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Lingüística

versión On-line ISSN 2079-312X

Lingüística vol.29 no.2 Montevideo dic. 2013

 

Lingüística

Vol. 29-2, diciembre 2013: 349-357

ISSN 2079-312X en línea

ISSN 1132-0214 impresa

 

 

RESEÑAS

 

VALERIANO BELLOSTA VON COLBE & MARCO GARCÍA GARCÍA (EDS.) 2012.

Aspectualidad – Transitividad – Referencialidad. Las lenguas románicas en contraste,

Frankfurt am Main, Peter Lang. 237 pp. ISBN 978- 3-631-63495-0.

 

 

Reseñado por ANDREA BOHRN

Universidad de Buenos Aires/ Conicet

andletras@gmail.com

 

 

Nueve trabajos componen el volumen Aspectualidad–Transitividad–Referencialidad. Las lenguas románicas en contraste –en su mayor parte conferencias presentadas en el XXXI Congreso de la Asociación Alemana de Romanistas (Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität Bonn, 27.09-01.10.2009), como señalan en la introducción los editores, Valeriano Bellosta von Colbe y Marco García García. Los tres complejos conceptos estudiados –cada uno en sí mismo y, sobre todo, las relaciones entre ellos- resultan de enorme interés para comprender el funcionamiento de las lenguas naturales. En este sentido, la obra realiza una contribución al estudio de la morfosintaxis de las lenguas románicas, en particular, en lo que respecta al reconocimientos de los tipos aspectuales tradicionales, los objetos cognados y los objetos nulos, las construcciones con se, la causación negativa, la transitividad débil asentada sobre la base de nombres no referenciales, las construcciones anticausativas, la marcación diferencial de objetos no animados, la factividad en infinitivos nominales y verbales, y la codificación de conceptos funcionales en el ámbito nominal y verbal. Mencionaremos, a continuación y de manera sucinta, los aspectos centrales de los artículos.

Juan Cuartero Otal inicia el volumen con el estudio de leer y escribir, que inscribe en la clase de las actividades, a partir de la distinción de dos niveles de análisis aspectual y la diferenciación de los conceptos de telicidad y delimitación. El primero de los niveles, que se formaliza mediante esquemas temporales, se relaciona con la información tempo-aspectual que un predicado potencialmente puede proporcionar. El segundo nivel se vincula con la información que efectivamente brinda un predicado en un enunciado concreto. La distinción entre telicidad y delimitación se establece a partir de la propuesta de Depraetere (1995), según la cual los predicados son inherentemente télicos o atélicos, pero, independientemente de ello, pueden mostrarse en los enunciados alcanzando o no la consecución del evento (Ganó la carrera./ Iba ganando la carrera.). Los recursos morfológicos y compositivos que permiten la manifestación o no de la delimitación del evento no alteran la información télica inherente. La vinculación de los niveles mencionados y de esta distinción le permite al autor establecer que mientras la información sobre la telicidad se adscribe al nivel de los predicados o los esquemas temporales, la delimitación se vincula con el nivel del enunciado, como efecto del aspecto gramatical y de las propiedades denotativas de los complementos. De esta forma, Ha leído el libro o Ha leído el libro durante dos horas son oraciones delimitadas pero que no se han telicizado. A partir de la combinación de los verbos con adjuntos puntuales y durativos, se señala que no hay una culminación real u objetiva de los eventos denotados por los verbos estudiados. Las pruebas de implicación, que evidencian la homogeneidad del proceso, completan el panorama, al mostrar que leer y escribir tampoco funcionan como realizaciones canónicas en estos contextos. El artículo se cierra con la inscripción de estos verbos a una clase novedosa que Cuartero Otal denomina procesos limitables, para diferenciarla de otros eventos que denotan actividades pero que no pueden ser delimitables a partir de la presencia de un complemento definido.

En el segundo artículo del libro, Sonia Cyrino indaga en los objetos nulos del portugués de Brasil y de las variedades andina, quiteña, paraguaya, peruana y rioplatense del español, desde una perspectiva generativa. A partir de este recorrido y sobre la base de datos estadísticos y el análisis de corpora, la autora establece que los objetos nulos en estas lenguas tienen comportamientos diferentes. Los objetos nulos de las variedades mencionadas del español pueden ser indefinidos cuando tienen como antecedente un nombre de masa o un nombre escueto, pueden ser objetos cognados e incluso pueden tener un antecedente prominente en la situación comunicativa. Por su parte, los objetos nulos no animados del portugués de Brasil pueden, por ejemplo, estar presentes en la segunda parte de una coordinación verbal, aun cuando no haya identidad estricta entre los dos verbos de la coordinación. Se discute, luego, si los objetos nulos responden a la marcación diferencial de objeto, frente a lo cual, Cyrino considera que la aparición de la marca morfológica de acusativo se vincula con la presencia de rasgos de género, no interpretables en la semántica y que deben ser valuados o cotejados en el transcurso de la derivación sintáctica. Asimismo, sobre la base de Platzack (2008), establece una diferencia estructural entre los objetos nulos tratados y los objetos cognados, que se vincula también con la asignación de los papeles temáticos. Los objetos nulos se ensamblarían al nivel de la raíz verbal, como complemento de Sintagma raíz (S√) donde obtendrían la lectura de tema o trayectoria y podrían delimitar el evento. Por el contrario, los argumentos que responden a la marcación diferencial de objeto se ensamblarían en una posición más alta de S√, donde se interpretarían como experimentante o meta.

Ángela Di Tullio propone un análisis alternativo –la hipótesis agentiva- a la llamada hipótesis aspectual, que explica la presencia del se no argumental en construcciones del tipo Los chicos se comieron todo lo que sirvieron en la fiesta, por el carácter delimitado del complemento directo cuya delimitación se extiende a la totalidad del evento. Mientras que los sostenedores de esta hipótesis (Sanz y Laka 2002) desestiman las propiedades del argumento externo, Di Tullio intenta demostrar que la presencia del se está vinculado con la agentividad del argumento externo a través de una serie de pruebas que desarrollará consistentemente. Para ello propone la existencia de dos grupos de verbos transitivos: los causativos o ergativos, del tipo secar/ secarse o aumentar, que presentan un argumento externo causativo que puede ser suprimido, y los transitivos bivalentes, del tipo comer, pintar o bailar, que admiten un argumento interno implícito. Mientras que en las versiones intransitivas del primer grupo, el se es una marca obligatoria, el argumento externo de los verbos bivalentes no puede ser elidido ni suprimido y su objeto está restringido por la semántica de la unidad verbal; el se facultativo que aparece con estos verbos pone de manifiesto la agentividad del sujeto. El se facultativo será entonces sensible a la interpretación del sujeto, afirmación que se fundamenta en la incompatibilidad de la partícula con un sujeto-instigador (Carlos III *se construyó personalmente la Puerta de Alcalá) o con el rechazo de las lecturas estativas de verbos polisémicos (Juan (*se) pesa 80 kgs. versus Juan (se) pesó 80 kgs. de manzanas). Asimismo, la hipótesis agentiva da cuenta satisfactoriamente de una serie de comportamientos que la hipótesis aspectual no logra abordar de manera concluyente, como el tipo de adjunto y, sobre todo, la relación flexiva entre el clítico y el sujeto. Por otra parte, los verbos que se combinan con el se facultativo forman una clase natural de verbos transitivos, mientras que la hipótesis aspectual incluye transitivos y un grupo variable de verbos intransitivos. Tanto el artículo de Di Tullio como el de Cuartero Otal coinciden en indicar que la delimitación de un evento es un fenómeno secundario, asociado a determinadas propiedades específicas de la construcción oracional.

Renata Enghels y Eugeen Roegiest estudian la formación de las causativas negativas en español, a partir del verbo dejar, y en francés, con la unidad laisser. La primera diferencia que destacan entre ambos es que dejar puede construirse con infinitivos y con oraciones subordinadas, mientras que su equivalente francés solo selecciona infinitivos. Establecen que el causante de una causativa negativa tiene menos control y responsabilidad sobre el evento que el causante de una causación positiva. Sobre esa base, los autores logran establecer que en la construcción de 'dejar + oración completiva' aparecen verbos transitivos y pronominales, mientras que en la variante de 'dejar + infinitivo' abundan los verbos intransitivos y, en particular, los inacusativos. Por otra parte,  la completiva española selecciona un sujeto causante humano mientras que la construcción con infinitivo francesa prefiere sujetos inanimados. Los parámetros considerados muestran un mayor grado de gramaticalización en la construcción del francés, en la que laisser se ha convertido en un semiauxiliar y ha perdido la capacidad de construirse con la completiva, frente al mayor grado de autonomía de la construcción con dejar del español. La descripción de la combinatoria de las dos unidades se desarrolla sobre la base del CREA (español) y FRANTEXT (francés), de forma sumamente meticulosa y ordenada.

En “Transitividad débil y nombres no referenciales modificadores del predicado”, María Teresa Espinal aborda el estudio de los predicados del tipo tener que se combinan con nombres escuetos en la posición de complemento directo postverbal (Tengo habitación. / Buscaba ordenador. / Recibí carta de la Rectora.). En la primera parte de la investigación, se plantea  por qué esos nombres escuetos, sin marca de caso, definitud o número, no se combinan con verbos causativos y están restringidos a estructuras argumentales simples. La hipótesis que guía el trabajo es que los nombres escuetos solo pueden aparecer como argumentos internos de categorías relacionales simples, como los predicados del tipo tener, que no denotan acción o causa y que introducen una relación estativa. Desde una perspectiva generativa de corte minimalista y construccionista, Espinal propone entonces que la estructura sintáctica de estos predicados es débil, y resulta similar a la estructura de los inergativos sintéticos como trabajar o llorar. En la segunda parte del capítulo, indaga en la construcción composicional del significado de los verbos transitivos y, en particular, en el procedimiento que permite la construcción del significado de los verbos que toman como complemento nombres escuetos. Determina que las construcciones analizadas no se comportan como la construcción transitiva típica, donde el argumento externo ejerce una acción sobre el argumento interno, dado que los nombres escuetos no saturan los requisitos argumentales de los predicados del tipo tener en tanto su estructura semántica es diferente a la de las entidades que pueden ocupar esos lugares. La autora concluye que si bien las construcciones del tipo tener piso son transitivas a nivel sintáctico, en cuanto a su semántica son estructuras intransitivas.

Rolf Kailuweit estudia la existencia de dos variantes intransitivas, una marcada con la partícula se y otra no marcada, en los verbos de cambio de estado que participan en la alternancia causativa. El artículo, que se inscribe en un marco funcionalista, parte de la propuesta de Labelle (1992) para el francés, y logra reconocer en el español unidades verbales en las que, además de la forma transitiva, alternan la construcción intransitiva con se y una variante sin el marcador (La muerte de Luis Donaldo Colosio entristeció al país./ Suárez se entristeció al conocer la noticia./ Javier entristeció más de lo habitual en él.) La perfectividad, la falta de autonomía del proceso y la responsabilidad elevada o reducida del argumento sujeto son los tres elementos que determinan la selección de la construcción con se. En la construcción marcada, además, el grado de causatividad del argumento sujeto presenta vacilaciones: si el grado de responsabilidad del sujeto es alto, la causatividad será también elevada mientras que, si el argumento está afectado por el cambio de estado culminativo o no cuenta con propiedades intrínsecas para controlar el evento, su causatividad será baja. Sobre esta base, el autor construye una escala de causatividad en la que ubica las construcciones reflexivas en el punto más alto vinculado con el polo activo/causativo y las pasivas reflejas en el punto más bajo, ligadas al polo pasivo/afectado. Las construcciones anticausativas se ubicarían en medio de esos dos extremos, de forma tal que las secuencias del tipo El auditorio se ensordeció con el concierto de rock se orientan a la causación, mientras que otras, como La leche se hirvió se acercan al polo pasivo. Para dicha escala, y con la intención de lograr una caracterización rigurosa y fina, apela a la combinación de los rasgos 'causar un evento' [c], 'estado mental' [m] y 'resultado' [r]. Debe mencionarse la cercanía con el estudio de Di Tullio, en tanto los verbos transitivos bivalentes podrían ser parte del primer grupo de se. En ambos artículos, además, se establece la delimitación como epifenómeno derivado de la construcción sintáctica particular y de la presencia del se.

Miguel Rodríguez Mondoñedo estudia la marcación diferencial de objetos (differential object marking, DOM) aplicada a nombre no animados, en casos como Los ácidos atacan a los metales. Estos nombres constituyen un caso particular, en tanto el objeto marcado con la preposición a suele ser específico y animado. En el marco del programa minimalista, considera que los nombres no aminados reciben la marcación como resultado del funcionamiento de la operación de concordancia Agree (Chomsky 2000 y trabajos posteriores). Puntualmente, establece que el objeto no animado contiene una serie de rasgos, entre los que se encuentra la propiedad de ser cuantificado ([quantize feacture]). En virtud de este rasgo, debe ascender hasta una posición alta en la estructura donde puede llevarse a cabo el cotejo de rasgos requerido, pero, allí, ya no puede recibir caso acusativo, por lo que, al igual que otros objetos argumentales, queda sujeto al mecanismo de marcación diferencial. Si bien los objetos no animados reciben la preposición a cuando el evento es delimitado, dicha delimitación no es consecuencia de la marcación diferencial de objeto, sino que responde a razones estructurales independientes. Finalmente, considera los casos en los que hay alternancia entre objetos inanimados marcados y no marcados (la matriz que rodea a las paredes/ la matriz que rodea las paredes), y señala que en el primer caso el evento se interpreta como delimitado mientras que en el segundo habrá ambigüedad entre la lectura delimitada y la no delimitada.

En el octavo artículo, Malte Rosemeyer pone en relación las propiedades morfosintácticas y la estructura de la información para dar cuenta de las diferencias entre los infinitivos nominales (el fluir del agua) y los infinitivos verbales (el ver un artículo de gran calidad). Considera que la factitividad, es decir, la presuposición de verdad de una proposición por parte del hablante, no es una propiedad del verbo en sí mismo, sino que es un fenómeno pragmático. En relación con los contextos de aparición de cada clase, los infinitivos nominales pueden llevar determinantes definidos, indefinidos y posesivos y, al igual que los nombres, sus referentes están presupuestos en el discurso. Su único argumento, que se realiza por medio de la preposición de, está restringido al papel de tema o argumento afectado que no controla el evento, por lo que los infinitivos nominales presentan una baja transitividad. Por su parte, los infinitivos verbales aceptan solo determinantes definidos, pueden llevar auxiliares y negación, y seleccionan un argumento interno que se realiza sin marca morfológica. Asimismo, presentan una transitividad alta. Mientras los infinitivos nominales se asemejan a nominalizaciones, los infinitivos verbales se comportan como oraciones, razón por la cual, además, pueden ser parafraseados con construcciones factitivas del tipo el hecho de que. Rosemeyer establece, en consecuencia, una relación entre factitividad, construida sobre la base de las nociones de aserción y de informatividad, y la transitividad. De esta forma, los infinitivos nominales son poco informativos porque refieren a una cualidad interna de su único argumento, al tiempo que los infinitivos verbales, en tanto son fuertemente transitivos, introducen información nueva y relevante para el discurso.

Desde una perspectiva semántica, formal y cognitiva, Brigitte Schwarze y Anselm Terhalle analizan la codificación nominal y verbal de la noción de PESO, entendida como un concepto funcional, es decir, como la representación mental de una entidad relacional. A partir de los casos del francés del tipo Le poids de l´ordinateur est de trois kilos; L’ordinateur pèse trois kilos establecen que en el ámbito nominal, la aparición de significados novedosos se produce a partir de la operación type shift, sobre la base de nombres que denotan entidades y que están sujetos a la información contextual. En el ámbito verbal, la codificación permite que unidades que presentaban un significado asociado a eventos adquieran un nuevo matiz al denotar propiedades, como consecuencia de un proceso de metáfora o metonimia. Asimismo, el verbo base tenderá a tener una transitividad mayor que el derivado.

Más allá de la temática tratada y de la recurrencia de ciertos fenómenos estudiados, la obra se orienta también en un enfoque fuertemente contrastivo con el que se aborda, por ejemplo, el estudio del francés y el español o el portugués y el español. En este sentido, debemos señalar que en todos los casos la recolección de los datos, ya sea producto del trabajo con extensos corpora o de la introspección del investigador, y su posterior tratamiento son sumamente cuidadosos. Por otro lado, el contraste mencionado se extiende más allá del trabajo comparativo entre las lenguas a la multiplicidad de perspectivas teóricas y a las lenguas en las que se escriben los artículos. En efecto, conviven artículos en inglés, español y alemán como así también diversos enfoques teóricos, entre los que pueden mencionarse el funcionalismo o la gramática generativa. Como se advierte, la obra aporta interesantes conclusiones en relación con  la aspectualidad, al distinguir entre delimitación y telicidad o al reconocer la injerencia de los nombres escuetos en el cálculo de la delimitación del evento; asimismo, enriquece el concepto de transitividad al profundizar el estudio de la marcación diferencial de objeto o las construcciones causativas negativas o anticausativas. La referencialidad y la cuantificación también conectan varios de los artículos, ya sea en el ámbito nominal o como parte de la semántica de un evento complejo.

 

 

Referencias

 

Chomsky, Noam. 2000. Minimalist inquiries: the framework, en R. Martin et al. (eds.), Step by Step: essays on minimalist syntax in honor of Howard Lasnik, Cambridge, Mass, MIT Press, 89-155. 

Depraetere, Ilse. 1995. “On the necessity of distinguishing between (un)boundedness and (a)telicity”, en Linguistics and Philosophy 18, 1-9. 

Laballe, Marie. 1992. Change of state and valency, en Lingusitics 28, 375-414. 

Platzack, Christer. 2008. Class notes, Summer Institute, GLOW, Barcelona. 

Sanz, Monserrat y Laka, Itziar. 2002. Las construcciones con se: El modo de acción en la sintaxis, en C. Sánchez López (ed.), Las construcciones con se, Madrid, Visor Libros: 309-338.

 

 

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