Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Links relacionados
Compartir
Revista Uruguaya de Cardiología
versión On-line ISSN 1688-0420
Rev.Urug.Cardiol. vol.23 no.1 Montevideo 2008
CARTA AL EDITOR *
* Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de los autores.
“Más vale prevenir que curar”.
Pero, ¿cuesta menos?
Montevideo, 26 de marzo de 2008
Sr. Editor de la Revista Uruguaya de Cardiología,
Prof. Dr. Norberto Tavella,
De nuestra mayor consideración:
Quisiéramos por este medio recomendar a nuestros colegas, cardiólogos y médicos en general, la lectura de un editorial recientemente publicado en la revista New England Journal of Medicine (1) referido a los costos de la medicina preventiva y los planes de salud de los candidatos presidenciales de Estados Unidos. Todos estos planes hacen hincapié en la medicina preventiva para contener el aumento de los costos en salud y mejorar la calidad asistencial, bandera electoral común no solo en ese país. Sus autores son el Dr. Joshua Cohen Ph.D. y el Dr. Peter Neumann Sc.D., Profesor Asociado y Profesor de Medicina, respectivamente, del Instituto de Investigación Clínica y Estudios en Políticas de Salud del Centro Tufts de Medicina de Nueva Inglaterra, Boston, y el Dr. Milton Weinstein Ph.D., Profesor de Políticas de Salud en la Escuela de Salud Pública de Harvard también en Boston.
El costo en salud crece sostenidamente y seguramente lo seguirá haciendo en todos los países. Las razones son muchas, algunas muy evidentes: envejecimiento de la población, mayor disponibilidad de recursos preventivos, diagnósticos, terapéuticos, y también el mayor acceso de la población a la asistencia médica. Este aumento de costos es preocupación principal de todos los gobiernos y su control es la base de todos los planes de salud desarrollados o propuestos en todos los sistemas.
El mensaje “oficial” común desde hace un tiempo, también en nuestro país, es oponer una medicina “preventiva”, casi ideal, que evita enfermedades y además es rentable económicamente, versus una medicina “curativa”, imperfecta, paliativa y cara. Pero, ¿en qué datos se basan estas hipótesis? Desgraciadamente, según los datos presentados, la evidencia no lo confirma. Los autores revisan 599 artículos publicados entre 2000 y 2005 que analizan el costo-beneficio de medidas preventivas y comparan con la medicina curativa. Más allá que el tema es muy complejo y merece un análisis profundo, los resultados parecen mostrar que los costos de ambas estrategias son muy similares.
Es obvio que muchas medidas preventivas son extremadamente rentables, pero lo que habitualmente no se menciona con tanto énfasis es que las hay muy caras. Lo mismo podría decirse de las medidas curativas. Hay decisiones sanitarias que la sociedad resuelve tomar para prevenir males mayores aunque sean muy costosas, otras que ahorran dinero y otras muy distintas son medidas eficientes. Esto es así tanto para las medidas terapéuticas como preventivas.
Los autores concluyen el editorial afirmando que “hay una forma realista de alcanzar mejores resultados en salud: realizar análisis cuidadosos para identificar oportunidades basadas en la evidencia de administrar cuidados más eficientes –preventivos o terapéuticos– y luego reestructurar el sistema para incentivar su aplicación”.
Pensamos que es un desafío para las instituciones nacionales, que administran los dineros públicos y resuelven los gastos, realizar ese análisis. No guiarse por presiones, modas o costos unitarios que poco tienen que ver con la eficiencia y la buena práctica médica.
Creemos que este editorial tiene el mérito y el coraje de poner sobre la mesa un tema básico en políticas de salud cuyo debate seguramente recién empieza y se basará en la evidencia y no en la enunciación de deseos.
Recomendamos fuertemente a nuestros colegas la lectura del mismo, ya que en mayor o menor grado el debate debe involucrarnos.
Sin otro particular
Dr. Walter Reyes Caorsi
Dr. Alejandro Cuesta
Dr. Luis Vidal
BIBLIOGRAFíA
1. Cohen JT, Neumann PJ, Weinstein MC. Does Preventive Care Save Money? Health Economics and the Presidential Candidates. N Engl J Med 2008; 358: 661-3.