In Memoriam

Pato

 

En noviembre del 2013 fallecía el Prof. Julio C. Peirano. Esta noticia conmovió a la Medicina Nacional. Para mí y tantos otros el Pato Peirano

Venia de una familia de trabajadores con un fuerte espíritu de lucha y por quien siempre guardo un recuerdo imborrable, que se manifestaba continuamente en sus conversaciones con amigos.

Fue Practicante interno dejando en cada lugar donde se desempeñó su recuerdo muy querible por lo que le gustaba trabajar, aprender y por su calidez humana y simpatía natural. Hizo en Medicina Interna su carrera docente, ocupando todos los grados del escalafón. También tuvo su pasaje por emergencia (una de sus pasiones) donde fue Prof. Agregado.

Nos conocimos preparando el Grado 2 de Medicina estudiando juntos y desde ese momento, salvo algunos años, estuvimos siempre uno al lado de otro en la carrera universitaria. Pude apreciar sus condiciones docentes y asistenciales.

Fue un docente con mayúscula. Creativo inimitable tenía a los alumnos maravillados no solo con su exposición sino que acompañaba la misma con gestualidad y fonética únicos, que generaban y recuerdos imborrables.

Podría llegar tarde en la mañana (las veces que nos llamó para que le colocáramos el grupo!!!!!) pero se podía quedar hasta la tarde para que sus alumnos entendieran que era la medicina y aplicarla de manera juiciosa en el paciente.

Recibía en su casa, luego de jornadas agotadoras de trabajo, grupos de preparación para el Internado, Residencias, Grado 2 y no tenía apuro que se terminara el encare, sino que se entendiera lo que explicaba con claridad meridiana.

Desde muy joven mostró su pasión docente, su espíritu luchador y universitario. Ya de estudiante se vinculó a la AEM siendo un luchador incansable de lo que creía la verdad para sus pares.

Gustaba sobremanera los Round y Ateneos clínicos donde siempre aportaba conocimientos, lucidez intelectual y además una cualidad más, era capaz de reconocer públicamente cuando se equivocaba.

En lo Asistencial tanto en Facultad como en la actividad privada, supo de un manejo profundo y certero, con sólidos conocimientos, que lo distinguían como uno de los mejores internistas del medio.

Le gustaba igual que a su Prof. Manlio Ferrari a quien admiraba ya de practicante interno en el Servicio de Oncología, no conocer al enfermo con el cual daba la clase y en el discurrir de la misma ir haciendo los diagnósticos y terapéutica adecuada al paciente.

También reconocía y agradecía a los Dres. Miguel Cat y Jorge Torres quien cada uno con su modalidad lo modeló y lo hizo crecer en su carrera docente.

En los Congresos de Medicina Interna, hito de la Sociedad de Medicina, fue Secretario, Tesorero, Vocal, culminando como Presidente en 1994 y Presidente de Honor en el 2007

Era protagonista allí donde estuviera. Siempre presente con alumnos, docentes de grado inferior y si de fiestas hablamos era el número uno para la diversión y animación.

 En los últimos años la enfermedad se ensaño con él. Luchó junto a Liliana su esposa y compañera ejemplar, para salir adelante y siguió trabajando y enseñando el arte de ejercer la medicina a quienes lo rodeaban.

En los últimos meses, sabiendo que era el final, trataba de dejar hecho lo que para él era lo mejor para su familia.

Pero sobre todo quiero recordarlo destacando su personalidad: protagonista, jovial, apasionado, narrador inagotable, anecdótico.

Por lo que te digo hasta siempre Pato.

 

 

 

 

 

 

 

 

Dra. Raquel Ponce de León

Profesora ex directora de Clínica Médica

Facultad de Medicina. UdelaR. Montevideo