El Hospital de Clínicas es el resultado de una política del Estado uruguayo. Su construcción, su desarrollo durante 70 años, y ahora, la decisión de renovarlo, fueron procesos apoyados de una manera u otra por toda la sociedad, por todos los partidos, por todo el Parlamento. En los últimos años se aprobaron, por unanimidad parlamentaria, seis proyectos que totalizaron unos 8 millones de dólares anuales y finalmente se decidió, también con la unanimidad de diputados y senadores, destinar 4 millones de dólares al inicio de las obras del nuevo Hospital Universitario.
Esta decisión es un logro de toda la Universidad de la República, encabezada por su rector Rodrigo Arim, quien al priorizar este proyecto demostró la importancia que tiene para todos los universitarios y la población en general.
Esto es así porque el hospital se ha ido convirtiendo en un polo de desarrollo no solo para las profesiones directamente relacionadas con la atención sanitaria, como enfermería, tecnología médica, parteras, nutrición, medicina, odontología, psicología y asistentes sociales, sino también para química, ciencias, arquitectura, ingeniería y cada vez más economía, derecho y ciencias sociales, entre otras.
El concepto de formar y hacer docencia desde el inicio de la carrera de grado, integrando a todas las facultades y escuelas que tienen que ver con el proceso cada vez más amplio de docencia e investigación universitaria, tiene en el Hospital de Clínicas el ambiente natural de desarrollo.
El principio de “nunca primero en el paciente”, que implica el uso de laboratorios de simulación para la práctica clínica y el entrenamiento de procedimientos, requiere nuevas instalaciones.
La flexibilidad en las estructuras hospitalarias que nos enseñó la reciente pandemia, y el otro principio de que la salud es una sola, que abarca más allá del concepto de salud humana para tener una visión mucho más abarcativa de todas las especies, nos desafía a trabajar más aún con las facultades de Veterinaria y Agronomía, entendiendo la Universidad como un equivalente del concepto de universalidad en la salud.
El mundo y la humanidad han cambiado radicalmente en estos 70 años transcurridos desde la inauguración del hospital, el 21 de septiembre de 1953.
Cambió el concepto del derecho a la salud. Cambió la idea de un hospital centrado en los médicos, para entender la atención sanitaria como una labor de equipos integrados por todos los profesionales que antes mencionamos. Ahora vamos hacia hospitales centrados en el paciente, con mayor cuidado de su dignidad, con el concepto de la dignidad primero, que incluye la información de calidad compartida y la toma de decisiones por el paciente acerca de su tratamiento.
En estos 70 años se lograron tratamientos más efectivos, cambió la prevalencia de las enfermedades, la anestesia y las intervenciones quirúrgicas, que son más seguras, menos invasivas y más efectivas, con menor tiempo de internación asociado, pero se ha incrementado no solo la cantidad de tratamientos y su complejidad, sino también el número de diagnósticos. No es que hayan surgido nuevas enfermedades, es que existían alteraciones que no éramos capaces de reconocer. No conocíamos la existencia del ADN. Sin embargo, el hospital creció, se hizo más complejo y mantuvo su lugar de referente nacional, lo que nos enseña que no es necesario construir un hospital para todos los avances que se avecinan, sino que debe pensarse en edificios flexibles, resistentes, accesibles y a escala humana. Luego, la tecnología hará los cambios necesarios para adaptarlos.
De todas las propuestas planteadas, se optó por remodelar el edificio actual, teniendo en cuenta que construir un edificio desde cero implica un costo que supera los 160 millones de dólares, frente a los 106 millones de dólares que costará la remodelación. Asimismo, las obras que se vienen desarrollando en los últimos años y que la población tuvo la oportunidad de apreciar durante la vacunación contra el COVID, muestran la solidez y nobleza del edificio. Y complementariamente, porque como sociedad debemos pensar responsablemente en el mundo actual en la reutilización de edificios de este porte, que de ser abandonados o vaciados constituyen un daño a la ecología y al funcionamiento sustentable de una ciudad.
Las obras se desarrollarán mientras seguimos funcionando. Comienzan con la renovación de las salas de internación del piso 9 y luego en el piso 11. A medida que se van terminando las salas, se van a ir poniendo en funcionamiento, trasladando las salas actuales hacia los pisos nuevos, para ir así completando toda el área de internación.
Se compactará el área de internación de cuidados moderados entre los pisos 7 y 11. En cinco pisos se concentrarán 350 camas, en salas de una o dos camas, con todas las medidas de confort y seguridad necesarias. La remodelación no es solo edilicia, estamos construyendo espacios que integren a los distintos profesionales de la salud, que permitan a enfermería un mayor contacto visual con los pacientes y que también al paciente le permita acceder fácilmente al equipo de salud. Debemos asegurar aun más el descanso de los pacientes, con un hospital sin ruido, que va unido a un propósito actual de la cátedra de Anestesia, que es el de un hospital sin dolor.
La mejora en la circulación vertical completando los 20 ascensores, con la propuesta del decano de la Facultad de Arquitectura, Marcelo Danza, de ascensores externos para el acceso a los pisos más altos, se suma a una reingeniería de procesos en almacenamiento, compras, farmacia, distribución de insumos y alimentación, basados en el uso del método Lean, y la digitalización progresiva van de la mano con el cambio de las 3.200 ventanas, de los ductos sanitarios y los pluviales, de los servidores para datos y la instalación eléctrica.
Junto con la Facultad de Ingeniería se trabaja para sustituir los sistemas actuales de procesamiento de residuos, usando los orgánicos para la producción de compost y su posterior utilización en huertas y jardines, así como el cambio hacia las bombas de calor y la incorporación de sistemas de generación eléctrica por paneles y turbinas.
En julio de 2024, comienza la construcción del nuevo block quirúrgico en el primer piso, próximo a la Emergencia y al Centro de Imágenes. Luego, se construirá un nuevo centro de tratamiento intensivo en el tercer piso, adonde también se mudará el CENAQUE.
Las obras van a ir incluyendo todas las áreas del hospital.
Al compactar el área asistencial del piso 11 hacia abajo, se irán transformando los pisos más altos para la docencia y la investigación universitaria. Ya funcionan en el piso 15 laboratorios de investigación que aprovechan las instalaciones del hospital y donde existen plantas de frío, bioterios y equipamientos costosos, como el microscopio adquirido recientemente por el equipo que dirige Leonel Malacrida, el secuenciador de ADN, y el citómetro del equipo a cargo de la profesora Daniela Lens, así como los laboratorios de la Facultad de Química, como el CEBIOBE, y el de Toxicología.
Quiero volver a resaltar que el desafío mayor no son las obras de construcción, el mayor desafío es el cambio cultural que debemos procesar. La concepción de que debemos centrarnos asistencialmente en el paciente. Como dijo recientemente el decano Arturo Briva, ante la duda de qué hacer, de qué decisión tomar, ante cualquier dilema ético, debemos pensar qué es lo mejor para el paciente. Sobre esa base debemos construir el nuevo hospital.
Además, en unión dialéctica con lo asistencial, somos una casa de estudios, y en una casa de estudios el centro principal debe ser el estudiante. Pensar cómo organizar nuestro trabajo para dar respuesta a las necesidades docentes y de investigación, centrados en el estudiante, constituye también un desafío.
El Hospital de Clínicas existe para y por la sociedad. Nosotros no pensamos qué queremos hacer y después lo ofrecemos al sistema de salud. Nosotros somos parte del sistema, tenemos un territorio de referencia, queremos dar respuesta a las necesidades del sistema de salud del territorio sur y este del país. De acuerdo a esas necesidades, de acuerdo a las demandas que implica ser centro de referencia nacional para varias enfermedades y de acuerdo a las demandas del territorio para el que trabajamos, debemos construir un hospital seguro, un hospital eficiente, un hospital de excelencia, un hospital confortable y amable, un hospital respetuoso, un hospital accesible, un hospital innovador, un Hospital Universitario.