Introducción

Con el aumento de la violencia urbana, accidentes de tránsito y criminalidad, el número de cuerpos carbonizados, mutilados, en descomposición avanzada o esqueletizados, se ha visto significativamente incrementado en los departamentos de medicina legal de todos los países ^1,2.

En estas circunstancias, puede verse dificultada la determinación de la causa de muerte y la identidad de la víctima, ya que, por la destrucción de los tejidos blandos, no será factible llevar a cabo el análisis de las huellas dactilares ^1,3. Por este motivo, los servicios de antropología forense y odontología legal desempeñan un importante papel en el marco de la investigación criminal, en la cual los familiares de las personas desaparecidas serán entrevistados y procurarán registros médicos y odontológicos, como fichas clínicas, radiografías, tomografías, modelos de yeso y fotografías, capaces de auxiliar en la identificación humana ^1,3-6.

Entre los numerosos métodos aplicables, destácanse aquellos que comparan imágenes radiográficas ante-mortem (AM) y post-mortem (PM) del cráneo ⁴, dado que sus diversas estructuras anatómicas, como el seno frontal, presentan variabilidad morfológica con potencial forense, de gran provecho para establecer la identidad de un individuo ⁷.

En la literatura específica, existen relatos de casos, en los que restos mortales fueron identificados por análisis del seno frontal ^7,8, pero pocos, relacionando imágenes de las particularidades anatómicas de esta cavidad paranasal, con las de material de osteosíntesis ⁹. En este sentido, el presente trabajo tiene como objetivo relatar un caso pericial, que atañe a un cuerpo esqueletizado, identificado por análisis morfológico del seno frontal y del tipo y localización del material utilizado para la reducción de fracturas ocasionadas por trauma.

Descripción del caso

Un cuerpo esqueletizado fue encontrado en una región boscosa, en el interior del estado de Goiás, región Centro-Oeste del Brasil. Después de la pericia efectuada en el lugar del hecho, y del traslado de los restos mortales al Instituto Médico Legal (IML) de la capital estadual, Goiânia, se realizó el examen antropológico forense correspondiente (establecimiento del perfil biológico) y la determinación de la causa de muerte.

Durante el examen externo del cadáver se constató que la pelvis y el cráneo presentaban características masculinas ¹⁰, epífisis medias de las clavículas cerradas ¹¹, ausencia de osteofitos en los cuerpos vertebrales ¹², sutura sagital con escasos puntos de sinostosis y terceros molares con rizogénesis completa, por lo cual, se estimó la edad entre 30 y 40 años. La estimación de la estatura (entre 1.67 m. y 1.74 m.) se materializó, sirviéndose de la medición de la longitud de los mayores huesos largos de los miembros superiores e inferiores y de la tabla de 1952, de Trotter y Gleser ¹³. En el cráneo, se observó, igualmente, la presencia de tres placas metálicas de osteosíntesis, fijadas con tornillos, que sugieren la ocurrencia de trauma AM, con características y localizaciones especificadas en la Tabla 1 y Fig. 1.

Con respecto a la causa de muerte, se estableció traumatismo craneoencefálico y facial, por instrumento perforocontundente, constatándose heridas transfixiantes por arma de fuego, con orificios de entrada en las regiones occipital y mandibular derecha (Fig. 2).

Paralelamente a los exámenes periciales, las investigaciones policiales revelaron que la probable víctima sería un hombre de 29 años, que había sido secuestrado hacía 7 meses. Además, fue remitida documentación AM, consistente en una ficha médica y dos radiografías posteroanteriores (PA) de cráneo (prequirúrgica y posquirúrgica inmediata), efectuadas 7 años antes de su desaparición, donde constaban una fractura y una placa de osteosíntesis en la región periorbitaria derecha. En las mismas, también se puso de manifiesto la morfología del seno frontal, que se presentaba expandido a ambos lados de la línea media (Fig. 3).

Se decidió, entonces, efectuar exámenes PM, una radiografía PA y una tomografía de haz cónico craneales (Fig. 4), en un laboratorio radiológico que tiene convenio con el IML. A partir de la manipulación de la tomografía PM y por medio del software InVesalius®, se reconstruyó, rotó y dispuso la imagen craneal procesada, en la misma posición que la radiografía PA posquirúrgica inmediata AM.

Paso seguido, se comparó la radiografía PA posquirúrgica inmediata AM con la radiografía PA y tomografía PM, verificándose similitud morfológica del seno frontal, en lo que refiere a su área de expansión, número y ubicación de los septos y lóbulos (Tabla 2) y de la placa de osteosíntesis presente en la pared lateral de la órbita derecha, en lo concerniente a su localización anatómica, tipo y tornillos para su fijación (cantidad, diseño y longitud, disposición y angulación de fijación), tal cual se advierte en la Fig. 5. De este modo, fue posible arribar a una identificación positiva de la persona desaparecida.

Discusión

Las imágenes radiográficas suelen ser muy utilizadas en el proceso de identificación, principalmente, cuando el análisis papiloscópico no puede realizarse, resultando de suma utilidad en casos de cuerpos carbonizados, putrefactos o esqueletizados ^4,5,9,14.

Esta coyuntura se ve potenciada por los numerosos exámenes radiográficos craneales ejecutados diariamente, fruto de un mayor acceso de la población a la atención odontológica, con el objetivo de diagnosticar, planificar y/o controlar los diferentes tratamientos clínicos ^5,15.

Por otra parte, el cráneo, sumamente resistente a las condiciones ambientales, ha demostrado poseer un gran potencial forense. En efecto, las radiografías PA de aquel permiten estudiar las particularidades anatómicas (dentales u óseas), patológicas y/o terapéuticas, así como el tipo de un eventual material de osteosíntesis ⁹.

No obstante, vale recordar que las radiografías PA no son la mejor alternativa para un análisis dental pormenorizado, en comparación con las panorámicas ⁵ o intraorales ¹⁾ , por lo cual deben emplearse con prudencia, para evitar conclusiones erróneas o inconsistentes. En contrapartida, se tornan valiosas para una evaluación morfológica, cuali y cuantitativa, del seno frontal, teniendo presente que esta cavidad de ampliación es única e invariable en individuos adultos ^7-9,16,17.

En el caso en cuestión, la similitud morfológica apreciada entre las imágenes radiográficas AM y PM del seno frontal, procedimiento comparativo ampliamente sustentado y descrito en la literatura ^7-9,16,17, posibilitó la identificación positiva de la víctima, allanando el camino a la investigación criminal para la captura y condena de los involucrados en su muerte. Asimismo, la presencia de la placa de osteosíntesis en la pared lateral de la órbita derecha, representó un parámetro adicional de confrontación, con resultados compatibles con los del seno frontal ⁹.

Por último, cabe puntualizar que el método utilizado resulta más rápido y económico que el examen de ADN, demostrando la necesidad de contar con un servicio radiológico en los IMLs o, en su defecto, de establecer convenios con laboratorios radiológicos públicos o privados. Complementariamente, será menester disponer de odontólogos forenses con adecuada competencia y entrenamiento en técnicas imagenológicas, especialmente radiografías extraorales y tomografías, habitualmente empleadas con finalidad pericial.

Conclusiones

Las radiografías PA y tomografías de cráneo hacen posible analizar la morfología del seno frontal y las particularidades de un eventual material de osteosíntesis, facilitando el proceso de identificación humana, en casos complejos de cuerpos carbonizados, putrefactos o esqueletizados.