioteca de la Real Academia Española V (74-16). En las Actas del Congreso, la ponencia aparece con el título de La legitimidad gramatical del seseo hispanoamericano.

18Segundo Congreso de Academias de la Lengua Española. Madrid, 24 de abril a 2 de mayo de 1956, en Cuadernos Hispanoamericanos. Revista Mensual de Cultura Hispánica, 78-79: 311-319.

19Segundo Congreso de Academias de la Lengua Española. Madrid, 24 de abril a 2 de mayo de 1956, en Cuadernos Hispanoamericanos. Revista Mensual de Cultura Hispánica, 78-79: 502.

NOTA: los textos a los que se hace referencia son:

  • JOSÉ PEDRO RONA 2017 (1969)

  • ¿Qué es un americanismo?

  • Edición de Adolfo Elizaincín

  • Madrid, Asociación de Academias de la Lengua Española. 81 pp.

  • ISBN: 978-84-15673-77-4 (=Colección Clásicos ASALE 1)

  • RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL 2018 (1945)

  • El diccionario que deseamos

  • Edición de Pedro Álvarez de Miranda

  • Madrid, Asociación de Academias de la Lengua Española. 81 pp.

  • ISBN: 978-84-17453-11-4 (=Colección Clásicos ASALE 2)

  • ÁNGEL ROSENBLAT 2018 (1962)

  • El castellano de España y el castellano de América

  • Edición de Francisco Javier Pérez

  • Madrid, Asociación de Academias de la Lengua Española. 97 pp.

  • ISBN: 978-84-17453-12-1 (=Colección Clásicos ASALE 3)

  • EUGENIO MARÍA DE HOSTOS 2018 (1872)

  • Hamlet. Ensayo crítico

  • Edición de José Luis Vega

  • Madrid, Asociación de Academias de la Lengua Española. 138 pp.

  • ISBN: 978-84-17453-13-8 (=Colección Clásicos ASALE 4)

  • AMADO ALONSO 2018 (1935)

  • El problema argentino de la lengua

  • Edición de Pablo Cavallero

  • Madrid, Asociación de Academias de la Lengua Española. 164 pp.

  • ISBN: 978-84-17453-14-5 (=Colección Clásicos ASALE 5)

  • MARCOS A. MORÍNIGO 2018 (1946,1959)

  • Dos perspectivas americanas

  • Edición de José Manuel Blecua

  • Madrid, Asociación de Academias de la Lengua Española. 101 PP.

  • ISBN: 978-84-17453-15-2 (=Colección Clásicos ASALE 6)

  • ADOLFO TORTOLÓ 2019 (1956)

  • La legitimidad gramatical de la pronunciación hispanoamericana

  • Edición de Marlen A. Domínguez Hernández

  • Madrid: Asociación de Academias de la Lengua Española. 143 pp.

  • ISBN: 978-84-17453-44-2 (=Colección Clásicos ASALE 7)

NOTA: La autora de este artículo es la única responsable de su contenido y redacción.

Nota de aceptación: Este texto ha sido aceptado para publicación por el único Director-Editor de la revista, Adolfo Elizaincin, quien ha actuado de acuerdo a lo establecido en la “Declaración de comportamiento ético de la revista Lingüística (https://www.mundoalfal.org/sites/default/files/revista/Declaración_comp_etico.pdf), primer párrafo del capítulo “Obligaciones del Director-Editor. A esta declaración deben adherir, explícitamente, el Director-Editor, los árbitros y los autores.

Recibido: 18 de Abril de 2020; Aprobado: 28 de Abril de 2020

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