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Lingüística

versión On-line ISSN 2079-312X

Lingüística vol.28 no.1 Montevideo dic. 2012

 

Lingüística

Vol. 28, diciembre 2012: 99-118

ISSN 2079-312X en línea

ISSN 1132-0214 impresa

 

 

 

INTERACCIÓN DE POSESIÓN Y NÚMERO NOMINAL EN TOBA ÑACHILAMOLEʔK

(FLIA. GUAYCURÚ, FORMOSA, ARGENTINA)

 

INTERACTION OF NOMINAL POSSESSION AND NUMBER IN TOBA ÑACHILAMOLEʔK (GUAYCURUAN FAMILY, FORMOSA, ARGENTINA)

 

María Belén Carpio

CONICET / Universidad Nacional del Nordeste

belenvenado@yahoo.com.ar

mbcarpio@bib.unne.edu.ar

 

 

En este trabajo, analizo la coocurrencia sintagmática en el nombre poseído de los afijos de persona y número de los poseedores y de número de las entidades poseídas en el toba hablado en el oeste de Formosa o ñachilamoleʔk.

Presento, en términos paradigmáticos, los afijos que expresan número y posesión en los nombres y luego, describo su interacción sintagmática. Demuestro que, cuando se trata de la segunda persona plural como poseedora, el orden en el que se expresan los afijos es: 2poseedor-nombre poseído-plural.poseído-2plural.poseedor. Es decir, el morfema que expresa el número de entidades poseídas –que afecta directamente el significado de la base nominal– ocurre contiguo al núcleo nominal seguido del morfema que expresa número del poseedor. Cuando se trata de la tercera persona plural como poseedora, no se ha registrado la ocurrencia del segmento discontinuo de plural del poseedor -ʔ junto a los alomorfos de plural del nombre poseído.

 

Palabras clave: orden de los afijos - entidades plurales poseídas - poseedores plurales.

 

Key words: affix ordering - plural possessed entities - plural possessors.

 

In this paper, I analyze the syntagmatic co-occurence of possession and number affixes in the possessed nouns in the variety of Toba spoken in Western Formosa or Toba Ñachilamoleʔk.

First, I present number and possessive affixes in paradigmatic terms, and then I describe the syntagmatic interaction of them. I demonstrate that when the possessor is second person plural the affix ordering is: 2possessor-possessed noun-plural.possessed-2plural.possessor. The number morpheme occurs next to the nominal core followed by the plural of the possessor. When the possessor is third person plural, the co-occurence of the morphemes that encode plurality of the possessor and of the possessed noun was not attested.

 

 

(Recibido: 28/08/11; Aceptado: 02/11/12)

 

 

1. Introducción

 

Los tobas ñachilamoleʔk habitan en comunidades ubicadas sobre la ribera derecha del río Pilcomayo –Isla García, Tres Yuchanes, Vaca Perdida, Pozo Ramón, El Churcal, La Madrugada, Pozo Charata, El Breal, Laguna Cansino, Quebrachito– y una parte de la población vive en el ''Barrio Toba'' en las periferias de Ingeniero G. N. Juárez (Arenas 2003). Son un grupo de aproximadamente 1800 personas, se autodenominan qomleʔk y se consideran a sí mismos como ''tobas''. Los pilagás nombran a los tobas del oeste de Formosa ñachilamoleʔk ''la gente de las nacientes del río'' y éstos denominan a los pilagás tayeñileʔek ''la gente de río abajo''.

En lo que respecta a las relaciones con otros grupos étnicos, como plantea Mendoza (2002) y puede apreciarse en varios de los relatos que componen el corpus analizado, los ancianos tobas ñachilamoleʔk recuerdan que, en tiempos de sus antepasados, solían tomar cautivas o casarse con miembros de bandas vecinas wichís o nivaclés y viceversa. A su vez, los lazos de parentesco y las relaciones de alianza de los grupos tobas ñachilamoleʔk con los otros grupos tobas occidentales y con los pilagás del Chaco oriental permiten explicar por qué en los trabajos etnográficos se hace referencia a este grupo como: i. ''toba-pilagá'' o ''tobas de Sombrero Negro'' (Nordenskiöld 1912, Métraux 1937, Braunstein 1983, entre otros), ii. pertenecientes al ''mundo pilagá en sentido amplio'' (Dell’Arciprete 1991) junto a los pilagás y los lañagasek –grupos pilagás que migraron hacia el sur y se unieron a los tobas del este– frente al ''mundo pilagá, en sentido estricto'' compuesto por dos grupos: a. los que viven en la región del bañado del río Pilcomayo (''Pilagá del bañado''), y b. los que habitan en la región que se extiende desde Navagán hasta el límite oriental del territorio pilagá, el cual tradicionalmente se extendía hasta Salto Palmar y Fortín Leyes (''Pilagá de Navagán''), o iii. tobas occidentales (Mendoza 2002 y Miller 1967, 1995 en Mendoza 2002, entre otros).

El número nominal y la posesión ya han sido descriptos, en términos paradigmáticos, en otras lenguas de la familia guaycurú: toba hablado en la provincia del Chaco (Klein 1981, Messineo 2003, Censabella 2002, Carpio 2004), pilagá (Vidal 2001), mocoví (Gualdieri 1998, Grondona 1998), caduveo (Griffiths et al. 1976, Sándalo 1995) y abipón (Najlis 1966).

En este trabajo, se describen las unidades que componen cada una de estas categorías nominales en toba ñachilamoleʔk y, además, se analiza la interacción sintagmática de los morfemas que codifican número y posesión en el nombre poseído. En lo que respecta a la relación sintagmática entre los afijos de número y posesión en lenguas de la familia guaycurú, solo Najlis (1966: 45) plantea que, en abipón, ''el sufijo de plural puede estar seguido por la segunda parte del morfema discontinuo de segunda persona poseedora'' pero que se trata de un tipo de construcción poco documentado y proporciona dos ejemplos: gratet-ri-i ‘tus muslos’ y greta-l-i-i ‘vuestros padres’. En toba ñachilamoleʔk, el orden de los morfemas que expresan plural del poseedor de segunda persona y plural del nombre poseído es: persona del poseedor-nombre poseído-plural del nombre poseído-plural del poseedor. Como sostiene Bybee (1985: 34), se ubican más próximos a la base nominal los morfemas que son más relevantes para el significado de la misma, es decir el afijo que expresa el número de entidades poseídas ocurre contiguo al núcleo nominal seguido del morfema que expresa número del poseedor, el cual solo implica un cambio en la cantidad de poseedores de la misma entidad.

 

 

2. Corpus

 

El corpus analizado está compuesto por 3 horas de texto libre grabadas en la comunidad de Vaca Perdida (Depto. Bermejo, Formosa), transcriptas, segmentadas morfema a morfema y traducidas al español, los Capítulos 1-6 de los ''Hechos de los Apóstoles'' (1942), los Himnos 11, 12 y 14 y Coros 9, 12, 30 y 39 (2005), y la base de datos confeccionada a partir del ''Diccionario Toba'' (Tebboth 1943) que cuenta con 4434 entradas.

 

 

3. Nociones básicas

 

El número constituye una categoría gramatical que expresa propiedades de los argumentos de los predicados. A diferencia del género, el número no es una categoría inherente al nombre, no proviene del lexicón y un mismo nombre puede tomar más de un valor de número. A su vez, como sostiene Corbett (1991: 147), la marcación morfológica de número en el nombre mismo puede ser suficiente para postular esta categoría, mientras que la categoría de género solo se establece a través de la concordancia.

El número, como categoría gramatical, presenta distintos valores, los cuales son definidos por oposición de unos a otros dentro del sistema en el que se encuentran. Es decir, el contraste es más importante que el número específico al que se refieren. En un sistema simple compuesto por la oposición ''singular/plural'', el plural hace referencia a ''más de una entidad'', mientras que cuando se encuentra dentro de un sistema compuesto por tres valores ''singular/dual/plural'' remite a ''tres o más entidades''.

De acuerdo con lo planteado por Corbett (2000: 39-40), dentro de los sistemas de número se puede distinguir entre números determinados e indeterminados. Los números determinados incluyen aquellos valores que se mantienen constantes entre los hablantes, no varían en función del referente y pueden ser definidos en términos de numerales. En cambio, los números indeterminados varían entre los hablantes o incluso para un mismo hablante en distintas ocasiones y de acuerdo al referente y corresponden a cuantificadores del tipo ''unos cuantos'', ''pocos'', ''todos''.

La posesión puede ser definida, siguiendo lo planteado por Seiler (1989: 2-4 en Heine 2001: 312), como un dominio que implica una relación entre un poseedor prototípicamente humano y una entidad poseída. La relación binaria de posesión puede ser expresada a través de un verbo –''posesión predicativa'', por ejemplo, en español, Juan tiene un libro–, dentro de la frase nominal –''posesión atributiva'', por ejemplo, en español, El padre de Juan– o puede expresarse al poseedor como un argumento del verbo y no dentro de la misma frase nominal que el poseído –''posesión externa'' o ''promoción del poseedor'', por ejemplo, en español, Ella golpeó a Juan en la cara en lugar de Ella golpeó la cara de Juan.

Las construcciones posesivas atributivas, como sostienen Herslund et al. (2001: 13), son más polisémicas que las construcciones posesivas predicativas debido a que en ellas la relación posesiva entre las entidades no se afirma sino que se presupone. Este tipo de construcciones posesivas no es ambigua cuando se trata de nombres relacionales, como los términos de parentesco, en los cuales la relación posesiva está contenida en el nombre poseído pero sí puede serlo cuando se trata de nombres que pueden ser utilizados tanto relacional –relación parte-todo– como no relacionalmente –objetos. Por ejemplo, la nariz de María puede expresar, potencialmente, tanto una parte de la cara de María (relación parte-todo) como un objeto que pertenece o que ha sido producido por ella porque es escultora o cirujana plástica.

La distinción inalienable/alienable es, según Seiler (2001: 30, 39), central en el dominio de la posesión y se fundamenta en el carácter inherentemente dado y estable en el tiempo –inalienable– o establecido, adquirido y temporario –alienable– de la relación entre poseedor y poseído. Dicho autor (2001: 31) sostiene que es posible distinguir pero no separar inalienabilidad y alienabilidad puesto que se distribuyen en un continuum entre cuyos polos existe un ámbito en el que las fuerzas opuestas se neutralizan entre sí.

Por su parte, Heine (1997: 10) plantea que son más propensos a ser tratados como inalienables los nombres que se refieren a los siguientes dominios conceptuales: a. roles de parentesco, b. partes del cuerpo, c. conceptos espaciales relacionales como arriba, abajo, interior, etc., d. partes de otros ítems como rama, asa, etc., e. estados físicos y mentales como fuerza, miedo, etc., f. nominalizaciones en las que el poseído es un nombre deverbativo como por ejemplo his singing ‘su canto’. La oposición alienable/inalienable también se observa, según Nichols (1988: 562 en Heine 1997: 172), en el carácter abierto y cerrado de cada una de las clases de nombres con las que ocurren, respectivamente. No obstante, de acuerdo con Heine (1997: 11), la manera en que la inalienabilidad es definida depende ampliamente en cada lengua de convenciones específicas a cada cultura y por lo tanto, las lenguas varían considerablemente en donde se ubica el límite entre las entidades inalienable o alienablemente poseídas. Por ejemplo, Seiler (2001: 37-38) describe que en cahuilla –familia yutoazteca, Estados Unidos– una relación de parentesco no solo puede ser expresada como inherente sino también como establecida. Esta opción se observa particularmente cuando el poseedor y el poseído son ambos terceras personas y se recurre a la expresión más alienable con el propósito de evitar referirse directamente a un pariente fallecido

 

 

4. Análisis de los datos

 

Presento, en términos paradigmáticos, los afijos que expresan número y posesión en los nombres poseídos en toba ñachilamoleʔk y, luego, describo la interacción sintagmática de los mismos.

 

4.1. Número nominal

En toba ñachilamoleʔk, el sistema de número nominal está compuesto por dos valores: singular y plural. El singular es el valor no marcado, mientras que el plural ''unos pocos, no muchos'' posee distintos alomorfos cuyo uso depende de condicionamientos fonológicos y morfológicos, tal como se muestra en el cuadro 1.

 

 

Dado que el tema central de este trabajo es la interacción sintagmática de los sufijos de plural del nombre poseído y plural del poseedor, en términos paradigmáticos, en el cuadro 1 solo incluí los afijos más frecuentemente utilizados en el corpus analizado. En lo que respecta a los nombres cuyos alomorfos de plural se seleccionan de acuerdo criterios morfológicos, cabe destacar que, en su mayoría se trata de nombres que generan concordancia de género masculino, como por ejemplo, heyaɢaˈwa ‘persona’ (1), qadaˈlonek ‘nuestra leña’ (2), yaˈlek ‘mi hijo’ (3), qoheˈleʔk ‘criollo’ (4) y neqoñiˈtahek ‘prisionero de alguien’ (5). En este sentido, si bien excede el alcance de este artículo, es posible sostener una interacción paradigmática entre la asignación morfológica de género y número, tal como fue planteada respecto del toba hablado en la provincia del Chaco por Carpio et al. (2010:72).

 

1.            a.            gaʔ                         heyaɢa-ˈwa

                               dnp                      ser animado-comp

                               ‘Persona’

                b.            ga<a>ʔ                  heyaɢa<ʔ>w

                               dnp<pl>             ser animado.comp<pl>

                               ‘Personas’

 

2.            a.            ˈdiʔ-me                  qad-aˈlon-ek

                               dse-endof 1plpos.inal-encender-pac.masc

                               ‘Nuestra leña’

                b.            ˈdy<a>ʔ-me         qad-aˈlon-aq-a

                               dse-endof 1plpos.inal-encender-nom.pac.masc-pl

                               ‘Nuestras leñas’

 

3.            a.            daʔ                   y-aˈle-k

                               dpa               1pos.inal-hija-masc

                               ‘Mi hijo’

                b.            da<a>ʔ           y-alq-a

                               dpa<pl>      1pos.inal-hija.masc-pl

                               ‘Mis hijos’

 

4.            a.            qohe-ˈleʔk                            ˈpagagay-k

                               criollo-gent.masc          blanca-masc

                               ‘Criollo blanco’

                b.            qohe-laˈheÖ                        ˈpagagaya-q-a

                criollo-gent.masc.pl    blanca-masc-pl

                               ‘Criollos blancos’

 

5.            a.            diʔ                          n-eqoñiˈta-he-k

                               dacos 3ipos.alie-atar-rela-masc

                               ‘Prisionero de alguien’

                b.            ˈdy<a>ʔ                 n-eqoñiˈta-ts

                               dacos<pl>       3ipos.alie-atar-rela.masc.pl

                               ‘Prisioneros de alguien’

 

La referencia del valor no-singular a ''unas pocas, no muchas entidades'' podría llevar a caracterizarlo como ''paucal''. No obstante, dado que solo se opone al singular dentro del sistema, es considerado como ''plural''. La cantidad de entidades referida por el valor plural está condicionada por la categoría de colectivo –expresada a través del sufijo -pi– y no por otro valor de número. Siguiendo lo planteado por Corbett (2000: 117-119), la principal función de la categoría de colectivo es especificar la cohesión de un grupo, lo cual presupone la existencia de una multiplicidad de miembros. En este sentido, desde el punto de vista semántico, se trata de una categoría muy próxima a la de número pero que se diferencia de esta última por la no ocurrencia con pronombres (segmentos más altos de la jerarquía de animacidad), la no exclusión mutua con los morfemas que expresan número y su carácter no obligatorio.

Si en el corpus analizado solo se hubieran registrado ejemplos de uso del sufijo -pi en los que se excluye mutuamente con los alomorfos de plural (6), este sufijo codificaría el valor ''plural'' por oposición al ''singular'' –no marcado– y al ''paucal'' expresado a través de los alomorfos presentados en el cuadro 1.

 

6.            a.            qaˈmaʔ                 ˈhoʔote                  ˈdalaɢay-k

                               entonces               ya                           verde-masc

                               ‘Entonces, ya es nuevo’ {EC_5:37}

 

                b.            qaˈlaɢaha             naˈyi,     woʔ        hen         dalaɢay-ki-ˈpi

                               pero                       ahora     exist   dprox verde-masc-col

                               ‘Pero ahora, están los nuevos’ {EC_5:37}

 

Sin embargo, el sufijo -pi coocurre con los alomorfos de plural. En (7) se observa la combinación de los sufijos de plural -l y -di con el sufijo -pi.

 

7.            qaˈmaʔ  naˈʔayta               naʔ         ˈnaʔ-ho,                    l-eˈwo

                Entonces así es                dac       dac-exofvis      3pos.inal-costumbre

 

               diʔ                                      qad-atʔa-l-ˈpi,

               dacos                             1pl.pos.inal-padre-pl-col

 

                yaɢayqachi-di-ˈpi,                             qad-api-di-ˈpi

                anciano-pl-col                                1pl.pos.inal-abuelo-pl-col

    ‘Entonces, así era ésta, la costumbre de nuestros antepasados, de nuestros ancianos, de nuestros abuelos’ {EC_5:14}

 

A su vez, dentro de la frase nominal cuando un nombre ocurre junto al sufijo -pi, en términos de concordancia con los demostrativos se comporta a la manera de los nombres en singular (8).

 

8.            a.            h-edaˈlege                  diʔ                   yaˈɢayk

                               1I-alcanzar.sob        dacos          anciano

                               ‘Alcancé al anciano’

 

                b.            h-edaˈlege                 loˈyiʔ            diʔ                yaɢayki-ˈpi

                               1I-alcanzar.sob        muchos       dacos       anciano-col

                               ‘Alcancé a muchos ancianos’ {EC_117:120}

 

En lo que respecta a la concordancia entre argumentos y predicados, los nombres junto al sufijo de colectivo -pi se comportan del mismo modo que los nombres en singular (9).

 

9.            a.             d-oˈmi                    l-aˈqaya

                               3I-bailar                3pos.inal-hermano

                               ‘Bailaba su hermano’

 

                b.            d-oˈmi-ʔ                l-aˈqaya-ʔ

                               3I-bailar-pl          3pos.inal-hermano-pl

                               ‘Bailaban sus hermanos’

 

                c.             maʔ        d-oˈmi                  ˈnaʔ-me                 hiyaɢadi-ˈpi

                               nomás   3I-bailar                dac-endof       persona.pl-col

                               ‘Nomás, bailaba la gente (personas)’ {EC_116:64}

 

De este modo, se demuestra que el sufijo -pi expresa la categoría de colectivo y no un valor adicional de número en función de: i. la no exclusión mutua con los alomorfos de plural (7), ii. su comportamiento morfosintáctico en términos de concordancia dentro de la frase nominal (8) y verbal (9), iii. el significado expresado, es decir un ''montón de entidades, una gran cantidad'' donde no es posible individualizar los referentes, y iv. la prominencia prosódica ya que, a diferencia de los alomorfos de plural, siempre atrae el acento lo cual puede vincularse al mayor impacto semántico que produce en la base nominal.

El sufijo -pi ‘colectivo’ fue el único que se registró, al analizar la categoría de número en el toba hablado en la provincia del Chaco (Carpio 2004), junto a préstamos del español. En cambio, en toba ñachilamoleʔk, se observó no solo el uso de este morfema sino también de los alomorfos de plural -di y -l junto a préstamos del español, como se ilustra en los ejemplos (10)-(11).

 

10.          a.             ha-ˈnaʔ                  kaˈmyon

                               fem-dac            camión

                               ‘Este camión’

 

                b.            ˈna<a>ʔ                  kamyon-ˈdi

                   dac<pl>             camión-pl

                   ‘Estos camiones’

 

 

11.          a.            h-aˈcha-ingi          hoʔ         yerba     ha-ˈñiʔ-me                            ñ-iˈmate

                               1I-poner-ab.ad dal       yerba     fem-dse-endof             1pos.alie-mate

                               ‘Puse yerba en el mate’

 

                b.            haˈleka                  naʔ         ˈyerba    ˈna<a>ʔ-me                         ˈmate-l

                               poquitita               dac       yerba     dac<pl>-endof             mate-pl

                               ‘Poquitita yerba en los mates’

 

4.2. Posesión

En el corpus analizado, la relación de posesión inalienable es expresada morfológicamente a través de afijos que se adicionan al nombre poseído (cuadro 2). En cambio, la relación de posesión alienable es expresada: i. morfológicamente mediante afijos que ocurren en el nombre poseído (cuadro 3), y ii. perifrásticamente, a través del uso, contiguo al nombre poseído, de los lexemas -aˈloʔ ‘animal doméstico’ (8) y -oˈɢot ‘propiedad, pertenencia’ (9). Es decir, siguiendo lo planteado por Haiman (1983: 794), la distancia lingüística entre poseedor y poseído es directamente proporcional al grado de alienabilidad.

En este sentido, las estrategias morfosintácticas de expresión de la relación de posesión en toba ñachilamoleʔk pueden ser ubicadas en el siguiente continuum de (in)alienabilidad

 

 

Los nombres que ocurren con las unidades del paradigma de posesión inalienable se refieren a: roles de parentesco –excepto ñiteˈhoqo ‘mi tío’ que ocurre junto a unidades del paradigma de posesión alienable–, la mayoría de las partes del cuerpo y fluidos excretados como resultado de funciones vitales, estados físicos y mentales –generalmente se trata de nominalizaciones deverbativas–, y objetos permanentemente asociados a un ser animado (véase cuadro 2).

 

 

            A su vez, los nombres que requieren el uso de los afijos de posesión inalienable pueden ocurrir junto al prefijo de tercera persona n- cuando el poseedor es indeterminado, es decir con el sentido de ''perteneciente a alguien'', sin especificar la persona del poseedor. Por ejemplo, naˈqayk ‘cabeza de alguien’, noʔonataˈɢak ‘trabajo de alguien’. En ciertos nombres que se refieren a objetos, el uso de los afijos de posesión inalienable no es obligatorio. Por ejemplo, es posible decir chiˈkenek ‘arco’, chiˈkena ‘flecha’, ˈdoleʔ ‘fuego’, ʔeˈmek ‘casa’ pero no es posible decir *ˈchaqa ‘hogar’, *oɢoˈnek ‘tejido’, *oˈwaq ‘mano’.

            Los nombres que ocurren con los afijos de posesión alienable se refieren a: algunas partes del cuerpo –en su mayoría ubicadas en la cara– tales como ñiˈpe ‘mi frente’, ñaˈhep ‘mi pico’, ñaqaeˈpa ‘mi ceja’, ñiˈdeyaɢat ‘mi boca’, ñaˈkyaq ‘mi paladar’, ñikiˈta ‘mi nuca’ y ñaˈpyoɢohek ‘mi intestino, tripa’, objetos no asociados de manera permanente a una entidad, un rol de parentesco ñiteˈhoqo ‘mi tío’ y personas con las que se mantienen relaciones sociales que no implican lazos de parentesco (véase cuadro 3). Los afijos de posesión alienable fueron registrados junto a préstamos del español (12) lo cual es consecuente con el carácter abierto propio de esta clase de nombres.

 

 

12.          naˈʔayta                 hen         ñ-igrabaˈsion

                así es                     dprox  1pos.alie-grabación

                ‘Así es mi grabación’ {HP_1:10}

 

Las relaciones de posesión más laxas, es decir las situadas en el polo más alienable del continuum de posesión son expresadas perifrásticamente. Esta estrategia consiste en el uso de los nombres inalienables -aˈloʔ ‘animal doméstico’ (13) y -oˈɢot ‘propiedad, pertenencia’ (14) junto a nombres que no ocurren con ninguno de los paradigmas de posesión presentados anteriormente.

 

13.          qaˈmaʔle                woʔ        daʔ        noɢotoˈle-k         ˈhoʔne   -neta-ˈlege

                entonces               exist   dpa       niña-masc          rel1     3I-estar-sob

 

                l-aˈloʔ                                                 ˈpegaɢa                  l-iˈkiʔi

                3pos.inal-animal doméstico          caballo                3pos.inal-foto

‘Entonces hay un niño que está sobre su bicicleta (lit. ‘su animal doméstico similar al caballo’)’ {OP_122:17}

 

El nombre yoˈɢot ‘mi propiedad, pertenencia’ se registró pospuesto al nombre aˈlewa ‘tierra’, como se muestra en (14), con el significado de ‘terreno o tierra de mi propiedad’.

 

14.          y-iˈmen                 ˈdiʔ-me                       aˈlewa                y-oˈɢot

                3I-negociar           dacos-endof     tierra                  1pos.inal-propiedad

                ‘Vendió mi terreno’

 

A su vez, el nombre aˈlewa ‘tierra’ puede funcionar como un nombre morfológicamente alienable (15), pero no como un nombre morfológicamente inalienable (*qadalewa).

 

15.          qaˈlaɢaha,     qoʔˈmi          naˈyi,       woʔ        hen           qad-aˈchaqa,                   woʔ

                pero              1pl               ahora       exist   dprox     1pl.pos.inal-hogar    exist

                hen               qan-aˈlewa

               dprox        1pl.pos.alie-tierra

                ‘Pero, nosotros ahora, tenemos nuestro hogar, tenemos nuestra tierra’ {MN_9:26}

 

A su vez, se observó el uso de ˈmaʔchi junto a nombres alienables (16a) e inalienables (16b) con el significado de ‘propio’ funcionando a la manera de un refuerzo del poseedor.

 

16.          a.            ˈmaʔchi   ñ-ayaɢaˈwa

                               propio      1pos.alie-amigo

                               ‘Mi propio amigo’

 

                b.            ˈhaʔachi                ˈgaʔ-me                 ˈmaʔchi        ad-aˈmayki-i

                               pinterr               dnp-endof        propio         2pos.inal-deseo-2pl.pos

                               ¿Cuál es el deseo propio de ustedes?

 

4.3. Interacción de posesión y número

En §4.1 y §4.2 se describió el número y la posesión en los nombres en términos paradigmáticos. Los morfemas que codifican número son sufijos o infijos y los que expresan al poseedor en el nombre poseído son prefijos –cuando se trata de la primera persona singular y plural, la segunda y la tercera persona singular– y morfemas discontinuos –cuando se trata de la segunda y la tercera persona plural.

En este apartado, analizo la coocurrencia sintagmática de los morfemas de número del nombre poseído y número del poseedor, ambos expresados en el nombre poseído. Cuando los morfemas que expresan al poseedor son prefijos no hay posibilidad de superposición entre número de poseedor y número del poseído puesto que ocurren en posiciones distintas respecto del nombre poseído. En (17) se ilustra el nombre inalienable -mayk ‘deseo’ pluralizado y poseído por la primera persona singular (17a) y plural (17b).

 

17.          a.             y-amayˈq-o

                               1pos.inal-deseo-pl

                               ‘Mis deseos’

 

                b.            qad-amayˈq-o

                               1pl.pos.inal-deseo-pl

                               ‘Nuestros deseos’

 

En cambio, cuando los morfemas que expresan al poseedor en el nombre poseído son discontinuos –segunda y tercera persona plural–, el segundo segmento de estos afijos ocurre pospuesto al nombre al igual que los morfemas que expresan plural del nombre poseído.

El orden en el que se expresan el segundo segmento del afijo de posesión de segunda persona plural, que se pospone al nombre poseído, y los sufijos de número del nombre poseído es el siguiente: 2pos.inal/alie-nombre poseído-pl.poseído-2pl.poseedor. Como sostienen Bybee (1985: 34), Haiman (1983: 782) y Lehmann et al. (2000: 753-754), los morfemas que son más relevantes para el significado del núcleo nominal, en este caso número de entidades referidas frente al número del poseedor, se ubican más próximos al mismo.

La codificación de número de entidades poseídas y número del poseedor, cuando se trata de la segunda persona plural, en el nombre poseído permite una lectura de posesión distribuida, es decir ''varias entidades pertenecientes a distintos poseedores''.

Como se ilustra en (18), el sufijo de plural -o, cuya selección se encuentra fonológicamente condicionada en el nombre inalienable -mayk ‘deseo’, ocurre antes del segundo segmento de segunda persona plural poseedora realizado como -di (18d).

 

 

18.          a.            ad-aˈmayk

                               2pos.inal-deseo

                               ‘Tu deseo’

 

                b.            ad-amayˈq-o

                                2pos.inal-deseo-pl

                                ‘Tus deseos’

 

                c.             ad-aˈmayk-i

                               2pos.inal-deseo-2pl.pos

                               El deseo de ustedes’

 

                d.            ad-amayˈq-o-di

                               2pos.inal-deseo-pl-2pl.pos

                               ‘Los deseos de ustedes (cada uno tiene el suyo)’

 

Cuando el nombre -qachiˈpe ‘hacha’ –cuyo fonema final es vocálico y es pluralizado a través del sufijo -l– ocurre junto al morfema discontinuo de posesión de segunda persona plural (19c-d) se observa que el sufijo de plural ocurre inmediatamente al lado del nombre poseído y luego se ubica el segundo segmento de segunda persona plural.

 

19.          a.            an-aqachiˈpe

                               2pos.alie-hacha

                               ‘Tu hacha’

 

                b.            an-aqachiˈpe-l

                               2pos.alie-hacha-pl

                               ‘Tus hachas’

 

                c.             an-aqachiˈpe-y

                               2pos.alie-hacha-2pl.pos

                               ‘El hacha de ustedes’

 

                d.            aw-aˈchi-yi           ˈna<a>ʔ-me                         an-aqachiˈpe-l-di

                               2I-llevar-2pl         dac<pl>-endof           2pos.alie-hacha-pl-2pl.pos

                               ‘¡Lleven sus hachas!’

 

  El nombre -ˈwaɢanaɢat ‘red de extremos fijos’, cuyo fonema final es alveolar, es pluralizado a través del morfema discontinuo <ʔ>...-i~e (20b). En (20d), cuando no solo el nombre poseído es plural sino también el poseedor, es decir se trata de la segunda persona plural, el orden de los sufijos de número es: plural del nombre poseído a través del morfema <ʔ>-...-i[1] seguido del plural del poseedor expresado como -di.

 

20.          a.            ad-eˈwaɢanaɢat

                               2pos.inal-red de extremos fijos

                               ‘Tu red de extremos fijos’

 

                b.            ad-eˈwaɢanaqat-e

                               2pos.inal-red de extremos fijos.pl-pl

                               ‘Tus redes de extremos fijos’

 

                c.             ad-eˈwaɢanaɢach-i

                               2pos.inal-red de extremos fijos-2pl.pos

                               ‘La red de extremos fijos de ustedes’

 

                d.            aˈw-ich-iʔ              ˈna<a>ʔ                ad-eˈwaɢanaqach-i-di

                               2I-hacer-2pl         dac<pl>           2pos.inal-red de extremos fijos.pl-pl-2pl.pos

                               ‘¡Hagan sus redes de extremos fijos!’ {EC_117:1}

 

En (21d) se muestra el mismo orden de los sufijos de plural y del segundo segmento del morfema que codifica a la segunda persona plural como poseedora en el nombre -oˈwaq ‘mano’. Es decir, más próximo a la base se realiza el reemplazo de la coda de la última sílaba de la palabra por ʔ para expresar plural del nombre y luego ocurre el segundo segmento del morfema de segunda persona plural como poseedora realizado como -di.

 

21.          a.            ad-oˈwaq

                               2pos.inal-mano

                               ‘Tu mano’

 

                b.            ad-oˈwaʔ

                               2pos.inal-mano.pl

                               ‘Tus manos’

 

                c.             ad-oˈwak-e

                               2pos.inal-mano-2pl.pos

                               ‘La mano de ustedes’

 

                d.            ˈqoʔli                     ˈhoʔote      aw-iˈyo-y           ˈna<a>ʔ-me                     ad-oˈwaʔ-di

                               interrpol          ya              2I-lavar-2pl        dac<pl>-endof      2pos.inal-mano.pl-2pl.pos

                               ‘¿Ya se lavaron las manos (las manos de ustedes)?’

 

Cuando los nombres poseídos seleccionan morfológicamente el sufijo de plural -a, como por ejemplo adoɢoˈnek ‘tu tejido’ (22a-b), también el segundo segmento del plural del poseedor, cuando se trata de la segunda persona plural, ocurre luego del plural del nombre poseído (22d).

 

22.          a.            ad-oɢoˈn-ek

                               2pos.inal-tejer-nom.pac.masc

                               ‘Tu tejido’

 

                b.            ad-oɢon-ˈq-a

                               2pos.inal-tejer-nom.pac.masc-pl

                               ‘Tus tejidos’

 

                c.             ad-oɢoˈn-ek-i

                               2pos.inal-tejer-nom.pac.masc-2pl.pos

                               ‘El tejido de ustedes’

 

                d.            aw-ˈqataɢañ<i>taʔat         ad-oɢon-ˈq-a-di

                               2I-preparar<2pl>              2pos.inal-tejer-nom.pac.masc-pl-2pl.pos

                               ‘¡Preparen los tejidos de ustedes!’

 

Los nombres derivados a través del sufijo -wa ‘compañero’ son pluralizados a través de la adición de la consonante oclusiva glotal previo a dicho morfema y la elisión de la vocal final a (23a-b). En estos nombres, también se observa el orden de los sufijos ''plural del nombre poseído-plural del poseedor (2pl)'' (23d).

 

23.          a.            ad-eqochaɢa-ˈwa

                               2pos.inal-ayudar-comp

                               ‘Tu compañero’

 

                b.            ad-eqochaˈɢa<ʔ>w

                               2pos.inal-ayudar.comp<pl>

                               ‘Tus compañeros’

 

                c.             ad-eqochaɢa-ˈwa-e

                               2pos.inal-ayudar-comp-2pl.pos

                               ‘El compañero de ustedes’

 

                d.            ad-eqochaˈɢa<ʔ>w-di

                               2pos.inal-ayudar.comp<pl>-2pl.pos

                               ‘Los compañeros de ustedes’

 

Cuando se trata de la tercera persona plural como poseedora no he registrado la ocurrencia del segmento discontinuo de plural del poseedor -ʔ (24b) junto a los alomorfos de plural del nombre poseído. Es decir, si el poseedor es una tercera persona se privilegia la codificación del número de entidades poseídas por sobre el número del poseedor por lo cual varias entidades de un solo poseedor se expresa de la misma manera que varias entidades de varios poseedores (24c).

 

24.          a.            n-etamenaˈɢak

                               3pos.alie-oración

                               ‘Su oración (de él/ella)’

 

                b.            n-etamenaˈɢa-ʔ

                               3pos.alie-oración-3pl.pos

                               ‘Su oración (de ellos/as)’

 

                c.             n-etamenaɢaˈq-o

                               3pos.alie-oración-pl

                               ‘Sus oraciones (de él/ella o de ellos/as)’

 

 

5. Reflexiones finales

 

En este trabajo, luego de presentar, en términos paradigmáticos, los afijos que expresan número y posesión en los nombres, analicé la coocurrencia sintagmática en el nombre poseído de los afijos de persona y número de los poseedores y de número de las entidades poseídas. Específicamente, existe posibilidad de superposición entre el plural del poseedor y del nombre poseído cuando los morfemas que expresan al poseedor en el nombre poseído son discontinuos –segunda y tercera persona plural. Al respecto se demostró que, cuando se trata de la segunda persona plural como poseedora, el orden en el que se expresan los afijos es: 2poseedor-nombre poseído-plural.poseído-2plural.poseedor. Este orden de los sufijos refleja, como sostienen Bybee (1985), Haiman (1983) y Lehmann et al. (2000), la importancia semántica de las categorías morfológicas en relación a la base puesto que el morfema que expresa el número de entidades de referencia del nombre modificado, es decir que afecta directamente el contenido léxico del mismo, es el que ocurre contiguo al nombre, seguido del morfema que codifica al número del poseedor. A su vez, la interacción de número del nombre poseído y número del poseedor cuando se trata de la segunda persona plural habilita una lectura en términos de posesión distribuida. En cambio, cuando se trata de la tercera persona plural como poseedora, no se ha registrado la ocurrencia del segmento discontinuo de plural del poseedor -ʔ junto a los alomorfos de plural del nombre poseído.

La interacción de los morfemas que expresan posesión y número en el nombre poseído solo había sido mencionada por Najlis (1966: 45) en su descripción del abipón, otra lengua de la familia guaycurú, pero expresando que se trata de un tipo de construcción poco documentado. En este sentido, la descripción que se proporciona en este trabajo constituye un avance más en el conocimiento de la morfología nominal de las lenguas de la familia lingüística guaycurú y habilita la comparación con otras lenguas arealmente relacionadas.

 

 

Abreviaturas: 1, 2, 3=primera segunda y tercera persona; ab=direccional tipo I ‘hacia abajo’, ad=direccional tipo II ‘adentro de’, alie=alienable; col=colectivo; comp=sufijo derivativo ‘compañero’; dac=demostrativo ‘acercándose’; dacos=demostrativo ‘acostado’; dal=demostrativo ‘alejándose’; dnp=demostrativo ‘ausente’; dpa=demostrativo ‘parado’; dprox=demostrativo ‘próximo’; dse=demostrativo ‘sentado’; endof=endofórico; exist=presentativo existencial afirmativo; exofvis=exofórico ‘visible’; fem=femenino; gent=gentilicio; I=índice pronominal tipo I; inal=inalienable; interrpol=interrogación polar; ipos=poseedor indeterminado; masc=masculino; nom=nominalizador; pac=argumento más parecido al paciente; pinterr=pronombre interrogativo; pl=plural; pos=poseedor; rela= sufijo derivativo ‘relativo a’; rel1=relativizador 1; sob=direccional tipo II ‘sobre’.

 

 

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[1] El morfema discontinuo de plural del nombre poseído <ʔ>...-i genera el ensordecimiento del onset de la última sílaba de la base nominal (/ɢ/ es realizado como [q]) y la palatalización de la coda de dicha sílaba (/t/ es realizado como [ch]).

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