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Lingüística

versión On-line ISSN 2079-312X

Lingüística vol.29 no.1 Montevideo jun. 2013

 

Lingüística

Vol. 29-1, junio 2013: 143-163

ISSN 2079-312X en línea

ISSN 1132-0214 impresa

 

 

 

COMPARTIR EL ESPACIO – CONTINUAR EL DISCURSO.

LAS FORMAS, FUNCIONES Y USOS DE LA PARTÍCULA EN EL PORTUGUÉS BRASILEÑO.

 

SHARING SPACE – CONTINUING DISCOURSE

FORMS, FUNCTIONS AND USES OF THE PARTICLE IN BRAZILIAN PORTUGUESE

 

Konstanze Jungbluth

Europa-Universität VIADRINA, Frankfurt/Oder

jungbluth@europa-uni.de

 

 

El propósito de este artículo consiste en describir todos los usos de la partícula , destacando los usos discursivos como son documentados por los datos empíricos de la lengua hablada en el portugués brasileño contemporaneo. Tradicionalmente la partícula brasileña es considerada como adverbio de lugar, un deíctico históricamente relacionado con el adverbio ahí del castellano. Defendo particularmente el uso oracional de este mismo deíctico. Finalmente comparo todos los usos de esta partícula con la finalidade de mostrar que la forma gráfica uniforme enmasca las diferentes formas fonética-prosodicas las cuales permiten al oyente diferenciar entre los usos distintos de deíctico y de usado como partícula oracional.

 

Palabras claves: Pragmática, Gramática, Lingüística Descriptiva, Deixis, Portugués Brasileño               

 

Key Words: Pragmatics, Grammar, Linguistic Description, Deixis, Brazilian Portuguese

 

So far, the Brazilian particle has usually been considered a local adverb – a deictic element historically related to the Spanish adverb ahí. The aim of this paper is to provide a description of its different usages in contemporary Brazilian Portuguese, which will be deduced from spoken language data. In particular, I shall defend the use of this deictic form as a discourse particle. Finally, I shall compare all different uses of . The reader will recognize in this comparison that the uniform written form of disguises the different phonetic-prosodic forms of when it is used as a spatial deictic or as a discourse particle. Taking these differences into account, it should come as no surprise that listeners in fact have no difficulty understanding the multifaceted uses of ai when engaged in conversation.

 

 

(Recibido: 31/01/13; Aceptado: 8/03/13)

 

 

1. ¿Cómo estructurar el habla? Un fragmento de un corpus lingüístico del portugués brasileño (PB)

Quiero partir de unos datos orales para dar al lector la posibilidad de entrar en el tema en medias res. Mi objetivo principal dentro de este estudio es principalmente analizar de un modo descriptivo unos fenómenos lingüísticos del portugués brasileño como fueron observados, grabados y transcritos posteriormente. Para recopilar datos se estableció en la lingüística un método que surge de la sociología: se les pide a los informantes que relaten una situación límite de su vida, en la cual se encontraron en peligro de muerte. Una informante de Rio de Janeiro cuenta una situación en la cual casi murió ahogada[1].

Tradicionalmente es considerado como adverbio de lugar, un deíctico históricamente relacionado con el adverbio ahí del castellano (Blühdorn 2001). Las oposiciones del paradigma son comparables también entre estas dos lenguas románicas. El espacio al cual se refiere el adverbio se opone a aquí por un lado y a allí por el otro lado mostrando a un espacio de una distancia mediana (Jungbluth 2010). El uso ilustrado en el ejemplo que sigue diverge de esta descripción semántico-gramatical tanto en su contexto discursivo como en su posición sintáctica aislada (Rehbein 1995; Wohlrapp 1995). Hay que subrayar que el fragmento de discurso de la carioca está grabado y transcrito tal como ocurrió, no está compilado artificialmente.        

1             Eu senti, eu fiquei muito aflito, sabe?

2             Aí, primeira coisa que eu fiz foi tentar botar a mão [no] no fundo, não é?

3             Aí, depois que eu já tinha batido com os peito[2] na areia, que eu fui elevar a mão,

4             aí fui acalmar mais,

5             aí ela me levou até na frente (Paiva 1999: 22).

 

1esp        Sentí que estaba muy alterada, ¿sabe?

2esp        , lo primero que hice es tratar de tocar el suelo con la mano, ¿no?

3esp        , después, cuando toqué el suelo con el pecho, cuando subí la mano,

4esp        me calmé,

5esp        ella me llevó hacia adelante.

Dato 1: como conector oracional en un fragmento narrativo que forma parte de un diálogo (PB).

En este fragmento se puede observar claramente el uso de como conector oracional (Schanen 2001; Waßner 2001; compárese con ʻmarcador discursivoʼ, ʻpartícula conectivaʼ Risso 2006: 452). Este pasaje narrativo forma parte de un diálogo coloquial, en la variedad de los habitantes de los distritos suburbanos llamada habla popular.

En los siguientes cinco parágrafos trataré de efectuar una descripción adecuada del deíctico , que ha desarrollado un uso discursivo al lado del uso propiamente deíctico en el portugués brasileño. Primero quiero presentar el concepto de conexión en la lengua hablada (Lang et al. 2007). A través de varias ocurrencias de como deíctico y como conector de frases halladas en el habla popular de Brasil contrapondré el uso deíctico al uso no-deíctico de . Finalmente reuniré los resultados para mostrar el carácter fluido de la conexión secuencial construída entre conceptos en el espacio y en el discurso.  

2. Formas lingüísticas de la junción en la lengua hablada

Quiero justificar por qué considero conector la partícula . Puesto que puede relacionar proposiciones, se puede considerar un conector prototípico, según Pasch et al. (2003). Como mínimo en los datos presentados más arriba, se unen oraciones principales y oraciones subordinadas mediante la partícula . También si se tienen en cuenta sus otras características, encaja en el concepto de conector oracional. Desde el punto de vista morfológico, que es la primera característica, es una palabra invariable, sin flexión de ningún tipo. Desde el punto de vista sintáctico, que es la segunda característica, no interviene en la estructura ni en los papeles temáticos del resto de la oración. Como ya se ha dicho, combina proposiciones expresadas en oraciones, y esta relación es binaria (características 3, 4 y 5 de Pasch et al. 2003: 1-5).

 

Puesto que se trata de un texto hablado, la pregunta que surge es si la caracterización como elemento de estructuración discursiva o bisagra discursiva[3] sería más adecuada, para los datos orales, que la de conector oracional. Este tipo de partículas puede ir más allá de la oración y abarcar incluso todo el discurso.

 

[...] discourse deictic demonstratives focus the hearer’s attention on aspects of meaning, expressed by a clause, a sentence, a paragraph, or an entire story (Diessel 1999: 101).

 

Partículas como revelan rasgos de las operaciones discursivas dinámicas (Weydt 1979; Christl 2004). La lengua hablada normalmente se caracteriza por un estilo lineal y yuxtapositivo (Koch et al. 1990). La ausencia de planificación comporta la preferencia por medios implícitos, no expresados lingüísticamente, y por medios coordinados, que ponen las proposiciones en secuencia, de forma junctiva (Gómez Txurruka 2003). De este modo, se diferencian claramente de las estructuras junctivas de las proposiciones propias de un texto escrito. Según Raible (1992), el término junción funciona como un hiperónimo que incluye todo tipo de enriquecimiento de una oración simple, que se puede manifestar de diversos modos, desde una oración subordinada, pasando por un gerundio o un participio, hasta un sintagma preposicional. Independientemente del grado de integración sintáctica, sólo cuenta la inclusión de una segunda proposición en la misma oración[4]. En el cuarto apartado, volveré a este concepto. Allí proporcionaré más argumentos en favor de la consideración de como conector oracional en lugar de marcador discursivo.

Primero quiero mostrar el uso de como deíctico puro, en relación con el oyente. Explicaré su posición intermedia en el sistema ternario de los adverbios de lugar del portugués brasileño (Blühdorn 2003).

3. como deíctico puro

En el portugués brasileño el paradigma de los adverbios deícticos de lugar es muy rico, en comparación con el de otras lenguas, y también, más específicamente, en comparación con otras lenguas románicas. Además de los adverbios que acaban en -í, aqui – aí – ali, se usan también adverbios que acaban en -a, como cá – lá. En español, que tiene una diversidad semejante, ésta se explica por una concepción sutil del espacio, que distingue entre una concepción puntual, más precisa, a la cual se refiere con los adverbios que acaban en -í, con un sonido más agudo, y una concepción más vaga del espacio, a la cual se refiere con las formas acabadas en -á, acompañadas de un sonido más suave, acá y allá. Así como esta segunda concepción sólo distingue entre dos grados, el primer paradigma distingue tres, aquí – ahí – allí (Jungbluth 2005: 167-180, de Bruyne 1993: 282, Coste et al. 1965: 226, acerca de la prueba con más antepuesto véase Berschin 1987: 187).

3.1. Datos: uso y significado

El portugués brasileño, mediante el adverbio , hace referencia al lugar del oyente, “da, wo du bist, aber ich nicht” ‘el lugar donde tú estás pero yo no’ (Jungbluth 2005: 175), a diferencia de aquí, que se refiere al lugar donde se encuentra el hablante, y de ali y de , que se refiere al espacio lejano[5].

6              Esse aqui, esse aí e aquele prato lá (Jungbluth 2005: 159).

6esp        Este de aquí, este de ahí[6], y aquel plato de allí.

Dato 2: Uso deíctico de para la referencia a un lugar a media distancia.

 

7              lembranças aqui de todos espero que todos estejam bem aí (p.c.<mail 12.9.2007>).

7esp        Recuerdos de todos los que estamos aquí. Espero que todos estéis bien ahí.

Dato 3: Uso deíctico de con referencia al lugar del oyente.

Estos ejemplos muestran que ocupa una posición intermedia, en oposición al deíctico de proximidad, aqui. El primero se desprende fácilmente del contexto espacial concreto para incorporar valores abstractos, como por ejemplo el de conector oracional. No obstante, creo que incluso en este caso, conserva una cierta relación con el oyente[7].

3.2. Variación en la posición sintáctica de aí en su uso deíctico

La posición del deíctico en la oración es relativamente libre. Puede encontrarse al final, como en los ejemplos [7] y [10] ―este último, en nota a pie de página―; puede presentarse como una oración de una sola palabra, y en este caso normalmente va acompañado de un gesto, como en el ejemplo [9]; o se puede combinar con otro deíctico en el interior de una oración, como en el ejemplo [6]. Además, se puede encontrar al inicio de una oración, y sólo en este caso coincide con la posición de como conector oracional. Sólo la entonación permite entonces distinguir los dos valores (véase 3.3 y 4.1).

3.3. Forma prosódico-fonológica

El uso deíctico, que orienta al oyente en el espacio, se manifiesta por un acento, y frecuentemente por una curva entonativa ascendiente, independiente de la posición que ocupa en la oración. Las diferencias entre el uso deíctico y el uso como conector oracional se reflejan tanto en su percepción auditiva (Butterworth 1980) como en su integración sintáctica. La voz no aísla el adverbio deíctico de su contexto, sino que la curva entonativa integra el elemento de tal modo que el contorno no contiene ninguna fractura.

6a            {'esə=ɐ'Í↑/}[8]

Dato 4: La forma prosódico-fonológica de como deíctio puro se agrega al antepuesto y es rica. 

Como transición hacia el próximo apartado, paso al término conector adverbial, introducido por Pasch et al. (2003: 686-687), para referirse al equivalente alemán de , que es ‘da’. A diferencia de da, el deíctico nunca refleja una jerarquía entre las dos proposiciones, ni expresa una relación de causa-efecto entre ellas. La conexión es sólo lineal, y en la mayor parte de los casos se interpreta con un valor temporal que relaciona un antes y un después.

4. El uso deíctico de como conector oracional

Dejamos ahora el uso deíctico y nos concentramos ya en el uso de como conector oracional, ya introducido más arriba. Para que el lector pueda percibir el contraste con el subapartado 3.3, empezaré con la forma prosódico-fonológica, porque ésta permite distinguir claramente los dos usos. Este rasgo pasa desapercibido en la lengua escrita, porque la forma ortográfica es la misma para los dos valores.

4.1. Forma prosódico-fonológica

La realización fonética de como conector oracional se reduce a menudo a una sola sílaba. Este fenómeno lo aproxima a las “muletillas”, que superficialmente son signos del proceso de planificación en curso (...). La integración sintáctica con la segunda oración es tan precaria que su función oscila entre la de un conector y la de una “muletilla”.

11           Ah::... o mousse é super fácil…coloca tudo no liquificador…eh::…são seis
               ovos…aí …bate bem.
(Martelotta et al. 1996: 313
[9])

11esp      (literalmente) Ah::.... la mousse es superfácil... ponlo todo en la batidora ...eh...
               son seis huevos...   aí... bátelos bien.

Dato 5: como conector que une actos y como muletilla para rellenar las pausas.

Como curva entonativa de este uso aislado de , que se manifiesta con el uso de una coma previa y otra pospuesta en la lengua escrita, se debe imaginar una figura semejante a la del inglés well, que Lam representa de la manera siguiente:

 

(a)nd [BUY ] some ‹ ˆ TOIlet › tissue } { \/ <well> } { \there 're [VArious]) types of ‹ ˆ. (Lam 2006: 6)

Las unidades tonales limítrofes de la partícula discursiva well se caracterizan por una curva inicial descendente, el acento y una curva final descendente. Está separada de la oración anterior y de la posterior por pausas. Puesto que este conector no transmite ningún significado léxico, se mantiene en el trasfondo, mediante una intensidad débil. En ningún caso tiene un acento enfático. Se parece a las sílabas átonas que Margret Selting (1995) llama aperturas. Así pues, se puede representar la forma del ejemplo [6] del modo siguiente:

11a          { \ ɐ'i / }

Dato 6: El conector oracional se distingue por su contura aislada.

A mi modo de ver, esta forma tiene una función diferenciadora, y por este motivo se trata de una entidad prosódico-fonológica propia. El oyente puede distinguir así el conector oracional del adverbio deíctico.

4.2. Uso y significado

Este uso se correlaciona con un valor semántico débil (Poßner 1979b). El significado se limita a indicar al oyente que el hablante quiere continuar hablando, añadiendo más información. Volveré a este aspecto en el apartado 6. Martelotta et al. (1996) denominan este proceso fluido como discursivización:

 

La discursivización lleva el elemento ya gramaticalizado a asumir una función de marcador discursivo, reorganizando el discurso, cuando su restricción de linealidad está momentáneamente perdida, o sirviendo para llenar el vacío causado per esta pérdida de linealidad[10] (Martelotta et al. 1996: 12).

 

Aunque la indicación semántica en la oración no está muy marcada, creo que la función de conexión y la relación inmanente con el oyente es lo bastante fuerte para caracterizar como conector oracional.

4.3. Comportamiento sintáctico

El conector oracional sólo aparece en posición inicial o entre dos oraciones. En este aspecto, el portugués brasileño se comporta del mismo modo que el alemán da.

 

La transposición de da para atribuirle un valor pragmático de mantenimiento del turno de habla en la negociación entre el hablante y el oyente, y es por este motivo que aparece en una posición fronteriza, funcionando como bisagra[11] (Redder 1990: 147).

 

Brinkmann (1962) también subraya la posición inicial, metaforicamente también llamada el umbral como el lugar donde aparece este tipo de elemento.

 

A diferencia de las conjunciones, estos elementos lingüísticos indicadores requieren la posición inicial, porque señalan el texto anterior y de este modo (por su origen deíctico) conectan dos oraciones. Ponen la oración a la que se anteponen en una situación de relación. Su situación inicial es una posición de conexión. Podemos llamar a estas palabras, por su función, aperturas. […] La posición inicial tiene un significado semiótico: refuerza el elemento deíctico con un valor anafórico[12] (Brinkmann 1971: 504-505).

 

Las tres pruebas sintácticas siguientes dan como resultado oraciones agramaticales:

 

1. El conector oracional no se puede negar.

2a               *Aí não, primeira coisa que eu fiz foi

2a-esp        * Aí, lo primero que hice es

 

Dato 7: El conector oracional aí no se puede negar.

 

2. No puede ser objeto de una pregunta.

2b               Como / Qual foi a primeira coisa? *Aí

Dato 8: El conector oracional no puede ser objeto de una pergunta.

 

3. No puede formar parte de una oración negativa, porque no está integrado en ninguna de las dos oraciones que conecta. No forma parte de una oración afirmativa ni negativa. Este comportamiento hace pensar en su valor de bisagra discursiva, y justifica el término juntor.

En este punto el conector oracional se distingue de otros elementos que tienen una función semejante y que están integrados en la segunda oración, como por ejemplo un pronombre demostrativo usado discursivamente.

 

[...] discourse demonstratives function to establish an overt link between two propositions: the one in which they are embedded and the one to which they refer (Diessel 1999: 101).

 

Obsérvese este comportamiento sintáctico en el ejemplo siguiente[13]:

 

11           O hipocondríaco é antes de tudo um chato. Isso é o que as pessoas "normais" pensam[14].

11esp      el hipocondríaco es sobretodo un perdido. Eso lo es que las personas “normales” creen.

                Dato 9: El demonstrativo isso en la posición inicial esta plenamente integrado en la sintaxis de la frase.

Lo mismo vale para la maior parte de las ocurrencias del adverbio temporal então quando esta usado como juntor en lugares muy parecidos a los de aí.

    

Na função de advérbio conjunto (Quirk et al. 1985) que [então] assim assume, aparece atando tenuamente as orações, alternando-se ou coocorrendo nesse papel com outras partículas conectivas: e, e depois, (d)aí. A sua presença confere uma direção continuativa ao enunciado e a sua condição de item anafórico, não totalmente obliterada nesse emprego, suscita ao mesmo tempo uma leitura para trás, essencial para a depreensão da cadeia de ações sucessivas ao longo da seqüência dos segmentos oracionais. (Risso[15] 2006: 452).

Instaura-se, até certo ponto, entre ambos [aí e então] uma espécie de equivalência semântica na sinalização reiterativa de uma situação referida pouco antes na frase. (Risso 2006: 453)

 

5. Comparación entre el uso deíctico y el uso oracional de

 

En la tabla siguiente se resume los resultados de los apartados anteriores:

 

6. Panorámica: local en el espacio y conexión fluida en el discurso

Mi propósito en este último apartado es mostrar que el hablante aprovecha el carácter passe partout del deíctico para superar las dificultades que le provocan las operaciones discursivas dinámicas. Su contenido ʻsemántico neutroʼ,[16] comparable al deíctico da en alemán, permite expresar vaguedad funcional (véase Redder 1990: 134). Cuando el hablante dice todavía no ha decidido qué estructura quiere dar a su discurso futuro. Su primer objetivo es mantener el turno de habla y ganar tiempo para formular la secuencia siguiente. A diferencia del conector e ‘y’[17], que aparece a menudo en las mismas posiciones que , y en algunos casos incluso le precede[18], el conector oracional no establece ningún tipo de relación de igualdad entre las oraciones que conecta. Sólo después se puede interpretar como un deíctico que se refiere al espacio físico donde tiene lugar el discurso o al espacio textual, o también, de un modo más abstracto todavía, a la secuencia temporal que forman las dos oraciones (Rehbein 1995; Cambourain 2001).

 

El hecho de que tengamos múltiples interpretaciones confirma una vez más el paradigma semántico minimalista, porque explica el carácter vago y rico en implicaturas de todo uso lingüístico natural[19] (Posner 1979a: 388).

 

Puesto que la integración sintáctica es débil, porque las conexiones están estructuradas paratácticamente, no se puede desambiguar el tipo de relación que se establece entre las dos proposiciones.

 

La conexión máximamente paratáctica sólo realizada por medio de un conector léxico facilita una estructura informativa básicamente incrementativa [e.g.acumulativa] en el nivel que es relevante aquí […], sin aumentar la complejidad sintáctica de cada oración que hay que procesar en sucesivos pasos autónomos[20] (Fabricius-Hansen 2000: 341).

 

Los datos parecen confirmar la apreciación de Fabricius-Hansen, porque encontramos expresiones léxicas autónomas unidas al conector oracional . En caso de que se deba codificar una relación causal, aparece la preposición antepuesta de, que se une a formando la palabra daí. Y si se quiere codificar una relación temporal y se considera necesario, se puede posponer el adverbio depois ‘después’. Estas palabras unidas a no son en modo alguno redundantes, sino que tienen la finalidad de dar una mano al oyente para que interprete adecuadamente la relación que se establece entre las dos oraciones.

La alta frecuencia del conector oracional refleja que para nuestro cerebro “es más fácil procesar estructuras paratácticas, aunque sea al precio de una indeterminación mayor a la hora de interpretar el conjunto” (Fabricius-Hansen 2000: 331).

La manera de interpretar las dos oraciones conectadas por es básicamente abierta, y por este motivo puede adquirir rasgos de subordinación. Ya en el siglo XIX, Paul (1880) descubrió que los deícticos son protagonistas de un modo especial en el desarrollo de las estructuras sintácticas.

 

Un paso muy importante en el desarrollo de la sintaxis se dio cuando el demostrativo pasó de tener un valor deíctico espacial a tener un valor textual. Así se desarrolló un medio de expresión gramatical para la relación psicológica que permite establecer la determinación de una oración mediante la oración anterior[21] (Paul 1880/91975: 148).

 

El uso de los deícticos que son los protagonistas de este proceso de gramaticalización refleja diferentes grados en este desarrollo. Mientras que el conector oracional isso prácticamente ya ha terminado este proceso, en el caso del conector oracional se puede observar que este proceso está todavía en curso.

Los matices de la función conectiva de se pueden captar en la secuencia de varios usos que hemos visto en [1-5]. Las múltiples ocurrencias de esta forma, una después de la otra reflejan su productividad en la lengua hablada, que forma parte de las diferentes variedades de una lengua particular. También permiten percibir el contexto interactivo del diálogo, incluso en un fragmento aparentemente monológico. Finalmente, también anuncia la profundización en el tema de la conversación, que a menudo consiste en el despliegue de una sucesión de actos. Paul (1880) también subraya la repetición como una estrategia estructuradora del discurso, que pone en primer plano el tema de la conversación.

En lugar de una repetición literal, que sólo aparece muy raramente, la lengua prefiere la substitución por medio de un pronombre o de un adverbio demostrativo[22] (Paul 1880/91975: 148).

Es exactamente esta clase de palabras a la que pertenece la partícula del portugués brasileño de la que estamos hablando.

 

Es usada de un modo fluido, en el sentido de que es más fácil de encontrar puntos de partida para el análisis en la lingüística psicológica asociativa […][23] (Ehlich 1987: 293). 

 

El uso repetitivo del conector oracional aí aporta la continuidad de la “música” que caracteriza el acto narrativo (Gülich et al. 2000) en general.

 

En conclusión, ʻnarrarʼ es un acto que se caracteriza por una cierta ʻmúsicaʼ, que tiene el sonido /idai/, /iai/, y algunas veces simplemente /i/, responsables de una cierta ʻcontinuidadʼ de la ʻmúsicaʼ, que es diferente de otras ʻmúsicasʼ intercaladas y unidas (con la estructura pregunta-respuesta, por ejemplo)[24] (Rojo 1996: 71).

 

Este tipo de estructuras narrativas sólo aparecen cuando el oyente ya tiene ratificado interactivamente su propio rol de receptor, y a su vez el rol del hablante como narrador principal. Los hablantes, en las diversas lenguas del mundo, eligen para la función conectiva este tipo de juntores, que son semánticamente débiles y fonéticamente simples, y que permiten continuar el discurso al mismo nivel mediante estructuras paratácticas. La posibilidad de combinarlos con otros conectores según las necesidades favorece el uso de conectores coordinantes, que son útiles para el discurso oral, con poco tiempo para la planificación. Si se toman en consideración otras lenguas, como el alemán y el inglés, forma parte de un colectivo ilustre, junto a otros deícticos de origen local y temporal, que son especialmente aptos para ancorarse en el espacio y en el discurso, que facilitan la conexión fluida entre secuencias narrativas y que permiten unir secuencias discursivas de carácter diverso.

 

 

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[1] La traducción de este texto es el resultado de un período de trabajo muy intenso y a la vez muy rico que tuve la suerte de pasar con mi colega de Barcelona Prof. Dra. Neus Nogué. Le agradezco muchísimo su ayuda, y asumo yo la responsabilidad de los posibles errores restantes. Agradezco a un evaluador anónimo de la revista Lingüística la sugerencia valiosa de integrar el texto de Risso (2006).       

[2] Falta la concordancia del sufijo que marca el plural en el nombre: os peitoø. No se trata de un error de imprenta, porque la lengua hablada popular llamada fala popular de la informante revela este mismo desvío de la norma prescriptiva también en otras partes de su discurso: eu já levei vários choqueø; muitas coisaø eu não tenho.

[3] Véase Christl, Astrid. (2004). Scharniere, Schalter, Brücken: Widerspruchstechniken mit syntaktisch hervorgehobenen Konnektoren. “Gelenkstellen am Körper des Gesprächs” ‘Coyunturas pertenecientes al cuerpo de la conversación’ (Henne et al. 1982), “alavanca que se apóia no que foi dito” ʻcuña que se apoya en lo que fuei dichoʼ (Risso 2006: 453); véase también la categoría άρθρον ‘coyuntura’ (Aristóteles).

[4]“I. Yuxtaposición sin junción (Juan está enfermo. No come nada.)

       II. Relación deíctica con la frase anterior ([...] Por eso no come nada.)

       III. Oraciones explícitamente unidas ([...] pues está enfermo.)

       IV. Subordinación (Juan no come nada porque está enfermo.)

       V. Construcciones de gerundio o de participio (Estando enfermo, Juan no come nada.)

       VI. Grupos preposicionales (Por causa de enfermedad, Juan no come nada.)

       VII. Preposiciones (Por enfermedad, Juan no come nada.)

       Esq. 5: Esquema simplificado del eje vertical de conjunción (grado de integración)” (Kabatek 2006: 164).

 

[5] “Estes dois advérbios correspondem a uma divisão do espaço em duas partes extensivas – duas partes opostas e separadas por um limite. Uma destas partes, correspondente a cá, é aquela em que o sujeito se encontra ], a outra, correspondente a lá, é exterior em relação a ele [ ]. Definido cá e lá duas zonas opostas, são particularmente aptos para exprimir indicações gerais, p.ex. vem cá [ ], de cá para lá [ ]. Como se trata sempre de zonas extensivas, podemos ter graus em relação a cá ou em relação a lá, p. ex. mais para cá [ ], mais para lá [ ]” (Teyssier 1989: 324-325, véase. Jungbluth 2005: 172).

[6] El hablante acompaña su discurso con gestos indicando los platos que se encuentran cerca, a media distancia y en el extremo de la mesa.

[7] Que se trata realmente de un adverbio deíctico, se puede demostrar mediante las siguientes pruebas (Hentschel et al. 2003: 260-270):

    1. El adverbio deíctico se puede negar mediante la partícula não.

    8 Ahí no, el plato de mandioca está allí en el fondo.

    2. Puede ser objeto de una pregunta.

    9 ¿Dónde está el plato de mandioca? (Está) Ahí.

    3. Puede “formar parte de una oración negativa sin ser objeto de la negación” (Hentschel et al. 2003: 264).

    10 (literalmente) En su casa no me siento cómodo ahí.

[8] Las convenciones de transcripción siguen las popuestas de Selting (1995): <{ }> Límites de una secuencia cohesiva acentuada, </> curva ascendente. Las mayúsculas reflejan un accento enfático, <↑> signo para indicar una amplitud vocal local major, <=> agregación directa de la próxima secuencia.

[9] Compárese la receta para o bolo de chocolate en Paiva 1999: 107. En cambio, el hablante de la receta de arroz (Risso 2006: 452) usa então ʻentoncesʼ con una función parecida: «entãonaquele arroz mexequebra dois ovos e… e depois então….comprime esse arroz num pirex [….     

[10] “Discursivização leva o item já gramaticalizado a assumir função de marcador discursivo, reorganizando o discurso, quando a sua restrição de linearidade é momentaneamente perdida, ou servindo para preencher o vazio causado por essa perda da linearidade” (Martelotta et al. 1996: 12).

[11] “Die [Feld-]Transposition [von 'da' ‹im Dienste einer Funktionalisierung für Zwecke der sprachlichen Organisation beim Verständigungshandeln zwischen Sprecher und Hörer›] ist verbunden mit der Positionierung ʻan die Grenzeʼ, an eine Scharnierstelle” (Redder 1990: 147).

[12] “Von den Konjunktionen [...] unterscheiden sich hinweisende sprachliche Elemente, die den ersten Platz für sich fordern, weil sie ein Hinweis auf das vorhergehende sind und so (ursprünglich als ʻZeigewörterʼ) den Anschluß zwischen zwei Sätzen herstellen. Sie versetzen den Satz, den sie eröffnen, in Situation oder Zusammenhang.[12] Ihr erster Platz ist ʻAnschlußstellungʼ. Wir können solche Worte nach ihrer Leistung ʻSatzschwelleʼ nennen. [...] Dabei hat die Spitzenposition Zeichenwert: sie gibt dem hinweisenden Element die Kraft eines Rückverweises.” (Brinkmann 1971: 504-505)

[13] Véase Jungbluth 2005: 32-33, 94-95 (los demonstrativos del español) y 188-192 (los demonstrativos del portugués brasileño).

[15]  Risso enfatiza que el uso de então y es característico de las partes narrativas habitualmente monológicas. Por otro lado, en entrevistas de tipo preguntarespuesta aparecen las partículas bom, bem, olha con más frecuencia.

[16] La calificación como ʻsemántico neutroʼ se ubica en la posición intermedia entre próximo (aqui) y lejos ().

[17] El junctor e ‘y’ señala conexión y – representando el caso estándar – la igualdad e intercambialidad de las partes conectadas [...]. “Der Konjunktor und signalisiert Connection und – als Standardfall – die Gleichrangigkeit und Vertauschbarkeit der Konnekte [...].” (Lang 2004: 20). 

[18] [14] E aí eles ficam aqui? Moram aqui sempre? E[14] Y ahí ellos [ e.g. los sobrinos] se quedan aquí? Viven siempre aquí? (Paiva 1999:13).

[19] “Die Tatsache, daß wir Mehrfachandeutungen erhalten, ist eine weitere Bestätigung für den bedeutungsminimalistischen Ansatz, denn sie erklärt den vagen und vielsagenden Charakter andeutender Sprachverwendung” (Posner 1979a: 388).

[20] “Die maximal parataktische, höchstens durch ein lexikalisches Konnektiv signalisierte Verknüpfung ermöglicht eine grundsätzlich inkrementelle Informationsstruktur auf die hier relevante Ebene [...], ohne daß die syntaktische Komplexität der einzelnen, in selbständigen sukzessiven Schritten zu verarbeitenden Sätze sich erhöht” (Fabricius-Hansen 2000: 341).

[21] “Es war für die Entwicklung der Syntax ein höchst bedeutsamer Schritt, dass dem Demonstrativum, dem ursprünglich nur die Beziehung auf etwas in der Anschauung Vorliegendes zukam, die Beziehung auf etwas eben Ausgesprochenes gegeben wurde. Dadurch wurde es auch möglich, dem psychologischen Verhältnis, dass ein Satz selbständig hingestellt wird und zugleich als Bestimmung für einen folgenden dient, einen grammatischen Ausdruck zu geben” (Paul 1880/91975: 148).

[22] Statt einer solchen [wörtlichen] Wiederholung, die wenigstens nur ausnahmsweise wirklich vorkommt, bedient sich die Sprache der Substitution durch ein Pron[omen] oder Adv[erbium] demonstrativum” (Paul 1880/91975: 148).

[23] [..] flüssig eingesetzt – in dem Sinn, für d[en] am ehestens in der assoziationspsychologisch orientierten Linguistik […] Hinweise zu finden sind (Ehlich 1987: 293).

[24] De manera semejante a Quasthoff (2001), Rojo contrasta aquí secuencias discursivas narrativas emitidas por un solo narrador con otras, que están caracterizadas por ser secuencias que tienen un carácter dialógico y que encuadran estas partes narrativas monológicas. El conector es un medio adecuado para hacer un puente entre la situación actual y el mundo narrativo-ficticio y viceversa. No es por azar que aparece justamente en este lugar un elemento deíctico. Este ayuda a suavizar el contraste entre la contura profunda de la parte narrativa, que revela con más o menos frecuencia también estructuras hipotácticas y visualizada metaforicmente en forma de una cuenca (Quasthoff 2001), y la forma más llana, sintácticamente menos compleja, de los turnos alternantes que caracterizan la conversación en general.

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