Scielo RSS <![CDATA[Revista Médica del Uruguay]]> http://www.scielo.edu.uy/rss.php?pid=1688-039020090004&lang=en vol. 25 num. 4 lang. en <![CDATA[SciELO Logo]]> http://www.scielo.edu.uy/img/en/fbpelogp.gif http://www.scielo.edu.uy <![CDATA[<b>Una propuesta abierta para visualizar </b> <b>más la producción biomédica nacional</b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400001&lng=en&nrm=iso&tlng=en <![CDATA[<b>Detección de los tipos virales 16,18, 31 y 33 de papillomavirus humano en displasias severas y carcinoma in situ de cuello uterino</b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400002&lng=en&nrm=iso&tlng=en <![CDATA[Meningitis y encefalitis víricas en Uruguay: Relevamiento mediante técnicas de reacción en cadena de polimerasa aplicadas al líquido cefalorraquídeo de los grupos herpes, enterovirus y arbovirus como principales agentes etiológicos. A propósito de 59 casos]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400003&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen Introducción: en nuestro país no existen trabajos sistemáticos relativos a la incidencia de virus que provoquen encefalitis y meningitis. Sí existen trabajos realizados en las décadas de 1960 y 1970 sobre seroprevalencia de arbovirus y poliovirus. Mediante la técnica de reacción en cadena de polimerasa (PCR) aplicada al líquido cefalorraquídeo (LCR) hoy es posible realizar en un breve lapso de tiempo un diagnóstico de certeza sobre diversos agentes virales responsables de estas neurovirosis. Material y métodos: se exploró la incidencia de virus de la familia herpes, enterovirus y grupo arbovirus mediante técnicas de PCR aplicadas al LCR en pacientes VIH negativos. Resultados: este trabajo presenta a 59 pacientes VIH negativos que padecieron encefalitis y meningitis de presumible etiología viral. Estos agentes son los responsables de la mayor cantidad de meningitis y encefalitis que suceden en nuestro continente. Conclusiones: el diagnóstico virológico final es posible realizarlo en más de la mitad de los casos presentados, predominando virus de la familia herpes tanto en niños como en adultos, no siendo despreciable la incidencia de enterovirus. No se detectó en este trabajo la presencia de arbovirus.<hr/>Summary Introduction: in our country there are no systematic studies on the incidence of virus as a cause of encephalitis and meningitis. However, some studies on the seroprevalence of arbovirus and poliovirus were carried out in the sixties and seventies. Today, the polymerase chain reaction (PCR) applied to cerebrospinal fluid technique allows us to obtain accurate diagnosis within a short time, on the different viral agents that cause these neuroviroses. Method: we explored the incidence of virus from the herpesvirus, enterovirus and arbovirus group through PCR techniques applied to HIV negative patients. Results: this study included 59 HIV negative patients who suffered from encephalitis and meningitis of viral etiology. These agents are responsible for most of the cases of meningitis and encephalitis in our continent. Conclusions: the final viral diagnosis may be obtained in over half of the cases presented. The herpesvirus is the most frequent both in children and in adults, being it significant the incidence of enterovirus. No arbovirus were identified in this study.<hr/>Résumé Introduction: dans notre pays, il n'existe pas de travaux systématiques relatifs à l'incidence des virus qui provoquent encéphalite et méningite. Il existe des travaux sur séroprévalence d'arbovirus et poliovirus faits entre 1960 et 1970. Au moyen de la technique d'amplification en chaîne de polymérase (PCR) appliquée au liquide céphalora-chidien (LCR), il est aujourd'hui possible de réaliser promptement un diagnostic certain sur divers agents viraux responsables de ces neuroviroses. Matériel et méthode: on explore l'incidence de virus de la famille herpès, entérovirus et arbovirus par des techniques de PCR appliquées au LCR chez des patients VIH négatifs. Résultats: ce travail présente 59 patients VIH négatifs qui subissent encéphalite et méningite de probable étiologie virale. Ces agents sont les responsables de la plupart des méningites et des encéphalites présentes dans notre continent. Conclusions: le diagnostic virologique final est possible pour la moitié des cas présentés, étant le virus de famille herpès prédominant chez les enfants et les adultes, l'incidence d'entérovirus restant importante. La présence d'arbovirus ne fut pas repérée.<hr/>Resumo Introdução: no nosso país não existem estudos sistemáticos relativos à incidência de vírus que provoquem encefalites e meningites. Existem trabalhos realizados nas décadas de 1960 e 1970 sobre a soroprevalência de arbovírus e de poliovirus. Utilizando a técnica de reação em cadeia da polimerase (PCR) no líquido cefalorraquidiano (LCR) é possível realizar, em pouco tempo, um diagnóstico de certeza sobre diversos agentes virais responsáveis por estas neuroviroses. Material e métodos: buscou-se determinar a incidência de vírus das famílias herpes, enterovírus e grupo arbovírus pelas técnicas de PCR no LCR de pacientes VIH negativos. Resultados: este trabalho apresenta 59 pacientes VIH negativos que tiveram encefalite ou meningite com provável etiologia viral. Estes agentes são responsáveis pelo maior número de casos de meningite e encefalite no nosso continente. Conclusões: em mais da metade dos casos apresentados foi possível realizar o diagnóstico virológico final; registrou-se uma predominância dos vírus da família herpes tanto em crianças como em adultos sendo que a incidência de enterovírus não era desprezível. Não se detectou a presença de arbovirus. <![CDATA[<b>Sífilis congénita</b>: <b>auditorías en tiempo real </b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400004&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen Introducción: en el Centro Hospitalario Pereira Rossell se registró un aumento progresivo de gestantes y recién nacidos (RN) con prueba de detección para sífilis (VDRL) reactivos. Frente a esa situación el Programa Nacional de Salud de la Niñez realizó una investigación para identificar los factores contribuyentes a la ocurrencia de sífilis congénita (SC) mediante auditorías de historias clínicas. Material y método: es un trabajo descriptivo cuya fuente de datos fueron la historia clínica del binomio madre-hijo complementada por el interrogatorio a madres y médicos tratantes. En cuatro meses de auditoría (octubre 2007 - enero 2008) se identificaron a todos los RN con VDRL reactivos y sus madres. La información se incorporó a una base de datos en EpiInfo 6.4. Resultados: se captaron 58 RN correspondientes a 56 madres. Los antecedentes maternos permitieron considerar la reactividad serológica de 12 RN como un recuerdo inmunológico. Diez gestantes infectadas no tuvieron controles prenatales y en otras 12 se comprobó la infección pero no fueron tratadas. Se infectaron o reinfectaron en el último trimestre 24 (52,2%) de las gestantes. Relataron episodios de sífilis anteriores 41,9% y problemas tales como abortos, óbitos, bajo peso. Cinco de los RN presentaron manifestaciones clínicas o paraclínicas de SC. Estos y los RN con SC probable recibieron penicilina durante diez días. Los servicios responsables no lograron captar las parejas sexuales y sólo notificaron 44% de las SC. Conclusiones: las auditorías ampliaron la información, evidenciando debilidades en los registros, fallas en los controles prenatales, frecuencia de reinfecciones y subnotificación de los casos de SC <![CDATA[<b>El diagnóstico diferencial de las tumoraciones de partes blandas.</b>: <b>Quiste hidático primario de músculo cuadríceps</b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400005&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen Los tumores de partes blandas (TPB) son frecuentes, predominan en los miembros y aunque en su mayoría son benignos, ofrecen dificultades de diagnóstico etiológico, por lo cual siempre debe excluirse con seguridad la eventualidad del origen sarcomatoso. La mayoría de ellos son sólidos, mientras que las tumoraciones quísticas son excepcionales y más aun la hidatidosis. La presente comunicación analiza los elementos de diagnóstico diferencial de los TPB a partir de un caso de hidatidosis de muslo. Se insiste en los aspectos de valor clínico e imagenológico, se discute la biopsia y se sugiere que en un ámbito de endemia &ndash;como el Uruguay&ndash; es necesario incorporar la hidatidosis en el diagnóstico diferencial de las tumoraciones de partes blandas <![CDATA[<b>Aborto por indicación médico-legal</b>: <b>pautas </b> <b>para su práctica institucional en Uruguay (2009)</b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400006&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen Justificación: desde la primera edición de estas pautas (2006) se produjeron cambios legislativos en salud sexual y reproductiva y derechos de las usuarias. Ello justifica la revisión y actualización de sus contenidos, si bien mantienen los criterios originales. Introducción: desde 1938 en Uruguay el aborto es un delito. Pero existen diferentes causas por las que no es punible, no es delito, o puede ser un gesto terapéutico obligatorio. El manejo de estas situaciones no está bien incorporado a la práctica médica, lo que se expresa en trabas a su práctica institucional, favoreciendo el circuito clandestino y el aborto inseguro. Objetivos: 1. Definir el aborto por indicación médico-legal. 2. Pautar la práctica institucional del aborto por indicación médico-legal. 3. Favorecer que el aborto por indicación médico-legal se practique dentro del sistema sanitario en forma reglada, precoz, oportuna y segura. 4. Brindar un marco de seguridad médico-legal a las usuarias, los profesionales de la salud y las instituciones asistenciales públicas y privadas, en lo atinente a la práctica del aborto por indicación médico-legal. Definición: se entiende por aborto por indicación médico-legal el acto médico o quirúrgico consistente en la interrupción voluntaria de la gravidez en los casos en que la ley prevé la no imposición de una pena. Tipo 1 (indicación absoluta): causales de aborto sin sanción penal (para salvar la vida de la mujer, causa grave de salud y embarazo fruto de violación). Tipo 2 (indicación relativa): causales que facultan al juez a eximir de pena (angustia económica y causa de honor). Tipo 3 (indicación dilemática): cuando el permiso legal para interrumpir el embarazo es controvertido o se identifican dilemas éticos o médico-legales no previstos expresamente en las pautas. Pautas generales: se aplican siete principios: acto médico institucional (deben practicarse en instituciones habilitadas), acto ginecotocológico (salvo emergencia o urgencia en que no exista accesibilidad al especialista), confidencialidad (el secreto médico tiene especial protección en casos de aborto), denuncia (notificación obligatoria al Ministerio de Salud Pública sin revelar la identidad de la mujer), registro en la historia clínica (obligatorio), información y consentimiento (preferentemente bajo firma), objeción de conciencia personal (asegurando la continuidad asistencial). Pautas especiales: según se trate de indicación tipo 1, 2 o 3, se deberán aplicar requisitos y criterios especiales para cada situación. <![CDATA[<b>Guías de práctica clínica</b>: <b>en busca de la evidencia</b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400007&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen Introducción: las guías de práctica clínica basadas en evidencia son una herramienta para brindar asistencia de calidad desde la perspectiva individual y social a la vez que constituyen un respaldo para el accionar médico. Un fenómeno arraigado en nuestro medio es la aceptación acrítica de ellas cuando provienen de organizaciones internacionales de prestigio. Objetivo: demostrar que en cardiología es necesario disponer de guías desarrolladas en nuestro medio para hacer lo mejor por nuestros pacientes. Material y método: 1) análisis crítico de la evidencia en que se basan las recomendaciones de una guía de práctica norteamericana y el impacto de su aplicación en nuestro medio; 2) análisis de la validez de los ensayos clínicos que fundamentan una reciente guía europea. Resultados: el uso de la guía norteamericana en nuestro medio mostró que a pesar de que 89% de las indicaciones eran del tipo en las que existe acuerdo general y/o evidencia/opinión a favor de su pertinencia, hubo 23,6% de pacientes con coronarias normales. Los ensayos clínicos randomizados que sustentan la recomendación europea no son válidos, a pesar de lo cual se cataloga a la misma como basada en evidencia de la mejor calidad. Conclusiones: si bien las guías de práctica desarrolladas por organizaciones de otros países pueden ser valiosas, no es adecuado trasladarlas directamente a nuestro medio sin analizar críticamente los estudios que fundamentan sus recomendaciones y complementar esta información con evidencia nacional y opinión de expertos locales en los tópicos en los que no existe evidencia derivada de estudios apropiados <![CDATA[Historia de las heridas penetrantes de abdomen]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400008&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen A lo largo de la historia la conducta habitual frente a las heridas penetrantes de abdomen fue la de no intervenirlas quirúrgicamente y, con suerte, algunos no morían. Los antiguos hindúes, que desarrollaron una asombrosa cirugía, intentaron con éxito cerrar las vísceras abdominales extruidas con decapitadas cabezas de hormigas gigantes, en un arte que pocos cientos de años después se perdió. Celso, el gran romano del siglo I, nos ha dejado la minuciosa descripción de un tratamiento intervencionista y poco más sucedió hasta la Edad Media, cuando Roger de Salerno comenzó a suturar vísceras sobre un trozo de madera de saúco. Ugo Borgognoni, Lanfranco y Henri de Mondeville, con atrevidas suturas, llevaron la cirugía abdominal medieval hasta el cenit hacia fines del siglo XIV. Más allá de algunas excepciones, operar en lugar de esperar debió aguardar a las operaciones pioneras de -entre muchos- Lucien Baudens, Marion Sims, William Mac Cormac, Eugène Chauvel, Félix Léjars y de un cometa en el cielo siberiano, la cirujana y princesa rusa Vera Gedroits. La Gran Guerra terminó con las discusiones y, a partir de 1915, explorar fue la consigna en todas las heridas penetrantes de abdomen. En Uruguay, la tesis de Justo Duarte sobre el tema nos ilustra acerca del conservadurismo imperante en el país hasta por lo menos 1892. Siete años después, Luis Pedro Lenguas, Alfredo Navarro y Gerardo Arrizabalaga se pronunciaron ya definitivamente a favor de operar. Manuel B. Nieto, José Iraola, Domingo Prat, Eduardo Blanco Acevedo y Velarde Pérez Fontana, a comienzos del siglo XX, fueron algunas de las sobresalientes figuras quirúrgicas de la nueva generación, que, con trabajo y genio, sentaron las bases de la moderna cirugía abdominal de urgencia en Uruguay. A partir del trabajo pionero de Gerald Shaftan, publicado en 1960, comenzó a nivel del mundo científico, nuestro país incluido, una política de selección de pacientes, sobre todo los heridos de arma blanca, dejándose de lado la laparotomía sistemática. En las heridas penetrantes por arma de fuego el tema no está resuelto y aún no existe un consenso académico sobre esta materia. <![CDATA[<b>Índice de materias</b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400009&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen A lo largo de la historia la conducta habitual frente a las heridas penetrantes de abdomen fue la de no intervenirlas quirúrgicamente y, con suerte, algunos no morían. Los antiguos hindúes, que desarrollaron una asombrosa cirugía, intentaron con éxito cerrar las vísceras abdominales extruidas con decapitadas cabezas de hormigas gigantes, en un arte que pocos cientos de años después se perdió. Celso, el gran romano del siglo I, nos ha dejado la minuciosa descripción de un tratamiento intervencionista y poco más sucedió hasta la Edad Media, cuando Roger de Salerno comenzó a suturar vísceras sobre un trozo de madera de saúco. Ugo Borgognoni, Lanfranco y Henri de Mondeville, con atrevidas suturas, llevaron la cirugía abdominal medieval hasta el cenit hacia fines del siglo XIV. Más allá de algunas excepciones, operar en lugar de esperar debió aguardar a las operaciones pioneras de -entre muchos- Lucien Baudens, Marion Sims, William Mac Cormac, Eugène Chauvel, Félix Léjars y de un cometa en el cielo siberiano, la cirujana y princesa rusa Vera Gedroits. La Gran Guerra terminó con las discusiones y, a partir de 1915, explorar fue la consigna en todas las heridas penetrantes de abdomen. En Uruguay, la tesis de Justo Duarte sobre el tema nos ilustra acerca del conservadurismo imperante en el país hasta por lo menos 1892. Siete años después, Luis Pedro Lenguas, Alfredo Navarro y Gerardo Arrizabalaga se pronunciaron ya definitivamente a favor de operar. Manuel B. Nieto, José Iraola, Domingo Prat, Eduardo Blanco Acevedo y Velarde Pérez Fontana, a comienzos del siglo XX, fueron algunas de las sobresalientes figuras quirúrgicas de la nueva generación, que, con trabajo y genio, sentaron las bases de la moderna cirugía abdominal de urgencia en Uruguay. A partir del trabajo pionero de Gerald Shaftan, publicado en 1960, comenzó a nivel del mundo científico, nuestro país incluido, una política de selección de pacientes, sobre todo los heridos de arma blanca, dejándose de lado la laparotomía sistemática. En las heridas penetrantes por arma de fuego el tema no está resuelto y aún no existe un consenso académico sobre esta materia. <![CDATA[<b>Índice de autores</b>]]> http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-03902009000400010&lng=en&nrm=iso&tlng=en Resumen A lo largo de la historia la conducta habitual frente a las heridas penetrantes de abdomen fue la de no intervenirlas quirúrgicamente y, con suerte, algunos no morían. Los antiguos hindúes, que desarrollaron una asombrosa cirugía, intentaron con éxito cerrar las vísceras abdominales extruidas con decapitadas cabezas de hormigas gigantes, en un arte que pocos cientos de años después se perdió. Celso, el gran romano del siglo I, nos ha dejado la minuciosa descripción de un tratamiento intervencionista y poco más sucedió hasta la Edad Media, cuando Roger de Salerno comenzó a suturar vísceras sobre un trozo de madera de saúco. Ugo Borgognoni, Lanfranco y Henri de Mondeville, con atrevidas suturas, llevaron la cirugía abdominal medieval hasta el cenit hacia fines del siglo XIV. Más allá de algunas excepciones, operar en lugar de esperar debió aguardar a las operaciones pioneras de -entre muchos- Lucien Baudens, Marion Sims, William Mac Cormac, Eugène Chauvel, Félix Léjars y de un cometa en el cielo siberiano, la cirujana y princesa rusa Vera Gedroits. La Gran Guerra terminó con las discusiones y, a partir de 1915, explorar fue la consigna en todas las heridas penetrantes de abdomen. En Uruguay, la tesis de Justo Duarte sobre el tema nos ilustra acerca del conservadurismo imperante en el país hasta por lo menos 1892. Siete años después, Luis Pedro Lenguas, Alfredo Navarro y Gerardo Arrizabalaga se pronunciaron ya definitivamente a favor de operar. Manuel B. Nieto, José Iraola, Domingo Prat, Eduardo Blanco Acevedo y Velarde Pérez Fontana, a comienzos del siglo XX, fueron algunas de las sobresalientes figuras quirúrgicas de la nueva generación, que, con trabajo y genio, sentaron las bases de la moderna cirugía abdominal de urgencia en Uruguay. A partir del trabajo pionero de Gerald Shaftan, publicado en 1960, comenzó a nivel del mundo científico, nuestro país incluido, una política de selección de pacientes, sobre todo los heridos de arma blanca, dejándose de lado la laparotomía sistemática. En las heridas penetrantes por arma de fuego el tema no está resuelto y aún no existe un consenso académico sobre esta materia.