Introducción
Las alteraciones de ovarios y útero son de frecuente aparición en la clínica diaria de pequeños animales, pudiendo influir seriamente en la capacidad reproductiva de las perras y hasta poner en riesgo su salud general (Tawfik et al., 2015). Es por lo tanto importante que el médico veterinario conozca las patologías reproductivas más comunes, establezca un procedimiento diagnóstico acertado y de esta forma instaure el tratamiento adecuado de forma temprana, disminuyendo el riesgo de muerte de las pacientes (Ortega Pacheco et al., 2012; Tawfik et al., 2015).
El examen ultrasonográfico de útero y ovarios es de suma importancia para el diagnóstico de las distintas patologías que asientan en estos órganos, siendo un estudio rápido, económico y no invasivo. Esta técnica nos permite obtener información acerca de la posición del útero, la simetría de sus cuernos, el espesor y apariencia de su pared, el diámetro de su luz y la presencia de contenido, así como también de los cambios morfológicos de los ovarios (Davidson y Baker, 2009). No se puede definir un único patrón ecográfico normal para el útero ni para los ovarios, ya que las diferentes fases del ciclo estral de la perra influyen en la apariencia ecográfica de estos órganos y esto debe ser tenido en cuenta al momento de realizar una aproximación diagnóstica (Fominaya Garcia, 2010; Hetch, 2010).
Con la información obtenida a través de la observación de los órganos reproductores mediante ultrasonografía podemos obtener imágenes compatibles con procesos patológicos, que muchas veces nos guiarán hacia otros métodos complementarios para llegar a un diagnóstico definitivo. Además esta técnica nos permite realizar un seguimiento para evaluar la progresión o regresión de la enfermedad o en el caso de implementar un tratamiento, evaluar la respuesta al mismo (Stornelli y De la Sota, 2017).
Existen escasos reportes internacionales sobre estudios que determinen la casuística de patologías reproductivas en perras en base a hallazgos ultrasonográficos y no tenemos conocimiento de que en Uruguay existan datos sobre la frecuencia de aparición de estas patologías. Teniendo en cuenta que los mismos podrían ser de utilidad para la clínica diaria de pequeños animales, y considerando además la importancia de la ecografía para el diagnóstico de las patologías reproductivas, el objetivo del presente estudio fue determinar la frecuencia de aparición de patologías de útero y ovarios en perras no preñadas a través de hallazgos ultrasonográficos, en el Servicio de Imagenología del Centro Hospital Veterinario de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República (UdelaR). Además, se determinó la relación de la edad, el tamaño y el estado reproductivo del animal con las patologías y la proporción de los signos clínicos asociados.
Materiales y métodos
Se analizaron los archivos ecográficos de pacientes derivados al servicio de imagenología del hospital de Facultad de Veterinaria de la UdelaR, entre los años 2011 y 2017 inclusive.
En primer lugar, se obtuvo el número total de estudios ecográficos realizados por el servicio en el período estipulado y se seleccionaron todos los casos que coincidieron con el siguiente criterio: caninos, hembras, con determinados hallazgos ecográficos en útero, ovario o ambos.
Estos hallazgos fueron clasificados según el siguiente criterio:
Quiste ovárico/Ovario remanente (QO/OR): estructura redondeada de más de 1 cm de diámetro, anecoica, con refuerzo acústico posterior y pared delgada en topografía ovárica (Hecht, 2010; Nyland y Matton, 2004).
Masa ovárica (MO): presencia de masa sólida, quística o compleja en topografía ovárica (Nyland y Mattoon, 2004).
Aumento de diámetro uterino (AD): diámetro uterino mayor a 1,3 cm (Hecht, 2010; Nyland y Mattoon, 2004).
Colecta líquida en luz uterina (COL): presencia de imagen de ecogenicidad variable compatible con líquido en la luz uterina (Hecht, 2010).
Quistes endometriales (QE): engrosamiento del endometrio, con visualización de estructuras focales anecoicas (Davidson y Baker, 2009).
Masa uterina (MU): presencia de masa compleja o sólida, de forma, tamaño y ecogenicidad variable en la luz o pared uterina (Hecht, 2010).
Alteraciones en muñón uterino (AM): aumento de diámetro de muñón uterino con o sin presencia de colecta y/o patrón heterogéneo (Fominaya García, 2010).
Hallazgo indefinido (HI): masa en topografía del aparato reproductor de origen inespecífico.
A partir de esta selección, se consultó el archivo del Centro Hospital Veterinario para obtener y registrar los siguientes datos específicos de cada caso: edad, tamaño, estado reproductivo, motivo de consulta, datos anamnésicos y signos clínicos.
Finalizada esta primera etapa, se procedió a confeccionar nuevas planillas en las que se agruparon los datos de acuerdo a:
1. Año de consulta.
2. Edad: menores a 5 años / de 5 a 10 años / mayores a 10 años.
3. Tamaño: menores a 10 kg / de 10 a 25 kg / mayores a 25 kg.
4. Estado reproductivo: castradas / enteras.
5. Principales signos clínicos: Alteraciones del examen objetivo general (EOG) (hipo o hipertermia, cambios en la coloración de mucosas, alteraciones en linfonódulos, aumento o disminución de frecuencia respiratoria y/o frecuencia cardíaca) / alteraciones digestivas (vómitos, diarrea, tenesmo, constipación, anorexia, adelgazamiento) / síndrome poliuria-polidipsia / alteraciones reproductivas (corrimiento y/o agrandamiento vulvar, distensión abdominal, celos irregulares) / signos de dolor (alteraciones locomotoras, quejidos, falsa xifosis) / otros.
Con los datos obtenidos se establecieron relaciones para llegar a una aproximación diagnóstica de las patologías, y de esta forma lograr determinar la frecuencia de aparición de las mismas (Tabla 1).
Análisis estadístico
Los resultados fueron procesados por el programa estadístico Stata 14. Se analizaron las frecuencias de los diferentes hallazgos de acuerdo a las categorías de edad, tamaño y estado reproductivo mediante el test de Chi cuadrado, o test de Fisher cuando no se cumplían los criterios para analizarlos mediante Chi cuadrado. Se consideró significativa una p ≤ 0,05.
Resultados
En el período comprendido entre 2011 y 2017 concurrieron 6010 hembras caninas al Centro Hospital Veterinario de la Facultad de Veterinaria de la UdelaR, de las cuales a 2288 se les realizó ecografía abdominal, presentando 299 de ellas hallazgos ecográficos compatibles con los criterios de selección establecidos previamente (Tabla 2).
Frecuencia de cada hallazgo ecográfico
El hallazgo ecográfico que más se registró durante el período estudiado fue el aumento de diámetro uterino con 221 casos de 299, seguido por colecta uterina con 216 casos, quiste ovárico/ovario remanente con 79, quistes endometriales con 51, masa uterina con 9, alteraciones de muñón uterino con 6, y masa ovárica con 4. Se encontraron 8 casos con hallazgos indefinidos (Figura 1).
Frecuencia de cada patología
La incidencia de la piómetra, con 158 casos de 299 fue mayor a la de todo el resto de las patologías (p<0,00001). La de quiste ovárico/síndrome de ovario remanente fue de 79 casos y la de la hiperplasia endometrial quística de 67 casos, no presentando diferencias entre sí (p>0,5). La incidencia de la colecta uterina fue de 50 casos, presentando ésta diferencias sólo con quiste ovárico/síndrome de ovario remanente (p<0,5). Por último, la de otras patologías fue de 15 casos y la de tumor de útero, patologías de muñón y tumor ovárico de 8 casos cada una, no existiendo diferencias entre sí (p>0,5) pero sí entre ellas con el resto de las patologías (p<0,00001) (Figura 2).
Patologías según rango de edad
La mayoría de las pacientes con hallazgos ecográficos tenían entre 5 y 10 años, encontrándose en esta categoría 117 casos; seguido por la categoría de perras mayores de 10 años con 90 casos y por último menores de 5 años con 63. Por otro lado, de las 299 pacientes que presentaban algún hallazgo 29 contaban con fichas clínicas incompletas, no pudiendo obtenerse datos de edad.
De las 63 perras menores a 5 años, 30 presentaron piómetra, 13 quiste ovárico/síndrome de ovario remanente, 12 colecta uterina, 12 hiperplasia endometrial quística, 1 tumor de útero, 1 patología de muñón, 2 tumor de ovario, y las 7 restantes otras patologías (Figura 3).
Entre las 117 perras de 5 a 10 años de edad con hallazgos, 66 correspondieron a piómetra, 28 a hiperplasia endometrial quística, 26 a quiste ovárico/síndrome de ovario remanente, 20 a colecta uterina, 4 a patologías de muñón, 3 a tumor uterino, 3 a tumor ovárico y 4 a otras patologías (Figura 3).
En cuanto a las 90 perras mayores de 10 años en las que se encontraron hallazgos, 54 presentaron piómetra, 28 quiste ovárico/síndrome de ovario remanente, 22 hiperplasia endometrial quística, 13 colecta uterina, 4 tumor de útero, 2 tumor ovárico, 1 patología de muñón y 3 otras patologías (Figura 3).
Si agrupamos las categorías de edad en menores y mayores a 5 años, observamos que todas las patologías se presentan con más frecuencia en las perras mayores a 5 años (p<0,00001).
Patologías según rango de peso
Del total de 299 pacientes con hallazgos ecográficos, 123 no presentaban registro de datos que permitieran determinar el tamaño del animal. De los 176 casos con registro, se evidenció que, de las 52 perras con un peso menor a 10 kilos, 30 tuvieron diagnóstico de piómetra, 13 de quiste ovárico/síndrome de ovario remanente, 12 de colecta uterina, 12 de hiperplasia endometrial quística, 2 de tumor ovárico y por último 1 caso de tumor de útero y 1 de patología de muñón. Mientras tanto, 7 casos fueron clasificados dentro de la categoría “otras patologías” al no presentar los criterios necesarios para pertenecer a ninguna de las anteriormente mencionadas.
Dentro del rango de 10 a 25 kg de peso, de un total de 53 casos, se evidenció que 27 de estas perras presentaron piómetra, 15 quiste ovárico/síndrome de ovario remanente, 14 hiperplasia endometrial quística, 6 colecta uterina, 3 tumor de útero, 2 tumor ovárico y 4 casos fueron clasificados como otras patologías (Figura 4).
Al analizar a las 71 perras de más de 25 kg, se encontraron 37 casos de piómetra, 17 de hiperplasia endometrial quística, 17 de quiste ovárico/síndrome de ovario remanente, 13 de colecta uterina y 2 de tumor ovárico. Fueron 9 los casos clasificados dentro de otras patologías y no hubo ningún caso compatible con un diagnóstico de tumor de útero ni de patologías de muñón uterino (Figura 4).
No se encontraron diferencias significativas entre los rangos de peso para las distintas patologías.
Patologías según estado reproductivo
Con respecto al estado reproductivo de las perras que presentaron hallazgos, 26 estaban castradas y 249 enteras. Las historias clínicas de las 24 restantes no presentaban dicha información.
En perras enteras, la patología con mayor prevalencia fue la piómetra, observándose 141 casos (p< 0,0001), seguida por quiste ovárico/síndrome de ovario remanente con 67 casos, hiperplasia endometrial quística con 59 casos, colecta uterina con 40 casos, tumor de ovario con 8 y tumor de útero con 1 solo caso diagnosticado (Figura 5).
En cuanto a las perras castradas se diagnosticaron 12 casos de quiste ovárico/síndrome de ovario remanente, 8 de patologías de muñón (p<0,0001), 7 de tumor de útero, 5 de colecta, 4 de piómetra y 3 de hiperplasia endometrial quística. Hubo 10 casos que quedaron clasificados dentro de otras patologías (Figura 5).
Signos clínicos en relación a las patologías
Los signos clínicos relacionados a las distintas patologías se presentan agrupados en la (tabla 3).
Discusión
Del total de las ecografías realizadas a perras en el servicio de Imagenología de Facultad de Veterinaria de la UdelaR, en el período comprendido entre el 2011 y el 2017, se determinó que la frecuencia de aparición de hallazgos ecográficos compatibles con patologías de útero y ovario fue de 13,1%. Este resultado es similar al obtenido en un estudio realizado en Chile, donde las patologías reproductivas en perras diagnosticadas ecográficamente representaron un total del 12,1% (Jiménez Osorio, 2017).
En nuestro estudio, la piómetra fue la patología más diagnosticada, en coincidencia con el resultado del estudio retrospectivo realizado por Costa et al. (2019), donde aparece en el primer lugar de frecuencia en el grupo de patologías de útero y ovarios en perras.
Sobre los factores estudiados, encontramos una correlación significativa entre el estado reproductivo y la piómetra, teniendo las perras enteras mayor predisposición a padecer esta enfermedad, lo que se explica por el importante rol de la estimulación hormonal por parte de los ovarios en la fisiopatología de la misma (Hagman, 2018). Respecto a la edad, encontramos una mayor incidencia de piómetra en perras mayores a 5 años; pudiendo deberse a una mayor exposición del endometrio a la progesterona con los sucesivos ciclos estrales a lo largo de los años (Sethi et al., 2020). No nos fue posible establecer diferencias en la presentación de esta patología para los distintos rangos de peso.
Por otro lado, respecto a la HEQ, ésta es una entidad de tipo subclínica, y la mayoría de las veces se evidencia como un hallazgo casual al momento de realizar un estudio ecográfico de una sospecha de colecta uterina, ya que frecuentemente se dan de forma concomitante, siendo ésta, y no la HEQ, la responsable de los signos clínicos que llevan a realizar la ecografía (Moxon et al., 2016). Este hecho podría ser el responsable de que en nuestro estudio se observara que solo un 24,4% de las perras ecografiadas presentaba HEQ, muy por debajo a lo mencionado por Sorribas (2007), quien plantea que el 70% de las perras mayores de 9 años presentan quistes endometriales. Esto podría deberse a que en nuestro Hospital se presentan muy pocos casos por infertilidad o subfertilidad, muchas veces determinada por el grado de alteración endometrial. Por lo tanto, podríamos pensar que, en nuestro Hospital, la HEQ está siendo subdiagnosticada. Creemos que una posible solución a esto sería la realización de ecografías de rutina a perras asintomáticas. En este sentido, algunos autores recomiendan comenzar con estos estudios ecográficos preventivos a partir de la edad correspondiente al 33% de la longevidad máxima esperada en cada perra (Melandri et al., 2019).
Si consideráramos a la piómetra y a la HEQ como una entidad o un complejo patológico como mencionan ciertos autores (Demirel et al., 2018), obtendríamos una frecuencia de aparición mayor en nuestra población de estudio. Por su parte, otros autores indican una distinción entre ambas patologías analizando el hemograma y la bioquímica sanguínea. Además, recomiendan la realización de un frotis y citología vaginal para poder diferenciar la naturaleza de la colecta (piómetra, hemómetra, mucómetra o hidrómetra) (Davidson y Baker, 2009; Smith, 2005). En nuestro trabajo no contamos con datos de hemograma ni de examen vaginal, ya que no son realizados de forma rutinaria, por lo que la diferenciación entre estas patologías fue hecha exclusivamente en base a los hallazgos ecográficos y clínicos. Sería bueno en un futuro ante estos casos aplicar este tipo de análisis para lograr llegar a un diagnóstico definitivo.
La segunda patología más diagnosticada fue la que clasificamos como quiste ovárico/síndrome de ovario remanente. Consideramos ambas patologías juntas ya que la evidencia de tejido ovárico se presenta comúnmente con lesiones asociadas de tipo quístico, no siendo sencilla la visualización de un remanente ovárico sin esta condición asociada (Fominaya García, 2010).
En cuanto a las neoplasias de útero y ovarios, las mismas están descritas en la bibliografía consultada como de muy baja frecuencia de aparición, 0,4 % (Serin et al., 2010) y 1 % (Farrow, 2005), respectivamente. Los resultados de nuestro estudio coinciden en ser patologías de baja presentación, ya que fueron las menos diagnosticadas, representando un 2,7% cada una. Asumimos que los porcentajes obtenidos en nuestro estudio son mayores a los descritos en la bibliografía debido a que fueron calculados en base a todas las hembras con hallazgos ultrasonográficos, mientras que estos autores lo hicieron en relación a la aparición de tumores en general en hembras caninas.
Debemos tener en cuenta que en la realización del presente trabajo nos encontramos con las limitantes propias de un estudio analítico retrospectivo como la imposibilidad de demostrar causalidades y la falta de datos que podría llegar a sesgar resultados en cuanto a correlaciones, incluso con los diagnósticos presuntivos. Asimismo, la falta de información en los registros clínicos de las pacientes, específicamente en tratamientos anticonceptivos o interrupción de gestaciones no deseadas, no nos permitió un análisis más profundo sobre la aparición de cada patología y los factores asociados a las mismas.
Del proceso de este trabajo y los resultados obtenidos podemos destacar la gran utilidad de la ultrasonografía como método diagnóstico de patologías de útero y ovarios en la perra y la importancia de la realización de estudios ecográficos de screening.