Introducción
Las infecciones intrahospitalarias (IIH) son muy frecuentes. Tienen consecuencias a nivel sanitario, económico y social. A nivel sanitario aumentan la morbimortalidad. Las consecuencias económicas están representadas por el incremento en la duración de estadía hospitalaria y el uso de recursos materiales y humanos. Desde el punto de vista social generan ausentismo escolar y laboral y distorsión en la dinámica familiar.
En este capítulo se hace hincapié en las medidas de aislamiento que se aplican con la finalidad de evitar la propagación del microorganismo desde su reservorio al huésped susceptible, e interferir en la cadena epidemiológica. Estas medidas se aplican con independencia del diagnóstico o patología de base, y durante todo el período de transmisibilidad del agente, información que es proporcionada por el Ministerio de Salud (MS)1. Es importante recordar que se aísla el foco y no al paciente, y se protege al paciente y al personal del equipo de salud.
Las precauciones estándares y las medidas de aislamiento se basan en el mecanismo de transmisión particular de cada germen. Entre las primeras se encuentran el lavado de manos y el uso de equipos de protección personal (guantes, sobretúnica, tapaboca, gafas, gorro). Las medidas de aislamiento dependen de si la transmisión del agente es por gotitas, respiratorio o por contacto2).
Es la medida más sencilla y efectiva para combatir las IIH. La técnica consiste en humedecer manos y antebrazos con agua y jabón, común o antiséptico, mojando ambas manos, friccionando palma, dorso y zonas interdigitales, por lo menos durante 30 segundos. El secado debe hacerse con papel descartable. El cierre de la canilla se hace con este papel. Evitar alhajas y conservar las uñas cortas favorecen la asepsia de las manos.
El lavado de manos puede aplicarse a libre demanda. Es necesario: al ingreso a la guardia, antes de entrar a la habitación, antes y luego de tener contacto con el paciente, luego de manipular fluidos corporales, luego de salir de la habitación, luego de la remoción de guantes, y al finalizar la guardia.
Se denomina desinfección rápida de manos a la aplicación de una solución antiséptica. Se aplica cuando no hay suciedad visible, en un máximo de cinco veces. La desinfección rápida no sustituye el lavado de manos.
Equipos de protección personal1-3
Se hará hincapié en la forma de retirarse el equipo de protección personal. Éste debe descartarse como residuo contaminado, en bolsa roja o amarilla.
Guantes. En el momento de retirarlos deben mantenerse las áreas expuestas o contaminadas en contacto entre sí. Un guante retira al otro, manipulando al inicio la parte exterior de ambos guantes. Al retirar el segundo, se le da la vuelta, para que la superficie externa quede del lado de adentro y de tal forma que el primer guante quede adentro del otro.
Sobretúnica. Se retira desde el interior. Se da la vuelta para que la zona contaminada permanezca en el interior. Se cuelga en la habitación por la parte menos expuesta.
Tapaboca quirúrgico o simple. Se retira desatando los lazos, manejando a través de ellos, y se descarta. Se aconseja colocárselo antes de entrar a la habitación y retirárselo luego de salir.
Tapaboca de alta eficacia o N95. Se recomienda para prevenir varicela, sarampión, tuberculosis y gripe. Es de uso individual. Se guarda en una bolsa de papel y puede utilizarse durante siete días4.
Hay dos maneras para retirarlo. Una forma es deslizar las bandas elásticas en sentido antihorario, primero la superior y luego la inferior, sosteniendo el tapaboca a través de éstas. Otra forma es sostener ambos lazos por los laterales y deslizarlos conjuntamente en sentido horario hasta retirarlo completamente.
Gafas. Son reutilizables. Para retirarlas se sujeta un lateral, se desliza en sentido antihorario, retirándolas totalmente. Luego se lavan y se secar.
Gorro. Se retira manipulándolo desde el lado interno.
Incluyen las precauciones estándar y las medidas para prevenir los mecanismos de transmisión aérea, por gotitas y por contacto. El MS creó cartillas donde se identifica el tipo de transmisión, las medidas de aislamiento a aplicar, en qué consisten y cuánto dura el período de transmisibilidad. Estas cartillas son de diferentes colores, para que sea más fácil su identificación. Son lavables y deben estar colocadas en la puerta de la habitación1).
Transmisión aérea. Mecanismo aplicable a partículas menores de 5 micrones, como los microorganismos causantes de varicela, sarampión, tuberculosis, gripe. Las medidas para prevenir su contagio son: lavado de manos, uso de tapaboca de alta eficacia, internación en habitación individual, traslado del paciente con tapaboca simple e higiene respiratoria. La cartilla del MS que indica las medidas de prevención es de color azul.
Transmisión por gotitas. Mecanismo que utilizan microorganismos mayores de 5 micrones. Las medidas para prevenir su contagio incluyen: lavado de manos, uso de tapaboca simple al estar en contacto directo con el paciente (menos de 1 metro de distancia), habitación compartida por cohortes (mantener separación de más de 1 metro entre unidad y unidad) o individual, uso de sobretúnica, traslado del paciente con tapaboca simple e higiene respiratoria. En niños menores de 6 meses no es necesario el uso del tapabocas. La cartilla del MS para este grupo es de color verde.
Transmisión por contacto. Esta forma de transmisión la utilizan microorganismos que tienen como reservorio elementos inanimados, la piel o fluidos del paciente. Las medidas que previenen la contaminación son: lavado de manos, uso de guantes de higiene al tomar contacto con la piel del paciente, fluidos corporales o fómites próximos a él y uso de sobretúnica. Durante el traslado del enfermo se debe evitar el contacto innecesario con superficies que puedan estar contaminadas. Es necesario educar al paciente y su familia para restringir las visitas y evitar contacto con elementos innecesarios. La cartilla del MS que especifica estas medidas es de color rojo.