EDITORIAL 
REV URUG CARDIOL 2011; 26

La investigación en la cardiología uruguaya 

Uruguay es un país pequeño. Esta realidad irrefutable suele ser una queja permanente, y una excusa recurrente para explicar la escasez de emprendimientos. La falta de recursos humanos y financieros son los factores responsables de la magra producción científica en nuestro país. Por suerte existe un puñado de colegas que, aún no enterados de esta realidad, trabaja incansablemente en pos de la investigación en Cardiología. ¿Cuál es la motivación que lleva a este reducido número de “delirantes” a elaborar proyectos de investigación? La necesidad de méritos para progresar en el orden jerárquico universitario y laboral, la vocación de investigador, el deseo altruista de mejorar el nivel de salud de la población. Cualquiera sea el motor, todos válidos, lo que predominan son las barreras que se anteponen a la producción científica. Para derribarlas, se han creado instituciones, como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), que brindan recursos para facilitar la investigación nacional. La Sociedad Uruguaya de Cardiología, con dos de sus productos más destacados, el congreso anual y la revista, promueve la participación de sus socios en el desarrollo de la investigación. Anima a las nuevas generaciones a intervenir en la producción científica, a través del premio al investigador joven y de cursos de investigación clínica. Pero esto no alcanza; resulta impostergable alinear esfuerzos entre la autoridad sanitaria nacional, las universidades, las sociedades científicas y los centros asistenciales, con el objetivo de mejorar el desarrollo de las investigaciones básica y clínica, así como su transferencia a la práctica asistencial. Para lograr este objetivo no podemos dejar de lado a la Educación Médica, pilar fundamental para esta transferencia del conocimiento a la práctica asistencial. 

En un mundo globalizado, con fácil acceso a la información y con una invasión constante de evidencias en medicina, un aspecto habitual de debate es: ¿resulta necesario gastar recursos en investigación nacional? Me llevó tiempo entender que la respuesta es afirmativa. El proceso autóctono de elaboración científica genera información acerca de la situación sanitaria en nuestro país, nos enseña a identificar las barreras que debemos derribar para mejorar esa situación, nos permite conocer cuáles son los aspectos del proceso asistencial que debemos mejorar y cuáles de los procesos diseñados en el mundo desarrollado son aplicables en nuestra realidad… y cuáles no. 

El 27º Congreso Uruguayo de Cardiología recibió 88 trabajos aspirantes a Temas Libres, de los cuales, el Comité Científico seleccionó siete trabajos destacados. Los 84 trabajos aceptados se publican en el presente número especial de la Revista Uruguaya de Cardiología. Como podrán apreciar, los mismos ofrecen al lector una amplia variedad de tópicos, predominando trabajos de aplicación práctica, con una destacada participación de autores extranjeros (regionales). 

Como dije al principio, somos una nación pequeña. Aún así, fuimos la cuarta mejor selección de fútbol en el último mundial. ¿Qué nos enseñó esa experiencia? Que para ser exitosos se necesita organización, trabajo y disciplina. Debemos definir objetivos y planear estrategias para conseguirlos. El día que logremos profesionalizar la gestión en todos los ámbitos, incluyendo la investigación científica, dejaremos de ser un país pequeño.

 

DR. OSCAR BAZZINO
PRESIDENTE DEL COMITÉ CIENTíFICO DEL 27º CONGRESO URUGUAYO DE CARDIOLOGíA
CARDIOPUNTA 2011