La pandemia por coronavirus (COVID-19) tuvo una llegada brutal, inesperada, que nos exigió un cambio de rumbo de todas las actividades planificadas a nivel escolar, laboral y otras tantas actividades pensadas para este año. Tuvimos que redelinear el rumbo sobre la marcha, de manera increíblemente rápida, con cambios muy profundos de hábitos, con aprendizaje, crecimiento y convivencia en un ambiente de gran incertidumbre.
Y para niños y niñas los cambios también fueron muy profundos: no asistir a escuelas y liceos, recibir clases online, comunicación a través de plataformas digitales con sus amigos y no practicar deportes ni tener ninguna actividad comunitaria, por mencionar algunas de las situaciones nuevas que están viviendo.
Además, el aumento de las horas en sus casas lleva indefectiblemente a un aumento exponencial de estímulos audiovisuales: juegos, material de estudio, actividades recreativas e información acerca de esta pandemia. También la posibilidad de estar en conversaciones con adultos, con emociones que a veces pueden ser disparadoras de estrés, tristeza y ansiedad.
Por estas razones, hemos implementado desde la Comisión Directiva la realización de diversos módulos en base a videos, cuentos, consejos acerca del abordaje de este problema, y difusión de información útil, adecuada y real.
Como padres, es muy importante tener una conversación franca con los hijos, no minimizando su preocupación, sino buscando comprenderlos y tranquilizarlos.
Algunas de las preocupaciones más frecuentes de los niños son:
Por eso -y teniendo en cuenta que esta situación nos da la oportunidad de cambiar nuestros hábitos y tener una convivencia prolongada-, es importante volver a enfocarnos en la dinámica del día a día.
Y al hacerlo, algunas recomendaciones que debemos tener presentes son:
En definitiva, este tiempo nos deja mucho aprendizaje, crecimiento, reencuentro familiar, capacidad de cambios y de ser flexibles frente a los obstáculos. Nos ayuda a estar informados, ser creativos y, además, nos enseña a valorar el gran gesto de confianza que es el apretón de manos, ¡que ya regresará! Mientras tanto, una lección que nos queda es que la higiene, bien hecha y oportuna, puede salvar vidas.
Presidenta de la Sociedad Uruguaya de Pediatría