Lima, 29 de octubre del 2018
Comité Editorial de Archivos de Pediatría
De nuestra mayor consideración:
En esta ocasión, tenemos el agrado de comunicarnos con ustedes con la finalidad de realizar algunas sugerencias sobre un trabajo que hemos leído con mucho interés, publicado en el volumen 89, suplemento 1, titulado Consumo de bebidas en niños de cuarto año escolar y su relación con sobrepeso-obesidad el cual tenía como objetivo determinar la relación entre el consumo de diversas bebidas y el desarrollo de sobrepeso y obesidad en escolares uruguayos de tres colegios diferentes.
En primer lugar, observamos que en dicho estudio los investigadores obtuvieron los datos antropométricos de los niños a través de un cuestionario que fue llenado por los padres, en base al último control pediátrico de los niños. Con esta información se realizaron las pruebas estadísticas para tratar de encontrar la asociación entre las variables. Sin embargo, los datos antropométricos recolectados de esta forma para niños podrían ser imprecisos; los controles mencionados se habrían dado en diferentes puntos en el tiempo. Nuestra sugerencia para estudios similares sería realizar las mediciones antropométricas independientemente en cada uno de los niños en la misma fecha o en un rango de tiempo muy cercano.
Por otro lado, se realizó una encuesta de frecuencia de consumo para determinar la asociación entre el consumo de bebidas con el sobrepeso y la obesidad. Dicha encuesta fue autorreportada por los niños, lo cual podría tener un margen de error elevado. Los niños no tendrían la madurez, el criterio y entendimiento adecuado para realizar correctamente este tipo de encuesta, por lo que recomendamos que para futuras investigaciones los datos sean tomados por el mismo encuestador1,2.
Por último, en la discusión se señala que el consumo recomendable de lácteos en preescolares y escolares es de dos porciones diarias. No obstante, en diversas guías internacionales se menciona que el consumo de lácteos en preescolares debería ser de dos a tres porciones diarias, ello se debe a que en este rango de edad el niño está en pleno crecimiento y sus requerimientos de calcio van en aumento, y los alimentos con mayor biodisponibilidad de este mineral son los lácteos y de acuerdo a su crecimiento sus requerimientos van en aumento3-5. En el Diagnóstico de la Situación Alimentaria y Nutricional en la población de Uruguay del 2016 se menciona que el consumo de lácteos en los hogares es de una y media porción, lo cual se considera una ingesta deficiente y se sugiere un mayor consumo de este grupo de alimentos4. Cabe mencionar que se buscaron e identificaron las fuentes bibliográficas citadas en el artículo con respecto a este tema, pero estas no guardan relación con la afirmación hecha por los autores.
Esperamos que puedan tomar en cuenta nuestras sugerencias y comentarios, y que estos sean recibidos con agrado, ya que deseamos contribuir con la mejora de futuros estudios, sobre todo en temas relacionados a nutrición.