El parto prematuro y su consecuencia, el neonato pretérmino, continúa siendo uno de los mayores desafíos que enfrenta la perinatología. Los neonatos de menos de 1.500  g representan aproximadamente 1% de los neonatos vivos, pero explican, según los países, de 60 a 90% de las muertes neonatales.

Dado la dificultad que existe a pesar de los múltiples intentos, de disminuir la prevalencia del parto prematuro, se hace imprescindible hacer un seguimiento a largo plazo de los recién nacidos producto de estos partos. Este trabajo es un estudio de cohorte que comparó un grupo de 242 neonatos de muy bajo peso con peso promedio de 1.179±219 con edad gestacional de 29,7±2 semanas nacidos entre 1977 y 1979 en Rainbow babien and children’s Hospital, Cleveland, EE.UU, con 233 recién nacidos de término con peso promedio de 3.279±584 y edad gestacional mayor o igual de 37 semanas. Todos estos neonatos fueron seguidos por 20 años, al cabo de los cuales se evaluó el coeficiente intelectual (CI) mediante la escala de Weschler para adultos revisados. Se obtuvieron, previo consentimiento por escrito, informes sobre los logros académicos mediante registros escolares y de sus enfermedades mediante acceso a sus historias clínicas. Se hizo una antropometría a esos jóvenes y se les interrogó sobre sus hábitos (tabaquismo, consumo de drogas ilícitas, experiencia sexual incluyendo embarazos y partos) así como posible compromiso de los jóvenes en situaciones policiales (incluyendo detenciones y encarcelamientos), datos que fueron refrendados por interrogatorios realizados a sus propios padres.

Se obtuvieron las siguientes conclusiones:

1)    Hubo un número estadísticamente significativo mayor de individuos portadores de CI bajos o marginales entre el grupo de neonatos de muy bajo peso al nacer, con un índice de repetición mayor, sobre todo en varones, así como un número menor de estos niños se graduaron del bachillerato o siguieron estudios terciarios.

2)    El grupo de muy bajo peso al nacer tuvo mayor prevalencia de déficit neurosensorial y de crecimiento estatural por debajo del percentil 3 para su edad.

3)    Presentaron, contrariamente a lo esperado, menor incidencia de conductas de riesgo (drogas, alcohol), con menor frecuencia de estar involucrados en situaciones policiales o en embarazos y partos adolescentes en el caso de las mujeres. Estos hechos se han atribuido probablemente a una mayor contención por parte de los padres de estos jóvenes desde etapas muy tempranas de la vida.

Comentario: si bien estos hallazgos se obtuvieron en una población de bajo nivel socioeconómico de un área urbana norteamericana y no son extrapolables a otras poblaciones, debemos reflexionar sobre estos neonatos pretérmino que también en nuestro país sobreviven en mayor número y con menor edad gestacional. A juzgar por estos resultados, podrían arrastrar handicaps importantes hasta la edad adulta, lo que obliga no sólo a un abordaje multidisciplinario sistemático sino también a la introducción de intervenciones precoces y adecuadas para minimizar posibles secuelas.