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Lingüística
versión On-line ISSN 2079-312X
Lingüística vol.28 no.1 Montevideo dic. 2012
Lingüística
Vol. 28, diciembre 2012: 223-246
ISSN 2079-312X en línea
ISSN 1132-0214 impresa
SINTAXIS DE LAS CITAS EN ESTILO DIRECTO E INDIRECTO CON VERBO EN EL HABLA CARAQUEÑA{1}
SYNTAX OF QUOTES IN DIRECT AND INDIRECT STYLE WITH A VERB IN CARACAS SPEECH
María José Gallucci
Escuela de Letras
Facultad de Humanidades y Educación
Universidad Central de Venezuela
En esta investigación describo la estructura sintáctica de las citas en estilo directo e indirecto con verbo en una muestra de 16 hablantes del Corpus sociolingüístico del habla de Caracas, Preseea-Caracas 2004-2010 de grado de instrucción bajo. El análisis está centrado en los siguientes aspectos: i) tipo de cita, ii) verbos introductores de cita, iii) posición de la cláusula de reporte, iv) sujeto, v) complemento directo y vi) complemento indirecto. Los datos revelan la tendencia al uso del ED con el verbo decir en modo indicativo, presente y 1ª o 3ª persona del singular; la posición de la cláusula de reporte suele ser inicial; el sujeto tiende a estar presente a través un pronombre que, generalmente, es yo o él/ella; el complemento directo casi siempre es una cláusula; sobre el complemento indirecto no es posible establecer una tendencia clara sobre su uso en las citas objeto de estudio.
Palabras clave: estilo directo, estilo indirecto, citas con verbo, sintaxis, habla caraqueña.
Keywords: direct speech, indirect speech, quotes with verbs, syntax, Caracas speech.
In this study I describe the syntactic structure of quotes in direct and indirect styles with a verb by a sample of low educational attainment speakers from the Corpus sociolingüístico del habla de Caracas, Preseea-Caracas 2004-2010. The analysis focuses on the following aspects: i) types of quotes, ii) verbs that introduce quotes, iii) position of the reporting verb, iv) subject, v) direct object and vi) indirect object. The results show a trend toward the use of direct style with the verb ‘decir’ (say) in indicative mood, in present and 1st or 3rd person singular; the reporting clause is usually in initial position; the subject tends to be present through a pronoun that, generally, is ‘yo’(I) or ‘él/ella’ (he or she); the direct object is almost always a clause; regarding the indirect object, it is not possible to establish a clear trend toward its use in the quotes studied.
(Recibido: 26/08/12; Aceptado: 17/10/12)
1. Introducción
Por medio del lenguaje los hablantes podemos trasmitir información, sentimientos opiniones, etc., pero también podemos citar las voces, ajenas o propias, que han tenido lugar en un discurso anterior (Me dijo que no viniera), o que tendrán lugar en el futuro (Seguramente me dirá que no venga). El discurso nos permite, entonces, además de representar un objeto o un estado de cosas de la realidad, reproducir un objeto de la misma naturaleza: otro discurso (Reyes 1995: 11).
La reproducción de otro discurso se materializa a través de la cita, que es, en palabras de Reyes (2002: 61), ''la representación lingüística de un enunciado o un aspecto de un enunciado, es decir, la conversión a texto de una parte de una acción lingüística anterior, posible o imaginaria''. Así, toda cita se caracteriza –en principio– por ser una representación de palabras.
El estilo directo (ED) y el estilo indirecto (EI) son dos de los procedimientos de cita que pueden emplear los hablantes para reportar y atribuir, de manera explícita, lo que dijo o pensó (e incluso, dirá o pensará) alguien, o el mismo hablante, en un momento determinado.
Como han afirmado varios autores (Maldonado 1991 y 1999, Reyes 1995 y 2002, Marcuschi 1997, Camargo 2004, entre otros), se trata de los mecanismos de reporte más empleados en textos orales y escritos y, especialmente, en la conversación.
La finalidad de esta investigación es describir la estructura sintáctica de ambos procedimientos de cita en una muestra actual del habla de la ciudad de Caracas. Para tal fin, presentaré, en primer lugar, las descripciones sintácticas que se ofrecen en algunas gramáticas del español, en especial en la Gramática descriptiva de la lengua española de (1999), cuyos planteamientos he seguido en el análisis de los datos, y los resultados de algunos estudios pioneros en este sentido. En segundo lugar, aplicaré el modelo de análisis propuesto por Gallucci (2010) a propósito de las citas en ED y EI introducidas con verbo, a fin de contrastar, cuando sea posible, la información que ofrecen las gramáticas y los estudios reseñados con el uso del ED y el EI en una muestra de 16 hablantes caraqueños de grado de instrucción bajo.
2. Estilo directo y estilo indirecto en las gramáticas del español
Aunque algunas gramáticas del español suelen incluir indistintamente las cláusulas en ED y EI en el grupo de las oraciones subordinadas sustantivas con función de objeto directo, tal como señala Alarcos Llorach (1999: 325):
En realidad, deben excluirse de las oraciones complejas las construcciones en que una oración en estilo indirecto se combina con otra (u otras) que reproduce el estilo directo y que, de estar transpuesta, funcionaría como objeto directo del núcleo verbal de la primera oración: Y me decía: ''Te lo prometí, {…} te prometí que tu marido haría algo grande…''. Mire, {el río} viene crecido –dijo, apagando el farol. Se trata de grupos de oraciones yuxtapuestas. Sólo serían oraciones complejas si se introdujese un transpositor: Y me decía que me lo había prometido…, Dijo que venía crecido.
En el Esbozo de una nueva gramática de la lengua española de la Real Academia Española (RAE) (1973) se explica que tanto las cláusulas reportadas en ED como en EI forman parte de las oraciones complementarias directas, específicamente de las oraciones enunciativas. Por esto, se incluyen en el apartado dedicado a la subordinación sustantiva (§3.19). En este apartado, los procedimientos de cita objeto de estudio se definen de la siguiente manera: ''Llámese directo el estilo cuando el que habla o escribe reproduce textualmente las palabras con que se ha expresado el autor de ellas''; ''En el estilo indirecto, el narrador refiere por sí mismo lo que otro ha dicho'' (p. 516). Se aclara, igualmente, que en el caso del ED la subordinante y la subordinada están yuxtapuestas; mientras que en el EI se unen mediante la conjunción que y se altera el tiempo y modo de la cláusula subordinada.
Gili Gaya (1998), al describir las oraciones complementarias directas, señala prácticamente lo mismo que se expresa en el Esbozo (1973). La novedad está en que el autor explica que cuando las oraciones subordinadas son varias, puede llevar cada una la conjunción que; algo que, a juicio del autor, es muy frecuente en el lenguaje popular y en los clásicos: Decía el vizcaíno en sus mal trabadas razones que si no le dejaban acabar su batalla, que él mismo había de matar a su ama (Quijote, I, 8). El autor aclara que en el lenguaje literario se tiende a emplear la conjunción solamente con la primera subordinada, a no ser que la longitud del período pueda hacer olvidar la subordinación (p. 288).
Seco (1998: 228), aunque no se refiere específicamente al estilo directo e indirecto, define la llamada yuxtaposición narrador-actor con ejemplos de tales procedimientos de cita. En los ejemplos que ofrece el autor se muestra que el verbo se puede desplazar, es decir, puede ir en posición media, inicial o final, respectivamente: i) Las cosas –dijo (o pensó) Juan– son buenas o malas según el momento en que vienen; ii) Dijo (o pensó Juan): Las cosas son buenas o malas según el momento en que vienen; iii) Las cosas son buenas o malas según el momento en que vienen –dijo (o pensó) Juan.
Uno de los principales textos en los que se hace referencia en detalle a la estructura sintáctica del ED y el EI es el capítulo de Maldonado publicado en la Gramática descriptiva de la lengua española.
La autora define el discurso directo e indirecto (1999: 3551) como la reproducción literal de palabras propias o ajenas, y la reproducción de esas palabras desde el sistema de referencias deícticas del hablante que reproduce (tiempo de la subordinada, pronombres, ciertos adverbios, etc.), respectivamente, y presenta la descripción sintáctica de las oraciones en estilo directo e indirecto e identifica sus partes.
Maldonado explica que en su estructura canónica el estilo directo suele estar constituido por una expresión introductora (EI) que contiene un verbo de reporte conjugado, una cita directa (CD), marcada tipográficamente por guiones o comillas, y el contenido citado (CC), que siempre reproduce un enunciado.
1 {DD {EI La dueña me dice: {CD ''{CC Mira, sabes que tienes que vivir por aquí, ¿oíste?}''}} (CARA_H11_002){2}
Por su parte, el estilo indirecto suele estar constituido por una expresión introductora (El) que contiene un verbo de reporte conjugado, una cita indirecta (CI), cuya marca suele ser la conjunción que, y el contenido citado (CC).
2 {{DI {EI Ella dice} {CI que {CC se robó como quince millones o más} }} (CARA_M11_009)
Sobre la sintaxis del estilo indirecto, Maldonado señala que la CI funciona como complemento directo del verbo de decir y pertenecería al grupo de las subordinadas sustantivas. No obstante, la autora acota acertadamente que, en ocasiones, la CI no está constituida por oraciones propiamente, sino por fragmentos oracionales, que son enunciados incompletos pero que pueden ser interpretados contextualmente. Por ejemplo:
3 Yo les digo: ''¿qué fúnebre?'' (CARA_M31_034)
Otro de los aportes de Maldonado (1999: 3555-3557) tiene que ver con las tres condiciones que deben cumplir los enunciados –en cualquier lengua– para ser considerados como citas en ED y EI: i) que sean la reproducción de una situación de enunciación; ii) que en la cadena verbal esté representado de algún modo el objeto del discurso (la materia verbal, no solamente la mención de un acto lingüístico); y iii) que la cita vaya introducida por verbos de decir en forma descriptiva, no realizativa{3}. Sobre este último aspecto llama la atención que, aunque Maldonado le dedica un breve apartado (p. 3558) a lo que denomina ''cita de pensamientos'' y explica la contraposición entre verbos de decir y verbos epistémicos, las citas solamente son consideradas como tales cuando están introducidas por un verbo de comunicación flexionado (p. 3565).
En las gramáticas publicadas después de 1999, se mantienen algunas descripciones sintácticas que se ofrecen en los textos antes citados.
En el segundo tomo de la Nueva gramática de la lengua española de 2009 (NGLE), centrado en el nivel de análisis sintáctico, se dedica un par de apartados más o menos extensos a la descripción de las características fundamentales del ED y el EI y a las alternancias deícticas y mecanismos de traslación que tienen lugar en ambos mecanismos de citación (§43.10).
Se explica también (p. 3274) que por lo general el ED requiere la presencia de un verbo introductor, como decir, explicar, manifestar, opinar, repetir o responder, entre otros, y que la secuencia reproducida, tal como los ejemplos ofrecidos por Seco (1998), puede seguir al verbo introductor, como en (4), pero también puede precederlo, como en (5), o puede aparecer en posición media, como en (6):
4 El médico me dice: ''Ayúdeme aquí un momentico'' (CARA_H31_026)
5 ''Bueno, algún día me graduaré con ellos'' decía yo (CARA_M11_009)
6 Ella sacaba las morocotas, contaba mi abuela, y se las daba a los esclavos negros (CARA_M33_105){4}
En casos como (4), el verbo también puede anteponerse al sujeto: me dice el médico… A propósito de este orden de palabras VS, se señala que algunos gramáticos consideran que esta inversión es similar a un proceso de focalización, interpretación que le otorga al contenido de la cita una interpretación remática similar a la de los segmentos focalizados.
En las obras posteriores (Manual de la RAE publicado en 2010 y Nueva gramática básica de la lengua española de 2011) se presentan los contenidos de la NGLE pero de forma abreviada y general, en especial en el segundo caso, pues tal y como se expresa en las primeras páginas de la obra (2011: xvii), se trata de una versión que ''se dirige expresamente al amplio espectro de hispanohablantes que, habiendo recibido una primera instrucción en sus estudios de primaria y de secundaria, deseen acercarse a comprender mejor el funcionamiento de su lengua''.
3. Antecedentes
El estilo directo y el estilo indirecto han sido estudiados en textos orales y escritos desde diferentes perspectivas. En esta sección haré referencia a seis investigaciones que se han hecho en muestras orales del español americano y que suponen un aporte a la descripción de la estructura sintáctica de los procedimientos de cita objeto de estudio (Cameron 1998, van der Houwen 2000, Mateus 2005, Gallucci 2010, Fernández 2011, San Martín et. al. 2012). En virtud de lo anterior, comentaré estrictamente los resultados de las investigaciones relacionados con el nivel de análisis sintáctico y que puedan ser comparados con los del presente estudio.
3.1. Cameron (1998)
Desde una perspectiva variacionista, Cameron (1998) analiza las distintas formas de introducir el estilo directo en una muestra de habla constituida por 62 hablantes nativos de San Juan, Puerto Rico. El autor distingue tres usos variables para introducir el ED en la conversación: i) mediante un verbo de decir (Entonces yo digo, ''¡Ahora prepárate, que te voy a quitar un montón de cosas!''); ii) y + frase nominal (y ella, ''¡Ah no, mijo!''; y iii) sin marco o freestanding quotation (Entonces me metía escapado y qué sé yo para la tienda Ø: ''¿Qué pasó?'' ''No tengo clase''). En este estudio el autor encuentra un total de 1249 casos, de los cuales 774 (62%) se introducen mediante un verbo de decir, 310 (25%) sin marca y 165 (13%) mediante la conjunción y seguida de una frase nominal. Los tipos de verbos encontrados y su frecuencia en el corpus estudiado son: decir (643 casos, 83%); hacer (50 casos, 6%); verbos de movimiento (22 casos, 2%); gritar (9 casos, 1%); preguntar y cuestionar (8 casos, 1%); pensar (8 casos, 1%); venir + así (7 casos, 1 %); y otros verbos (26 casos, 3%): quedarse, avisar, predecir, contestar, llamar, empezar, responder.
Otro de los hallazgos de Cameron tiene que ver con la persona a quien se le atribuye el reporte. En este sentido, el autor (1998: 64) sostiene que cuando las citas se introducen mediante un verbo de decir o de y + frase nominal, los hablantes privilegian el uso de la 1ª persona del singular (Yo dije), seguida de la 3ª persona del singular (Él dijo). Cameron también encuentra que la fuente de la cita suele ser un ente animado y que el rasgo inanimado se ve favorecido, sobre todo, por las citas sin marco.
3.2. van der Houwen (2000)
En su investigación, van der Houwen analiza cualitativa y cuantitativamente el uso del ED y del EI en el habla de
3.3. Mateus (2005)
Mateus (2005) analiza cuantitativa y cualitativamente el uso del ED y el EI en un corpus oral de 32 grabaciones de entrevistas, 27 tomadas del Corpus sociolingüístico de Caracas de 1987 (cf. Bentivoglio et. al. 1993) y 5 hechas por la autora en estilo informal y espontáneo a hombres caraqueños de nivel socioeconómico alto, medio y bajo. Los principales resultados del análisis de Mateus (2005), además de confirmar que decir es el verbo más utilizado, muestran que los hablantes: i) prefieren narrar más en ED que en EI (80% de los casos frente a 20%) y, en especial, en los momentos estelares del relato; ii) cuando narran utilizan más el presente histórico (es decir, emplean el tiempo verbal presente en la narración de hechos pasados), sobre todo con el ED y en los momentos de clímax del relato; y iii) eliden el verbo de decir cuando narran en ED los pasajes dramáticos.
3.4. Gallucci (2010)
Gallucci (2010) analiza una muestra de aproximadamente 12 horas de grabación del Corpus sociolingüístico de Caracas 2004-2008 (cf. Bentivoglio et. al. 2006) constituida por 16 hablantes de grado de instrucción universitario estratificados según edad y sexo como sigue: edad: 8 hablantes de
En cuanto al primer aspecto, el estilo directo como procedimiento de cita supera ampliamente al estilo indirecto; de 1.192 casos, 1.057 son de ED y 135, de EI (89% vs. 11%, respectivamente).
A propósito del marco introductor, las citas en ED y EI se introducen a través de cinco marcos distintos: verbo, Ø verbo, (y) + SN, marcadores discursivos, (y) + que. Los marcos más empleados por los hablantes para citar un enunciado son: cláusula reportada introducida por un verbo generalmente conjugado (537 casos, 45%); y cláusula reportada sin verbo (416 casos, 35%). A estas dos formas le sigue (y) + SN con 158 casos en total (13%).
El tercer aspecto, es decir, el análisis de los actantes del verbo, solamente fue posible, por razones obvias{5}, en aquellas citas introducidas con un verbo (537 casos). En el caso del sujeto, en 58% de los casos analizados (313 de 537) está presente un sujeto explícito, que se manifiesta en un sintagma nominal. En el 42% de los casos (224 de 537), el sujeto viene dado por el morfema de persona y número de la desinencia verbal. Cuando el sujeto está explícito suele ser, en su mayoría, un pronombre (63%, es decir, 196 de 313 casos). En estos casos, la forma preferida (62%) es el pronombre personal yo. En el caso del complemento indirecto, en 285 casos de 537 (53%) está presente el complemento indirecto y en 252 está ausente (47%). Cuando está presente el complemento suele ser a través de un pronombre átono (252 casos, 88%).
En el cuarto aspecto sintáctico considerado, la posición de la cláusula de reporte, los resultados muestran que en 517 de 537 casos (que representan el 96% del total), la cláusula de reporte se ubica en posición inicial. En posición final solamente se obtuvieron 16 casos, que representan 3% del total. La mayoría de estos casos se registraron en hablantes mayores de 55 años.
En el quinto aspecto, los verbos empleados para introducir las citas, se observa que el verbo más utilizado para citar un enunciado en estilo directo e indirecto fue decir. De 537 casos en los que los hablantes usan un verbo para introducir estas citas, 457 (85%) corresponden al verbo decir. A este verbo le siguen en frecuencia: preguntar (20 casos, 4%); ser (17 casos, 3%); llamar (13 casos, 2%); contar (7 casos, 1%) y pensar (5 casos, 1%). Cuando los verbos están conjugados (498 de los 537 verbos de reporte encontrados), suelen estarlo en modo indicativo (98% de los casos), en presente (47%) y en 3ª persona del singular (47%).
3.5. Fernández (2011)
Fernández (2011) describe el uso del estilo directo e indirecto en 6 transcripciones del Corpus sociolingüístico de Mérida (Venezuela) 2009- 2010 correspondientes a 3 hombres y 3 mujeres de distintos grupos generacionales tomando como modelo de análisis el propuesto por Gallucci (2009).
La autora analiza entre otros aspectos la frecuencia con la que los hablantes usan el ED y el EI, los verbos introductores de cita, la presencia de la conjunción que y el uso de los mecanismos de cita según la edad y el sexo de los hablantes.
Fernández encontró un total de 80 casos de discurso reportado. De estos casos, 56 corresponden al ED y 24, al EI.
Los resultados más importantes del análisis de estos casos muestran que: i) los hablantes prefieren usar el ED para reportar (70% de los casos) y que la mayoría de las veces usan un verbo de comunicación para tal fin (71% del total de casos); ii) el verbo más empleado para reportar es decir tanto en el ED (92%) como en el EI (90% de los casos); y iii) en relación con la presencia y la ausencia de la conjunción que, los hablantes al momento de reproducir en ED tienden a elidir la conjunción en un 88%, mientras que cuando citan en EI se observa la tendencia opuesta: los hablantes emplean la conjunción en un 87% de los casos de EI encontrados en la muestra.
3.6. San Martín et. al. (2012)
San Martín et. al. (2012) analizan el empleo del discurso referido en el habla de Santiago de Chile desde un punto de vista sociolingüístico. Para tal fin, toman como corpus de estudio 54 entrevistas que forman parte del Corpus Sociolingüístico del PRESEEA en Santiago de Chile.
Entre los resultados obtenidos destacan: i) mayor uso de ED (74,2%) en comparación al EI (25,8%); ii) mayor uso de ED (68,8%), EDL (estilo directo libre) (28,9%) y escasa frecuencia de EDPRO (discurso directo introducido por frases nominales) (2,3%); y iii) en el EI: mayor uso de EI (62,4%) en comparación al EIL (37,6%).
4. Metodología
4.1. La muestra
La muestra de estudio está constituida por 16 hablantes del Corpus sociolingüístico del habla de Caracas, Preseea-Caracas 2004-2010{6} (cf. Bentivoglio et. al. 2006) de grado de instrucción 1 (analfabetas o con enseñanza primaria) estratificados según edad y sexo{7}. Se trata de transcripciones orales de conversaciones semidirigidas de al menos 45 minutos de duración que en total suman aproximadamente 13 horas de grabación. La distribución de los hablantes según los parámetros señalados puede observarse en el cuadro 1:
4.2. Unidad de análisis
La unidad de análisis seleccionada en este caso es la oración, ya que se trata de un estudio específico sobre las citas en ED y EI canónicas, es decir, aquellas que están introducidas por un verbo. Como se ha visto en los ejemplos (1) y (2), y siguiendo los planteamientos de Maldonado (1999), los casos objeto de estudio suelen estar constituidos por una cláusula de reporte que contiene la expresión introductora y el verbo de reporte, y una cláusula reportada que incluye el contenido citado precedido de verbo y pausa, si se trata del ED; o la conjunción que + el contenido citado, si se trata del EI. El contenido citado, que funciona como complemento directo, puede contener una o más cláusulas.
En (1) (La dueña me dice: ''Mira, sabes que tienes que vivir por aquí, ¿oíste?''), la cláusula de reporte es La dueña me dice, y la cláusula reportada en ED, aquella que incluye el contenido citado, es decir, el mensaje de lo que otros han dicho, es Mira, sabes que tienes que vivir por aquí, ¿oíste?''.
En (2) (Ella dice que se robó como quince millones o más), la cláusula de reporte es Ella dice y el contenido de la cláusula reportada está en EI (que se robó como quince millones o más).
Es importante acotar, como acertadamente lo hace Maldonado (1999), que la cláusula reportada puede no contener necesariamente un verbo conjugado. En estos casos, se trata de fragmentos oracionales que, aunque funcionan como enunciados incompletos, pueden ser interpretados gracias al contexto. En (7) tenemos un ejemplo de ED y en (8), de EI:
7 Entonces decía: ''¿norte o sur?'' (CARA_M31_034)
8 Mi prima dice que de un beisbolista (CARA_M11_009)
4.3. Procedimientos
De cada una de las transcripciones seleccioné las oraciones del entrevistado en las que cite un enunciado en estilo directo o indirecto usando como marco introductor un verbo. Luego, las codifiqué en Excel según las categorías señaladas en el apartado 4.4.
Siguiendo parcialmente el criterio de Gallucci (2010), excluí del análisis los casos en los que: i) el enunciado de la cláusula reportada es ininteligible, como en el ejemplo (9a), o el hablante no termina de reportar el enunciado, como en (9b), respectivamente; ii) los verbos de comunicación funcionan como marcadores discursivos, como en (10); iii) los verbos tienen valor realizativo como en (11); iv) el hablante narra un suceso de habla de manera general sin especificar el mensaje transmitido, como en (12); y v) un verbo de decir está seguido de un predicativo y su significado es el de ‘llamar’ o ‘apodar’ (13):
9 a. Bueno, el que puso la cómica fue él {…} dijo <ininteligible> (CARA_H31_026)
b. Imagínate, si todos los mesoneros van a preguntar: ''mire, ¿y cómo te…?'' (CARA_H11_004)
10 La primera canción habla de cuando nací en Caracas y me crié en Miranda y ¿cómo te digo? (CARA_H31_028)
11 Te digo que todo esto antes {…} era puro monte (CARA_M31_031)
12 Aquel hombre le dijo hasta del mal que se iba a morir al policía (CARA_M31_033)
13 Dos veces llegó uno que llamaban ''Veneno'', que era un policía de la Seguridad Nacional que tenía toda la Nueva Granada (CARA_H31_026)
Asimismo, han quedado fuera del análisis los refranes y las onomatopeyas. En el primer caso, porque los refranes forman parte del saber popular y del conocimiento del mundo de los hablantes y, por tanto, no es posible identificar la atribución de esas palabras a una fuente concreta. Las onomatopeyas, en cambio, sí pueden funcionar como citas, pero paralingüísticas y, por tanto, constituyen una categoría aparte que debe analizarse, también, separadamente.
4.4. Categorías de análisis
Una vez que consideré el tipo de cita (en estilo directo o en estilo indirecto), tomé en cuenta para el análisis los siguientes aspectos: verbos introductores, posición de la cláusula de reporte, sujeto, complemento directo y complemento indirecto.
5. Resultados y análisis
5.1. Frecuencia de uso del ED y el EI
En el cuadro 2 y en el gráfico 1 presento la distribución de las citas en ED y EI con verbo en la muestra analizada.
En el cuadro 2 se observa que de 434 casos obtenidos en total, 340 son de ED y 94 de EI. Esto representa, tal como se muestra también en el gráfico 1, 78% y 22%, respectivamente. El uso del ED para reportar palabras o pensamientos supera ampliamente al EI, resultados que coinciden con todos los estudios previos reseñados, aunque algunos incluyan otros marcos introductores de cita: van der Houwen (2000) obtuvo 507 casos de ED vs. 90 de EI; Mateus (2005), 80% frente a 20%; Gallucci (2010), 89% vs. 11%; Fernández (2011), 70% de ED; San Martín et. al. (2012), 74,2% en ED y 25,8% en EI. A partir de estos datos es posible afirmar que cuando los hablantes emplean citas en la oralidad, en especial en conversaciones semidirigidas, entre 70% y 80% de esas citas suelen ser directas.
5.2. Verbos introductores
En la muestra analizada, tal como era de esperarse, el verbo más utilizado por los hablantes para introducir la cita es decir con 384 casos de 434, que representan 88% del total. El mayor uso de este verbo se observa también en todos los estudios reseñados, aunque con frecuencias relativas distintas: 62% (Cameron 1998), 64% (van der Houwen 1998), 85% (Gallucci 2010), 92% (Fernández 2011).
Como se observa en el cuadro 3, al verbo decir le sigue en frecuencia preguntar con apenas 3% que se traduce en 14 casos (10 en ED y 4 en EI). Luego tenemos los verbos ser y llamar con 1% cada uno. En el caso de decir y llamar, se trata, siguiendo la clasificación de ADESSE (Albertuz Carneiro 1997 y Maldonado 1991 y 1999), de verbos que pertenecen a la macroclase de proceso verbal, específicamente de comunicación, y a la subclase de verbos declarativos. Preguntar forma parte de la subclase de los verbos de manera de decir. Llama la atención el uso del verbo ser, que no es de comunicación, pues pertenece a la macroclase de proceso relacional y a la clase de atribución, y se usa como verbo introductor de citas en ED, como en (14):
14 La amiga mía que se llama A. era: ''Pero tranquilízate {…} tranquila, deja a esa vieja tranquila'' (CARA_M31_034)
En la columna ''otros'' he agrupado verbos cuya frecuencia de uso no supera los dos casos. Estos verbos son: avisar, contar, escribir, escuchar, estar, gritar, hablar, insultar, invitar, pedir, pensar, reclamar, regañar, salir y suplicar.
Cuando estos verbos introductores están conjugados (413 casos de 434), sobre todo están en modo indicativo y en presente, tiempo verbal que se utiliza en la muestra para narrar hechos pasados, tal como en los datos que obtuvieron van der Houwen (2000) y Mateus (2005). Al tiempo presente le sigue en frecuencia el pretérito y el copretérito.
En cuanto a la persona gramatical, en la desinencia los hablantes privilegian la 3ª persona del singular y la 1ª persona también del singular. La diferencia entre una y otra opción es de 20 casos. Aunque los resultados de Gallucci (2010) siguen la misma tendencia en este sentido, los datos de Cameron (1998) muestran una proporción inversa: los hablantes de su muestra privilegian el uso de la 1ª persona del singular, seguida de la 3ª. En todo caso, en la presente investigación se trata de las dos opciones que constituyen aproximadamente 90% de las ocurrencias encontradas.
5.3. Posición de la cláusula de reporte
Como se ejemplifica en varias de las gramáticas del español descritas en §2, cuando el verbo es el marco introductor de una cita, este puede ubicarse antes de la cláusula reportada (CRA), como en (4); al final, como en (5); y en el medio, como en (6). En el cuadro 4 se observa la distribución de los casos encontrados según la posición de la cláusula de reporte (CR).
Los datos del cuadro 4 muestran que en un total de 434 casos de citas con verbo, 418 (96%) se ubican en posición inicial y apenas 16 (4%), en posición final. No se registró ningún caso de ED ni de EI en posición media, razón por la que esta posición no aparece reflejada en la tabla.
En posición inicial se obtuvieron 324 de ED, es decir, 78% de 418 casos; y 94 casos (22%) de EI; mientras que en posición final, 16 casos de ED (100%) y ningún caso de EI.
Los resultados de Gallucci (2010) confirman esta tendencia, ya que de un total de 537 casos encontrados, 517 (96%) son de posición inicial; 16 (3%), de posición final; y apenas 4 casos (1%), de posición media.
Estos datos muestran que, sin duda, en interacciones orales como las analizadas los hablantes prefieren anteponer el verbo a la CRA. Por tanto, privilegian la posición inicial de la CR. También es posible observar que la posición final es muy poco productiva y que la posición media es prácticamente inexistente: 4 casos en el estudio de Gallucci (2010), que representan 1%; y ningún caso en la presente investigación.
Aunque en las gramáticas se insiste en la descripción del desplazamiento del verbo en las citas, pues se toman como referencia textos escritos, vemos que la posición final y la posición media son muy poco productivas en la oralidad.
5.4. El sujeto
En la CR, el sujeto puede estar presente o no. En el primer caso –sujeto explícito– puede manifestarse a través de un nombre (15a) o de un pronombre (15b), además de la marca morfológica respectiva en la desinencia verbal. En el segundo caso –sujeto elíptico– solamente se manifiesta en la flexión del verbo, como en (16):
15 a. Los profesores me preguntaban: ''Mira, tú eres un niño, vale, ¿por qué tú estás con ellos? (CARA_H11_003)
b. Yo le digo: ''¿Pero es que tú crees que yo estoy acostada ahí y no estoy haciendo nada?'' (CARA_M11_007)
16 Dije: ''¿Cómo un muerto lo va a asustar a uno?'' (CARA_H11_002)
La proporción entre sujeto explícito y sujeto elíptico en las citas analizadas se observa en el cuadro 5:
Como se observa en el cuadro 5, en 60% de los casos analizados (261 de 434) está presente un sujeto explícito; mientras que en 40% de los casos (173 de 434) el sujeto viene dado solamente por la desinencia verbal.
En cuanto a las frecuencias relativas de ED y EI en cada caso, vemos porcentajes muy similares: 78% de sujeto explícito en ED y 79% de sujeto elíptico vs. 22% de sujeto explícito en EI y 21% de sujeto elíptico. Estos datos no coinciden con los presentados por van der Houwen (2000), quien asegura que los hablantes suelen elidir el sujeto cuando reportan en ED, pero sí coinciden con señalado por Gallucci (2010), quien encontró proporciones similares a las ofrecidas aquí (58% de sujeto explícito y 42% de sujeto elíptico). A pesar de que la muestra de estudio debería ampliarse a fin de analizar más casos que permitan ofrecer explicaciones más confiables, según estos datos preliminares se podría afirmar que aunque los hablantes tienen la opción de emplear un sujeto explícito o no, en 60% de los casos sí suelen usarlo, lo que muestra una tendencia a su uso y no a la elisión.
Ahora bien, tal como observa en el cuadro 6, de esos 261 casos en los que el sujeto está explícito, 73% corresponde a un pronombre, y 27%, a un sustantivo. En el caso del ED, se evidencia cierta preferencia por el uso de los pronombres frente a los sustantivos (115 casos vs. 48). En el EI, aunque también hay preferencia por el empleo del pronombre, la diferencia es mucho menor: 35 casos de pronombre frente a 23 casos de sustantivo. Estos resultados también coinciden con los de Gallucci (2010), aunque en su estudio las frecuencias relativas son de 63% de uso de pronombres para expresar el sujeto y 37% de sustantivo.
En cuanto a los sujetos es importante destacar que en la mayoría de los casos sus referentes son entidades animadas. La excepción la constituyen algunos sustantivos como el presentado en (17), cuya frecuencia de uso en la muestra no supera los 4 casos.
17 El papelito decía: ''L.B''
Estos resultados coinciden con los de Cameron (1998), quien afirma que la fuente de la cita suele ser un ente animado.
Como hay más casos de pronombres para expresar el sujeto (190), en el cuadro 7 presento su frecuencia de uso en la muestra.
Como se desprende del cuadro 7, los hablantes de la muestra emplean sobre todo (64% de 190 casos) el pronombre de 1ª persona del singular yo, a partir del cual construyen las citas que forman parte de sus narraciones. En el caso del ED, yo es la forma más empleada; mientras que en EI se observa, aunque con una diferencia muy pequeña (6 casos), una tendencia mayor al uso de la tercera persona del singular él/ella, que debe confirmarse en más muestras de habla que impliquen también más casos.
En la categoría ''otros'', en la que no hay casos de EI, he incluido los pronombres cuya frecuencia de aparición es muy baja en la muestra: uno, tú, nosotros. Estos datos concuerdan con los de Cameron (1998) y los de Gallucci (2010).
Para finalizar este apartado sobre el uso del sujeto en las citas, es importante resaltar que prácticamente en todos los casos encontrados el orden del sujeto respecto al verbo suele ser SV, es decir, el orden canónico y no marcado en español. La excepción la constituyen ejemplos como (18) y (19), en los que el orden se altera en la CR y es VS (marcado). Como era de esperarse, en la muestra objeto de estudio se trata de una inversión poco frecuente.
18 Entonces dice la esposa de mi hijo: ''Vámonos en {…} el avión {…} y vamos a esperar'' (CARA_M31_031)
19 Como decíamos nosotros: ''Como Gómez: esto es así y así es'' (CARA_M31_033)
5.5. El complemento directo
En el análisis he considerado que la CRA en estilo directo o indirecto funciona como complemento directo. Este complemento, según lo explica Maldonado (1999), no siempre es una cláusula, como se observa en (7) y (8), ejemplos en los que el complemento es un fragmento oracional que carece de un verbo. En el cuadro 8 presento los resultados del complemento directo tomando en cuenta si se trata de una cláusula propiamente o de un enunciado incompleto:
Los datos del cuadro 8 muestran claramente que en 90% de los casos (392) se trata de una cláusula, y en apenas 10% (42 casos), de un fragmento. Esta inclinación se mantiene independientemente del estilo, pues en ED hay más casos de cláusula (306, que representan 78%) y en EI también (34 que conforman 81% de los casos).
5.6. El complemento indirecto
El complemento indirecto, al igual que el sujeto, es otro de los actantes que puede estar presente (20a) o no (20b) en las citas en ED y EI que se introducen con un verbo:
20 a. Me decía que le gustaba más el trabajo {…} que el estudio (CARA_H31_028)
b. El señor Ø dijo: ''¡Coño! ¡Este está listo!'' (CARA_H11_002)
En el cuadro 9 se observan los resultados del ED y EI según el uso del complemento indirecto:
Los datos obtenidos muestran que de un total de 434 casos de citas con verbos, en 211 está presente un complemento indirecto (49%) frente a 223 casos en los que no lo está (51%). Aunque no hay muchos casos que separen una u otra opción y la diferencia porcentual total es de 2%, los resultados del EI muestran cierta preferencia por la elisión del complemento (58 casos de ausencia frente a 36 de presencia), que también se observa en la investigación de Gallucci (2010).
La revisión de los casos en los que está presente un complemento indirecto muestra que suele construirse sobre todo con un pronombre personal átono (197 casos en total). Las formas privilegiadas en la muestra son le (93 casos) y me (83 ocurrencias).
6. Reflexión final
El estudio presentado ha permitido profundizar en la descripción sintáctica de las citas en ED y EI con verbo en muestras de habla de caraqueños de grado de instrucción bajo. Los resultados obtenidos coinciden, en su mayoría, con otras investigaciones que se han hecho en este sentido (Cameron 1998, van der Houwen 2000, Mateus 2005, Gallucci 2010, Fernández 2011, San Martín et. al 2012). En la muestra la tendencia es, como se ha visto, la siguiente: i) las citas suelen estar en ED y con el verbo decir en modo indicativo, presente y 1ª o 3ª persona del singular; ii) la posición de la cláusula de reporte suele ser inicial; iii) el sujeto, casi siempre animado, tiende a estar presente a través un pronombre que, generalmente, es yo o él/ella; y iv) el complemento directo es una cláusula. En cuanto al complemento indirecto, se requerirían más datos para establecer claramente su uso en las citas objeto de estudio.
Los resultados reflejan, también, algunas características sintácticas de la lengua oral (cf. Domínguez 2003). El verbo decir es el más neutro para presentar las palabras propias o ajenas, si lo comparamos con los otros verbos de reporte con los que cuentan los hablantes para introducir una cláusula reportada. En la escritura, precisamente por el grado de planificación que requiere y para no caer en repeticiones, el autor del texto tiene, y utiliza, más opciones. El modo indicativo suele emplearse para describir la realidad y expresar acciones concretas. En el contexto de muestras de habla fundamentalmente narrativas, en las que los entrevistados suelen referirse a sucesos ya ocurridos en el pasado, los hablantes prefieren el tiempo verbal presente para contar sus anécdotas e introducir citas. El uso del pronombre como sujeto en las citas obedece a su carácter deíctico y es, también, una de las manifestaciones de la economía del lenguaje. La posición del verbo de reporte es inicial siguiendo el orden SVO que es, como sabemos, el preferido normalmente en español, en especial en contextos orales como los referidos.
El análisis ha mostrado también que si bien es cierto que las gramáticas son fundamentales para comprender las estructuras objeto de estudio, los datos muestran que en ocasiones el uso real que hacen los hablantes trasciende las explicaciones que estas ofrecen.
Es importante resaltar, igualmente, que aunque en esta oportunidad no he considerado las variables sociales inherentes al corpus, los datos también coinciden, como se ha visto, con los obtenidos en 16 hablantes pero de instrucción universitaria (cf. Gallucci 2010). No obstante, como el uso del ED y el EI no se limita al verbo como marco introductor, en una investigación posterior profundizaré sobre este aspecto y otros que van más allá de la sintaxis y que suponen, más bien, un enfoque de tipo pragmático.
Referencias bibliográficas
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{1} Esta investigación forma parte del proyecto N° 07.8285-2011/1, titulado Las citas conversacionales en estilo directo e indirecto en el habla de Caracas, que cuenta con el financiamiento del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela.
{2} Los ejemplos presentados, al menos que se indique lo contrario, fueron extraídos del Corpus sociolingüístico del habla de Caracas, PRESEEA-Caracas 2004-2010 (cf. Bentivoglio et. al. 2006). Cada conversación trascrita del corpus está identificada con un código alfanumérico que debe leerse de izquierda a derecha de la siguiente forma: i) CARA = Caracas; ii) sexo: h = hombre, m = mujer; iii) grupo generacional: 1= de 20 a 34 años, 3 = de 55 años en adelante; iv) grado de instrucción del hablante: 1 = sin instrucción, 3 = más de quince años de escolaridad, universitario; y v) ubicación del hablante en la casilla del corpus.
{3} Los verbos tienen valor realizativo cuando están en presente, en primera persona y cuando no suponen la descripción de una acción sino su realización (cf. Maldonado 1991: 28). Por ejemplo: ''Bueno, eso yo te digo que habría que vivirlo, ¿verdad? (CARA_M31_032).
{4} Este ejemplo es el único que no pertenece a la muestra estudiada, aunque sí al Corpus sociolingüístico del habla de Caracas, PRESEEA-Caracas 2004-2010 (cf. Bentivoglio et. al. 2006). Su inclusión obedece a que no se encontraron casos de este tipo en los hablantes de instrucción baja seleccionados.
{5} Cuando hay un verbo, en las citas en ED y EI pueden estar presentes dos actantes: sujeto (quién dice) y complemento indirecto (a quién dice); además del contenido citado que funciona como complemento directo (qué dice). En el último caso, se trata de un elemento obligatorio que constituye la especificación de lo dicho y que no puede faltar en las citas analizadas para que estas sean consideradas como tales.
{6} Para más información sobre el PRESEEA, ver Moreno Fernández 2003, 2005a, 2005b; Moreno Fernández et. al. 2001.
{7} En esta oportunidad, no tomaré en cuenta para el análisis las variables sociales inherentes al corpus, pues han sido consideradas en Gallucci (2012) {en prensa}, estudio en el que se han analizado los mismos 16 hablantes que en la presente investigación pero a partir de otras categorías. Los datos obtenidos muestran que en el grado de instrucción 1 quienes usan más las citas son los jóvenes y las mujeres.