En este libro, el psicólogo e investigador Edgar Cabanas, junto con la socióloga Eva Illouz, emprenden un ejercicio de disección y crítica de la nueva fascinación con la felicidad, a partir de un estudio de la corriente denominada “psicología positiva,” dirigida por el psicólogo estadounidense Martin Seligman y destinada de manera explícita a crear una “ciencia de la felicidad”. Tomando su elección como presidente de la American Psychological Association, en 1998, como inicio de su estudio, los autores se centran en la creciente influencia de esta propuesta psicológica y terapéutica, así como sus vínculos con el mundo empresarial, la industria editorial, el ejército, diversas fundaciones privadas y públicas, y el ámbito del coaching y la autoayuda. De esta forma, a lo largo de cinco capítulos, el libro describe las estrategias de construcción profesional de la “psicología positiva”, el vínculo entre representaciones mercantilizadas de la felicidad y el neoliberalismo, las nuevas formas de individualismo, las aplicaciones de la “ciencia de la felicidad” en el mundo laboral, el mundo de las terapias del coaching y la autoayuda, y la función de las nociones de felicidad como ideologías que refuerzan la adaptabilidad en las condiciones de competitividad del capitalismo contemporáneo.
Los autores exponen las falencias de la “ciencia de la felicidad” desde el punto de vista epistemológico. Argumentan que las premisas epistemológicas de la supuesta ciencia no son precisamente sólidas (Cabanas e Illouz, 2019, p. 39-40). De la misma manera, observan el carácter contraproducente de este tipo de propuestas: el esforzarse por alcanzar una noción abstracta pero obsesiva de felicidad puede terminar generando más descontento y frustración (Cabanas e Illouz, 2019, 18-21). Finalmente, no dejan de señalar el vínculo entre este tipo de iniciativas y las tendencias fundamentales de la sociedad y cultura neoliberal, tendientes a atribuir el éxito o el fracaso personal a la iniciativa y decisión individual, desconociendo los condicionantes sociales que limitan las elecciones y posibilidades (Cabanas e Illouz, 2019, 20-21).
¿Qué aprendemos a partir de este trabajo? En principio, nos provee información relevante sobre un vasto mundo profesional, político, burocrático y administrativo unificado a partir del proyecto de la felicidad y la psicología positiva. Recorriendo sus páginas, encontramos desde economistas o funcionarios de la ONU, hasta terapeutas y expertos en coaching, pasando por el mundo de la educación y el empleo, obsesionados con crear mediciones y técnicas de incremento de la felicidad. Se trata de diversas iniciativas públicas y privadas unificadas a partir de principios de que la felicidad es algo alcanzable y redituable mediante herramientas que alienten una actitud optimista ante la vida que permita superar los obstáculos y encontrar la mejor versión de sí mismo.
Si bien cada capítulo desarrolla diversos ámbitos de la influencia de estas corrientes, los más detallados son tal vez los dedicados a la psicología laboral (cap. 3) y el mercado de la autoayuda, el coaching, y otras técnicas similares (cap. 4). Con respecto al primer punto, los autores desarrollan temas iniciados en trabajos anteriores, enmarcando la nueva psicología laboral y empresarial dentro de la larga historia de la psicología de las organizaciones y la empresa. En una línea que va desde Elton Mayo y culmina con Abraham Maslow, el libro repasa la historia de cómo la psicología y el mundo del management y las relaciones laborales pensaron diversas formas de fomentar la productividad en términos de contención y motivación dentro de relaciones duraderas. Con la creciente flexibilidad y la precarización de las relaciones de trabajo, el panorama favorece un giro más individualista, que hace a el/la trabajador/a responsable por la eficiencia en la empresa. Eficiencia que sería un don sólo accesible para aquellas almas susceptibles al optimismo inducido de la psicología positiva. Lo que ésta última vende a las empresas, de hecho, son las técnicas para seleccionar a las personas con actitudes positivas, y fomentar sus potencialidades.
Pero la visión empresarial de la vida no ha quedado limitada al mundo corporativo. Existe, desde hace mucho, una industria editorial de la autoayuda y un mercado de técnicas de coaching y gestión personal en expansión. Haciendo un análisis de diversos textos, páginas web, testimonios de expertos en coaching, y diversas aplicaciones móviles, los autores encuentran un marco o estructura elemental en todas estas propuestas. Se trata de introducir una noción vaga de felicidad como objetivo último de la vida, responsabilizar al individuo por su logro (o falta del mismo), y asegurar que la felicidad no es un estado sino un juego constante de desafío y superación. Al hacer este recorrido, los autores no se privan de conclusiones ambiciosas acerca del significado de este mundo psicológico. De acuerdo con ellos, estas técnicas logran una comercialización de la felicidad, convirtiendo las sensaciones de autocontrol, seguridad, y confianza en mercancías a ser consumidas (Cabanas e Illouz, 2019, p. 122). Pero si esto es tan poderoso, se debe a que esta mercantilización de la felicidad genera estilos de vida y un tipo de personalidad que permite “definir en términos psicológicos el ideal neoliberal del ciudadano contemporáneo” (Cabanas e Illouz, 2019, p. 123). Se trata de una mentalidad y predisposición de comportamiento orientada a la maximización y optimización de la autogestión emocional y la constante autosuperación (Cabanas e Illouz, 2019, p. 122-124).
Inevitablemente para un libro sobre cuestiones muy vastas con conclusiones ambiciosas, existen algunos puntos discutibles. En primer lugar, el recorte global del objeto es cuestionable. Nunca está claro si el análisis es sobre la cultura americana y su mundo profesional, o si va más allá de eso y quiere ser un análisis del tipo de estructura de carácter y lógica cultural del “neoliberalismo”, con lo cual el análisis pierde mucha encarnadura. Esto se vincula también a que gran parte de las fuentes son los textos y artículos de la psicología positiva y las diferentes escuelas de coaching, lo cual es ciertamente lógico. Pero queda pendiente un análisis de otras fuentes que permitan medir mejor la recepción, impacto, y apropiaciones de estos textos. En el estudio sobre su impacto en educación, por ejemplo, se mencionan programas e iniciativas que, analizadas desde las propias revistas de la psicología positiva, tienden a exagerar su influencia. De hecho, el capítulo concluye mencionando el escepticismo de profesionales de la educación sobre estos programas (Cabanas e Illouz, 2019, p. 88-89). Tal vez, sería mejor combinar el uso de fuentes con los de diversos campos profesionales que nos permitan matizar mejor la influencia de estos proyectos.
El planteo también deja una ambigüedad sobre el vínculo entre psicología y neoliberalismo. Según los autores, el neoliberalismo se caracteriza por la imposición de lógicas económicas de rendimiento en todas las esferas de la vida, la expansión de principios tecnocráticos de medición y cuantificación, el aumento de la precarización, la competitividad y la incertidumbre laboral, y la “consolidación de un ethos terapéutico que coloca la salud emocional y la necesidad de realización personal en el centro del progreso social y de las intervenciones institucionales” (Cabanas e Illouz, 2019, p. 62). Esto último, entre otras razones, explicaría por qué con el liberalismo ha ocurrido “el desmoronamiento general de la dimensión social en aras de la dimensión psicológica” (Cabanas e Illouz, 2019, p. 63). El problema con este análisis consiste en que tiende a poner a toda la psicología en la misma bolsa, en lugar de hacer un esfuerzo por desbrozar cuál es la operación del neoliberalismo dentro de la psicología. De hecho, leyendo el libro se podría sacar otra conclusión: el problema no es tanto la psicologización de lo social, sino la manera en que el neoliberalismo tecnocratiza la psicología, simplificando el lenguaje con que referimos a nuestras emociones, y describiendo la subjetividad en términos de voluntad, intención, y consciencia por parte de un yo unificado y transparente a sí mismo.
Es precisamente porque estimula discusiones y debates que este libro merece circular entre varios campos disciplinarios como la sociología, la antropología, la psicología y la historia de las profesiones psi. En ese sentido, podemos desear una recepción amplia y activa de este texto.