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Revista Uruguaya de Cardiología
versión On-line ISSN 1688-0420
Rev.Urug.Cardiol. vol.23 no.3 Montevideo dic. 2008
Corazón y tango
DR. CARLOS ROMERO
Esta sección, que se inaugura en el presente número, permite incluir temas que, sin ser de carácter estrictamente científico, contengan conceptos, anécdotas, relatos o experiencias relacionados con la profesión y sus vivencias.
Pueden utilizarse imágenes, tablas o figuras, respetando las consideraciones del reglamento general de publicaciones.
Recibido septiembre 22, 2008; aceptado octubre 15, 2008
INTRODUCCIóN
En un reciente congreso sobre estrés y calidad de vida me correspondió presentar el tema estrés y corazón. En el acto de apertura, un cantor de música típica, Nelson Pino, entonó tres tangos. Cuando llegó el momento de mi exposición “protesté” porque había invadido mi tema, ya que dos de los tangos se referían al corazón: “No debí pensar jamás en lograr tu corazón” (Gricel) y “desde el día que te fuiste siento angustias en mi pecho, decí, percanta, ¿qué has hecho de mi pobre corazón?” (La cumparsita).
El tango aborda frecuentemente temas sentimentales; esa es precisamente su esencia. Por otra parte, el corazón es habitualmente asociado a las emociones, probablemente por el hecho de que su actividad se hace consciente en esas situaciones. El corazón es un órgano muy frecuentemente mencionado en el lenguaje popular; a nadie le llama la atención que se diga, por ejemplo: “se me parte el corazón”, “tiene un gran corazón”, “llegó con el corazón en la boca”, “te lo digo con el corazón en la mano”. En cambio sería sorprendente que alguien dijera: “se me parte el bazo” (siendo que el bazo es más frágil que el corazón), “tiene un gran hígado” (siendo que el hígado es más grande que el corazón), “llegó con un dedo en la boca” (siendo el dedo más factible de ubicar en la boca que el corazón) o “te lo digo con la oreja en la mano” (circunstancia también más factible).
Por lo tanto, es probable que el corazón aparezca con elevada frecuencia en las letras de los tangos; efectivamente, cualquier persona recuerda rápidamente algún trozo de un tango que mencione al corazón: “lastima bandoneón mi corazón”, “tengo el corazón hecho pedazos”, “late un corazón”, etcétera. Estas pocas referencias ponen ya de manifiesto dos formas de mencionar al corazón: en sentido figurado, con el significado de sentimiento, amor, o en el sentido real, lo que es mucho menos frecuente.
El propósito de este trabajo es estudiar la frecuencia con la que la palabra corazón aparece en las letras de tango, compararla con la frecuencia con que aparecen otras partes de la anatomía, analizar el sentido que se le asigna, su ubicación en el texto y comparar su frecuencia con la de otras palabras muy utilizadas en estas letras.
MATERIAL Y MéTODO
Analizamos dos fuentes bibliográficas: una página web de Hernán J. González (http://hjg. com.ar/tangos/), actualizada a octubre de 2006 (accedida el 13.9.2008) y un libro de Eduardo Romano Las letras del tango. Antología cronológica 1900-1980 editado en Buenos Aires por editorial Fundación Ross.
Se incluyen en la primera no sólo tangos sino milongas, valses, zambas y canciones; el segundo es exclusivamente de tangos.
En este análisis hemos incluido otros nombres adjudicados al corazón, tales como “el cuore”, “el de la zurda”, “el bobo”.
Estudiamos la frecuencia con la que la palabra corazón (o equivalentes) es mencionada en ambas fuentes, el porcentaje de letras que la incluye, el sentido que se le asigna, la ubicación en la canción (título, en medio o al final del verso, como última palabra de la canción), la frecuencia de menciones de otras partes anatómicas, y la frecuencia de otras palabras muy utilizadas en estas letras. El recuento se hizo mediante la lectura del libro y el uso de herramientas del programa Word en el caso de la página web. En el apéndice se presenta un listado de palabras (sus raíces o “lemas”, que llevan a asignar a una única voz las palabras derivadas o los diferentes tiempos verbales) y su frecuencia, que surge de la aplicación de un programa de procesamiento del lenguaje natural*.
* Agradecimiento al An. Sist. Federico Romero por este aporte.
El libro mencionado incluye, además, la fecha de creación del tango, lo que nos permitió estimar la frecuencia relativa de la palabra corazón en distintas épocas del siglo pasado.
RESULTADOS
PALABRA CORAZóN EN EL TíTULO
La página web incluye 768 letras de tangos, milongas, valses, rancheras y canciones, en diez de las cuales la palabra corazón aparece en el título: Adiós corazón, Al compás del corazón (Late un corazón), Araca corazón, Corazón de papel, Corazón no le hagas caso, ¿Dónde estás corazón?, El corazón al sur, Nada más que un corazón, No te engañes corazón y Si no me engaña el corazón. El libro incluye 338 letras de tango entre las cuales se incluyen en el título tres de los mencionados en la página web, y además Pobre corazón mío, totalizando entre ambas fuentes 11 tangos con la palabra corazón en su título.
En otra fuente con 4.013 letras (http:// www.todotango.com/spanish/main.html) encontramos otros: Adiós, adiós corazón, Amante corazón, Calla corazón, Calla corazón calla, Calla y no llores corazón, Cantemos corazón, Con todo mi corazón, Corazón, Corazón cobarde, Corazón de criollo, Corazón de indio, Corazón de oro, Corazón del arrabal, Corazón encadenado, Corazón herido, Corazón Quijote, Corazoncito, Corazones, Corazones tiernos, Cuando el corazón, Cuatro corazones, De corazón a corazón, Dos corazones, El atrapa-corazones, El corazón de tu violín, El diablo en el corazón, Estás en mi corazón, Este corazón, Junto a tu corazón, Más allá del corazón, Me está hablando el corazón, Por tener un corazón, Qué solo estás corazón, Seguime, corazón, Si me hablaras corazón, Siempre tú en mi corazón, Tenía un corazón, Todo corazón, Tu corazón, Triste corazón, Volvé corazón, Vos y yo corazón, con lo cual sumamos 53.
TANGOS QUE INCLUYEN LA PALABRA CORAZóN
FUERA DEL TíTULO
En la página web la palabra corazón o equivalentes es incluida en la letra de 335 canciones (43,6%). Las letras que citan la palabra corazón lo hacen en promedio 1,6 veces, máximo ocho veces (Adiós corazón) seguido por dos canciones que lo mencionan seis veces [Al compás del corazón. (Late un corazón) y Corazón de papel] además de citarlo en el título. En 36 canciones la palabra corazón es la última de la letra. En 103 (19,6%) oportunidades la palabra figura en el medio de un verso; en 422 (80,4%) figura al final, lo que permite su rima con palabras que terminan con ón, ción, o sión, tales como bandoneón, cajón, canción desolación, emoción, oración, salvación, tentación, traición, ilusión. Rimas más laxas, con amor, sol, dolor, farol, seguidor.
La rima con la palabra razón, la única cuya última sílaba coincide con corazón, la hemos encontrado en cinco tangos (De puro curda, Mala suerte, Quiero verte una vez más, Rebeldía, Tranquilo viejo, tranquilo).
La palabra corazón figura 516 veces en singular y nueve veces en plural. La palabra cuore figura cinco veces, zurda tres veces, y bobo dos veces (total 535).
CITA DE OTRAS PALABRAS
En la tabla 1 se muestra la frecuencia con que diversas partes del cuerpo son citadas en las letras de esta fuente.
Las tablas 2 a 7 muestran las veces que se citan palabras referidas a sentimientos, personas, lugares, tiempos, eventos trascendentes de la vida y animales. No hemos encontrado ninguna “mala palabra” (de las que no podemos dar ejemplos), ni siquiera las más “livianas”.
ATRIBUTOS ASIGNADOS AL CORAZóN
El corazón puede ser pobre (el adjetivo más frecuente), amigo, criollo, cruel, de papel, fiel, gaucho, grande, ingrato, malevo, otario, pequeño, robado, sencillo, tierno, vencido, vendido, viejo, puede estar abatido, angustiado, calmo, cansado, derrotado, destrozado, herido, lastimado, sensible, sereno, puede tener fuego, tener dueño...
El corazón puede abrirse, acompasarse, acongojarse, aflojarse, ahogarse, alegrarse, amargarse, apretarse, burlarse, cansarse, desgarrarse, desvelarse, enardecerse, encogerse, encresparse, esconderse, hundirse, inundarse, irse, pararse, ponerse, anochecer, ansiar, aprender, arder, buscar, callar, conquistar, dejar, desear, dictar, doler, enloquecer, enlutar, enmudecer, esclavizar, escuchar, estrellar, fallar, flaquear, hablar, jugar, lagrimear, latir, llorar, mentir, mirar, morir, nombrar, odiar, olvidar, partir, penar, perdonar, perfumar, presentir, quemar, recoger, regalar, reír, renunciar, reprochar, saber, sangrar, sentir, soñar, soportar, suplicar, tallar, trasnochar, ver, viajar, vibrar, vivir, abrir puertas, escribir versos, no hacer caso, pedir rienda, ser un cristal, ser un tesoro, una campana de plata, temblar de ansiedad, tener espinas, fuego, nostalgias, poesía, secretos...
Se lo puede abandonar, ablandar, acorralar, adueñar, ahogar, alcanzar, alentar, apretar, cansar, dar, destrozar, emborrachar, embrujar, enlazar, enterrar, ganar, golpear, grabar, guardar, herir, invadir, maquillar, morder, pedir, poner, repartir, rifar, robar, secar, tajear, templar, vender, vestir...
Algunas canciones mencionan inesperados atributos del corazón:
- No valen piedras de corazones. (El pescante).
- ¿Cuántos, cuántos corazones estrellaron ambiciones en los puertos sin timón? (Tango mío).
- Te llora más el corazón vencido y busca en el olvido tu palabra de perdón. (A su memoria).
- La quiero porque ella es así, con su corazón de grillo. (Azúcar, pimienta y sal).
- Yo me hice allí de corazón malevo, abierto como un corazón que ya se cansó de penar. (Boedo).
- ¡Si vos ponés tu corazón canyengue, como una flor en el ojal prendida, en los balcones de cada bulín! (Boedo).
- Ningún apuro tiene ya en correr pues lo dice su canción: que no hay pantano para detener el carro del corazón. (Por el camino).
- Mi gaucho corazón. (Trago amargo y Contramarcha).
- Corazón de papel. (Corazón de papel).
- Y el corazón abrió sus puertas a la tristeza de recordar. (Cosas olvidadas).
- Si en un trance juego el corazón. (El caburé).
- Por eso tengo el corazón mirando al sur. (El corazón al sur).
- Se dio en la noche un corazón de ochava. (El último farol).
- Me dijo: Adiós... Adiós... Ya sin sonido, su corazón de luna y caracol. (El último farol).
- La abandoné y no sabía que el corazón me engañaba. (La abandoné y no sabía).
- Ha de sangrar tu corazón al pensar en todo el mal que hiciste a mi ilusión. (La abandoné y no sabía).
- El fuego del corazón en mi cantar supe poner. (La payanca).
- No hay duda alguna, es la muñeca, es su sereno y gran corazón. (Leguisamo solo).
- Es que, entonces, yo tenía un otario corazón. (Lo que vos te merecés).
- Una pebeta hermosa saca del corazón un ramo de violetas. (Oro muerto).
- Y el corazón aprende así a vivir. (Un tropezón).
- Pues no quedan ni amor ni viajeros para el coche de su corazón. (El pescante).
- Siempre sueña con otros caminos la brújula loca de tu corazón. (Golondrinas).
- La vida es toda ilusión y un prisma es el corazón. (La luz de un fósforo).
- Pero soy peregrino y a mi nostalgia le canto así en la oreja del corazón. (Milonga del trovador).
- Las pruebas de la infamia las traigo en la maleta, las trenzas de mi china y el corazón de él. (A la luz del candil).
- Late un corazón. (Al compás del corazón).
- ¡Es que tengo mucho miedo que me falle el corazón! (Tengo miedo).
- Los celos sentí, tantié mi facón, y luego, a lo gaucho, le abrí el corazón. (Amigazo, 1924).
- Pero me jugaste sucio y, sediento de venganza... mi cuchillo en un mal rato envainé en un corazón. (La gayola).
- El bigote un poco gris, pero en los ojos el brillo, y cerca del corazón el bultito del cuchillo. (A Don Nicanor Paredes).
- Fuiste orgullo de mi viejo, te lucía en su cadena como un puente levadizo delante del corazón. (Antiguo reloj de cobre).
- Charlemos, nada más, que aquí, en mi corazón, oyéndola siento latir otra emoción. (Charlemos).
- No dejes que la decepción retarde los latidos de tu corazón. (Divina).
EVOLUCIóN EN EL TIEMPO DEL USO
DE LA PALABRA CORAZóN
En el libro figura en la letra de 143 tangos (42,3%) en un total de 338. El porcentaje de letras que incluyen la palabra corazón en distintos períodos del siglo pasado se muestra en la figura 1. Cabe destacar que los períodos con menor porcentaje incluyen pocas piezas: en el período 1900-1919 sólo se incluyeron ocho piezas y en el período 1960-1969 sólo 24. El período con mayor presencia es el de 1920-1929, con 107 piezas.
USOS DE LA PALABRA CORAZóN CON SU SENTIDO REAL
Son pocos los ejemplos en los que la palabra corazón es utilizada o puede ser interpretada con el sentido real (anatómico o fisiológico) del órgano:
DISCUSIóN
Es evidente que la palabra corazón es una de las más empleadas (excluyendo, naturalmente, palabras auxiliares, tales como artículos, interjecciones, pronombres, etcétera); cerca de la mitad de las letras la incluyen, en la gran mayoría de los casos en sentido figurado.
El uso figurado del corazón permite asignarle propiedades y atributos amplísimos.
Es el órgano de la economía más frecuentemente mencionado.
Sólo la palabra amor es más utilizada que la palabra corazón.
Es de destacar que, aunque las letras de los tangos son expresión del lenguaje popular, existe un gran recato en el uso de palabras consideradas groseras*.
LIMITACIONES
El estudio se realizó sobre archivos disponibles no necesariamente representativos de la totalidad del universo de letras existente; no obstante entendemos que no es previsible que exista algún tipo de sesgo en el sentido de incluir o excluir letras de canciones en función de alguna palabra específica.
No hemos efectuado ninguna comparación en cuanto al uso de la palabra corazón entre el tango y otros géneros musicales.
FRASE EMBLEMáTICA DEL TANGO
En base a la utilización de las palabras más frecuentes en los distintos conceptos analizados, la frase emblemática podría ser:
Mi pobre corazón se muere como un perro, de noche, en la calle, por el amor de una mujer.
Chin pun.
APéNDICE
Letras de tango construidas con todas y sólo las cien palabras significativas más frecuentemente utilizadas. (Se utilizan además artículos, adverbios, conjunciones, etcétera).
La combinación de palabras impuso una letra que, como es habitual en el tango y lógico que sucediera, refiere a la nostalgia de un hombre que desechó el amor de una mujer y hoy lo añora.
TANGO MODAL
No he sido amado...
Mi viejo corazón se fue tras un querer.
Hoy siento que ya no tengo vida
pero sé dar el alma, noche y día.
Seguir llevando siempre el recuerdo de su voz,
también su cantar, su mirar, su andar,
Vivir y aún morir
sin olvidar nunca tan triste pena.
Dios mío, buen amigo:
sólo tuve la ilusión
de encontrar a la mujer que soñé.
Cuando la vi venir, no tuve tiempo para darle un beso,
llorarle un tango, cantarle una canción, decirle mi dolor,
no llegué a ver una luz para poner en su mano una flor.
Pensar que yo mismo la oí hablar y la dejé pasar...
Dulce sueño de muchacho
en una tarde del año.
Ayer la busqué, y otra vez la llamé
hoy la perdí, ya no está más, no va a volver.
Me quedé muy solo,
sufro y, sin esperanzas, mis ojos la lloran.
Me quedé así por tanto amar.
¿Qué puedo hacer yo,
pobre hombre, loco de amor
sentado a la sombra
en una calle de un barrio del mundo,
recordar, esperar,
bajo un mal cielo sin sol?
Ante la evidencia de que el tono del tango precedente resultaba pesimista, tratamos de construir otro, con las mismas bases, pero con un encare más optimista. Naturalmente, refiere nuevamente al amor de un hombre por una mujer. Nuevamente las palabras disponibles nos impusieron un final por lo menos preocupante.
TANGO ALEGRE
Mujer soñada
mi bien amada
querida mía
sol de mi vida
te llevo siempre
en mi corazón.
¡Cómo recuerdo
tu voz, tus ojos!
Loco de amor
mujer en flor,
te doy un beso
te canto un tango.
Dulce ilusión
del corazón
mi voz te llama,
llora por años,
mi luz de ayer
te vuelve a ver.
Siendo un muchacho
te oí llegar.
Hoy soy muy hombre
mas miro al cielo
cuando no estás.
Penas de día,
tardes perdidas,
dolor de noche,
sueños en sombra.
Mi viejo barrio,
alma de amigo,
se pone triste,
se siente mal,
sin esperanza,
cuando no estás.
Ya no es el mismo;
nunca tan solas
sus pobres calles
se habrán sentido.
Andando el mundo
te he de buscar,
y al encontrarte
solo una vez
seguir viviendo,
no más sufrir
hablarle a Dios,
decirle al mundo
el tiempo bueno
que va a venir.
Mi mano amiga
también te espera.
Si no te tengo
sentado, solo,
paso pensando
tantos recuerdos
cuando no estás.
Qué podré hacer
para olvidar
lo que ya sé:
si tú me dejas
me quedo solo
y así, más solo,
me he de morir.