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Psicología, Conocimiento y Sociedad

On-line version ISSN 1688-7026

Psicol. Conoc. Soc. vol.8 no.2 Montevideo Nov. 2018

https://doi.org/10.26864/pcs.v8.n2.1 

Editorial

Editorial: Monográfico “Psicofármacos y saberes psicológicos: tensiones y debates”


Los psicofármacos modernos, con su importante expansión por el mundo, constituyen actualmente una tecnología que ha logrado ir más allá de los límites de la medicina y la industria farmacéutica. Su circulación en sociedades contemporáneas ha tenido impactos sociales, culturales y subjetivos, que han hecho de ellos objeto de grandes discusiones y debates no sólo en la esfera técnica de su aplicación, sino también en ámbitos académicos y no académicos. Este interés en el papel de los productos farmacéuticos en las sociedades contemporáneas pone al descubierto el gran influjo que la industria farmacéutica y sus especialidades poseen sobre nuestra vida cotidiana, no sólo como usuarios o prescriptores de medicamentos, sino también como sujetos que incorporan en su horizonte de posibilidades de existencia lo farmacéutico como modo de pensarse a sí mismos y a los otros. Los psicofármacos en tanto “respuesta tecnológica” al sufrimiento humano emergen como punto de cruce de diversos sentidos e interpretaciones sobre el padecimiento, aquellos que padecen, el bienestar, quienes lo proporcionan y los medios para conseguirlo.

Desde el grupo de investigación “Clínica, saberes psicológicos y tecnociencia psicofarmacológica” que integramos en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República, impulsamos el abordaje del estado actual de la tecnociencia psicofarmacológica y su relación a los saberes psicológicos (psicología, psiquiatría y psicoanálisis). Estos saberes se enfrentan a una forma de producción de conocimiento y de artefactos técnicos orientada por el imperativo comercial de la industria farmacéutica que supone modificaciones estructurales en la manera en que se desarrolla la actividad científica e imprime nuevos giros a las teorías explicativas del malestar psíquico, a las nociones de curación, locura y dolencias mentales. La potencialidad de los psicofármacos como motores de cambio de los saberes psicológicos y de las experiencias subjetivas confluye con la dimensión performativa de los saberes psicológicos como formas de hacer y generar personas. El propósito de este número monográfico es ofrecer un panorama actual, regional e internacional de aproximaciones críticas a los psicofármacos como tecnologías y su relación con los saberes psicológicos a partir de los enfoques de los estudios farmacéuticos, os estudios sociales de la ciencia, la historia de la medicina y la psiquiatría, la psicología y la psiquiatría crítica, así como de filosofía y epistemología. Reúne contribuciones de autores de Argentina, Brasil, España, Chile y Uruguay: nueve trabajos originales, dos revisiones teóricas y una reseña de libro.

El artículo de Virginia Ballesteros contrasta las implicaciones metafísicas de los abordajes psicofarmacológicos de la depresión a través de los antidepresivos con los abordajes a través de las drogas psicodélicas. El texto se pregunta por las condiciones que hicieron posible que los antidepresivos influenciaran nuestras concepciones sobre la naturaleza de la depresión, mientras que las drogas psicodélicas, aun siendo exitosas, no lograron este mismo influjo. Analiza, para responder a ello, las diferencias entre los paradigmas implícitos en ambos tipos de fármacos, como píldoras mágicas capaces de corregir un desbalance bioquímico y como herramientas terapéuticas promovedoras de experiencias vitales renovadoras. Tensiona, además, la idea de que tanto las drogas psicodélicas como los antidepresivos pueden ser reducidos a sus efectos farmacológicos.

María José Beltrán realiza una revisión crítica, a partir de la tesis de la medicalización, de las intervenciones psiquiátricas en el Uruguay de los años treinta y cuarenta del siglo XX en torno al reconocimiento, comprensión y abordaje de los llamados “niños difíciles”. Presenta, en tiempos en los que aún no se había desarrollado la psicofarmacología moderna, las alianzas y convergencias entre los saberes psicológicos, la escuela y la familia, para la intervención sobre la infancia a través de un combinación ecléctica de herramientas como la orientación educativa y social, las medidas psicoterápicas, higiénicas y médicas. De este modo, nos invita al diálogo con los casos actuales de medicalización de la infancia y la adolescencia que encontramos, por ejemplo, en los artículos de Fernanda Martinhago y Andrea Morteo en este mismo volumen. Martinagho, a partir del caso particular de Brasil en torno al Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y la Ritalina, presenta un contrapunto en torno a la utilidad de la tesis de la medicalización para explicar la relación controversial entre psicofármacos e infancia a partir de una etnografía virtual que indaga el papel de psiquiatras, consumidores, representantes comerciales de los laboratorios farmacéuticos y las redes sociales virtuales en la configuración de estas tensiones. Martinagho expone las formas en que la “transmisión” del TDAH, sus características y los riesgos de no ser tratado con la medicación correspondiente, encuentra un lugar propicio en foros virtuales y páginas web, consolidando los procesos contemporáneos de medicalización y farmaceuticalización de la infancia. Andrea Morteo, al estudiar la prescripción y el consumo de psicofármacos en los centros de protección para adolescentes en Montevideo, analiza cómo los psicofármacos ofrecidos como recurso desde el inicio de los procesos de institucionalización de estos adolescentes, poseen una dimensión política que produce subjetividad desde el momento en que introducidos en los cuerpos, se tornan uno con ellos.

El ensamblaje entre prescripción, consumo de psicofármacos y política es también abordado críticamente, ahora desde el punto de vista de las políticas sanitarias de Estado, por Juan Carlos Cea para el caso de Chile. Cea pone en cuestión la transferencia de recursos financieros que tiene lugar desde el sector público hacia el sector privado, a través del gasto público que el Estado realiza para la compra de psicofármacos entre los años 2011 y 2017. Sostiene que es necesario debatir y criticar la elección preferencial que el Estado realiza por el uso masivo de psicofármacos como forma de atención de salud mental, para encontrar una alternativa viable que minimice los posibles daños derivados de este uso masivo.

Por su parte, Cristiana de Siqueira Gonçalves y Rosa Maria Leite Ribeiro Pedro abordan cómo el uso actual de psicofármacos desborda la tradicional relación médico-paciente y la tradicional distinción entre lo normal y lo patológico, a través del estudio del uso del metilfenidato como mejorador cognitivo. A partir de entrevistas realizadas a personas del sector del marketing farmacéutico, psiquiatras y consumidores de este fármaco con fines de mejoramiento cognitivo, las autoras consiguen trazar un cuadro descriptivo de las principales características de este consumo en Brasil, las percepciones de los diferentes actores implicados y las discusiones acerca de los beneficios y riesgos de este uso no terapéutico.

El trabajo de Robert Pérez describe el tratamiento de las demencias en el sistema de salud uruguayo como centrado principalmente en respuestas farmacológicas que pueden estar incluso contraindicadas para pacientes con demencia. El autor atribuye esta situación a prácticas de intervención que se sostienen en concepciones de salud y enfermedad derivadas de la primacía del modelo biomédico en estrecha relación con la industria farmacéutica. Los tratamientos psicosociales como alternativa parecen no tener lugar ni en la organización sanitaria ni en la concepción de enfermedad de cuidadores familiares y profesionales.

Sebastián Rojas inicia su argumentación colocando en el centro la noción de subjetividad proveniente de conceptualizaciones post-humanistas que oficiará de escenario para pensar la interrelación entre psicofármacos y subjetividades de niños consumidores. Propone dejar fuera territorios ya explorados como el de la afectación de la medicación en niños en pro de un esperado mejor desempeño educativo y social para hacer lugar a la observación de la experiencia y metabolización subjetiva del fármaco. Expone dos eventos de investigación para dar cuenta de la subjetividad en interrelación con el entramado compuesto por la materialidad del fármaco, sus efectos en el cuerpo, los otros y el sentido atribuido por el niño/a. Potencia un espacio diferencial para pensar la experiencia de consumo de psicofármacos y su lugar en la constitución subjetiva pero dejando en claro la trayectoria bidireccional de otorgamiento y metabolización de sentidos que se pueden producir más allá de lo esperado o considerado como efectos químico- biológicos.

Rafaela Texeira y Renata Gomes de Marca presentan un avance de investigación acerca del uso crónico del clonazepam a partir de las experiencias de usuarios en Río de Janeiro. En el material recopilado encuentran las diferentes significaciones que adquieren la experiencia de consumo y el medicamento considerado como objeto protector, mágico, salvador, señal de distinción, entre otros. El usuario del medicamento se va independizando del médico prescriptor y adquiere conocimiento y control de sus emociones a medida que va experimentando los efectos de la sustancia. Este conocimiento opera por fuera de la racionalidad médica y constituye una forma de subjetivación de las emociones. La constatación del acceso y manejo de usuarios del clonazepam, hace que las autoras adviertan que la percepción del sufrimiento tolerable se vea alterada por regulación química.

La revisión de Eugenia Bianchi expone las discusiones conceptuales-metodológicas a partir de las producciones teóricas de los estudios sobre farmaceuticalización. Importa el desarrollo histórico elaborado, así como el panorama latinoamericano presentado sobre investigaciones locales en el tema. La recopilación de estudios es agrupada en líneas de abordaje y visualización del problema: medicalización, farmacologización, análisis de las consideraciones diagnósticas y terapéuticas, entre otros. El conjunto de tensiones que tienen al fármaco y su significación como objeto de análisis se despliega en la reseña de los tópicos trabajados en torno al mismo: función y efectos subjetivos y sociales, vinculación con los síntomas, diagnósticos, patologías y tratamientos, el medicamento como mercancía y su marketing.

Mauricio Toledo, Ramiro Almada y Luis Villalba otorgan valor al enfoque paradigmático, importante para determinar las variaciones de la terapéutica farmacológica. La reseña de la historia de los psicofármacos decanta en su uso actual, a la luz de la medicina basada en la evidencia, desde donde exponen una lectura del aumento de consumo de tales medicamentos. Señalan la medicina basada en la evidencia sesgada por factores culturales y características evolutivas de los pacientes con patología psiquiátrica, vinculadas a la medicación y al marketing, así como, a las instituciones de asistencia y modelos de atención profesional. A partir de esta lectura del problema, proponen como alternativa el modelo psicopatológico órgano- dinámico de Ey. Sustentan la propuesta en la concepción de enfermedad mental, permeada por el contexto histórico - epistemológico y, en que ajusta la delimitación de las dimensiones somáticas y clínicas para la consideración de las acciones terapéuticas.

Por último, Gabriela Bruno reseña el libro Psicofármacos que matan y denegación organizada de Peter Gotszche (2016), quien en sus últimos escritos se ha consagrado a realizar una crítica incisiva a la producción de conocimiento en medicina y que en esta obra revisa las responsabilidades de la industria farmacéutica y la psiquiatría en el uso indiscriminado de los psicofármacos que hoy se realiza.

En suma, esperamos que la diversidad y complejidad de los problemas y tensiones planteados por los trabajos publicados en este número monográfico impulsen un debate aún mayor entre quienes trabajamos, investigamos y enseñamos desde el campo de los saberes psicológicos.

Andrea Bielli
Editoras invitadas y Pilar Bacci
Editoras invitadas

Referencias

Gotszche, P. (2016). Psicofármacos que matan y denegación organizada. Barcelona: Libros del Lince. [ Links ]

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