IN MEMORIAM FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS

a 100 años de su fallecimiento

Francisco Giner, pedagogo, filósofo y ensayista español nació en la ciudad española de Ronda el 10 de octubre de 1839 y fallece en Madrid, el 18 de febrero de 1915. A un centenario de su partida, su contribución a la educación sigue intacta y sus aportes hacia la libertad del conocimiento, se valoran en la obtención de una pedagogía que sigue en la búsqueda de superación del sistema de enseñanza.

Su formación jurista y el bachillerato en Filosofía y Letras, marcó sus inicios en el campo del conocimiento. Y es en Granada donde consolida su campo del saber a través de su fundamentación filosófica y sensibilidad artística, llegando a considerarse uno de los más importantes educadores y pedagogos de su época.

Tras la publicación en 1875 del Real Decreto y una Circular, que afirmaban romper con la libertad de cátedra y donde el gobierno controlaría los libros y programas que los profesores impartieran en la universidad, surge un grupo de profesores, liderados por Giner, quienes se negaron a someter sus enseñanzas al dogma inquisitivo. Sus ideas krausistas le permitieron defender la tolerancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo, apareciendo así la Institución Libre de Enseñanza (ILE), fundada en 1876, empresa a la cuál dedicaría el resto de su vida; convirtiéndose en su pasión ante una nueva práctica pedagógica, la cual trataba de romper la “telaraña” de educación en España; su principal idea, el concepto Institución, era formar hombres útiles para la sociedad, concibiendo la idea de igualdad entre el hombre y la mujer, con un pensamiento de racionalidad, libertad e investigación hacia la enseñanza. En mayo de 1880, Giner, fue nombrado rector de la Institución, continuando además como director del Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE) contribuyendo, a través de la publicación de ensayos, en forma de libros, y revistas especializadas, en una incansable cruzada por la captación de colaboradores y futuros docentes esenciales.

Giner inspiró la creación de otros centros estatales, que también contribuyeron a renovar la cultura española: el Museo Pedagógico de Instrucción Primaria, el Instituto de Reformas Sociales, la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científica, entre otras, todas ellas reconocieron una concepción de educación activa. Hoy la ILE es, por encima de cualquier otra cosa, un referente que resume lo mejor de una tradición pedagógica.

Esta nueva educación reveló la formación integral, a través de la promoción de las artes, la música, los idiomas y el deporte; donde el estudiante era el protagonista de su educación y el docente su acompañante y orientador; es decir, era verdaderamente una Escuela Activa, donde las aulas se trasladaban en muchas ocasiones al campo, disfrutando de los museos, fábricas; entornos que permitían al estudiante un aprendizaje más real y conocedor de las nuevas innovaciones en su entorno inmediato.

Este proyecto de modernización de la educación, iniciado, orientado y guiado por Giner, no solo abarco España, alcanzó a países latinoamericanos que en la actualidad siguen apostando por una educación de calidad, a través de la obtención de un aprendizaje significativo que “llene” al estudiante de un conocimiento necesario para sobrevivir y poner en marcha su autonomía frente a la sociedad.

Ronald M. Hernández

Universidad San Ignacio de Loyola. Perú