Introducción
Las infecciones respiratorias se encuentran entre los principales motivos de consulta de niños y adolescentes en meses de otoño e invierno en todos los escenarios de atención. La mayoría de estas infecciones son de etiología viral de resolución autolimitada en cinco a siete días. La prescripción de medicamentos en este grupo de infecciones constituye uno de los más frecuentes usos inapropiados de fármacos en pediatría.
Entre las principales infecciones y afecciones de vía aérea alta se destacan la presencia de estomatitis, aftas bucales, gingivitis, resfrío, gripe, faringitis, faringoamigdalitis y laringitis1,2.
Su abordaje terapéutico consiste en el control sintomático del dolor, la fiebre, la tos y el manejo de las secreciones respiratorias así como de los síntomas de malestar general.
En menores de 10-12 años que cursan infecciones respiratorias leves de etiología viral se recomienda exclusivamente el tratamiento sintomático y de sostén con el uso de analgésicos y antipiréticos orales, como paracetamol, ibuprofeno o dipirona. Para los mayores de 12 años se encuentran disponibles diversos medicamentos bucofaríngeos, la mayoría comercializados sin receta médica. Estos medicamentos de uso tópico no se encuentran recomendados en las guías de práctica clínica para niños y adolescentes. Su eficacia y seguridad, muchas veces desconocida, es extrapolada de estudios en adultos.
Estos productos se encuentran disponibles en presentaciones líquidas (enjuagues bucales para gargarismos o sprays) o sólidas (comprimidos, caramelos)1-4.
En la composición de las formas de presentación suelen aparecer asociaciones de diversos principios activos:
- agentes antisépticos,
- antibióticos de acción tópica,
- anestésicos locales,
- antiinflamatorios de tipo enzimático1-4.
Realizaremos una breve descripción y caracterización de estos grupos de medicamentos con énfasis en los aspectos vinculados con su seguridad.
Antisépticos bucofaríngeos
Los antisépticos son productos químicos con acción bactericida o bacteriostática de la flora de la cavidad oral y bucofaríngea, mediante un mecanismo de toxicidad no selectiva. No son verdaderos antibacterianos y su capacidad de destruir células eucariotas se restringe a su uso tópico en mucosa oral.
La mayoría de los antisépticos bucofaríngeos (AB) son de amplio espectro, siendo los microorganismos más sensibles las bacterias Gram positivas y Gram negativas seguidas por los hongos, micobacterias y esporas1-4.
Anestésicos locales
Los anestésicos locales más utilizados son benzocaína, clorhidrato de praxonina, lidocaína, butoformo, fenol, tetracaína, hidrato de cloral y clorbutanol.
La benzocaína bloquea la conducción nerviosa, con lo que previene el inicio y la propagación del impulso nervioso.
Indicada en afecciones bucofaríngeas, como úlceras, aftas bucales e inflamación de la amígdala, faringe, lengua y encías; y ante molestia en la mucosa bucal causada por el roce de las prótesis o extracciones dentales. También en la odontalgia y gingivitis.
La lidocaína es un anestésico de uso tópico orofaríngeo. Período de latencia 10 minutos, duración de acción 90-120 minutos. En niños y adolescentes la presentación utilizada es al 2% aplicada con algodón.
Posología propuesta
1,25 ml cada 8 horas (menores de 3 años), 4,5 mg/kg cada 8 horas en mayores de 3 años. Dosis máxima: 4 dosis en 12 horas1-7.
En ocasiones, estos anestésicos se asocian a un antibiótico para el tratamiento o profilaxis de afecciones bucofaríngeas, como estomatitis, gingivitis o aftas orales. Algunos de estos son: neomicina, polimixina B, sulfanidamina.
La neomicina es un antibiótico aminoglucósido activo contra una variedad de patógenos bacterianos gram positivos y gram negativos, que inhibe la síntesis de las proteínas al unirse a la unidad ribosomal 30S de la bacteria.
La polimixina B es un antibiótico bactericida que actúa sobre una gran cantidad de gérmenes gram positivos y gram negativos y altera la permeabilidad de la membrana citoplasmática bacteriana1-7.
Antiinflamatorios
La bencidamina es un anestésico y antiséptico de acción local con acción antiinflamatoria no esteroide selectivo a concentraciones de 0,15%-0,30%.
Antagonista de las aminas vasoactivas, es estabilizante de membranas celulares y lisosomales e inhibidor de las prostaglandinas. Se trata de una base, lipófila y no hidrófila.
Posología propuesta
Enjuagues bucales: 2-3/día, no más de 6 días consecutivos, evitar su ingesta.
Comprimidos y caramelos: 1-4 día, no más de 6 días consecutivos.
Precauciones generales en el uso de combinaciones de antisépticos, anestésicos y antiinflamatorios bucofaríngeos
Contraindicaciones
- Hipersensibilidad a alguno de los componentes, alergia previa.
- Intolerancia hereditaria a fructosa, malabsorción a glucosa, galactasa o deficiencia hereditaria de sacarasaisomaltasa.
- Intolerancia hereditaria a galactosa o malabsorción a glucosa o galactosa.
- No se recomienda el uso en embarazadas ni durante la lactancia.
Interacción farmacológica
- Betabloqueantes beta adrenérgicos disminuyen el flujo sanguíneo hepático y la velocidad de metabolización de la lidocaína.
- Puede producir sensibilidad cruzada con otros anestésicos locales tipo amida.
- Fármacos como fluvoxamina, eritromicina e itraconazol pueden aumentar las concentraciones plasmáticas de lidocaína1-7.
Eventos adversos
Raros a las dosis recomendadas.
Neomicina: alteración de la flora y tránsito intestinal.
Sulfanilamida: náuseas, vómitos y diarrea, urticaria o exantema alérgico, edema, prurito, fiebre. Muy poco frecuente: anemia hemolítica, leucopenia y plaquetopenia.
Lidocaína: raros a las dosis utilizadas por vía tópica. En caso de sobredosis e intoxicación: sedación, somnolencia, agitación, temblores, cefalea, nistagmo, palpitaciones, náuseas, prurito.
Bencidamina: adormecimiento y parestesias de mucosa oral. Raros: síntomas gastrointestinales, quemazón y sequedad en boca, foto sensibilidad, metahemoglobinemia. Muy raros: laringoespasmo, angioedema, anafilaxia1-7.
En la (Tabla 1) se presenta la disponibilidad de antisépticos, anestésicos y antiinflamatorios bucofaríngeos en Uruguay.
Equinácea
Planta utilizada como estimulante de las defensas específicas del organismo. Aumenta la producción y refuerza la actividad de los macrófagos, activa los linfocitos T y Natural killers. Se utiliza en el tratamiento y prevención de infecciones respiratorias. Se sugiere su inicio 15 días antes del cambio de estación.
Propóleos
Sustancia elaborada por las abejas con propiedades antiinflamatorias, inmunoestimulantes y antisépticas. Contiene vitamina B1, B2, B6, E, H, aminoácidos esenciales y minerales como calcio, hierro, cobre, magnesio, zinc, estaño, níquel y estroncio.
Miel
La miel posee propiedades antibacterianas y antitusígenas. Es utilizada en afecciones rinofaríngeas y también como expectorante, ya que posee monosacáridos que fluidifican las mucosidades bronquiales1-4.
Comentarios finales
Luego de analizar la evidencia disponible respecto a la eficacia y seguridad de este grupo de medicamentos, consideramos:
- En niños y adolescentes menores de 10-12 años, el tratamiento de las infecciones respiratorias agudas leves de etiología viral y de afecciones bucofaríngeas debe realizarse con analgésicos y antipiréticos por vía oral, siempre que sea posible, acompañado de medidas no farmacológicas de control sintomático y cuidados de sostén.
- El uso de este grupo diverso de medicamentos combinados (antisépticos, anestésicos y analgésicos bucofaríngeos) debería reservarse exclusivamente para los mayores de 10-12 años, bajo uso supervisado por adultos, por un tiempo no mayor a 5-6 días en las dosis recomendadas por el médico tratante.
- Es necesario continuar reflexionando sobre la venta de medicamentos sin receta médica, la automedicación y el uso irracional de medicamentos con pobre evidencia de eficacia y seguridad. Son necesarios nuevos estudios de tipo ensayo clínico controlado aleatorizado que permitan concluir con mayor firmeza respecto a la recomendación de este grupo de medicamentos en niños y adolescentes.