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Psicología, Conocimiento y Sociedad

versión On-line ISSN 1688-7026

Psicol. Conoc. Soc. vol.5 no.1 Montevideo mayo 2015

 

Editorial

 

Con esta nueva entrega Psicolog’a, Conocimiento y Sociedad cumple sus cinco primeros a–os ininterrumpidos de impulso a la difusi—n del conocimiento nacional e internacional producido desde la Psicolog’a. Este primer lustro representa la concreci—n de un proyecto que naci— con vocaci—n democratizadora y pluralista, y que se ha propuesto dar lugar a las diferentes perspectivas y vertientes del conocimiento psicol—gico apuntando a un horizonte de madurez acadŽmica imprescindible para promover el desarrollo de aportes de calidad y pertinencia social.

En este tiempo, Psicolog’a, Conocimiento y Sociedad ha dado cabida a art’culos de autores pertenecientes a distintas universidades y centros de investigaci—n de nuestro pa’s, AmŽrica Latina, Estados Unidos y Europa participando as’ del proceso de visibilizaci—n internacional de diferentes producciones resultado de esfuerzos locales y tambiŽn de voluntades colaborativas de acadŽmicos de distintos pa’ses.

Asimismo, en Psicolog’a, Conocimiento y Sociedad han encontrado lugar no s—lo diferentes aportes desde la psicolog’a sino tambiŽn contribuciones que desde otros saberes han llegado al encuentro de t—picos fundamentales para la indagaci—n acadŽmica actual. Fiel a estos lineamientos de amplitud te—rica, metodol—gica y territorial, el presente volumen presenta contribuciones de mœltiples enfoques y procedencias.

La secci—n Trabajos Originales contiene cuatro art’culos que presentan resultados de investigaciones recientes. Facundo Abal, Sof’a AunŽ, Horacio Attorresi de la Universidad de Buenos Aires publican el art’culo ÒRelaci—n entre la Deseabilidad Social y los par‡metros del Modelo Log’stico de tres par‡metros.Ó En el trabajo se interesan en estudiar la relaci—n de los par‡metros a, b y c del modelo log’stico de tres par‡metros y la tendencia de los individuos a atribuirse a s’ mismo cualidades socialmente deseables. En este estudio participaron 1592 personas que respondieron a las escalas de Perseverancia y Distorsi—n del Big Five Questionnaire (BFQ).

Por su parte, Daniel Fagundez del Instituto de Psicolog’a Social de la Universidad de la Repœblica presenta ÒCartograf’as de la actividad de atenci—n directa a ni–os, ni–as y adolescentes en situaci—n de calle en Montevideo, Uruguay.Ó En este caso, su art’culo da cuenta de resultados de una investigaci—n cuyo objetivo es el  estudio de la actividad de atenci—n directa a ni–os, ni–as y adolescentes en situaci—n de calle. El estudio se realiz— a partir de un seguimiento de un equipo de trabajadores que se dedican  a la atenci—n directa a esta poblaci—n en Montevideo, Uruguay, mediante la metodolog’a etnogr‡fica y cartogr‡fica.

El equipo conformado por Franco Mawad, Marcela Tr’as, Gast—n Ares y Alejandro Maiche de la Universidad de la Repœblica indaga sobre la  ÒRelaci—n entre los estilos cognitivos dependencia e independencia de campo y la selecci—n de etiquetas de yogur.Ó En este art’culo el objetivo fue evaluar la relaci—n entre los estilos cognitivos dependencia e independencia de campo y la selecci—n de etiquetas de yogur. Se trabaj— con 133 participantes, quienes completaron una tarea de an‡lisis conjunto de elecci—n de etiquetas de yogur, dise–adas utilizando cuatro variables independientes de dos niveles cada una: contenido de grasa y azœcar, fondo gr‡fico de las etiquetas, sistema sem‡foro, y marca.

Por œltimo, en esta secci—n Ana Clara Ventura y Nora Moscoloni del Consejo Nacional de Investigaciones Cient’ficas y TŽcnicas de la Repœblica Argentina (CONICET) aportan su art’culo ÒEstilos de ense–anza y aprendizaje en las aulas universitarias: la dimensi—n cognitiva y social de la estil’stica.Ó En su investigaci—n se plantearon como objetivo la descripci—n de los estilos de aprendizaje de estudiantes y los de ense–anza de docentes, as’ como las configuraciones de asociaci—n entre los mismos (grados de armonizaci—n/discrepancia y modos de relaci—n) segœn el ‡rea de conocimiento (ciencias sociales-ciencias exactas) y el ciclo de la formaci—n acadŽmica (introductorio-b‡sico-superior). La muestra, seleccionada intencionalmente, estuvo compuesta por seis grupos ‡ulicos compuestos por estudiantes y docentes: tres de Psicolog’a y tres de Ingenier’a.

En la secci—n Revisiones se publica un art’culo. Nicol‡s Schongut Grollmus  de la Universidad Aut—noma de Barcelona y la Facultad de Psicolog’a de la  Universidad Gabriela Mistral (Santiago de Chile) propone la revisi—n de los fundamentos te—ricos, metodol—gicos y epistemol—gicos que permitan una articulaci—n posible entre la perspectiva narrativa en Ciencias Sociales y la investigaci—n cr’tica feminista. Y m‡s que una propuesta estrictamente acadŽmica, el art’culo propugna una pr‡ctica investigativa cr’tica que remueva a los sujetos que investigan en su relaci—n con su propio trabajo as’ como en su relaci—n con los sujetos participantes de los distintos estudios.

En la secci—n Rese–as se incluyen dos art’culos. Silmalila Remedios Brooks de la Universidade Federal do Paran‡ presenta el libro Indisciplina, conflitos e Bullying na escola de Joe Garcia, Luciene Tognetta y Telma Vinha, en el que distintos expertos brasile–os abordan una de las formas contempor‡neas en que el conflicto emerge en el ‡mbito escolar.

Brooks destaca los esfuerzos que los autores de esta obra realizan para trazar las v’as por las que la educaci—n y las instituciones de ense–anza puedan alcanzar medios de resoluci—n de conflictos que destierren la violencia y hagan de la escuela un espacio digno de crecimiento y aprendizaje.

Cerrando esta secci—n y la publicaci—n en su conjunto Jorge Su‡rez y Noelia Correa de la Universidad de la Repœblica rese–an el informe publicado en el presente a–o tras la realizaci—n  de 1er Censo Nacional de Psicolog’a en Uruguay durante el a–o 2014. De forma muy sugerente Su‡rez y Correa se preguntan _y comparten sus interrogantes_ acerca de ciertas dimensiones sobre las que es necesario proseguir investigando. ÒÀEn quŽ tem‡ticas o ‡reas se han formando y/o se est‡n formando los graduados? ÀCu‡les son las demandas de formaci—n de posgrado? ÀLa variable gŽnero incide en la realizaci—n y culminaci—n de posgrados? ÀHay diferencias salariales entre el interior y Montevideo? ÀEn quŽ ‡reas trabajan las/os psic—logas/os residentes en el interior?Ó

Como se puede apreciar, una vez m‡s, el presente nœmero refleja la pluralidad tem‡tica, este hecho es un valor sustantivo del proyecto editorial y objetivo compartido de quienes formamos el Consejo Editorial. Esperamos que este nuevo nœmero resulte de vuestro interŽs y asimismo les animamos a enviar sus art’culos.

Reciban un cordial saludo.                                                                           

 

Andrea Bielli

Editora

 

Karina Curione

Co- editora

 

Por Consejo Editorial

Laura L—pez

Javier Romano

^rED^nLaura^sLópez^rED^nAlicia^sRodríguez^rED^nLaura^sLópez^rED^nAlicia^sRodríguez^rED^nLaura^sLópez^rED^nAlicia^sRodríguez

Editorial

 

Desde la década del 70', la Psicología Comunitaria (PC) ha tenido un crecimiento sostenido en América Latina, expandiéndose desde allí hacia otros continentes.

Acorde a los contextos singulares, su desarrollo es heterogéneo tanto en lo que refiere a los problemas que aborda, como a su peso relativo en los ámbitos académico y profesional. Particularmente en Uruguay, ha ganado visibilidad a partir de la década de los '80, con su decidida incorporación en la formación de los y las licenciados/as en psicología en nuestra universidad pública. Desde sus inicios a la actualidad, el lugar conquistado tanto en la formación de grado como de posgrado, es innegable. Su perspectiva epistemológica, teórica y metodológica se articula con otras perspectivas críticas de la Psicología Social que se desarrollan en nuestra Facultad, encontrando en las dimensiones ética y política un anclaje común.

En el campo de la investigación ha transitado desde estudios que aportaron a fortalecer su constitución como campo sub-disciplinar, hacia los que ponen el acento en la comprensión y transformación de problemas sociales prioritarios, tales como los procesos de exclusión-inclusión social, los temas vinculados al campo socio-jurídico, los procesos urbanos y residenciales, las configuraciones familiares, y el campo de las políticas públicas, entre otros.

La extensión universitaria fue desde sus inicios y sigue siendo el espacio privilegiado en el que la Psicología Comunitaria se desarrolla en y desde la Universidad. Ella garantiza el diálogo permanente con los actores sociales y una producción de conocimientos sobre la base de los procesos de intervención que estudiantes y docentes llevamos a cabo en distintos territorios. La integralidad, entendida como la articulación de funciones universitarias que se desarrolla en el marco de proyectos que conjugan saberes académicos y populares, ha sido y es un campo fértil para profundizar en las metodologías de investigación-acción, en el diálogo con los actoressociales y en la singularidad que adquiere la construcción de la interdisciplina en el trabajo comunitario. Es el desarrollo de una Psicología Comunitaria ligada indefectiblemente a los problemas “reales”, lo que nos ha permitido interpelar algunas de sus categorías conceptuales, como por ejemplo, la noción de Comunidad.

En el campo profesional, la Psicología Comunitaria ha logrado visibilidad. Sin que exista aún una oferta de posgrados en términos de especialización (ese es nuestro próximo compromiso), es frecuente que se soliciten profesionales con un perfil ligado al trabajo comunitario, para ocupar puestos de trabajo tanto en organizaciones gubernamentales como no gubernamentales. El campo de las políticas públicas, sobre todo en la última década, ha sido un ámbito de incorporación frecuente donde psicólogos y psicólogas encuentran un espacio propicio para la puesta en juego de una perspectiva comunitaria. Ésta se somete allí a las tensiones propias de unos escenarios que conjugan intereses diversos y al desafío de profundizar los componentes de lo político y de lo público, para que los sujetos de la política tengan un lugar protagónico.

El presente monográfico debe leerse en esta clave histórica. La idea del mismo surge en el seno del Programa de Psicología Social Comunitaria del Instituto de Psicología Social de nuestra Facultad, programa que es expresión de los caminos recorridos. El mismo, creado en 2012 como producto de la transformación académica que transitó nuestra casa de estudios, está compuesto por alrededor de veinte docentes que, viniendo desde espacios académicos diversos, confluimos en un interés común: el de sostener y desarrollar un enfoque dentro de la psicología que jerarquiza los intereses y los valores colectivos sobre los individuales, el compromiso ético y político sobre la neutralidad o la asepsia, y una teoría encarnada en la vida cotidiana. Es así que, desde este rincón del mundo, asumimos el desafío de aportar al desarrollo de la Psicología Comunitaria, y de hacerlo críticamente, en consonancia con el paradigma que la sostiene. Esta publicación, entonces, es parte de ese desafío.

La tarea ha sido colectiva, no sólo hacia adentro de nuestra Facultad y Universidad, sino también en el establecimiento de contactos con investigadores e investigadoras de otras universidades de América Latina y Europa. A lo largo de estos años hemos sido bienvenidas en otros ámbitos académicos, donde hemos tenido la oportunidad de compartir las particularidades de nuestro trabajo. Simultáneamente, hemos disfrutado de la visita de numerosos exponentes de la Psicología Comunitaria de diversos países de nuestro continente, quienes a través de sus aportes han enriquecido nuestra labor. Hemos profundizado nuestros vínculos en cada Congreso, en cada Conferencia Internacional de Psicología Comunitaria (son cinco las ya realizadas) tejiendo así, redes informales de intercambio y también redes formales que han posibilitado el sostén para el desarrollo de actividades académicas conjuntas. Tal es el caso de la Red Latinoamericana de Formación en Psicología Comunitaria constituida en Lima, Perú en el año 2010. Una parte de estas redes está presente en este monográfico.

Ha sido muy gratificante recibir respuestas de aceptación ante las invitaciones que cursamos para formar parte de la presente publicación. Ello fue lo que nos permitió presentarnos ante la convocatoria a propuestas de monográfico, que Psicología,Conocimiento y Sociedad realizara en 2014. Ha sido muy gratificante que nosquisieran acompañar en esta empresa. Y más gratificante aún, saber de la calidad de las contribuciones, luego de que las mismas fueran sometidas a las evaluaciones correspondientes. El monográfico contiene producciones de autores/as de varios países de Latinoamérica, y al tiempo que logró trascender las fronteras del continente, encuentra también producciones nacionales, algunas de ellas, de la diáspora.

Catorce artículos y dos reseñas bibliográficas son las contribuciones que componen y dan forma a esta propuesta, ofreciendo a los y las lectores/as la diversidad y rigurosidad de una propuesta que integra componentes de investigación, extensión, enseñanza y trabajo profesional. La apuesta es (re) conocer los trazos e itinerarios quela Psicología Comunitaria ha transitado y los retos que debe asumir para continuar un proceso de actualización y transformación que acompañe los tiempos actuales.

En aras de presentar algunos de los contenidos, podríamos categorizarlos en tres agrupamientos temáticos. En primer lugar, un grupo importante de trabajos propone la tarea de tensionar la caja de herramientas clásica de la Psicología Comunitaria, realizando una crítica potente y actual a nociones que han sido los pilares de esta disciplina desde sus comienzos. El sentido de estos trabajos es construir nuevas rutas que le den vigencia a las propuestas teórico-metodológicas claves de la disciplina y de esta forma hacernos abandonar algunas zonas de seguridad epistemo-conceptuales que hemos desarrollado con el paso del tiempo. Daniela Osorio en su artículo “Repensar la Comunidad desde La Base: aportes de una investigación situada” tensiona la noción de comunidad a la luz de las epistemologías feministas y los movimientos sociales de las economías solidarias. La revisión de Esther Weisenfeld “Las intermitencias de la participación comunitaria: ambigüedades y retos para su investigación y práctica” revisa y analiza los componentes centrales de la participación comunitaria desde la perspectiva de la PC. La propuesta de Karina Fulladosa en el artículo “Sindicalismo: continuidad o ruptura. Reflexiones compartidas en torno a la acción colectiva con las trabajadoras del hogar y el cuidado” tensiona las formas de organización comunitaria en el espacio sindical, a través del análisis de Sindihogar. La revisión realizada por Mark Hal Burton y Carolyn Kagan “Theory and practice for a critical community psychology in the UK” analiza y desarrolla el enfoque de la Psicología Comunitaria Crítica en el Reino Unido. Gabby Recto y Patricia de la Cuesta reseñan el libro “La dimensión ética en Psicología Comunitaria. Orientaciones específicas para la Práctica y la Formación” escrito por María Inés Winkler, Diana Pasmanik, Katherine Alvear y Bárbara Olivares, el cual pone el acento en la dimensión ético-política que conlleva el posicionamiento de los/as psicólogos/as y el campo relacional donde se produce la praxis. El artículo “Hacia una Psicología SocialComunitaria del Sur” escrito por Germán Rozas propone dejar atrás una mirada eurocéntrica y apuesta a una descolonización del saber que transversalice la teoría y la praxis de la PC. Verônica Morais, James Ferreira Moura Júnior y Sara Castro Lima en su artículo “Pobreza e suas relações com a Psicologia Comunitária na 5a Conferência Internacional de Psicologia Comunitária” analizan una noción central para la PC, como es la de pobreza, a través de las publicaciones discutidas en la 5a. Conferencia Internacional de Psicología Comunitaria. Por su parte, Lis Pérez en la revisión “El sentido político de nuestras prácticas. Una psicología de lo comunitario en movimiento” apuesta a la noción de política como clave para la disciplina.

En segundo lugar, las políticas públicas conforman un espacio de tensiones y retos para la Psicología Comunitaria, lo que se ve reflejado en la discusión que realizan algunos artículos. Retos que implican el desafío de actualizar herramientas de intervención, sin perder de vista el sentido ético-político de las mismas y la reflexión acerca de los sujetos implicados en estos procesos. En este sentido, el artículo escrito por Verónica Blanco “Habitar lo comunitario: vivencias desde de una política pública de cuidados” discute cuestiones que tienen que ver con políticas públicas de cuidados ligadas al habitar. Cecilia Marotta en su comunicación “El trabajo con familias en políticas sociales: Intervención e invención en psicología social comunitaria” reflexiona acerca de las intervenciones con familias en el marco de las políticas sociales actuales. Mariana Chena, Julio Muro, Omar Barrault, Silvia Plaza e Inés Díaz, en el trabajo “Consideraciones sobre el Trabajo Comunitario desde la perspectiva de equipos estatales y ONGs” analizan las características del trabajo comunitario, poniendo en tensión categorías como participación y construcción común. Tesania Velázquez, Miryam Rivera y Elba Custodio en el artículo “El acompañamiento y el cuidado de los equipos en la Psicología Comunitaria: un modelo teórico y práctico desde una experiencia límite”, exponen una perspectiva y una metodología de trabajo con los y las operadores/as sociales.

Finalmente, nos encontramos con las preguntas acerca de la Universidad y sus fines: investigación, extensión y enseñanza y cómo esto se relaciona con la Psicología Comunitaria y con las transformaciones que acontecen en la Universidad y que atraviesan nuestras identidades docentes. Blanca Ortiz Torres en la revisión “Lo académico, lo comunitario y lo personal en la praxis de la Psicología Comunitaria: ¿Un monstruo de tres cabezas o la santísima trinidad?” discute acerca de los dilemas que conlleva asumir posiciones identitarias que conjugan la docencia y el trabajo en la comunidad. Cecilia Montes reseña el libro publicado en el presente año por la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM) "Co-producción de conocimiento en la integralidad", en tanto que el mismo es un aporte a pensar la noción de integralidad en el contexto actual de la Universidad de la República. La revisión escrita por Sandra López, Lis Pérez, Grisel Prieto y Ana Carina Rodríguez "Caminos en la formación en Psicología Social Comunitaria", reflexiona acerca de la puesta en funcionamiento de un dispositivo didáctico-pedagógico para la formación en intervención comunitaria en la Facultad de Psicología, UR. Lo que sirve de excusa para problematizar en algunas dimensiones de la formación. Sandra López en el artículo "La construcción interdisciplinaria - reflexiones desde la praxis" aporta la discusión acerca de la praxis interdisciplinaria en el campo de la PC.

Agradecemos los esfuerzos de todos y todas, de autores y autoras, de revisores y revisoras. El trabajo ha sido arduo pero valió la pena. Convidamos a los y las lectoras a continuar el diálogo a partir de las ideas aquí expuestas y el trabajo de nutrir el desarrollo de la Psicología Comunitaria.

 

Número Monográfico

Trazos para una Psicología Comunitaria del siglo XXI

 

Editoras

Laura López

Alicia Rodríguez

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