Introducción
La infección por Mycoplasmas es una de las principales causas de anemias hemolíticas adquiridas en la especie felina (Sykes, 2022; Tasker, 2022). El diagnóstico de estas suele ser un desafío en la práctica clínica diaria. Históricamente se identificaban a través del diagnóstico citomorfológico como corpúsculos epicelulares intraeritrocitarios (Tasker y Lappin, 2002). En el año 2001 pudo reconocerse la secuencia genética de estos gérmenes lo que facilitó el diagnóstico molecular de cada una de estas especies (Tasker, 2022). Actualmente se reconocen en la bibliografía diferentes variedades de Mycoplasmas, antes denominado Haemobartonella. Las variedades grandes parecen tener un mayor potencial patógeno en esta especie, dado eventos hemolíticos agudos que comprometen la vida del paciente, en comparación con las variedades pequeñas, que pueden actuar en el felino como portadores asintomáticos. El diagnóstico puede realizarse mediante diferentes metodologías: estudio citológico de una muestra de sangre capilar o el uso de técnicas moleculares como la técnica de PCR cualitativa o cuantitativa (Jensen et al., 2001; Sykes, 2022; Tasker y Lappin, 2002).
El diagnóstico citomorfológico de Mycoplasmas felinos implica examinar las células en búsqueda de características que sugieran la presencia de estos microorganismos (Sykes, 2022; Tasker y Lappin, 2002; Weingart et al., 2016). Se pueden realizar frotis de muestras de sangre que luego se tiñen con tinciones hematológicas tipo Romanowsky para analizar al microscopio óptico. En el caso de Mycoplasmas, los cambios celulares observados pueden incluir la presencia de cuerpos elementales o inclusiones citoplasmáticas características. Sin embargo, es importante destacar que la identificación directa de Mycoplasmas mediante examen citológico puede ser desafiante debido a su tamaño y en ocasiones por artificios de la técnica realizada (Tasker, 2022). A menudo requiere técnicas más avanzadas, como la PCR, para una confirmación precisa (Jensen et al., 2001). El diagnostico citomorfológico es una herramienta útil, pero a menudo se complementa con otras pruebas para obtener resultados más precisos y confiables, aunque también de mayor costo de implementación.
Objetivos
Este informe tiene como objetivo presentar nuestros hallazgos sobre la prevalencia de la infección por Mycoplasmas y los trastornos hematológicos mediante el diagnóstico citológico de muestras de sangre capilar obtenidas de felinos que acuden al Hospital Escuela (FCV-UBA).
Materiales y métodos
Se realizó una revisión retrospectiva de historias clínicas de 1002 pacientes felinos a los cuales se les solicitó un hemograma completo y un frotis de sangre capilar para la detección de hemoparásitos utilizando el sistema informático de Mussy del Hospital Escuela (FCV-UBA) y analizando el período de mayo de 2019 a mayo de 2023. Las muestras se procesaron manualmente por distintos docentes con experiencia en la lectura de frotis sanguíneos del laboratorio del Hospital Escuela (FCV-UBA), utilizando como método la microscopía óptica con un instrumento Olympus CX21 a 1000x en campo de inmersión con aceite marca Biopack y la técnica de coloración para hematología de Giemsa. Se utilizó metanol puro de Biopack como fijador durante 1 minuto, luego se realizó un lavado con agua corriente y se cubrieron los extendidos durante 15 minutos con solución preparada en el momento con una dilución de 1/10 en agua destilada del colorante de Giemsa (Merck®) previamente filtrado. Luego se enjuagaron los extendidos con agua corriente y se dejaron secar para su posterior lectura. De 55 casos que resultaron positivos, solo 11 fueron testeados para VIF/VILEF en el Hospital Escuela (FCV-UBA).
Resultados
Del total de análisis procesados, el 5 % (55 casos) presentó un diagnóstico positivo de Mycoplasmas, mientras que el 95 % (947 casos) fue negativo. De los 55 casos positivos, el 47 % (26 casos) presentaba anemia arregenerativa evaluada por un porcentaje de reticulocitos corregidos inferior a 1,5 %, y el 5,5 % (3 casos) presentaba anemia regenerativa (porcentaje de reticulocitos corregidos mayor a 1,5 %). De los 55 casos positivos, 11 fueron evaluados para VIF (virus de la inmunodeficiencia felina) y VILEF (virus de la leucemia felina), 2 casos resultaron positivos para VIF y 4 casos positivos para VILEF por diferentes métodos (inmunocromatografía/PCR).
Discusión
El diagnóstico citológico es una herramienta ampliamente utilizada para el estudio de la infección por Mycoplasmas hemotrópicos en felinos considerando que las variedades grandes de este parásito (antes conocidas como cepa Ohio y en la actualidad como Haemofelis) son las que se asocian con una mayor patogenicidad por riesgo de eventos hemolíticos. Actualmente existe un desafío dada la complejidad en la interpretación de resultados de laboratorio y su relación con la patogenicidad de estos microorganismos, y esto se debe a la presencia de variedades de Mycoplasmas pequeñas no hemolíticas y de patogenicidad variable. La incidencia de Mycoplasmas reportada en este trabajo es similar a las reportadas en otras clínicas, sin embargo, la falta de seguimiento de los pacientes mediante técnicas más sensibles y específicas, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), podría explicar la alta incidencia de anemias arregenerativas en pacientes con Mycoplasmas positivo por citopatología (Dias Munhoz et al., 2018), teniendo en cuenta que por su fisiopatología estos microorganismos generan anemias regenerativas. Por otro lado, la falta de testeo de VIF y VILEF (ya sea por inmunocromatografía o PCR), sobre todo por razones económicas, suele limitar la validación de los resultados, así como la evaluación del impacto de estos retrovirus en las infecciones con Mycoplasmas (Dias Munhoz et al., 2018). Finalmente, se observó mayor incidencia de anemias arregenerativas asociadas a Mycoplasmas, lo cual sugiere una evaluación insuficiente ante la falta de estudios mediante técnicas moleculares. Tal como fue demostrado por Tasker y Lappin (2002) y Jensen et al. (2001) en sus trabajos, la PCR resulta más sensible y específica para el diagnóstico de estas enfermedades lo que permite, además, evaluar la carga bacteriana y la respuesta al tratamiento. Si bien la mayoría de estos casos suelen tener una evolución favorable, en ocasiones la coinfección con virus de la inmunodeficiencia felina y virus de la leucemia felina pueden ocasionar cuadros de anemias crónicas graves de difícil resolución. Por lo tanto, no solo es importante evaluar Mycoplasmas, sino también las comorbilidades asociadas a estos hemoparásitos (Weingart et al., 2016).
Conclusiones
La incidencia reportada es similar a la de otros hospitales universitarios, la alta incidencia de positivos en pacientes no anémicos podría estar relacionada a la infección con Mycoplasmas apatógenos ya demostrados, como ser el Ca. M. haemominutum y el Ca. M. turisensis o falsos positivos, producto de artefactos del colorante de la tinción utilizada. Estos hallazgos sustentan la necesidad de complementar los diagnósticos de anemia por Mycoplasmas con estudios moleculares. La falta de solicitud de métodos de PCR fue una limitación en este trabajo, posiblemente debido a los altos costos de su implementación.