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Introducción
El Estatuto del Personal Docente de la Universidad de la República vigente (EPD) dispone:
“Artículo 1° - Funciones docentes sustantivas. Son funciones sustantivas del personal docente:
la enseñanza,
la investigación y otras formas de actividad creadora y
la extensión y actividades en el medio”1.
“Artículo 2° - Otras funciones docentes. Son también funciones docentes en la medida en que tengan por finalidad el cumplimiento de los fines de la Universidad:
la asistencia técnica,
la participación en el gobierno universitario y
la gestión académica de la Universidad y sus servicios de conformidad con lo que prescribe el presente Estatuto”1.
Todo docente “debe cumplir” estas funciones, al punto que “un cargo es docente solo si las funciones que predominan son las sustantivas” (artículos 3 y 4 del EPD)1.
Estas obligaciones no son ajenas a los docentes de la Facultad de Medicina ni a alguna de sus unidades académicas.
Pero mientras las funciones de enseñanza, investigación y asistencia son fácilmente entendidas, asumidas y evaluadas, la función de extensión y actividades dista de responder a una definición consensuada, tanto a nivel nacional como regional2–4.
Algunas concepciones la entienden como una disciplina en sí misma, centrada en docentes extensionistas convocados a actuar con “los sectores más postergados”. Para otras, es una de las dimensiones de la docencia universitaria, inseparable de las disciplinas que los docentes enseñan e investigan cotidianamente, y apunta a una vinculación e interacción con el conjunto de la sociedad2–6.
Las definiciones institucionales sobre la extensión universitaria han sido cambiantes y no deberían suponer “la imposición de una verdad oficial única”4. De hecho, en 2009 el Consejo Directivo Central de la Udelar aprobó en general un documento titulado Para la renovación de la enseñanza y la curricularización de la extensión y las actividades en el medio. Y en 2015, ese mismo organismo aprobó in totum las Orientaciones estratégicas para la extensión universitaria y actividades en el medio que plasman una mirada muy diversa de la anterior.
Una de las diferencias se centra en la selección de los actores no universitarios llamados a intervenir en las actividades de extensión. Desde una parte se ha entendido que se debe priorizar a “los sectores más postergados”2,6. Otra perspectiva advierte que el beneficio para esos sectores podría derivar de propuestas de extensión que involucren actores personas y sectores no necesariamente postergados, pero con capacidad para incidir en aquellos; y también, que si se descuidan algunas cuestiones éticas en las intervenciones extensionistas, puede que sus únicos beneficiados sean los propios universitarios4.
Un ejemplo de extensión universitaria que supone una interacción con sectores “no postergados” es el espacio Medicina Forense, Arte y Psicoanálisis impulsado por el Departamento de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la Facultad de Medicina4,7. Esta experiencia se orienta a favorecer la reflexión conjunta de actores universitarios con operadores del sistema penal, con la que se problematiza y resignifica la labor cotidiana de jueces, fiscales, defensores públicos, policías y forenses. Son ellos quienes deciden en muy buena medida las respuestas del sistema de justicia en los diversos conflictos, las que a su vez impactan fuertemente en la vida de las personas, las familias y la comunidad, afectando con especial crudeza a personas y grupos vulnerados.
Fundamento de un espacio compartido entre medicina forense, arte y el psicoanálisis
El 26 de mayo de 2011, en ateneo abierto, se presentaron los fundamentos de un espacio de encuentro entre medicina forense, arte y psicoanálisis, como propuesta de extensión universitaria con el propósito de examinar e interpretar ciertos fenómenos de interés social desde perspectivas diferentes y complementarias7.
La medicina legal es el marco académico y ofrece temas de su quehacer cotidiano que pretextan el diálogo interdisciplinario entre diferentes miradas de una misma cosa. El psicoanálisis aporta su teoría y método de investigación del sujeto y las producciones humanas. La expresión artística es el vehículo para introducir los temas, sensibilizar y acercarse a la realidad. “El arte opera encriptando ciertos contenidos y es, a la vez, una manera privilegiada de develarlos. Constituye un espacio intermedio, mediatizador, entre el cuerpo (que estudia el forense) y la palabra (que estudia el analista), entre el mundo externo y el mundo interno, entre la realidad material y la fantasía”7.
La medicina legal tiene en la autopsia su método paradigmático, cuyo significado original en su raíz griega significa “ver por uno mismo” y una de cuyas acepciones en castellano es “examen analítico minucioso”. El análisis es el “tratamiento psicoanalítico”, pero también es “distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos” y “el examen que se hace de una obra, de un escrito o de cualquier realidad susceptible de estudio intelectual”. Finalmente, los contenidos de la obra de arte se desvelan a través de la exégesis, entendida como “explicación” o “interpretación”, por lo que resulta natural, su vínculo con el examen directo y minucioso que practican el forense y el analista.
Tres objetivos
Desde su inicio, este espacio se propuso tres objetivos explícitos7.
El objetivo docente es promover la reflexión sobre la idea de que la realidad admite perspectivas diferentes de la científica. Esto va a contramano de la ingenua fantasía a la que no escapan los actores del sistema de justicia, que espera respuestas ciertas de las ciencias forenses para todas sus preguntas. Diversas actividades desarrolladas por el espacio han mostrado cómo una canción, un cuento o un cuadro pueden responder mejor que los forenses algunas preguntas y dar cuenta de que la respuesta a algunos problemas se puede acercar o captar a través de una producción artística.
También tiene una intención terapéutica. Desde la antigüedad se adjudica al arte una acción catártica, sanadora. La medicina forense trabaja con la destructividad (y en parte la ejerce), en tanto el arte es construcción y creatividad. El contacto y la reflexión sobre asuntos del trabajo cotidiano, a través de la expresión artística, constituye un ejercicio de sensibilización con efecto terapéutico. Esta oportunidad se potencia con la mirada psicoanalítica. La acción terapéutica resulta muy relevante para los profesionales forenses, cuyo trabajo con la violencia los expone al agotamiento y al burnout, exposición a la que no escapan el resto de los operadores del sistema de justicia, especialmente en el fuero penal8.
En tercer lugar, el espacio se propone impactar sobre la imagen que proyecta la medicina legal. Es que en el imaginario colectivo la labor del forense se asocia y se limita a lo necrológico y al control penal, soslayando su carácter de especialidad médica y su compromiso social. De hecho, tanto las disciplinas forenses, como la función de extensión, están transversalizadas por la categoría jurídica “derechos humanos”4. El espacio contribuye a medicalizar y humanizar la visión de la actividad forense, contrapesando las fantasías morbosas que genera y los tabúes que convoca. Se procura proyectar una imagen de la medicina legal, como disciplina holística, con espacio para la sensibilidad, centrada en las personas y en dar respuesta al sufrimiento humano. En palabras de O’Neill, psicoanalista que acompaña el proyecto desde sus inicios, se trata de un “montaje que busca rescatarse de un racionalismo empecinado que muchas veces oculta, para no ver, lo que la realidad tiene de sutil, de esquivo, de equívoco, de insinuante e inasible para el entendimiento y aun para el corazón”9.
Breve reseña de las actividades concretadas
Los diferentes encuentros resignificaron categorías cotidianas de la medicina forense y del derecho, como la muerte, el cuerpo, la mutilación, los huesos, la sangre, la autopsia, las quemaduras y el incendio, el ahorcamiento, la identidad, el suicidio, la justicia, la memoria y su relación con la verdad material y el testimonio judicial.
Las actividades son abiertas e involucran actores universitarios de los tres órdenes y de diversos servicios, así como actores no universitarios, como artistas, liceales, vecinos y referentes barriales y religiosos.
1.Verdad material, memoria y testimonio (13/10/2011, Espacio Cultural de la Embajada de Méxicoi)
Se discutió la credibilidad de los testimonios obtenidos por la justicia a partir del cuento de Mario Delgado Aparaín Causa de buena muerte, leído por los actores Arturo Fleitas, Rodolfo da Costa, Gisella Marsiglia y Gustavo Alonso.
Introducción musical: «Nieblas y neblinas» de Eduardo Darnauchans.
Proyección del collage «Ostemundos» de Viviana Misurraco.
Reflexiones de Zuli O’Neill (psicoanalista y profesora de Filosofía), Jorge Lorenzo (neuropsicólogo) y William Corujo (ministro del Tribunal de Apelaciones en lo Penal), seguida de la participación de los asistentes.
2.¿Suicidio, homicidio, accidente? No se culpe a nadie (08/12/2011, Espacio Cultural de la Embajada de México)
Trabajó sobre lo difuso de los límites de las categorías suicidio, homicidio o accidente.
Performance a cargo de las bailarinas Victoria Redes y Natalia Fernández, con fondo musical de «La valse d’Amélie».
Lectura del cuento de Julio Cortázar No se culpe a nadie por el actor Gustavo Alonso.
Lectura del parte policial y el protocolo de autopsia judicial de un caso de precipitación por los médicos forenses y docentes de medicina legal Domingo Mederos y Rafael Roó, seguida del diálogo entre los concurrentes.
3.“Autopsia – La profanación de lo sagrado” (14/06/2012, Espacio Cultural de la Embajada de México)
Presentó la autopsia desde la perspectiva histórica, teológica y de las artes plásticas.
La artista plástica Viviana Misurraco expuso sobre La lección de anatomía del profesor Tulp de Rembrandt.
El presbítero Luis D’Angelo, teólogo y canonista, habló de «Autopsia y teología».
Hugo Rodríguez Almada, docente de Medicina Legal, reflexionó sobre «Autopsias y profanaciones».
Debate entre los asistentes.
4.Piel y huesos (Parte I). Sobre tatuajes, marcas e identidades (23/08/2012, Espacio Cultural de la Embajada de México)
La convocatoria giró en torno a las marcas en la piel.
El intercambio abierto se disparó con las intervenciones del rabino Ariel Kleiner sobre la circuncisión, la escritora Zulma Saadoun desde su propia vivencia sobre los cortes autoinfligidos y Javier García con una perspectiva psicoanalítica.
5.“Piel y huesos (Parte II). Persistencia, cambio e identidad” (06/12/2012, Espacio Cultural Al pie de la muralla)ii,iii
Esta segunda parte se dedicó a los huesos y la iden-tidad.
Se exhibió la colección de collages «Osteomundos» de Viviana Misurraco, el periodista Jaime Secco narró la historia de Los huesos de mi abuelo Leandro Gómez, el investigador Jorge Zunino expuso al hueso como órgano en permanente transformación y el antropólogo Octavio Nadal se ocupó de los enterramientos clandestinos de personas desaparecidas en Uruguay.
El intercambio se cerró con el tema de «Tres minutos» de “La vela puerca”, interpretado en vivo por Sebastián “el Enano” Teysera (guitarra y voz), Sebastián “Cebolla” Cebreiro (voz), Rafael Di Bello (guitarra) y Juan Casanova (voz) Imagen 1.
6.¿Suicidio, homicidio, accidente? No se culpe a nadie. Segunda mirada (25/05/2013, Hotel NH Columbia)
La Asociación Psicoanalítica del Uruguay nos invitó a volver sobre el cuento de Cortázar y ser parte de su jornada «Marcas de vida, marcas de muerte».
La interacción se disparó con la intervención de la saxofonista barítono Alejandra Genta, el inspector principal de Policía Luis Mendoza, el forense Domingo Mederos y el juez William Corujo.
Tras un vivo intercambio, la psicoanalista argentina Janine Puget, llamó a desacralizar la muerte, la verdad y el propio psicoanálisis.
7.De amor, de locura y de muerte (I). Cuando me entrés a fallar (09/10/2013, Espacio Cultural de la Embajada de México)
Esta primera parte se concentró en la violencia basada en género, a partir de la escucha del célebre tango de Celedonio Esteban Flores y José Aguilar, en la voz de Edmundo Rivero, que fue el eje de un intercambio abierto que incluyó las reflexiones de la cantante de música típica Edith Ávalos, el magistrado Eduardo Lombardi Escayola y el psicoanalista Marcelo Viñar.
8.De amor, de locura y de muerte (II). A propósito de un ahorcamiento: El nudo desatado (03/12/2013, Espacio Guambia)
Abordó el ahorcamiento a partir de la canción «El nudo desatado» (Washington Benavídez/Eduardo Darnauchans).
Los disparadores fueron la interpretación del tema por Tabaré Leyton y los análisis de Víctor Cunha (poeta y fotógrafo) y Dora González Vidriales (profesora y licenciada en literatura).
En forma simultánea a las intervenciones, Tania Astapenco (maestra y artística plástica) produjo in situ una obra escultórica en arcilla inspirada en la canción Imagen 2.
9.Identificación e identidades – A propósito de “La cueva de los sueños olvidados”, de Werner Herzog (13/08/2014 – Centro Cultural Terminal Goes)
El filme de Herzog fue el pretexto de un encuentro en el barrio de facultad en el que participaron Silvia Rivera (epistemóloga de la Universidad de Lanús), Jan Helge Solbak (bioeticista de la Universidad de Oslo) y Douglas Ubelaker (antropólogo forense de la Universidad George Washington).
La presentación estuvo a cargo de la artista plástica Viviana Misurraco y la moderación del diálogo fue de la psicoanalista Zuli O’Neil.
10.Menos tu vientre. A propósito de un suicidio por harakiri (02/06/2017 - Museo de Historia del Arte)
En el contexto de las salas del museo que guarda armas y armaduras samurái, la médica forense y docente de medicina legal, Malbina Revetria, presentó un caso de suicidio por harakiri.
El intercambio abierto incluyó las intervenciones de Juan Carlos Capo (psiquiatra, psicoanalista), Gladys Franco (psicoanalista, escritora) y Zuli O’Neill (psicoanalista, licenciada en filosofía).
11.El cuerpo: un rompecabezas para armar (25/10/2017 - Espacio Cultural de la Intendencia de San José)
El guion y la dirección estuvo a cargo de estudiantes del Liceo N.° 1 de San José (Proyecto Rompecabezas).
La actividad se desarrolló en el Espacio Cultural de San José en medio de las esculturas de Hugo Nantes. El eje fue un programa de radio transmitido en vivo, donde expusieron María de los Ángeles Martínez (profesora de dibujo y artista plástica local) sobre la obra de Nantes y su trabajo en relación con el cuerpo y Pedro Peña (profesor de literatura y escritor maragato) sobre el cuerpo en la novela negra.
Un grupo de estudiantes bailó tango entre las esculturas, con música ejecutada por un conjunto de liceales.
Otros hicieron un radioteatro a partir de un caso forense de violencia en el fútbol en el que entrevistaron al juez y al forense del caso, Julio Olivera Negrín y Hugo Rodríguez Almada.
El psiquiatra Ángel Valmaggia, la psicoanalista Zuli O’Neill y el catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Valencia, Fernando Verdú, brindaron una perspectiva desde sus disciplinas.
La actividad se cerró con un espectáculo escénico estudiantil de representación de la muerte y del cuarteto de cuerdas Orfeo (Imagen 3).
12.Fuego. A propósito de una canción de Cristian “Pity” Álvareziv (01/10/2019 - Sindicato Médico del Uruguay)
La canción fue la llave para mostrar muchas caras del fuego y los incendios.
Participó el padre César Scicchitano, el “cura rockero”, llegado desde la provincia de Buenos Aires para interpretar el tema y compartir su lectura como amigo del autor, acompañado en la guitarra por el residente de medicina legal Santiago Cartazzo.
La subcomisaria Mariela Vivone (oficial de bomberos) mostró la vivencia de una mujer en la devastación provocada por el incendio.
Los médicos forenses y docentes de medicina legal, Fidel Lagos y Malbina Revetria, compartieron casos en que les tocó intervenir.
El juez y actor Julio Olivera leyó el texto de Charly García: «Estaba en llamas cuando me acosté».
La psicoanalista Zuli O’Nelill moderó la participación Imagen 4.
13.Los misterios de la sangrev (28/09/2021- The Well)
Diego Vidart, fotógrafo y autor del libro La sangre, habló de los misterios de la sangre a partir de una epifanía experimentada por un criminalista en un famoso homicidio ocurrido en San José en el año 1941.
Maximiliano Berro, docente especialista en medicina transfusional, enfocó el tema a través de la historia de su uso terapéutico.
Los actores Gissella Marsiglia y Pablo Pippolo leyeron y representaron Pollería Perla, un sangriento relato forense de Hugo Rodríguez Almada.
El encuentro fue ambientado por la música de Charly García interpretando «Desarma y sangra» acompañado de una copa de sangría (Imagen 5).
14.“Morir a la vez. El mito de Filemón y Baucis”
(15/10/2024- Casa de la Cultura Afro Uruguaya). Se proyectó el video de la ópera de Charles Gounod con libreto de Jules Barbier y Michel Carré.
Alejandra Genta acompañó toda la actividad con intervenciones del saxo.
La profesora Dora González Vidriales presentó el mito.
Las docentes de medicina legal Evangelina Pérez y Malbina Revetria comentaron un caso del fenómeno de Filemón y Baucis, su definición y desafíos forenses que entraña.
El actor argentino y abogado Gerardo Romano leyó el artículo del código civil que define la conmoriencia y sus consecuencias sucesorias.
La ministra del Tribunal de Apelaciones en lo Civil, Claudia Kelland, ofreció una mirada jurídica y humana sobre el fenómeno de Filemón y Baucis, la premoriencia y la conmoriencia.
Víctor Cunha leyó su poema Muerte de Carlos Rovira y suicidio de Filomena Grieco.
La psicoanalista Zuli O’Neill intervino a partir de la canción de Alfredo Zitarrosa «Los dos criollos».
Tras las intervenciones del público se presentaron otras formas de morir diádicamente, a través de escenas de las películas «Midnight Cowboy» (acompañada por la música de «Perdidos en la noche» de Washington Benavídez y Eduardo Darnauchans) y «Thelma y Louise» (acompañada por «Dos días en la vida» de Fito Paéz) Imagen 6.
Una experiencia de extensión universitaria auténtica
La sistematización de esta experiencia desarrollada en la Facultad de Medicina nos llevó a proponer la idea de extensión universitaria auténtica, definida como una actividad académica de interacción con otros actores sociales que cumple con los siguientes criterios:
Nace de la actividad docente cotidiana de una unidad académica.
Aborda problemas de las disciplinas que son objeto de enseñanza e investigación en esa unidad académica.
Asume la calidad académica como obligación para los actores universitarios que participan.
Concibe la interacción con los actores no universitarios como una construcción ajena a toda clase de paternalismo o pretensión iluminista.
