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Revista Médica del Uruguay

On-line version ISSN 1688-0390

Rev. Méd. Urug. vol.31 no.2 Montevideo June 2015

 

 

Médicos y Papas

 

Dr. Milton Rizzi*     

 

Resumen

En 2.000 años de historia la Iglesia Católica tuvo 266 papas. De ellos, solo cuatro fueron también doctores en Medicina.
En abril del año 309, el médico griego Eusebio desempeñó su pontificado durante cuatro meses, acusado de soberbia, falleció en el destierro y fue santificado. El médico, sacerdote y erudito siciliano León II fue papa desde agosto de 682 hasta julio de 683. Falleció en Roma y fue santificado. Víctor III fue monje benedictino en la abadía de Montecassino, donde adoptó el nombre de Desiderio. En ella fue nombrado abad mayor en 1058. Fue contemporáneo del célebre Constantino el Africano y estudió medicina con él. En medio de las luchas de poder y con los extenuantes conflictos papa-antipapa, Desiderio fue elegido papa en mayo de 1086 y adoptó el nombre de Víctor III. Ejerció su cargo durante 16 meses. Murió el 17 de setiembre de 1087 y fue santificado.
En setiembre de 1276, el médico, filósofo, teólogo y jurista portugués Peter Julianus fue ungido papa con el nombre de Juan XXI. Murió ocho meses más tarde, el 20 de mayo de 1277, víctima del derrumbe del techo del Palacio Arzobispal de Viterbo, ciudad desde la cual ejerció su pontificado.
En 1783, Miguel Gorman, protomédico del Virreinato del Río de la Plata, en ocasión de la inauguración de la Academia de Medicina de Montevideo, expresó: “Cuéntase entre los sabios de la medicina, cuatro Sumos Pontífices…”.

Palabras clave:    MÉDICOS-historia
                          RELIGIÓN y MEDICINA

Key words:  PHYSICIANS-history
                  RELIGION and MEDICINE

* Ex presidente de las Sociedades de ORL del Uruguay y Uruguaya de Historia de la Medicina.Miembro vitalicio de la Royal Society of Medicine.Miembro académico de la Academia Uruguaya de Historia Marítima y Fluvial.

Correspondencia: San Nicolás 1331, CP 11400. Montevideo, Uruguay. Correo electrónico: miltonrizzic@hotmail.com

 

Introducción

En algo más de 2.000 años de historia la Iglesia Católica tuvo 266 papas. Solo cuatro de ellos fueron médicos(1). (Fig. 1)

 

Eusebio, un papa aquejado de soberbia

Eusebio(2-4) nació en Grecia, en ciudad y fecha desconocidas. De familia acomodada, su padre era médico y él mismo cursó estudios de medicina en Alejandría, donde se graduó a fines del siglo III y allí ejerció luego su arte. (Fig. 2)

Alejandría contaba con una prestigiosa y antigua Escuela de Medicina. La ciudad había sido fundada por Alejandro Magno y era regida por los romanos desde la época de la muerte de Cleopatra. Aunque con problemas para conservar adecuadamente los manuscritos, Alejandría mantenía todavía su célebre biblioteca. La ciudad era también un campo de batalla entre las distintas fracciones cristianas que se disputaban el privilegio de regir los destinos de la Iglesia. Estas luchas se mantuvieron durante generaciones.

Más de 100 años después de las circunstancias que estamos refiriendo, exactamente en el año 415, Hipatia(5), bella mujer neoplatoniana, astrónoma y filósofa, hija de Teron, educada en Atenas y luminaria docente de la ciudad, fue despellejada viva con filosas conchas de mejillones a instancias del arzobispo de Alejandría. Este sería luego canonizado con el nombre de San Cirilo en el año 444.

La gran destrucción de la biblioteca data de este período y fue perpetrada por turbas cristianas al grito de “destruyamos este templo pagano”.

La Iglesia aún recuerda el 28 de enero como el día de San Cirilo.

El emperador Diocleciano (245-316) desató hacia el año 303 una gran persecución contra los cristianos, acusándolos, entre otras cosas, de evadir impuestos y, a través de una serie de decretos, promovió el secuestro de los bienes de la Iglesia, dado que estos habían sido obtenidos por medio de herencias y donaciones que eran imponibles. Así pasaron a las arcas fiscales del Imperio Romano, joyas, cálices, crucifijos y telas ricamente bordadas entregadas por los cristianos “obedientes con el Estado”. Estos fueron conocidos como lapsis y desataron la ira de otros cristianos que habían ocultado los bienes de la Iglesia a menudo a costa de sus vidas.

El médico Eusebio se involucró decididamente en estas luchas pasionales mientras fue ordenado Uruguay. Montevideo: Monteverde, 1974: 778 p.primero sacerdote y luego obispo de Alejandría. Por último, el 18 de abril de 309, fue elegido papa. Fue el trigésimo primero después de Pedro. Se trató de una elección en tiempos de crisis de las relaciones del Imperio con la Iglesia. Muy perseguido, pero altivo e intolerante en sus decisiones, Eusebio fue un pontífice arrogante.

El emperador Maxentius o Magencio (mayo 308-enero 309), decidido a terminar con las disputas entre cristianos, ordenó deportar a todos los representantes de las distintas fracciones y fue así que Eusebio fue enviado desde Roma a Sicilia.

En la isla, y siempre firme, el nuevo papa no abdicó de sus convicciones y en el desempeño de su actividad se limitó a enviar dos encíclicas, una a los obispos de las Galias y otra a los de Egipto. Efectuó también imposición de manos para reconciliar a los herejes con la Iglesia(4,5).

Cuatro meses después de su ascensión, el 17 de agosto de 309, Eusebio murió y entró en la historia como el primer papa médico. Poco después fue nombrado mártir y santo. Su día de rememoración es precisamente el 17 de agosto.

En el año 312, Constantino el Grande derrotó y mató a Maxentius y un año después redactó el Edicto de Milán, aceptando la Iglesia Católica y suspendiendo las persecuciones. El papa que recibió estas buenas noticias fue el africano Melquíades (311-314), sucesor de nuestro colega. El papa español Damasus I (366-384) repatrió a Roma los restos de Eusebio y escribió una reseña biográfica. Dispuso también que el cadáver fuera enterrado en forma definitiva en las catacumbas de Calixto. Se le adscribe a Damasus el origen de la palabra papa(3).

 

León II, un papa médico y erudito, inmerso en las luchas doctrinales de la Iglesia

El futuro papa León II(1,6,7) nació en Messina, Sicilia. Fue un estudiante brillante y en el curso de la búsqueda de la perfección se graduó de médico en la Escuela de Siracusa. No se conservan datos de su actividad profesional. Abundan sí, constancias de sus estudios religiosos y de su consagración como cardenal en el 678, designado por el papa Agatón (678-681), también sici­liano y benedictino como él.

Los benedictinos dieron a la Iglesia 49 papas, 200 cardenales y miles de obispos(1). (Fig.3)

La doctrina de la fe fue motivo de grandes controversias en el siglo VII, básicamente referidas a la naturaleza de Cristo. También tenían importancia relevante los aspectos políticos centrados en la polarización del poder entre la autoridad papal y la del emperador de Constantinopla(8).

En enero de 681 falleció Agatón I y en diciembre de ese mismo año nuestro colega fue elegido papa, pero no fue coronado sino hasta ocho meses después, en agosto de 682, por los problemas políticos doctrinales que el papado mantenía con el emperador Constantino IV.

El desempeño de León II fue por solo diez meses y estuvo centrado en estas controversias con el emperador(1).

Muy probablemente este personaje, absorbido por las disputas de la fe, no se desempeñó más como médico después de haber ascendido al cardenalato en el 678.

La Iglesia lo recuerda hoy como el primer pontífice que instituyó la costumbre de arrojar agua bendita sobre el pueblo creyente. Su día se celebra el 3 de julio.

 

Víctor III, un médico benedictino en tiempos en que a los papas se les arrancaba los cabellos

El futuro papa Víctor III(9-11) nació en 1027, en Benevento, Lombardía. Su familia pertenecía al antiguo linaje de los duques de Benevento. (Fig. 4)

El niño fue cristianizado con el nombre de Dauferius y era nieto del duque Landulfo V. A los 20 años y en medio de una crisis religiosa, decidió hacerse ermitaño. Poco después fue convencido por su familia de convertirse en monje y entró entonces a la abadía de Santa Sofía de Benevento. Allí cambió para siempre su nombre por el de Desiderius.

El futuro papa fue moldeando su personalidad en las duras condiciones monacales. Se transformó en un erudito en obras clásicas, poseedor de un excelente latín y un fuerte carácter.

Hacia el año 1052 se trasladó a Salerno(12), donde cursó estudios y luego se unió a la comunidad benedictina de Montecassino. En ella, en 1058, fue nombrado abad y casi inmediatamente fundó una escuela para la fabricación de mosaicos de alta calidad, muchos de los cuales aún se conservan.

Benedicto de Nursia (480-547)(1) había fundado la orden que lleva su nombre en la región de Montecassino, un área cercana a Salerno y escenario de cruentos enfrentamientos bélicos en la Segunda Guerra Mundial.

Esta comunidad religiosa se caracterizó por la tolerancia, la pobreza, la ilustración y por su gran interés en los temas médicos.

En ese sentido, todos sus integrantes debían cursar estudios de medicina. Los monjes curaban a sus pares y asistían a la comunidad cercana. También tenían un huerto con plantas que utilizaban con fines terapéuticos.

A fines de 1059, un año después de ser nombrado abad, el papa Nicolás II, reconociendo las condiciones de Desiderio, lo nombró cardenal y vicario para el sur de Italia, circunstancia en la cual nuestro colega hizo la paz con los normandos.

¿Y en términos de sus estudios médicos qué conocemos?

Como ya hemos observado, todos los monjes benedictinos realizaban como parte de su instrucción cursos de medicina. En el caso de Desiderio también aconteció, y en este caso por azar, una circunstancia extremadamente favorable, cual fue la llegada a Montecassino de Constantino el Africano(13).

Constantino había nacido en Cartago, África del Norte, en el año 1020. Infatigable viajero, visitó Siria, Persia, Babilonia e India y retornó a Cartago vía Etiopía y Egipto, en un periplo que le llevó más de diez años y en el curso del cual profundizó sus estudios médicos.

Una vez en su ciudad natal se produjo una conspiración en su contra y, amenazado de muerte, viajó a Salerno y de allí a Montecassino, donde vivió del 1069 al 1089, año de su fallecimiento.

Constantino dominaba el griego, árabe y latín a la perfección y en la abadía fue comisionado para realizar traducciones. Contaba para esa labor con un conjunto de calificados escribas y la mayor parte de su trabajo consistió en interpretar lingüísticamente tratados de medicina. Fue en ese ámbito académico y con este profesor de excepción que Desiderio estudió medicina. Como los otros integrantes del monasterio, nuestro colega asistió a los residentes de la abadía, a los campesinos de los alrededores y a los visitantes que concurrían a ella con el fin de realizarse tratamientos.

La gestión de Constantino fue tan impresionante que se le considera como uno de los precursores de la ilustre Escuela Médica de Salerno, que fue fundada en el siglo XII por el emperador Federico II del Sacro Imperio Romano Germánico.

Mientras tanto, en Roma, las circunstancias políticas alcanzaron su clímax cuando fue elegido papa en 1073 un diácono de Clerny y cardenal benedictino, el pequeño Gregorio VII. Este ejerció su condición papal por más de doce años y excomulgó tres veces a Enrique IV de Alemania; él mismo fue destituido y encarcelado en dos oportunidades por su real oponente. En una de ellas(1), y como punición, le fueron arrancados todos los cabellos, mechón por mechón. Más grave aún, en el año 1080, Enrique nombró a otro papa, el antipapa Clemente III, que tenía sede en Ravenna y que desempeñó fun­ciones por más de treinta años.

Finalmente en el 1085, el pequeño “San Satanás”, Gregorio VII, murió a los 65 años de edad(1).

En el cónclave consecuentemente reunido en Salerno con motivo de la elección de un nuevo papa, Desiderio fue designado para el cargo, pero no lo aceptó.

El 24 de mayo de 1086, luego de un año de ruegos, Desiderio decidió finalmente dar el sí y accedió al papado con el nombre de Víctor III.

Las actividades del nuevo papa estuvieron exclusivamente relacionadas con su condición religiosa. En esa función envió a Túnez un ejército, que, en batalla decisiva, derrotó a los sarracenos que asolaban el sur de Italia. Mientras tanto, las luchas de poder en la Iglesia continuaban en el marco de la Querella de las Investiduras.

Víctor III convocó entonces a un sínodo en su ciudad natal, Benavente, que resolvió la excomunión del antipapa Clemente III.

Fue demasiada tensión, Víctor III cayó enfermo y se retiró a su querido Montecassino, que había sido restaurado y ampliado bajo su abadiato y allí, asistido, entre otros, por Constantino, falleció el 16 de setiembre de 1087, a los 60 años de edad, luego de un papado de un año y cuatro meses. Se conservan dos de sus obras: Biologorum Libri IV y De Miraculus San Benedictus.

Fue enterrado en la sala capitular del monasterio y en el año 1887 fue canonizado. La fecha de su santidad corresponde con la de su fallecimiento y se le recuerda el día 16 de setiembre(13). Desiderio fue un médico ilustrado y de alta formación académica que no pudo soportar la tensión de las luchas religiosas entre el papado de Roma y el antipapado promovido por Enrique IV de Alemania.

La historia médica lo recordará por su relación con Constantino el Africano, mítica personalidad de la Escuela de Salerno.

 

Juan XXI, un papa ilustrado

Hacia el año 1210(14,15) nació en Lisboa, Portugal, en cuna de familia noble, un niño llamado Pedro. Como era hijo de Julián, fue nombrado Peter Julianus. Pedro completó sus estudios en materias básicas, aritmética, gramática, geometría, dialéctica, retórica, astronomía y música, en ambientes eclesiásticos de Lisboa y se dirigió luego, con solo 18 años de edad, a París. Allí ingresó a la Universitas, comunidad de estudiantes y docentes que en esa ciudad estaba bajo administración de la Iglesia. París(14,16) era un centro intelectual de alto nivel. Allí, entre otros, enseñaron Alberto Magno, Peter Hispanus, Miguel Escoto, Santo Tomás de Aquino y Roger Bacon.(Fig.5)

Pedro vivió en ese ambiente universitario entre 1228 y 1235, cursando estudios de jurisprudencia, medicina, teología y artes. Completó su estadía cinco años más, graduándose en todas esas disciplinas hacia 1240. Luego de doce años de ausencia, retornó a Lisboa, donde fue designado presidente de la Academia de Sabios de la Ciudad y trabajó como médico y jurista. Escribió allí Summulaelogiocalis, un tratado de lógica muy utilizado en el medioevo. Aceptando una tentadora oferta se dirigió luego a la ciudad de Siena, Italia, donde fue designado profesor de medicina. Allí escribió varios libros médicos, de los que se conservan Thesaurus pauperum y Liber de Oculo (sobre oftalmología).

Un hombre de cultura tan refinada y admirado por sus contemporáneos despertó el interés de las altas autoridades eclesiásticas, que decidieron tomarlo a su servicio. Fue así que Peter Julianus fue designado en el año 1272 arquiatra (médico mayor) del papa Gregorio X (1271-1276).

Es interesante mencionar los detalles de la elección de este papa, nacido en Piacenza y que había sido archidiácono de Lieja. En el mes de noviembre de 1268 había fallecido en Viterbo el papa Clemente IV (1265-1268). Clemente era francés, nacido en Gilles, viudo y jurista.

La ciudad de Viterbo, ubicada en el Lazio, al noroeste de Roma, fue centro de disputas de soberanía entre el Sacro Imperio Romano Germánico y Roma, y con el fin de afirmar su autoridad sobre esa región, Clemente IV mudó a Viterbo la sede pontificia y allí residió durante todo el ejercicio de su cargo.

El cónclave para elegir nuevo papa comenzó en Viterbo a fines de 1268 y así siguió todo 1269, todo 1270 y aún los primeros meses de 1271 sin que se lograra algún acuerdo. Los habitantes de la ciudad, hastiados de presenciar el espectáculo de inoperancia que ofrecían los electores y cansados de alimentar tantos cardenales, obispos, sacerdotes, asistentes y personal de servicio, decidieron retirar el techo del palacio arzobispal y tapiar las puertas del edificio que era la sede del cónclave y donde también habitaban los electores.

Solamente se les dejaron pequeños orificios por donde hacían llegar pan, agua y un poco de vino a los encorralados.

Como era de esperar, poco después fue elegido un nuevo papa, Gregorio X (1271-1276).

Gregorio nombró en 1272 a su arquiatra, Peter Julianus, obispo de Braga. Un año después, lo designó cardenal-obispo de Frascati.

En enero de 1276, Gregorio X falleció en Arezzio y en una elección insólitamente veloz fue designado diez días después Inocencio V, francés y domínico, que falleció cinco meses más tarde en Roma.

Poco después fue nombrado Adriano V, cuyo papado duró solo cuarenta días, desde el 11 de julio al 18 de agosto de 1276 (fecha de su fallecimiento).

Un mes después, el 8 de setiembre de 1276, en Viterbo, Peter Julianus fue nombrado nuevo papa. Adoptó el nombre de Juan XXI y fue el pontífice 186 después de Pedro. Recordemos que el nombre Juan, en el pontificado, no era sinónimo de buena salud. Cinco papas “Juan” habían muerto asesinados o en la cárcel. Entre ellos Juan XVI(1), antipapa, que había sufrido en el 998, y previo a su ejecución, el vaciamiento de sus órbitas.

Juan XXI era un sabio, erudito y diplomático en el manejo de la alta política. Designó como asistente al hábil Gaetano Orsini, que sería después gran inquisidor y sucedería a Peter Julianus como papa Nicolás III (1277-1280). Juan XXI desempeñó su papado durante pocos meses, pero estos le fueron suficientes para establecer puntos de contacto con la Iglesia de Oriente y ejercer la mediación en el conflicto entre los reyes Felipe IV el Hermoso, de Francia, y Sancho IV el Bravo, de Castilla.

La muerte, en 1276, de Jaime I de Aragón, le hizo abandonar uno de sus más queridos proyectos: organizar una nueva Cruzada.

 

La muerte llega del cielo

En materia doméstica, hete aquí que el palacio arzobispal de Viterbo seguía con sus techos sin arreglar luego de aquel heroico mensaje que los habitantes de la ciudad habían enviado a los cardenales en 1271.

Juan XXI ordenó la reparación del edificio y en ocasión de ir a inspeccionar las obras, el 20 de mayo de 1277, a solo ocho meses de haber sido designado papa, el techo se le desplomó encima y falleció poco después a consecuencia de las heridas recibidas.

Otra versión(15) indica que no era el palacio de Viterbo donde ocurrió el accidente, sino un nuevo palacio que había ordenado construir.

Como dato interesante, un astrólogo consultado en el mes de su asunción, le había previsto una larga vida.

Juan XXI fue un papa académico, brillante, hábil político, médico de prestigio y escritor de renombre.

Fue el único pontífice que Dante ubicó en el Paraíso.

Hizo honor a nuestra profesión(16).

 

Los papas médicos en Montevideo en 1783

Miguel Gorman(17) o Miguel de Gorman, pero no O’Gorman, nació en la localidad de Ennis, en Irlanda, y estudió medicina en París y Reims, donde se graduó como médico. De espíritu viajero, acompañó en 1774 al conde O’Reylly en su intervención punitiva a la ciudad de Argel. A continuación revalidó su título en Madrid y participó desde allí en la campaña contra los moros. Luego viajó a Inglaterra para interiorizarse en los secretos de la variolización, que después practicó en la corte de España.

En 1777, la Corona española lo designó médico primero, con 180 escudos de sueldo, de la expedición de Pedro de Cevallos al Río de la Plata. Disensiones o celos con el virrey motivaron que, una vez en América, Gorman fuese enviado a algo así como un exilio laboral a la frontera con Brasil, donde conoció e hizo fuerte amistad con el mariscal de campo Juna José de Vertiz, militar que sucedería a Cevallos como virrey. Gorman era un hombre de profundos conocimientos culturales y hablaba y escribía en latín, griego, francés, inglés y español. Era un ser descrito, a través de sus cartas(18), como tranquilo, suave, sereno, amigo y generoso.

El virrey Vertiz propuso a la corona española, en el año 1780, que nombrase a Gorman protomédico del Virreinato del Río de la Plata. La corona demoró varios años esa designación. Mientras tanto, Gorman trabajó incansablemente en Buenos Aires tomando exámenes a médicos, farmacéuticos, cirujanos y flebótomos, y asimismo dictó normas de higiene para prevenir epidemias de viruela, tifus, lepra y tuberculosis. Por último, persiguió al curanderismo sin descanso.

Fue así que en el curso de esa intensa actividad decidió fundar, en 1783, la Academia de Medicina de Montevideo, ciudad con muy pocas construcciones de material y con menos de 8.000 habitantes. Quizá la razón de esta creación fue la de mantener la actividad médica montevideana alejada de las rivalidades de Buenos Aires.

Los cometidos de esta entidad eran: “Atender las enfermedades estacionales epidémicas y endémicas de esta ciudad… Ejercer control de conocimientos y enseñar Anatomía, Medicina, Cirujía (sic), Materia Médica, Farmacia Galénica y Química, el arte obstétrico o de Parteras”…

El discurso de apertura de Gorman es de una asombrosa calidad académica y allí nos refiere(17) que, entre otras cosas, “cuéntase entre los sabios de la medicina cuatro Sumos Pontífices”... “San Eusebio”… “Juan IV”… “Peter Hispanus”… “Nicolás V”… “Paulo II”…

Más allá de diferencias en número y nomenclatura pontificia, sorprende el nivel de esta conferencia realizada en un Montevideo colonial de desarrollo mínimo y con no más de diez médicos titulados en actividad.

Gorman continuó desde Buenos Aires su actividad de protomédico y fue así que el 2 de marzo de 1801 creó la Primera Escuela de Medicina en el Río de la Plata, en 1804, la Junta de Sanidad, en 1805, organizó las instrucciones para la vacunación antivariólica y en 1810 donó sus libros de medicina para la primera biblioteca pública de Buenos Aires.

Delgado, pálido, apodado por los estudiantes “Cadáver” e inválido por su reumatismo, Gorman se jubiló en 1816 con las dos terceras partes de su sueldo y falleció célibe el 20 de enero de 1819.

Fue enterrado como dominico en el cementerio de la Recoleta.

 

 

Abstract

In the history of Christianity, out of 266 Popes, only four were Medical Doctors.

In April 309 Eusebius, of Greek origin, was appointed Pope, but he soon exiled and died four months later in Sicily.

Sicilian Leon II, erudite, priest and Medical Doctor was appointed Pope in August 682. Ten months later he died in Rome. Leon’s feast day is July the 3rd.

Victor III, originally Dauferius, later Desiderius, was born in 1027 in Benevento, Lombardy, northern Italy. He studied Medicine under Constantinus Africanus at the Salernian Medical School. He was elected Pope in May 16th, 1086 and died sixteen months later in Montecassino. He was beatified. His day is September 16th.

In September 1276, Portuguese philosopher, theologist, juriconsult and Medical Doctor Peter Julianus was elected Pope as John XXI. He died eight months later at Viterbo, Italy, when a roof tumbled down upon him.

In 1783 Miguel Gorman, physician to the Viceroyalty of the River Plate, addressed the Medical Academy with a lecture on four medical scholars who were Popes.

Resumo

Em 2.000 anos de historia a Igreja crista católica teve 266 papas; quatro deles foram também doutores en Medicina.

Em abril de 309, o médico grego Eusébio desempenhou seu pontificado durante quatro meses; acusado de soberba, faleceu no desterro e foi santificado. O médico, sacerdote e erudito siciliano Leão II foi papa desde agosto de 682 até julho de 683. Faleceu em Roma e foi santificado. Vitor III foi monge beneditino na abadia de Montecassino, onde adotou o nome de Desidério. Em 1508 foi nomeado abade geral. Foi contemporâneo do célebre Constantino o Africano com quem estudou medicina. Entre as lutas de poder e os extenuantes conflitos papa-antipapa, Desidério foi eleito papa en maio de 1086 e adotou o nome de Victor III. Exerceu seu cargo durante 16 meses. Morreu no dia 17 de setembro de 1087 e foi santificado.

Em setembro de 1276, o médico, filósofo, teólogo e jurista português Pedro Julião Rebolo foi ungido papa com o nome de João XXI. Morreu oito meses mais tarde, no dia 20 de maio de 1277, vítima do desmoronamento do teto do Palácio Apostólico de Viterbo, cidade na qual exerceu seu pontificado.

Em 1783, Miguel Gorman, protomédico do Vice-reinado do Rio da Prata, na inauguração da Academia de Medicina de Montevidéu, expressou “Entre os sábios da medicina, encontram-se quatro Sumos Pontífices…”.

 

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16.     Rizzi M, Borras A. Historia de la Oftalmología en Uruguay. Montevideo: Tradinco, 2010. p. 120-1.

17.     Cantone E. Miguel Gorman. Historia de la Medicina en el Río de la Plata. v.2 Madrid: Hernández y Galo Sáez, 1928. p. 119-43.

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