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Revista Médica del Uruguay

versión impresa ISSN 0303-3295versión On-line ISSN 1688-0390

Rev. Méd. Urug. vol.39 no.1 Montevideo  2023  Epub 01-Mar-2023

 

EDITORIAL

Facultad de Medicina: identidad y construcción

Faculty of Medicine: identity and construction

Faculdade de Medicina: identidade e construção

Arturo Briva


Luego de un 2022 que encontró a todos los órdenes universitarios enfrascados en la lucha presupuestaria, llegamos en los últimos 60 días del año definiendo la renovación del Consejo y Decano de la Facultad de Medicina.

Si bien estas renovaciones ocurren a partir de mecanismos diferentes, las dos surgen de genuinas expresiones democráticas y de cogobierno que debemos siempre celebrar.

La elección de Decano nos demostró que, si bien fue un proceso física y emocionalmente desgastante, sirvió para comparar propuestas, reconociendo que desde diferentes trayectorias académicas y vitales se pueden hacer aportes valiosísimos a la vida universitaria, y eso también hay que celebrarlo.

Al mismo tiempo, las elecciones universitarias determinaron no solamente una renovación de nombres sino que en cada orden se observa una saludable multiplicidad de agrupaciones que aseguran diferentes caminos de participación a todos los universitarios.

No por casualidad mencioné al inicio de esta nota el tema presupuestal; estamos atravesando una etapa de restricción sostenida que apenas fue amortiguada por los esfuerzos liderados por nuestro Rector y su equipo a nivel parlamentario en los últimos meses. No tenemos al día de hoy ninguna señal que asegure mejoras de presupuesto futuro, pero debemos seguir trabajando para ello. Debemos seguir demostrando que el Uruguay necesita más y mejor UDELAR, incluso para potenciar el tan necesario crecimiento económico del país.

En la pandemia COVID la medicina universitaria estuvo donde el país la necesitaba, aportando esfuerzo, ideas y compromiso desde la biología molecular, el primer nivel de atención, la ingeniería biomédica, la asistencia hospitalaria y por supuesto junto al paciente críticamente enfermo.

Esta respuesta en medio un mundo paralizado no fue solo “lo que pudimos hacer”, fue la mejor respuesta para el país. Lo fue en calidad y con el impacto suficiente como para dar autonomía en la toma de decisiones (algo que todos los gobernantes añoran en épocas de tan alto condicionamiento por factores externos). Es hora no solo de reconocer que fuimos clave en el período de crisis sino de asumir como colectivo que una sociedad más culta, mejor informada, con mayor autonomía intelectual son la clave para el desarrollo de nuestro país.

Y lo deben reconocer los gobernantes en su rol transitorio, pero más importante aún es que hagamos el cambio colectivo, que apostemos definitivamente a transformarnos en una sociedad del conocimiento que perdure en el tiempo.

Para la Medicina esto implica que debemos buscar la necesaria mejora presupuestal que permita seguir cumpliendo con nuestros objetivos a corto, mediano y largo plazo. Este 2023 nos debe encontrar con los ajustes necesarios para cumplir con el nuevo Estatuto del Personal Docente, una reforma necesaria que debe ser la plataforma de cambios profundos y no repetir las mismas respuestas con nombres diferentes. Debemos ir hacia una estructura orientada hacia procesos que involucren a las diferentes unidades académicas y no perpetuar esa estructura de “trama feudal” en donde cada grupo se reúne en torno a un castillo para defenderse de sus enemigos. Solo la colaboración nos hará fuertes y eficientes.

Debemos evitar que la Facultad de Medicina se transforme en un barco de Teseo, en el que se sustituyan piezas viejas por nuevas pero reproduciendo siempre la misma estructura. La renovación debe acompañarse de innovación y el único barco que necesitamos es el que nos permita buscar nuevos horizontes.

¿Y cuáles son los procesos en torno a los que debemos organizarnos? Son, por necesidad, varios: debemos comprender que el análisis implica revisar procesos financieros, estructurales, asistenciales, de trayectoria académica y formación docente. Es primordial que nuestra facultad busque la eficiencia en su ejecución de recursos, la asignación de estos en función de un plan general y abrir oportunidades de colaboración con el ecosistema universitario y la comunidad toda para sustentar sus proyectos de crecimiento.

Es fundamental construir proyectando hacia el futuro sin perder nuestra identidad como facultad inclusiva, de calidad y comprometida con la sociedad. Es fundamental seguir potenciando nuestro carácter nacional fortaleciendo el trabajo fuera de Montevideo. El interior del país nos reclama mayor integración y vamos a buscarla.

Debemos ofrecer a la comunidad toda nuestra oferta educativa, no somos solamente una institución para formar médicos, tenemos una amplia gama de oportunidades para que cada vez más estudiantes aprendan y aporten a la sociedad.

No podemos resignar en ningún escenario económico o social la calidad como objetivo primordial. Nuestro liderazgo se construye desde la asistencia, docencia e investigación de excelencia y debemos ser muy estrictos al evaluarnos evitando visiones autocomplacientes que solo nos debilitan.

Estamos frente un nuevo ciclo de cogobierno plagado de desafíos que seguramente nos encontrará reunidos sabiendo que desde el Decanato asumo el compromiso de mantener la cercanía con los problemas e invitando a todos los universitarios a sumarse a este esfuerzo. Todos tenemos algo que aportar y me comprometo a generar esas oportunidades de hacerlo.

Finalmente, me resulta imposible analizar este proceso sin recordar la figura de Otto Pristch y todo lo que lo extrañamos. Dedicó su vida a la Facultad de Medicina con un tono amable, comprometido y calmo al que muchos recurrimos en busca de opinión o consejo.

Lamentablemente lo perdimos a él como a varios colegas y amigos a los que como diría el poeta: “Quién sabe qué oleajes, qué tormentas, lo alejaron de las playas de la vida”.

No dejemos que su vida y su final nos resulte indiferente, cuidémonos, hagamos el esfuerzo diario de ser cada día más empáticos, más solidarios y en definitiva, más humanos.

Un fuerte abrazo

Arturo Briva1 0000-0003-0650-9054 1Decano de la Facultad de Medicina, Universidad de la República. Montevideo, Uruguay
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