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Archivos de Pediatría del Uruguay

Print version ISSN 0004-0584On-line version ISSN 1688-1249

Arch. Pediatr. Urug. vol.87 no.4 Montevideo Dec. 2016

 

¿Donde están los pediatras? 

 

Sr. Director del Comité Editorial
Dr. Guillermo Pose 


Luego de la lectura de la editorial de la última publicación de nuestra revista (Arch Pediatr Urug 2016; 87(1):3-4) entiendo necesario realizar algunas precisiones. 

Desde hace algunos años el problema de la disponibilidad de algunas especialidades médicas en nuestro país ha cobrado notoriedad pública por el impacto sobre los distintos escenarios de salud donde les corresponde desempeñarse. 

La situación de los pediatras, como es notorio, es una de las áreas problemáticas, aunque es difícil de entender en un país que es casi campeón mundial en número de pediatras por habitantes, y mucho más todavía en relación a los menores de 15 años. 

Este problema no había recibido atención hasta hace unos pocos años. La OPS lanzó el primer mensaje hace ya casi 10 años, cuando ya escaseaban los colegas, sobre todo para cubrir los cargos en el primer nivel de atención. Con la profunda reforma propuesta por el SNIS se puso más en evidencia todavía esta “escasez” de pediatras y de varias especialidades pediátricas. 

En el 2011 la SUP realizó una amplia encuesta nacional, diseñada por Equipos Mori, para conocer la demografía de los pediatras uruguayos, que constituyó el paso previo al inicio del Programa de Recertificación. Los resultados aunque previsibles fueron preocupantes. Pudimos confirmar que nuestro pequeño país disponía de un pediatra certificado cada 700 u 800 niños sin tomar en cuenta los que aún no están certificados como pediatras (y ya están trabajando), ni a los colegas neonatólogos ni a otros especialistas pediátricos. Uruguay tiene mejor relación que la mayoría de los países desarrollados y estamos entre los primeros países del mundo en cantidad de pediatras. Advertimos además que el 60% de los pediatras estaban en Montevideo, el lugar donde viven menos del 40% de sus potenciales pacientes. No existen casi pediatras rurales y solo un pediatra de cada cinco disponía parte de su tiempo para trabajar en el primer nivel de atención. 

Este informe fue presentado oportunamente a las autoridades sanitarias para compartir una realidad que requería de la coordinación de muchos. En esa oportunidad tuvimos una entrevista con la Ministra de Salud Pública y se entregaron y discutieron oportuna y reiteradamente los resultados de la encuesta con autoridades de ASSE y de la Facultad de Medicina. De acuerdo a la proyección realizada por F. Cavelleri, esta situación seguramente empeore en los próximos años si no se adoptan medidas adecuadas. 

Es obvio que existen múltiples causas que confluyen para que tengamos tantos pediatras y tan mal distribuidos. Es verdad, muchos pediatras que están de guardia en este momento están en las emergencias móviles o en roles duplicados. Es verdad, varios están viajando al mismo punto de la ciudad a atender niños uruguayos que serían mejor atendido por su pediatra de cabecera. También es verdad que esta situación necesita regulación sin demoras y que debe partir de la autoridad sanitaria de nuestro país. 

Muchos docentes de la Facultad de Medicina estamos trabajando firmemente en insertar parte del Departamento de Pediatría fuera del hospital y también en la reforma del Programa de la especialidad de Pediatría para jerarquizar su perfil con mejores competencias para insertarse en el primer nivel. Estas son responsabilidades de la Facultad de Medicina, para lo cual invitaremos para conocer su opinión al MS, a los prestadores de salud públicos y privados y a los pediatras egresados reunidos en la SUP. 

Sin embargo, es necesario destacar que la reglamentación que se requiere para ordenar la asistencia pediátrica y en particular la pediatría ambulatoria depende indudablemente del MS. Los colegas del poder ejecutivo que tienen esta responsabilidad pueden convocar a otros técnicos que colaboren en el diseño de las medidas que se deben adoptar sin demoras. La consulta amplia es de buena práctica y forma parte de nuestra mejor tradición para temas tan complejos; pero la iniciativa y la responsabilidad sigue siendo del MS. 

Dr. Walter Pérez
Prof. Clínica Pediátrica “B”
Facultad de Medicina 

 

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