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Archivos de Pediatría del Uruguay

versión On-line ISSN 1688-1249

Arch. Pediatr. Urug. vol.75 no.1 Montevideo mar. 2004

 

Características clínicas de la migraña en la infancia


DRAS. MARÍA CRISTINA BRAVO MIGLIARO 1, AURORA DELFINO 2

1. Ex-Asistente de Neuropediatría.
2. Profesora de Neuropediatría
Servicio de Neuropediatría. Centro Hospitalario Pereira Rossell.
Fecha recibido: 17/11/2003
Fecha aprobado: 25/3/2004


Resumen


Objetivos: estudiar las características clínicas de relevancia de la migraña en los niños y determinar su incidencia como etiología de las cefaleas en la consulta neuropediátrica.
Material y métodos: se realizó un estudio prospectivo de aquellos pacientes que consultaron durante el período enero/2002 a enero/2003 en la Policlínica de Cefaleas del Servicio de Neuropediatría del Hospital Pereira Rossell. Para el diagnóstico de migraña se siguieron las recomendaciones de la Sociedad Internacional de Cefaleas modificadas por Seshia.
Resultados: de 153 pacientes que consultaron en la policlínica el 35% correspondió a pacientes con migraña; 58,8% a pacientes con cefalea tensional y 5,88% a pacientes con sinusitis maxilar. El inicio de los síntomas fue durante la edad escolar. La intensidad de las cefaleas en el 72% fue de grado moderado. La duración del dolor en el 61% fue inferior a 60 minutos. La topografía predominante fue la bilateral. El dolor tipo pulsátil predominó en el 83%. La frecuencia de los episodios en el 72% fue semanal o quincenal. El 100% de los pacientes presentaron como síntomas acompañantes náuseas, vómitos, fotofobia, palidez y sueño. El aura se constató en la mitad de los pacientes. Se comprobaron antecedentes familiares de migraña en todos los pacientes. El rendimiento académico no fue afectado por la enfermedad.
Conclusiones: la migraña constituye el 35% de las cefaleas en la consulta neuropediátrica. En el niño la migraña se caracteriza por un dolor pulsátil, bilateral, de menos de 1 hora de duración, acompañado siempre por síntomas neurovegetativos. Evoluciona de forma aguda y recurrente con períodos asintomáticos prolongados.

Palabras clave:    JAQUECA-diagnóstico

Summary


Objectives: to study the most important clinic characteristics of migraine during infancy and to determine its incidence as a cause of headache in the neuropediatric office.
Material and methods: a prospective study was performed including those patients whom consulted in the outpatient clinic of the Department of Neuropediatry, Hospital Pereira Rossell, during the period January/2002 – January/2003. Migraine was diagnosed according to the recommendations of the International Headache Society, modified by Seshia.
Results: one hundred fifty three patients consulted during the study period. Thirty-five percent corresponded to patients with migraine; 58,8% to patients with tension headache and 5,88% of the patients was diagnosed as maxillary sinusitis. The beginning of symptoms was during school age. In 72%, the intensity of the headache was moderate. Pain lasted less than one hour in 61% and was bilateral in most of the cases. The predominant type of pain was pulsating in 83% of patients. Attacks were weekly or fortnightly in 72%. All patients presented as accompanying symptoms nausea, vomiting, photophobia, pallor and drowsiness. Aura was present in half of the population studied. All patients had family history of migraine. The academic performance was not affected.
Conclusions: migraine represents the 35% of headaches consulting as outpatients in the neuropediatric office. In children, a bilateral and pulsating pain, lasting less than 1 hour in 61% of patients, characterizes migraine. Neurovegetative symptoms are always present as accompanying symptoms. The clinical course of migraine in children is characterized by acute and recurrent crisis separated by symptoms-free intervals.

Key words:    MIGRAINE-diagnosis

Introducción


La migraña es un tipo de cefalea que para algunos autores, explicaría el 75% de las cefaleas referidas a la consulta neuropediátrica. En el niño presenta características clínicas especiales que lo diferencian del cuadro típico del adulto (1).

Por ser la cefalea un trastorno exclusivamente subjetivo, la descripción minuciosa y detallada de esta sintomatología va a depender de la edad del niño, de su desarrollo intelectual, personalidad y experiencias previas.

En los niños de menor edad va a depender de la interpretación de los síntomas realizada por sus padres o tutores. En particular, existen dificultades en la descripción semiológica del tipo de dolor, su localización, duración e intensidad, elementos de suma importancia para poder caracterizar el tipo de cefalea y orientarnos en el diagnóstico.

A pesar de las dificultades mencionadas, se debe tener siempre presente que el diagnóstico de la migraña es exclusivamente clínico.

En 1988 la International Headache Society (IHS) propuso criterios diagnósticos específicos para mejorar la confiabilidad en el diagnóstico de las cefaleas (2) (tabla 1). Estos criterios fueron elaborados por especialistas que tuvieron en cuenta sólo las manifestaciones clínicas de la migraña en el adulto, pero que excluyeron las características clínicas de la migraña durante la infancia. Esto llevó a que muchas veces no se pudieran alcanzar los criterios exigidos por la IHS y así el diagnóstico de migraña en la infancia se realizara tardíamente. Seshia en 1994 introdujo modificaciones a los criterios de la IHS para que pudieran aplicarse en los niños.(3) (tabla 2).


 


 

Objetivos


El objetivo principal de este trabajo es estudiar las características clínicas de mayor relevancia de la migraña en los niños. En forma accesoria se determinará la incidencia de la misma como etiología de las cefaleas estudiadas en la Policlínica del Servicio de Neuropediatría del Hospital Pereira Rossell.

Material y método


Se realizó una investigación prospectiva donde se incluyeron a los pacientes comprendidos entre las edades de 0 a 14 años que consultaron en el período de enero 2002 a enero 2003 en la Policlínica de Cefalea del Servicio de Neuropediatría. Como paso previo a la recolección de datos se confeccionó un protocolo de investigación.

Se siguió el mismo criterio para todos los pacientes, los que fueron vistos en forma consecutiva y examinados por la misma persona. Para ello se realizó:

1.    Historia clínica siguiendo una ficha estandarizada que comprendía anamnesis y examen clínico. En este se puso especial énfasis en la circunferencia craneana, examen neurológico completo y registro de la presión arterial.

2.    Para casos seleccionados se realizaron consultas especializadas según orientación etiológicas con: oftalmólogo, otorrinolaringólogo, siquiatra infantil y sicólogo.

3.    Del mismo modo en los casos juzgados como imprescindibles se estudiaron los pacientes con electroencefalograma, tomografía computada, resonancia magnética y radiografía de senos faciales.

Todos los pacientes fueron ingresados en una base electrónica de datos (Microsoft Access 2000).

Para la evaluación de los resultados se utilizaron métodos de estadística descriptiva. Como criterios diagnósticos de las diferentes etiologías de cefaleas se utilizaron las recomendaciones de la IHS. Para el diagnóstico de migraña se utilizaron los criterios de la IHS modificados por Sheshia.

Resultados


Entre los 153 pacientes que consultaron en la policlínica por cefalea, desde el punto de vista etiológico se distribuyeron de la siguiente forma: cefalea por sinusitis del seno maxilar 9 pacientes (5,88 %), cefalea migrañosa 54 pacientes (35%), y cefalea tensional 90 pacientes (58,8%).

Análisis de las migrañas

Las niñas representaron 55% de la muestra, mientras que los varones fueron 45%. La edad promedio de la consulta, para las niñas fue de 11,7 años (rango 10 a 13), por su parte los varones tuvieron una edad promedio de 9,6 años (rango 5 a 14). Respecto a la edad de inicio de los síntomas, para las niñas el promedio fue de 8,9 años (rango 4 a 13),mientras que para los varones fue 7,6 años (rango 2 a 13) (figura 1). En cuanto a la forma de inicio de la cefalea, en ambos sexos predominó ampliamente la instalación progresiva (figura 2).



 

Intensidad

La intensidad de la cefalea se clasificó en tres grados: leve, moderado y severo, en relación con su repercusión en la actividad del niño. En la de grado leve el niño puede continuar con sus actividades; en la de grado moderado debe disminuir sus actividades pero no las suspende; finalmente en la de grado severo tiene imposibilidad de realizar actividades rutinarias. En 72% de los casos la cefalea fue de grado moderado.

No se observaron diferencias de acuerdo al sexo ni a la edad (figura 3).

Duración

La duración de la cefalea fue inferior a 60 minutos en el 61% de la muestra. En el 22% fue inferior a 30 minutos. No hubo mayores diferencias entre ambos sexos (tabla 3).




 

Topografía

Las topografías predominantes fueron las bitemporales y bifrontales (figura 4).


Tipo de dolor

El dolor de tipo pulsátil predominó claramente en esta serie (83%) (figura 5).


Frecuencia

Otra característica clínica de la migraña en el niño es la mayor frecuencia de las crisis, con episodios más cortos y períodos asintomáticos prolongados. El 72% de los pacientes tuvo una frecuencia entre semanal y quincenal. El 83,3% de los pacientes pasó asintomático durante 4 a 6 meses.

Pródromos

En nuestra casuística encontramos dos pacientes (11,1%) que presentaron trastornos del carácter y un paciente presentó cansancio.

Síntomas acompañantes

Respecto a los diferentes síntomas acompañantes de la cefalea todos los pacientes presentaron náuseas, vómitos, fotofobia, palidez y sueño (tabla 4).

Los síntomas posteriores a la crisis o fase de resolución de la crisis migrañosa en nuestra serie fueron los siguientes: cansancio 94,4%; sueño 77,7%; trastornos del carácter 50% y anorexia 44,4%.

Factores desencadenantes

Los factores desencadenantes encontrados en nuestra serie fueron: tensión síquica (100%), alimentos (44,4%), el sol (16,6%), esfuerzo físico (16,6%).

Formas clínicas

Observamos que un 50% correspondió a migraña con aura, mientras que el otro 50% correspondió a la migraña sin aura. No hubo diferencias en la incidencia de migrañas sin aura entre ambos sexos. La migraña con aura predominó significativamente en el sexo femenino durante la etapa puberal (66% versus 33%).

Características clínicas de la migraña con aura

El dolor de tipo pulsátil estuvo presente en el 88,8%, en cuanto a la topografía en el 55,5% fue unilateral y en el 44,4% fue bilateral. Los 27 casos cumplieron con los criterios diagnósticos de la clasificación de la IHS de migraña con aura típica.

La duración de las crisis fue inferior a 1 hora en el 88,8% de los casos. En el 11,1% de los pacientes las crisis tuvieron una duración de 60 a 90 minutos. No se encontró ningún caso con una duración mayor a 90 minutos.

La intensidad fue moderada en el 77,7% de los pacientes y severa en el 22,2%.

Características clínicas de la migraña sin aura

El dolor en este grupo fue del tipo pulsátil en el 77,7% y en todos los casos la topografía fue bilateral. La duración de la migraña sin aura fue inferior a una hora en el 33,3%, menor de dos horas en el 55% y alcanzó una duración de 24 horas en el 11,1%.

La intensidad fue moderada en el 33,3% y severa en el 66,6%.

Antecedentes personales

Se destacan la presencia de vómitos cíclicos en seis pacientes, vértigo paroxístico benigno en tres pacientes.

Antecedentes familiares

Se comprobó una historia familiar de migraña en el 100% de los casos. Los familiares más afectados en orden decreciente fueron: madre 77,7%; tías maternas 27,7%; abuelas maternas 22,2%; abuelos paternos 16,6 %; hermanos 16,6%; padre 11,1%.

Rendimiento académico

En cuanto a la escolaridad de los pacientes el 33,3% presentó un rendimiento académico excelente, el 27,7% alcanzó un rendimiento muy bueno, mientras que en el 38,8 % el rendimiento fue bueno.

Características psicológicas

La anamnesis permitió apreciar los siguientes elementos sicológicos en la historia de los niños: perfeccionismo 66%, miedos 22%, timidez 22%, ansiedad 33% y agresividad 33%.

Discusión


El conocimiento de la migraña data de milenios. Existen referencias al respecto en escritos sumerios y papiros de los egipcios. Su prevalencia en niños recién fue apreciada luego de los clásicos estudios epidemiológicos de Vahlquist en 1955 y de Bille en 1962 que mostraron una prevalencia entre el 3–5 % dependiendo de la edad.(4,5) Antes de la pubertad la prevalencia en ambos sexos es igual, mientras que existe preponderancia femenina luego de este período.

En nuestra casuística, de un total de 153 pacientes que consultaron por cefaleas, 54 (35,2%) correspondieron a pacientes con migraña. Estas cifras no revelan la real incidencia de la migraña en la población pediátrica ya que el estudio fue realizado en una policlínica especializada y no pueden extrapolarse a la población pediátrica.

En cuanto a la edad, en nuestro análisis encontramos que la mayoría se presentaron durante la edad escolar, con un predominio luego de los 10 años coincidiendo con Bille y Vahlquist en que la incidencia de la migraña aumenta con la edad.

La edad al inicio de los síntomas arrojó una igual distribución en ambos sexos por debajo de los 10 años, datos similares a los aportados por la literatura. Luego de la pubertad comienza a predominar en el sexo femenino.

Con respecto a las características semiológicas de la cefalea, lo encontrado por la mayoría de los autores es que se trata de una cefalea de instalación progresiva, con una baja frecuencia del inicio brusco o paroxístico.

En el 90% de nuestros niños se registró un inicio progresivo de la misma.

Con respecto a la intensidad de la cefalea los resultados concuerdan con lo publicado en la literatura, los autores consultados, señalan que una de las características de la migraña infantil es la intensidad moderada, a diferencia de lo que ocurre en los adultos (6-10). Así, se comprobó que en la edad pediátrica las cefaleas más intensas corresponden a los adolescentes.(11,12) En la muestra los casos de intensidad severa se concentraron el periodo próximo a la pubertad (36 niños).

Con respecto al tiempo de duración de las cefaleas, nuestros hallazgos coinciden con la literatura, donde se destaca como característica de la migraña en el niño la corta duración de la cefalea.

Analizando la topografía de las cefaleas confirmamos que en los niños la localización más frecuente es la bilateral y dentro de ésta la bifrontal y bitemporal, siendo el tipo de dolor pulsátil el preponderante en los pacientes pediátricos. Otra característica clínica de la migraña en el niño es la alta frecuencia de crisis con episodios cortos y con períodos asintomáticos intercrisis relativamente prolongados.

Los prodromos son fenómenos premonitorios que ocurren días u horas antes de la crisis. La frecuencia de los mismos oscila entre 10 a15% lo que coincide con el 16% hallado en nuestra serie (13-16).

Dentro de los síntomas acompañantes se registra que los síntomas gastrointestinales están presentes en 80 – 100% de los casos, así como fotofobia, palidez y sueño. En la muestra, la totalidad de los pacientes presentaron los siguientes síntomas acompañantes: náuseas, vómitos, fotofobia, palidez y sueño.

Dentro de los síntomas neurológicos que preceden o acompañan a la cefalea, o sea, el aura, los más frecuentes son los visuales (80–85%), sensitivos (40%), los trastornos del lenguaje (20%), y signos motores (15%) (17-19).

En los niños pequeños existen dificultades en describir sus síntomas neurológicos con la consiguiente dificultad diagnóstica y la subvaloración de la migraña con aura en los más pequeños.

En esta serie los síntomas neurológicos encontrados fueron: fosfenos en el 77% y 22% escotomas. Las parestesias estuvieron presentes en el 40% de los pacientes, paresias en 5% y los trastornos del lenguaje en 10%, coincidente con los datos de Olesen y Barlow.

Si bien los episodios de migraña pueden aparecer espontáneamente, existen factores desencadenantes que actuando por separado o en combinación, pueden precipitarlos (20,21).

Estos factores deben ser minuciosamente interrogados en la anamnesis, ya que tienen un papel muy importante en el desencadenamiento de las crisis. Para Rothner el desencadenante más frecuente es la tensión síquica, el stress escolar o familiar . Le siguen en frecuencia los alimentos (conservantes,colorantes),el sol, el esfuerzo físico, y el ciclo menstrual (22,23). En nuestros pacientes observamos que la tensión síquica estuvo presente en la totalidad de ellos.

Según datos de Barlow y Rothner la migraña con aura tiene una prevalencia del 17%, mientras que 83% correspondió a migraña sin aura. Nos llama la atención la incidencia tan elevada de migraña con aura en nuestros pacientes, el 50%, esto puede ser secundario al sesgo introducido por el pediatra en el momento de decidir qué pacientes va a enviar al neuropediatra. Es probable que sean las migrañas acompañadas de signos neurológicos focales las que con mayor frecuencia se envíen al especialista.

No existen diferencias en la topografía de la cefalea, ni el tipo de dolor, ni en la forma de inicio entre la migraña con aura y sin aura. Lo que se debe destacar es que la topografía más frecuente en la infancia es la bilateral y a medida que nos acercamos a la adolescencia lo más frecuente es la topografía unilateral. Al igual que lo hallado en otras series, en nuestros pacientes con migraña con aura, la duración y la intensidad de la cefalea fueron menores a las halladas en aquellos pacientes con migrañas sin aura. Con respecto a los síntomas acompañantes gastrointestinales están presentes en igual proporción en ambos tipos de migraña.

En los antecedentes personales tiene valor el hallazgo de los síndromes periódicos de la infancia, antes denominados equivalentes migrañosos. Estos síndromes son disfunciones episódicas recidivantes y transitorias en un paciente que desarrollará una migraña más adelante o que presenta predisposición familiar a la migraña. Dentro de estos síndromes se destacan los vómitos cíclicos cuya frecuencia varía entre 2 a 4% y el vértigo paroxístico benigno con una frecuencia del 0,5 al 2%. En nuestra casuística la frecuencia de estos síndromes fue más elevada.

El 80–90% de los pacientes tiene antecedentes familiares de migraña, Defféminis lo estimó en 60% (24). Bille comprobó una incidencia familiar del 79,5%, mientras que en el grupo testigo fue sólo del 17,8%. La madre estaba afectada en el 72,6%, y el padre en el 20,5%. Rotondo registró 89% de pacientes con antecedentes familiares de migraña. La madre estaba afectada en el 41% de los casos, el padre en el 7%, una abuela en el 30%, otros familiares el 7%, mientras que el 11% no presentaron antecedentes familiares.() En nuestra serie todos los pacientes evidenciaron historia familiar positiva para migraña. El porcentaje de antecedente materno de migraña (77,7%) coincide con lo publicado.

La migraña es una enfermedad que se presenta en todos los grupos socioeconómicos y culturales con igual incidencia. Waters sostiene que es ficticia la impresión que la migraña prevalece en las clases sociales más elevadas, lo que ocurre es que éstas consultan con mayor frecuencia (26).

En general, los migrañosos no presentan dificultades de aprendizaje, a no ser que tengan un ausentismo escolar relativamente importante por su migraña, lo que no es habitual. Vahlquist sostiene que los trastornos escolares se deberían más a una ambición excesiva que a un déficit intelectual. No existe acuerdo sobre la existencia de una personalidad específica del migrañoso (9). Se mencionan como características sicológicas: el perfeccionismo, meticulosidad, ansiedad, nerviosismo, tristeza, depresión, ambición, e inestabilidad neurovegetativa. Estudios recientes, así como el hecho de que muchos pacientes migrañosos no solicitan nunca ayuda médica no apoya esta hipótesis. Rotondo encontró que 26% eran "excesivamente rigurosos", 26% eran agresivos, y 85% tenían elementos depresivos. En nuestra serie los resultados fueron similares a los descritos.

Con respecto al nivel de inteligencia, no hemos realizado estudios sicológicos especiales a todos los pacientes. Nos basamos en el rendimiento escolar, en el examen neurológico y en la entrevista efectuada. Todos tenían un nivel de funcionamiento mental normal. Holguin y Fenichel mediante el mismo método encontraron que 80% de los pacientes con migraña presentaban un nivel de funcionamiento mental normal. Billle arriba a igual conclusión, señalando que no diferían de los otros niños, salvo en el hecho de tener un alto interés escolar.

Conclusiones


La migraña en la edad pediátrica es una enfermedad que se presenta en todos los grupos socioeconómicos y culturales con igual frecuencia. En nuestra serie, la migraña constituyó el 35% de los pacientes que fueron referidos a nuestra policlínica para estudio de su cefalea. Este elevado porcentaje no revela la real incidencia de la migraña en la población pediátrica en general, ya que el estudio fue realizado en una policlínica especializada.

El diagnóstico de migraña es exclusivamente clínico, siendo necesario recurrir a exámenes complementarios sólo en casos seleccionados. De acuerdo a los datos de nuestra serie, hemos comprobado que el inicio de los síntomas es próximo a los 8 años mientras que el diagnóstico se establece en torno a los 10 años de edad. Este lapso de 2 años entre el debut clínico y el momento del diagnóstico es explicado en parte por el carácter progresivo de su instalación y a la intensidad moderada de las crisis.

Todos nuestros pacientes tuvieron una alta incidencia de antecedentes familiares de migraña por línea materna.

Como desencadenantes de las crisis, destacan por su elevada frecuencia la tensión síquica y factores alimentarios.

El dolor es de topografía bifrontal o bitemporal, pulsátil, y tiene una duración inferior a 90 minutos. No suele ser precedido por pródromos. En todos los pacientes se destaca la presencia de síntomas acompañantes de la esfera gastrointestinal y neurovegetativa.

La evolución de la migraña en la infancia se caracteriza por una alta frecuencia de episodios cortos, semanales o quincenales con períodos asintomáticos más o menos prolongados de hasta 4 a 6 meses.

La elevada incidencia de la forma clínica de migraña con aura en nuestra serie es llamativa. Probablemente sea un sesgo de selección de pacientes secundario al hecho de que los pacientes que consultan por cefalea acompañada de signos neurológicos focales sean referidos con mayor frecuencia al especialista.

No hemos comprobado repercusiones sobre el nivel de funcionamiento mental, ni sobre el rendimiento escolar.

 

Bibliografía


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Correspondencia: Dra. María Cristina Bravo Migliaro
Manuel Pagola 3269, apto 203.
Montevideo 11300, Uruguay
E-mail: cbravo1977@adinet.com.uy

 


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